Primeras Pedaladas: Cannondale Synapse LAB71, recuperando la esencia ‘gran fondo’
Comodidad, deportividad y exclusividad, a partes iguales.
Cannondale renueva su bicicleta de gran fondo para carretera volviendo la mirada hacia el rendimiento, con sistema SmartSense mejorado e integrado en el cuadro, espacio de almacenamiento interno y una estética más rácing. Y buena prueba de ello es el 'top' de la nueva gama Synapse, este exclusivo montaje LAB71.

Cuando se presentó la última versión, hasta ahora, de la Cannondale Synapse en 2022, seguro que más de un seguidor de la marca y, en concreto, de este modelo icónico, se quedó con un sentimiento agridulce. La firma norteamericana apostó entonces por una filosofía más reposada, mirando sin complejos al bikepacking e, incluso, el gravel, sin olvidar la implementación de un sistema de luces y radar como el SmartSense que, sin dejar de ser muy útil, adolecía de ciertas fallas, como ya comentamos en este test.
Han transcurrido tres años y a lo largo de este tiempo, Cannondale ha sabido escuchar a los responsables de sus tiendas asociadas, distribuidores y clientes (tal como nos comentaron en la presentación a medios celebrada hace algunas semanas) para dotar a la nueva Synapse de una estética más atractiva y racing (el parecido con la SuperSix es innegable), con un nivel de integración mucho mayor que el de su predecesora, más ligera y reactiva, pero igualmente confortable.
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A este re-posicionamiento de la Synapse también ha contribuido, sin duda, el hecho de que el segmento gravel está mucho más definido que hace tres años, con dos orientaciones claras: la aventura, donde Cannondale cuenta con una amplísima gama Topstone, y la competición, donde recientemente la marca ha situado a la nueva SuperX. Y la Synapse recupera el espacio que tuvo desde sus orígenes, hace nada menos que 20 años, como bicicleta ‘gran fondo’ que no reniega del rendimiento.
No obstante, el genial Lachlan Morton acometió uno de sus últimos retos, la Vuelta a Australia en 30 días, con un prototipo de la Synapse LAB71 que puedes ver en las imágenes que acompañan este artículo, lo que da buena cuenta de la relevancia que para Cannondale ha tenido el desarrollo de esta nueva Synapse. Una Synapse que, como decíamos, llega con este espectacular montaje LAB71 a la cabeza, pero que cuenta de momento con otros cuatro montajes, dos con Shimano Ultegra Di2, uno con 105 Di2 y otro con 105 mecánico, aunque ninguno de ellos equipa SmartSense, como explicaremos más adelante.
Exclusividad LAB71, también en ‘gran fondo’
Cannondale no es una marca de medias tintas, para lo bueno y para lo malo. Y cuando cree en una idea, apuesta por ella con todo su arsenal tecnológico. De ahí que para posicionar de nuevo a la Synapse en el top de las bicis gran fondo de rendimiento, hayan decidido colocarla al nivel de SuperSix EVO con un impresionante montaje LAB71 como el que hemos podido probar días antes de su lanzamiento.
El alma de la bici es un cuadro de carbono de alto módulo (y horquilla del mismo material) que está por debajo de los 1.000 g en talla 56 (979 g, según Cannondale), y con un diseño que recuerda irremediablemente al de la SuperSix, tanto por el trabajo aerodinámico de los tubos (ahí está ese característico tubo de la dirección Delta Steerer) como por el particular moldeado de algunos de ellos, como el tubo del sillín que se aplana de forma extrema en su zona inferior, acompañando el paso de rueda.


Un trabajo aerodinámico en el que también ‘colaboran’ tanto la tija de sillín en forma de D, y que cumple igualmente una función de absorción de vibraciones, como el espectacular cockpit de carbono SystemBar R-One diseñado en colaboración con Momo y que también montan las SuperSix EVO. La marca nos habla de un cuadro un 20% más confortable, pero más rígida en puntos clave como el pedalier, y más eficiente desde el punto de vista aerodinámico. Datos aparte, nuestras sensación es de una bicicleta igualmente cómoda, pero mucho más rápida. De eso ya hablaremos más adelante.
En cuanto a la geometría y el tallaje, donde Cannondale sigue aplicando su principio de Proportional Response para lograr un comportamiento homogéneo en todos los tamaños de cuadro, nos alejamos de las cifras y ángulos ‘racing’ de la SuperSix, con un stack más elevado (570 mm en talla 54) y un reach más corto (381 mm), pero también encontramos diferencias respecto a la Synapse inmediatamente anterior, en ese afán de la marca por lograr una bicicleta cómoda y segura, como demuestra el tubo de la dirección a 71,3 grados (antes 73) o las vainas de 425 mm (antes 415). Paradójicamente, la bici ha ganado en estabilidad a altas velocidades, sin mermar en exceso su reactividad, gracias al menor peso del cuadro y el conjunto global de componentes.
