Quiero aligerar mi bici ¿Por dónde empiezo?
Hoy en día tenemos la suerte de estar disfrutando de una de las etapas más maduras de las bicis de carretera y gravel. Estas últimas porque han heredado de las primeras la mejor tecnología de carretera y montaña, y las de carretera, porque tenemos modelos en gamas medias, que son casi clones de las gamas altas de hace años. Ya no te haca falta invertir tanto para tener una bici ligera, pero si quieres darle un retoque a la tuya y aligerar lo máximo posible, con inversiones relativamente moderadas, te damos las claves para que aligeres tu bici sin aligerar demasiado tu bolsillo.
La importancia de las ruedas
Comenzar a rebajar el peso de tu bici por las ruedas siempre es garantía de éxito. Si, sabemos que no es lo más económico, pero es donde puedes ahorrar unos cuantos cientos de gramos y además beneficiarte de unas ruedas más rápidas, más rígidas y más seguras. Además, siempre puedes aprovechar el cambio para pasarte a unas llantas con un perfil distinto, unas ruedas preparadas para tubeless o un buje trasero diferente, si quisieras cambiar la transmisión y no tuvieras un buje trasero compatible con el cambio de núcleo.
¿Cuánto te puedes ahorrar? Pues ya sabes que depende del material de la llanta, el perfil de la misma, el tipo y número de radios etc… Y por supuesto de la gama que vengas y de la gama que vayas a comprar, pero si vienes de unas ruedas de serie de unos 1.800-1900 gramos el par en aluminio, puedes pasar a unas ruedas de unos 1300-1400 gramos por un precio aproximado de unos 1.000€, con aro de carbono. Estamos hablando de unos 400 gramos que es muchísimo.
Sabemos que no es el importe más económico, pero no solo ahorrarás en peso, si no que ganarás velocidad, aceleración y rigidez. En el cambio de ruedas también entran factores como la calidad de los rodamientos, algo que puede ayudar a que tu bici además sea más rápida.
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Unos 200 gramos menos en los neumáticos
Con los neumáticos te puedes ahorrar algo más de 200 gramos el par, siempre y cuando te pases de un neumático con mayor protección anti pinchazos a uno más ligero tipo competición. Es un paso delicado porque unos neumáticos más ligeros te pueden costar por lo menos unos 60-70€ cada uno y además se desgastan con más rapidez. Eso si, te aportan mucha rapidez, agarre y capacidad de aceleración.
Aquí tienes que decidir si prefieres ahorrar peso y ganar velocidad y rendimiento, o tener la seguridad de un neumático más polivalente a diferentes climas y protección anti pinchazos, pero más pesado.
Ten en cuenta también que, si te pasas al tubeless, puedes ahorrar algo de peso al no usar las cámaras, aunque tengas que añadir el líquido sellante. Además, ganarás esa protección anti pinchazos que no tienes en neumáticos más ligeros.
Tampoco conviene olvidar que muchos neumáticos de serie son bastante ligeros, pero cuentan con carcasas muy finas y escasa o nula protección anti pinchazos. Hay muchos fabricantes de bicis, que montan este tipo de neumáticos ligeros, pero que a nivel de compuesto y carcasa, no son las gamas más altas, pero son especificados así por la marca para ahorrar en el peso global de la bici.
El sillín, uno de los puntos clave
Con el sillín nos pasa algo muy parecido a lo de las ruedas. Cambiar el sillín no solo te puede ayudar a aligerar la bici, si no que puedes ganar en confort y además elegir un nuevo sillín de la talla adecuada. Ya sabes que el peso de los sillines depende de tres factores; el material de los raíles, el material de la carcasa y el grosor del acolchado. El tamaño es otro de los factores, pero influye en menor medida, de no ser que se una diferencia muy radical.
En general, las gamas medias de bicis suelen venir de serie con sillines con raíles de cromoly, y un acolchado medio, que suelen ser cómodos, pero superando los 300 gramos de peso. Si no necesitas tanto acolchado, si eliges uno con raíles y carcasa de carbono, el peso rondarás algo menos de 200 gramos. Ojo que por lo general, los raíles de carbono suele ser ovalados y necesitan una tija específica.
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Manillar de carbono, pedales y tornillería
Otros tres componentes donde te puedes ahorrar algo de peso y en el caso del manillar, ganar en confort. Un manillar de aluminio de 420mm de ancho suele pesar alrededor de 320-360 gramos, mientras que uno de carbono en la misma medida tiene un peso aproximado de 175 gramos. Estamos hablando de mucha diferencia de peso, entorno a los 200 gramos. Además, un manillar de carbono suele ser más cómodo y tiene una mejor absorción de las vibraciones.
Los pedales es un tema más delicado, porque a diferencia de los pedales de montaña donde los ejes de titanio pueden ahorrarte hasta más de 100 gramos, en carretera, las diferencias son muy pequeñas... y el salto de precio a unos pedales de gama alta es muy elevado.
Por último, otros detalles donde puedes ahorrar algo de peso es en la tornillería, pero aquí las diferencias de peso se pagan caras, ya que pasarte de tornillos de aluminio, a titanio tiene un coste elevado. Además, si vas a cambiar 2 o 3 tornillos no merece la pena. Lo interesante es hacerlo en grupo y cambiar los de la potencia (tapa y anclaje), los de las pinzas de freno, el cierre de la tija y los de los portabidones. No llegarás a los 100 gramos de ahorro y como comentaba, los tornillos de titanio son bastante caros.
Lo más importante antes de ponerte a gastar de cara al ahorro de peso, es que valores que componentes de tu bici son los que tienen peor calidad y más peso y si su cambio te puede significar no solo aligerar la bici, si no mejorar el comportamiento de la misma. En este sentido, ruedas, manillar, neumáticos y sillín, son los puntos clave, para mejorar en peso y que su cambio mejore tu rendimiento y tu confort. Aligerar algunos de los componentes y perder rigidez o comodidad no tienen ningún sentido.
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