¿Qué presión debo llevar en mis neumáticos de carretera?

La presión de los neumáticos es uno de los aspectos más controvertidos del ciclismo de carretera, desde los que no le dan importancia hasta los que se pasan por miedo a que les lastre en exceso. Estás son las claves.
Qué presión debo llevar en mis neumáticos
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Autor Maillot Redacción
Autor de la fotoArchivo/Marcas

Fecha de la noticia 08/11/2023


Si observamos los flancos de nuestros neumáticos veremos que el rango de presiones de inflado es bastante amplio, normalmente está entre 6-7 y 10 bar (en una cubierta de 25 mm, algo menos en las de 28). Pero una diferencia tan amplia implica que no todos los ciclistas pueden llevar la misma presión ya que el comportamiento general del neumático variará mucho.

Lo primero que hemos de explicar es que, aunque nos estamos centrando en el sistema más habitual todavía, el de neumático + cámara, cada uno tiene su particularidades. Los tubulares, por ejemplo, admiten presiones superiores mientras que los tubeless + líquido las admite inferiores. En este enlace tienes toda la información que debes saber a la hora de elegir tu próximo neumático.

Otro de los aspectos que influye es el ancho del neumático. Un neumático de 25 (o menos) llevará una presión superior a uno de 28 (o más) ya que le costará algo más mantener la estructura de la goma.

También influyen los materiales con los que está hecho el neumático, especialmente la densidad de TPI (Threads per inch – hilos por pulgada) con los que esté construido. A mayor número de TPI, menos cantidad de goma (por tanto más ligeros pero más propensos a pinchazos) y mayor cantidad de aire requieren. A menor número de TPI (más pesados y resistentes) menos presión.

Estos y otros detalles son los que utilizan los fabricantes a la hora de marcar los rangos de presión óptimos que soporta cada neumático. Dentro de ellos es el usuario el que debe valorar cuál es el que más le conviene.


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Qué presión debo llevar en mis neumáticos

Presión del neumático adaptada al terreno

Aunque en carretera el terreno es mucho más estable que en montaña (en definitiva hablamos que el 95% del tiempo será asfalto en un estado muy similar) sí es cierto que debemos adaptar la presión al tipo de terreno que nos vamos a encontrar.

Si hinchamos excesivamente las ruedas nos encontraremos con varios problemas, el primero de ellos de comportamiento. Con demasiada presión la rueda rebotará mucho cuando nos pongamos de pie o cuando circulemos por asfalto roto, baches, resaltos, etc., lo que al final se traduce en mayores dolores de espalda y mayor cansancio acumulado con el paso de los kilómetros. Además, las ruedas excesivamente hinchadas tienen mayor tendencia a pinchar.

Si por el contrario llevamos poca presión iremos mucho más lastrados (el neumático se deforma y hay más superficie de rozamiento con el asfalto), será ingobernable en curvas y corremos el riesgo de destalonar.

¿Qué presión debo llevar en mis neumáticos?

Presión en función del peso del ciclista

Hay una norma que sirve como aproximación y que, respetando los límites inferior y superior que marca el fabricante, nos puede servir como referencia inicial. Se debe hinchar (en bares) un poco más del 10% del peso (en kilos) del ciclista. Es decir, un ciclista de 65 kg debe introducir una presión de 6,5-7 bar. Si el neumático es de 25 mm la cifra será algo superior a los 7 bar y si el neumático es de 28 mm podrá ser algo inferior.

Otra norma que se aplica es que el peso del ciclista se reparte en un 60% en la rueda trasera y 40% en la delantera, por lo que lo habitual es que llevemos un poco más de presión detrás. La diferencia suele rondar 0,5 bar de más.

No obstante, aunque el ciclista sea más ligero o más pesado, no tiene sentido (por el riesgo que implica) sobrepasar los límites inferior o superior que marca el fabricante. Aunque el ciclista pese 95 kg, no tiene sentido hinchar las ruedas mucho más de 8,5 bar, por ejemplo. O si pesa 55 kg llevar menos presión de 6-6,5 bar.

Además, para encontrar la cifra ideal, lo que debemos buscar es la presión inferior en la que hayamos descartado los riesgos que conlleva (de pellizcos, de flanear en las curvas o la sensación de ir lastrados).