Por ir terminando con el cuadro, la nueva Synapse incorpora en todos sus modelos el espacio de almacenamiento StashPort que ya vimos en la última Topstone de gravel, además de la bolsa interna StashBag, y donde nosotros hemos llegado a llevar minibomba, cámara, desmontables y multiherramienta sin ningún problema. La ‘puerta’ del StashPort, además, da acceso al corazón del sistema SmartSense, ahora oculto en el interior del cuadro, una evolución que merece capítulo aparte.
Todos los modelos también son compatibles con el montaje de guardabarros, el cierre de sillín va integrado en la cuña interna de tubo superior y vertical (nada que ver con la versión anterior de la Synapse...), y el paso de rueda máximo permitido es de 42 mm (de serie todos los montajes llegarán con 32 mm). Un punto este siempre delicado, pues muchos usuarios podrían estar tentados de montar ruedas de gravel y emplear la Synapse, incluso, para competir en esta disciplina.
En este sentido, desde Cannondale nos argumentaron que el enfoque de esta nueva Synapse es plenamente ‘carretero’, optimizado para ruedas de 32 o 34 mm, y que para disfrutar del gravel, en sus diferentes vertientes, ya cuentan con modelos sobradamente contrastados como Topstone y SuperX, pero entienden que puede haber clientes que busquen esa polivalencia (o el hecho de tener dos bicis en una), y de ahí que hayan diseñado este cuadro con un paso de rueda generoso.
SmartSense Gen2
Como decíamos al principio del artículo, Cannondale ha tenido muy en cuenta a lo largo de estos años los comentarios y sugerencias recibidos desde diferentes ámbitos respecto a la anterior generación de la Synapse. Y muchos de ellos estaban relacionados, sin duda, con el sistema SmartSense de luces y radar. Nosotros, de hecho, ya comentamos algunos de los ‘peros’ que ofrecía esta tecnología, tanto en la Synapse como cuando la probamos en la Topstone Carbon.
La primera de las mejoras es, sin duda, la integración. Ahora la batería-centralita del sistema va oculta en la parte baja del tubo diagonal, y es fácilmente accesible y extraíble a través de la ventana del StashPort. Y el cableado que conecta la batería con luces delanteras y traseras es totalmente interno, apenas queda visible un pequeño tramo de cable de la luz delantera por debajo de la potencia y el de la luz-radar trasera que se introduce por la tija del sillín. Luz-radar Garmin Varia, por cierto, que va mucho más pegada al sillín.


¿Más mejoras? Ya no hay diferentes versiones de SmartSense. Los modelos que lo monten (habrá opciones con y sin él) llevarán el ‘pack completo’ de luces y radar, además de servir como fuente de energía para cambios electrónicos SRAM (de momento no es compatible con Shimano Di2). Unas luces, por cierto, mucho más pequeñas, pero más potentes: llegamos hasta los 800 lúmenes en la delantera y 65 la trasera. Y además, ahora sí podemos elegir diferentes patrones de parpadeo o flash, ya que se ofrecen diferentes tipos de luces en virtud de la legislación de cada país al que vayan dirigidas.
De hecho, una de las críticas que realizamos en su día sobre el SmartSense de 2022 es que, al tener solo la posibilidad de circular con las luces en modo fijo, el gasto de batería en combinación con el radar era muy elevado, y apenas llegaba a las 3 horas de ruta.
En este sentido, Cannondale ha mejorado el grado autonomía global del sistema, no solo con esas opciones de ‘jugar’ con las luces, sino con una batería mayor de 43,2 Wh que dobla, según la marca, la capacidad de la versión anterior. Su peso es de 295 g. Y para que os hagáis una idea, en esta ocasión yo he realizado rutas de unas 4 horas con luces en modo flash y radar activado, además del accionamiento del cambio electrónico, y me ha sobrado batería.
Todos estos datos (nivel de la batería, modo de luces, avisos del radar…) podemos gestionarlos fácilmente a través de la renovada app de Cannondale. Para vincular el sistema SmartSense a la app basta con tener el bluetooth del móvil activado y pulsar el botón lateral del radar trasero, con la batería apagada (importante), hasta que se encienda una pequeña luz morada. En ese momento se produce la vinculación de forma automática. Y en cuanto la bici echa a rodar, el sensor de rueda delantero se encarga de poner en marcha todo el sistema.
La nueva batería del SmartSense, además, puede servirnos como 'Power Bank' para todo tipo de dispositivos (smartphones, cámaras de acción, etc.) gracias a su sencillo puerto de carga USB-C.
¿Monoplato en carretera?
