Primeras Pedaladas: Cannondale Topstone Carbon 1 Lefty AXS, confort y diversión a partes iguales
Llega la 3ª generación de una de las bicis más emblemáticas del segmento gravel.
Víctor Marcos 
David Agüero 
11/03/2025
Mayor paso de rueda, cableado interno, espacio de almacenamiento en el cuadro, sistema KingPin optimizado... la 3ª generación de la Topstone Carbon tiene todo lo necesario para seguir siendo una de las mejores ‘gravel adventure’ del mercado. Y más si le ponemos la ‘guinda’ en forma de horquilla Lefty Oliver de 40 mm.
Bajo el nombre de Topstone se esconde una de las gamas de bicicletas gravel más completas y extensas del mercado, que abarca desde fiables modelos con cuadro de aluminio por poco más de 1.000 euros (sí, has leído bien, poco más de 1.000 euros), ideales para los que se inician en esta disciplina, hasta montajes de muchos quilates, como el que ocupa estas páginas.
Y entre uno y otro, la firma de Connecticut ofrece todo tipo de modelos y para todos los bolsillos, pero siempre con un denominador común: la apuesta por el lado más lúdico y aventurero del gravel, lejos de potenciómetros, vatios y demás condicionantes ‘racing’. Para este público, además, Cannondale ya cuenta en su catálogo con la espectacular SuperX, presentada hace justamente un mes, o la anterior SuperSix EVO SE.
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Todo ello ha hecho de la Cannondale Topstone una de las bicicletas (o mejor dicho, familia de bicicletas) más populares del segmento enfocado a las pistas de tierra. Una familia que, en su rama de fibra de carbono, presenta hoy mismo una 3ª generación que hemos podido probar días antes de su lanzamiento oficial a través de uno de sus montajes más atractivos, el Carbon 1 Lefty AXS.
¿Qué hay de nuevo en la Cannondale Topstone Carbon 2025?
Si la memoria (y la hemeroteca) no me falla, por MaillotMag han pasado todas las generaciones de la Topstone Carbon (y alguna de aluminio) desde su nacimiento, así que podemos decir sin lugar a equivocarnos que hemos sido testigos de su evolución. Y ésta ha sido bastante evidente, ya sea por la aplicación y mejora de ideas propias (ahí está el KingPin por ejemplo) de Cannondale, o porque la marca ha sabido estar atenta siempre a las necesidades de una disciplina que ha crecido mucho y muy rápido en los últimos años.
Como ha crecido el paso de rueda de la nueva Topstone Carbon, ahora situado en los 52 mm para el cuadro y 56 para la horquilla (47 mm en el eje delantero en el caso del montaje con Lefty), lo que aumenta aún más el rango de uso y la versatilidad de esta plataforma. O el hecho de contar con el cableado totalmente interno, algo de lo que carecía la generación anterior.
También se ha incorporado la patilla de cambio universal UDH, así como un espacio de almacenamiento en el tubo diagonal, denominado StashPort, que viene de serie con una bolsita en su interior para guardar multi herramienta, mini-bomba y demás complementos, llamada StashBag. Por cierto, hablando de almacenamiento y transporte, las numerosas roscas portabultos y anclajes del cuadro vienen ahora mucho más ‘disimuladas’ e integradas en la propia superficie del cuadro, combinando estética y funcionalidad.
En cuanto a capacidad de absorción de vibraciones, el sistema KingPin sigue siendo protagonista en la Topstone Carbon, un sencillo pero efectivo mecanismo que aporta 30 mm de recorrido que cuesta ver, pero que se siente (y mucho), gracias al trabajo conjunto del punto de giro situado en el punto de unión de tirantes y tubo del sillín, y la flexión controlada del carbono. Algo de lo que saben, y mucho, en Cannondale.
Y si hablamos de absorción, no podemos pasar por alto la horquilla Lefty Oliver que monta este modelo en concreto. Una Lefty Oliver que alcanza ya su 3ª generación y que ha visto aumentar su recorrido en 10 mm, ofreciendo 40 en estos momentos, además de un nuevo sistema de compresión más optimizado, según nos comentaron los ingenieros de Cannondale en la presentación de producto. Cuenta con sistema de bloqueo en su parte superior, fácilmente accesible, y control de rebote por la parte inferior de la botella.