Qué presión debo llevar en mis neumáticos

Experiencia personal

No obstante, lo que mejor funciona es siempre probar con diferentes presiones y ver el comportamiento de la bicicleta. El redactor de este artículo pesa 65 kg y ha comprobado que, con los mismos neumáticos, en el recorrido y asfalto, con 8 bar de presión el comportamiento de la rueda era el mismo pero pinchaba en muchas más ocasiones que con una presión más baja (7 bar).

Tubulares y tubeless de carretera

Como hemos dicho, en este artículo nos hemos centrado en el sistema más común entre los usuarios ciclistas, el de cámara y cubierta. Los profesionales tienden a llevar tubulares que, por lo general, admiten presiones más altas sin tanto riesgo de reventar o de pinchar, ya que están más reforzados.

O los sistemas tubeless (sin cámara y con líquido sellante) que aunque no están tan introducidos como en MTB, sí que cuentan con algunos modelos en el mercado. En este caso los neumáticos cuentan con unos flancos más reforzados que permiten usar una presión menor (mayor capacidad de absorción de vibraciones) sin que se deformen.

Sea cual sea el sistema, las nociones generales y los riesgos que hemos detallado no varían si nos pasamos o no llegamos con la presión que metemos en relación a lo que recomienda la marca.


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Qué presión debo llevar en mis neumáticos

Los días de lluvia, adoquín o tierra

Los días de mucha lluvia suelen ser la excepción en cuanto a la modificación de presiones. La menor temperatura del asfalto y los riesgos de una superficie más deslizante hace que sea mejor pecar por un mayor rozamiento que el riesgo de que el neumático resbale. Además, el agua hace aflorar la suciedad del asfalto y aumenta mucho la posibilidad de pinchar.

Por eso es recomendable llevar menos presión de la habitual, dependiendo las cantidades en las que nos movamos entre 0,5 bar y 2 bar menos (incluso algo menos en caso de los tubulares).

Esto mismo sucede si vamos a circular por zonas de adoquines o tierra (algo que cada vez es más común en determinadas marchas o experiencias ciclistas como la Ronde Van Vlaanderen Cyclo o la Gran Fondo Strade Bianche). En estos casos, además de optar por unos neumáticos de mayor anchura (un mínimo de 28 mm es lo recomendable) se suele utilizar una presión inferior a la que llevamos normalmente para mejorar la capacidad de absorción de la rueda y gozar de cierta “comodidad” en un terreno tan duro.

¿Qué presión debo llevar en mis neumáticos?

¿Cómo se mide la presión?

Las dos medidas más habituales y que encontraremos en los flancos de los neumáticos para indicar la presión, son los bares (bar – el equivalente aproximado a una atmósfera terrestre al nivel del mar) y los psi (libras por pulgada – pounds per square inch). Siendo el cero igual en ambos casos, 1 psi equivale a 0,07 bar, o lo que es lo mismo, un bar son 14,5 psi.

¿Cómo alcanzar estas presiones? La bomba de pie es tu aliada

Todo ciclista que se precie debería tener una buena bomba de pie (o bomba de taller) en casa. No sólo porque con ellas podremos dar más presión (y más rápido) que con las bombas de mano, sino porque además podremos controlar la cantidad de aire que introducimos en la rueda gracias al manómetro.


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Qué presión debo llevar en mis neumáticos

El gran problema que tienen la mayoría de las bombas de mano es que, principalmente debido a su tamaño más reducido para pesar poco y poder llevarlas en el maillot o ancladas al cuadro sin que estorben, no alcanzan las presiones óptimas que requieren los neumáticos de carretera. Aunque pueden salvarnos en ruta y permitirnos llegar a casa, lo que no nos quitarán es de tener que comprobarlo en casa o en una gasolinera con un adaptador de válvula.

Por eso es fundamental contar con una bomba de pie que nos permita ajustar las presiones antes de cada salida. Además, la mayoría de ellas tienen una boca doble para poder hinchar válvulas “presta” y “schrader” (que todavía se usan en algunas MTB, en bicis de niño, urbanas o de trekking).

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