Lo que tienes que saber si quieres comenzar en el gravel
Siempre hay una primera vez. Y para el gravel también. De hecho, dependiendo de la edad que tengas, si tienes alrededor de 40, seguramente tuvieras una mountain bike rígida en los 90 y algunas cosas 'te sonarán'. Aunque, como ya tratamos hace algunas semanas en este podcast, son disciplinas diferentes y las bicicletas de gravel actuales están mucho más avanzadas que las MTB de entonces.
Por otro lado, también puedes ser de los que se han metido con su bici de carretera y sus neumáticos de 23 o 25mm por todos los terrenos posibles. Quizá emulando a los pros, o quizá en busca de más aventuras.
El gravel mezcla la emoción del mountain bike, con un poco de la velocidad de la carretera y parte de la esencia del ciclocross. Si empiezas en el gravel o te lo estás pensando, te damos unas cuantas claves para que lo inicies con buen pie. O, mejor dicho, con buen pedal.
Mejor si tienes un entorno adecuado
El gravel no depende de un entorno en concreto para practicarlo, pero si que es cierto que puedes sacar mucho más rendimiento del mismo, si vives en zonas con bastantes kilómetros de pista o sendero cuidado y el asfalto de las carreteras de alrededor no está en sus mejores condiciones. En esas circunstancias, el gravel es ideal porque puedes mezclar pista y asfalto de manera indiferente e incluso añadir algo de sendero, si no hay trialeras o zonas muy técnicas por las que pasar.
Piensa que incluso aunque algunas gravel ya vengan con suspensión, ésta no está diseñada para absorber impactos de largo recorrido, si no para reducir la fatiga por los pequeños impactos continuos y mejorar la seguridad en zonas más irregulares. Si vives en una zona muy montañosa, con senderos técnicos y pocas pistas, puedes usar la gravel sin problema por carretera, pero no le sacarás todo el rendimiento posible si no ‘coges’ algo de polvo y tierra.
¿Y si pruebo con mi bici de carretera?
No es una mala idea. Muchos usuarios llevan mucho tiempo practicando gravel, sin una gravel específica, por el mero hecho de usar unos neumáticos de 32-35mm con algo de taqueado en su bici de carretera. Actualmente muchísimos modelos de carretera tienen espacio para neumáticos de 32mm o más, y esto sumado a los frenos de disco y los ejes pasantes, las hace muy capaces fuera del asfalto.
Si tienes una bici de carretera en la que tienes espacio para neumáticos anchos, puedes probar con un juego de ruedas más sencillo de aluminio (no te recomendamos perfiles anchos de carbono) y probar pistas en buen estado a ver que se siente. No olvides, que las bicis de carretera, así como sus componentes están diseñados con la rigidez como base, con lo que las reacciones son mucho más directas, con menos absorción de impactos y más incomodidad. Pero como prueba, puede ser un buen primer contacto para ver cómo es lo de pisar la tierra con una bici sin suspensiones.
Te puede interesar: No te olvides de los guardabarros en invierno para carretera y gravel
No hace falta un gran presupuesto
Si practicas carretera, o mountain bike y te has decidido por una bici de gravel para hacer algo distinto y combinar tus entrenos, no tienes porqué gastarte una fortuna. Tienes gravel con cuadro de aluminio y horquilla de carbono por menos de 2.000€. De hecho, hay modelos que rondan los 1.500€, que montan grupos Shimano o SRAM al completo y que son perfectos para comenzar sin un gran desembolso.
Además de ser una manera económica de comenzar en el gravel, si ves que el tema te gusta (que seguro que si) y en un tiempo quieres pasarte a una bici de gama más alta, siempre puedes acondicionar la primera gravel como bici de bikepacking, o como bici para usar en tus desplazamientos diarios. O si tienes la suerte de que el modelo de iniciación es compatible con rueda de 650B, puedes combinar las ruedas de 700 con las de 650b y usarla por más de un sendero. Podrás montar neumáticos de hasta 2.0” (normalmente) y con el tubeless y baja presión, pasártelo muy bien y mejorar tu técnica de manera notable.
700 o 650b, las dos opciones
Como te hemos comentado en más de una ocasión, hay muchísimos modelos de gravel que permiten montar también ruedas de 650b (o 27.5”). Habitualmente casi todas las gravel vienen de serie con ruedas de 700. Como comentábamos en el párrafo anterior, esta opción aumenta la polivalencia de la gravel y puedes tener un juego de ruedas de 700, incluso en carbono, con un neumático más rápido en el que combinar mucho el asfalto y la pista en buen estado, y unas ruedas de 650b con un neumático de mountain bike de 2.0” o 2.1” que serán una delicia en los singletracks más cuidados.
La sensación de rodar con una gravel, con el manillar de carretera, la posición tan baja y nada de amortiguación por senderos rápidos con alguna raíz y alguna roca es una auténtica gozada para los sentidos.
Te puede interesar: Ruedas de 700 vs 650B en gravel. ¿Qué elegir?