El montaje de esta Synapse LAB71 no ha dejado indiferente a nadie de los que la han visto pasar. Y es que, a pesar de que las transmisiones monoplato en carretera ya se han visto en sucesivas competiciones WorldTour, creo que recordar que es la primera vez que llega a nuestras manos una bici de ruedas ‘finas’ montada con el SRAM Red XPLR AXS 1x13 enfocada al público final, potenciómetro incluido.
No voy a entrar en cuestiones de calidad de funcionamiento, porque este XPLR funciona tan perfecto como la versión de carretera que ya probamos por primera vez la primavera pasada. La precisión y rapidez del cambio, la magnífica ergonomía de sus manetas y la enérgica frenada de sus frenos están fuera de toda duda.


¿Pero es un 1x13 el mejor sistema de transmisión para la Synapse? Pues depende de gustos y preferencias, claro está. La simplicidad de montar un único plato tiene sus indudables ventajas, la primera, de mantenimiento a largo plazo. Y es verdad que la combinación empleada en este caso de plato de 44 dientes y casette trasero 10-46 proporciona un rango de desarrollo lo suficientemente amplio para el público mayoritario. A la hora de ir rápido, solo te quedarás ‘vendido’ en los descensos por encima de los 50 km/h. Y en el momento de subir, el 46 detrás es un auténtico seguro de vida.
Ahora bien, la progresividad y el escalonado en los saltos de corona que tienes con doble plato y un cassette ‘convencional’ de 12 velocidades, no lo vas a encontrar aquí, especialmente en las coronas más grandes. Para que me entendáis, un salto de la penúltima a la última corona, pasando de 38 a 46, en carretera se me hace un tanto brusco. En cualquier caso, el cuadro de la Synapse, en cualquiera de sus versiones, viene preparado para montar doble plato y así lo podéis ver en el resto de modelos equipados con transmisiones Shimano.
Siguiendo con la lista de componentes, adquieren especial protagonismo el juego de ruedas Reserve 42/49 Turbulent Aero y su generoso ancho interno de 25,4 mm delante y 24,8 mm detrás, lo que hace que unos neumáticos tubeless como los Vittoria Corsa Pro Control de 32 mm queden perfectamente calzados. Si a ello le sumamos unos bujes DT Swiss 180 y unos radios Sapim CX-Ray Aero, tenemos uno de los mejores ‘wheelset’ del mercado, por un peso de 1.341 gr. Las válvulas Fillmore, por cierto, ponen la guinda al pastel.
Además del cockpit y la tija marca de la casa, el capítulo de componentes lo cierra el cómodo y ligero sillín Fizik Vento Argo 00 con raíles de carbono y otros detalles LAB71, como los rodamientos CeramicSpeed del pedalier roscado BSA de 68 mm.
El resultado en la báscula de esta unidad en talla 54, con batería incluida, es de 7,9 kg. Y teniendo en cuenta que si descontamos el peso de todo el sistema SmartSense podríamos estar rondando los 7,5 kg… hablamos de un peso muy conseguido para tratarse de una bicicleta 'endurance'.
Otra cosa es el precio (abrimos paraguas…): 15.799 euros para una bicicleta gran fondo sin duda es muy elevado. Pero si repasamos la máxima calidad de todos los componentes (empleados todos ellos en el WorldTour…) y que se trata de una bicicleta encuadrada dentro del sello LAB71, ‘la gama alta de la gama alta’ de Cannondale, la cifra final adquiere (cierto) sentido. De hecho, el montaje es del mismo nivel que la SuperSix EVO LAB71 que probó mi compañero Juan Daniel Hernández el verano pasado.
En acción con la Cannondale Synapse LAB71
El mero hecho de sacar de la caja una Cannondale de la gama LAB71 es un momento que genera expectación. Y en el caso de la nueva Synapse no iba a ser menos. El nivel de acabados del cuadro es una auténtica locura y su decoración, con esas bonitas transiciones entre el gris 'carbono' y el plateado, me parece todo un acierto, además de ser totalmente atemporal.
Cuestiones estéticas aparte, una vez subidos en la bici y entregados a las primeras pedaladas, te das cuenta de que estamos ante una gran fondo, sí, pero con matices rácing que nos dibujan una sonrisa en el rostro. Como suele suceder con el uso de manillares integrados, la longitud de la zona de la potencia es generosa. En este caso, hablamos de unos 110 mm para una talla 54. Es decir, que la nueva Synapse te permite rodar muy cómodo, gracias a su contenido reach y elevado stack… hasta que te ‘tocan las palmas’ y te obligan a agarrarte ‘de abajo’ para responder a los palos de la 'grupeta'. Es entonces cuando resurge el espíritu Synapse, y que había quedado en segundo plano con la generación anterior.