Uno o dos platos; ambas buenas opciones
Por lo general, los modelos de iniciación o más económicos de gravel suelen venir con dos platos y con casetes de 10 o 11 piñones. Sin duda es una buena opción para tener un rango de velocidades algo más amplio y sobre todo más suave en zonas de subidas pronunciadas. De todos modos, si la bici que te gusta para comenzar en el gravel viene con un plato, no tendrás problema si vives en una zona que no tenga unos desniveles ‘muy bestias’, y por lo general, cuando vienen con un solo plato suele ser de 38 o 40 dientes y en combinaciones con casetes de hasta 42 dientes, es decir, muy versátil.
El plato único se te puede quedar algo corto en zonas de descenso de asfalto, pero el mantenimiento es muy sencillo y la forma de usarlo es mucho más fácil y con menos complejidad mecánica que el doble plato. Te dejamos este enlace donde hablamos largo y tendido sobre el tema.
Te puede interesar: Gravel: ¿Plato único o doble plato?
Con la de gravel, te metes por (casi) todos los sitios
Aunque la gravel es polivalente y más dependiendo del neumático/rueda que uses, ni es una mountain bike, ni es una bici de carretera. No tiene ningún sentido usarla en trialeras y subidas o descensos técnicos de montaña porque no le sacarás rendimiento, además de la poca seguridad que tendrás. No importa que lleves algún sistema de suspensión como en Cannondale o Specialized o incluso con la nueva horquilla Rudy de RockShox, porque son sistemas que mitigan los impactos e irregularidades, pero en baches grandes no hay nada que hacer.
Por otro lado, una gravel en carretera es más lenta. Piensa que un neumático de 38-40 o 42mm con algo de taqueado en 700 que es lo habitual, vas a arrastrar mucha más goma que con un neumático de carretera de 25 o 28mm. Las presiones son más bajas para poder tener buen agarre en la tierra y zonas técnicas, y el cuadro y los componentes de la gravel están fabricados para ofrecer más confort que una bici de carretera.
Eso si, una gravel en asfalto es lo suficientemente rápida cómo para rodar por el mismo los kilómetros que quieras, es súper cómoda y cuando te metes en pistas de tierra compacta en buen estado, puedes rodar a más de 25km/h de media, algo que es espectacular. Ese es su punto fuerte de hecho. No te recomendamos una gravel para rodar por asfalto en grupeta, porque de no ser que vayas muy a rueda, el gasto energético va a ser mucho mayor que con una bici de carretera. Eso si, también puedes usar la gravel con unas ruedas/neumáticos de carretera, eso sin problema.
El equipamiento mix de carretera y montaña
Lo de la ropa y equipamiento en el gravel es un poco particular. Puedes ir ‘full licra’ o ir con pantalones cortos, o mezclar la licra con ropa más suelta al estilo mountain bike. Tu decides. Mucha gente usa el mismo kit de las bicis de XC de montaña, incluidas las zapatillas y los pedales y también hay riders que van mucho más relajados con la ropa. En general los cascos son de carretera o de XC de montaña sin visera. Las zapatillas y pedales de carretera no tienen mucho sentido, porque a la que te bajes de la bici en una zona de tierra, destrozarás las calas y las suelas. Además, si pasas por alguna zona técnica y tienes que soltar el pie, un pedal de carretera será un problema a la hora de enganchar de nuevo.
En cuando al resto de equipamiento, es recomendable usar guantes (mejor largos, pero los cortos también es una opción) y hay gente que lleva una riñonera en plan mountain bike, combinada con pantalones cortos. También la ropa depende mucho del país, pero por lo general, el gravel es mucho más desenfadado y más moderno que la carretera y el XC. Siempre dos portabidones y las herramientas y repuestos habituales.
Te puede interesar: ¿Qué tiene de especial la ropa de gravel?
Con bolsas o sin ellas
Habrás visto que mucha gente hace gravel con una bolsa en el manillar o incluso alguna en el sillín. La del manillar es la más habitual porque puedes meter un montón de cosas y así prescindir de llevar nada en los bolsillos del maillot o en una bolsa debajo del sillín. Otro tema, es que este tipo de bolsas son perfectas para iniciarte en el bikepacking. La gravel es la entrada al paraíso bikepacking, con lo que si te inicias en el gravel, también puedes aprovechar para iniciarte en el bikepacking. Una bolsa de manillar, una de sillín y poco más y podrás pasar un par de días en la montaña sin problema.
Es otro de los extras de la gravel. Su polivalencia las hace muy versátiles para muchos tipos de usos. Esto es algo muy importante a tener en cuenta si estás pensando en comprar una, porque como te hemos comentado durante todo el artículo, puedes usarla para muchos tipos de ciclismo, a veces tan solo con un cambio de ruedas o neumáticos, o como en este último párrafo para iniciarte en las aventuras de más de un día. Te hemos dado muchos motivos y todos buenos, así que no se a qué estás esperando…
¿Quieres estar al tanto de todas las novedades de Maillot Mag?
Suscribete a nuestro newsletter para no perderte el mejor contenido relevante, novedades, opinión, podcast, etc.