Siguiendo con la posición sobre la bici (algo que nos parece especialmente relevante en el caso de una gran fondo que busca comodidad durante muchos kilómetros), nosotros no quitamos ninguno de los espaciadores de la dirección (nunca lo hacemos con bicis de test), pero siempre hemos tenido la sensación de ir ‘sobrados’ en ese sentido, por lo que si la bici fuera nuestra, no dudaríamos en quitarlos para ganar en estética y simplificar el mantenimiento de esa zona. De igual forma, tal y como sucede en las tallas más pequeñas, hubiera preferido montar una tija sin retroceso, aunque esto ya es una cuestión más personal.
Vamos ganando velocidad sobre la nueva Synapse LAB71 y percibimos, además, que es una excelente rodadora, mejor que la versión anterior, algo a lo que contribuyen sin duda las excelentes ruedas que monta; el finísimo rodar de los bujes DT Swiss 180, la inercia que generan sus generosos perfiles según ganamos velocidad y el confort que ofrecen los tubelizados Vittoria Corsa Pro Control de 32 mm, son claves a la hora de subir la nota final de la bici.
El trabajo de ‘adelgazamiento’ al que se ha sometido el cuadro se nota, sobre todo, cuando la carretera se torna cuesta arriba. Y es que, a pesar de que las vainas de 425 mm no contribuyan a una reactividad explosiva, la bicicleta se mueve fácil cuando nos ponemos de pie sobre los pedales para superar las pendientes más pronunciadas. Sin olvidar que para subir sentado, y a ritmo constante, la Synapse es cómoda y eficiente.
Esas vainas y una distancia entre ejes algo mayor respecto a la generación anterior contribuyen a transmitir seguridad y velocidad a la hora de encarar los descensos, sin que ello vaya en detrimento de la precisión para tomar giros cerrados, gracias en buena medida a un conjunto de dirección-horquilla que funciona como un bisturí. Realmente sorprende la agilidad de la nueva Synapse bajando.
Y es que, a pesar de que el confort y la capacidad de absorción de la Synapse, sobre todo en carreteras rotas e irregulares, son sus grandes virtudes, con esta renovación de concepto Cannondale ha recuperado la esencia ‘racing’ con la que nació, disputando clásicas de pavé, muros y adoquines frente a las Domane y Roubaix del momento, hace ya unos cuantos años.
Además, en este caso (y en otros montajes que faltan por llegar...), contamos con el valor añadido de un sistema SmartSense de segunda generación mucho mejor integrado, que subsana las carencias de la primera versión y que, ahora sí, resulta atractivo llevar en la bici porque es prácticamente igual que llevar unas luces de posición. Tan solo nos quedamos con las ganas de hacer más kilómetros con esta Synapse LAB71 para poder ‘trastear’ con todas las posibilidades que ofrece la app de Cannondale para gestionar y personalizar este SmartSense Gen2.
Tampoco vamos a entrar a valorar el funcionamiento del radar trasero Garmin Varia, que ya en la primera versión del SmartSense era excelente. Simplemente hacer hincapié en lo cómodo y útil que es recibir un aviso sonoro, a través del móvil o de tu ciclocomputador, cada vez que un vehículo se va acercando por detrás, evitando las habituales (y peligrosas) miradas hacia atrás mientras pedaleamos.
El hecho de no preocuparte por cambiar la batería AXS del cambio trasero, pues la energía procede también del SmartSense, es un alivio para los más despistados. Para que os hagáis una idea, la batería del SmartSense tiene 20 veces más capacidad que una SRAM AXS, por lo que resulta bastante improbable que te quedes sin capacidad de cambio. De hecho, si el sistema detecta que nos estamos quedando sin batería, automáticamente desconecta luces y radar, priorizando la función del cambio electrónico.
Conclusión
Durante la presentación internacional a los medios especializados, un compañero preguntó a los responsables de la marca si veían esta nueva Synapse de regreso al pelotón internacional, en el marco de clásicas y carreras de un día. La respuesta fue tajante: no. Y es que, a pesar de que este nuevo cuadro cuenta con la aprobación y el sello UCI para competir al más alto nivel, la SuperSix EVO sigue siendo la bicicleta más adecuada de la marca para rendir a nivel WorldTour en cualquier terreno. “La nueva Synapse no llega con la intención de llegar al WorldTour, pero sí con la idea de acercar el WorldTour al usuario mayoritario de carretera”, sentenciaron desde Cannondale. Una buena forma, sin duda, de explicar la nueva filosofía Synapse.
Y a tenor de lo que hemos experimentado con esta Synapse LAB71, podemos decir que Cannondale está muy cerca de conseguirlo. De momento, la nueva gama arranca en los 3.499 euros de la Synapse 5 equipada con Shimano 105 12V. Pero esta espectacular puesta de largo deja muchas cosas claras: Synapse ha vuelto más ligera, más integrada y mucho más atractiva para el ciclista ‘gran fondo’ que también busca un punto rácing en su montura.
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