En el cajón se han quedado, sin embargo, innovaciones presentadas en la versión anterior, como el sistema SmartSense de luces y radar, seguramente porque nunca terminó de convencer al público mayoritario y suponía un incremento notable de peso, o el aerodinámico sistema de dirección Delta Steerer, procedente de la SuperSix EVO de carretera y que sí ha aplicado la SuperX de competición. En este caso, el sistema Delta Steerer es incompatible con cualquier horquilla de suspensión, ya sea Lefty o convencional, por lo que se desechó desde el primer momento para la nueva Topstone.
Por cierto, que aunque no vienen de serie en ningún montaje, la nueva Topstone Carbon es compatible plenamente con la instalación de tijas telescópicas de 27,2 mm, algo que no desentonaría en absoluto, sobre todo en este montaje que hemos probado. Pero de esto ya hablaremos más adelante.
En cuanto a geometría, y aunque nos encontramos ante un cuadro totalmente nuevo (y sensiblemente más estilizado), la cosa no cambia demasiado. Se mantienen esas relativamente cortas vainas de 420 mm para una bicicleta de carácter aventurero, combinadas con un reach ajustado de 370 mm y un stack generoso de 579 mm, con 70,7 grados en el tubo de la dirección y 73,1 en el del sillín. Lo que unido a un offset de horquilla de 55 mm da como resultado lo que en su día Cannondale ya denominó geometría OutFront. Y es que la estabilidad y la comodidad no tiene porque estar reñida con la agilidad.
Lo que sí cambia, por cierto, es el sistema de tallaje, pasando de las XS, S, M, L y XL a las 48, 51, 54, 56, 58 y 61, tal y como sucede en carretera. En nuestro caso, podemos confirmar que una 54 actual corresponde exactamente a una M de la generación anterior. Un escalado de tallas donde de nuevo Cannondale ha aplicado su filosofía Proportional Response para diseñar cada cuadro, cada fibra y cada laminado de forma particular para cada tamaño de cuadro.
Montaje de la Cannondale Topstone Carbon 1 Lefty AXS
Metidos en harina ya con este montaje 1 Lefty AXS, y más allá de la siempre llamativa horquilla Lefty Oliver de la que ya hemos hablado anteriormente, Cannondale también ‘firma’ la magnífica tija de sillín SAVE Carbon, además de la potencia Conceal C1 en aluminio que también sirve para canalizar el cableado interno, y el manillar, aunque las unidades que saldrán a la venta irán montadas finalmente con un Easton EA 70, también de aluminio, según nos han informado desde la marca.
En cuanto a la transmisión, tenemos una interesante combinación de SRAM Rival AXS en manetas, pedalier (plato de 42 dientes) y frenos (con discos de 160 mm en ambos ejes) por un lado, y SRAM GX Eagle T-Type en cambio trasero, cadena y casette, con un amplísimo 10-52 que, si bien en las coronas mayores ofrecen un salto un tanto brusco de una a otras, permite gozar de un rango de desarrollo apto para todo tipo de condiciones del terreno. Será muy difícil que te quedes ‘colgado’ en ningún terreno con esta combinación de desarrollo, salvo que vayas a competir ‘a fuego’ y el plato de 42 se te quede algo corto.
Y llegamos al que para mí es el componente que aporta el toque especial a esta Topstone, sin tener en cuenta la horquilla Lefty. Me refiero al juego de ruedas, un magnífico set de Reserve GR Carbon, con 40 mm de perfil la delantera y 44 la trasera, buje trasero DT Swiss 370 (el delantero es el Lefty 50 propio de Cannondale, con sensor incluido conectado a la app de Cannondale), radios Sapim CX-Delta y válvulas Reserve Fillmore.
No es la primera vez que pedaleo sobre estos aros y las sensaciones han vuelto a ser espectaculares: ligeras pero robustas, de rodar muy fino, fiables en los apoyos… en definitiva, unas de las mejores ruedas que podemos encontrar en el segmento gravel… y que a partir de ahora veremos mucho más a menudo en montajes Cannondale (como ya lo hace la SuperX o la SuperSix EVO de carretera), ya que Reserve forma parte del mismo conglomerado empresarial.
Completan el montaje los neumáticos WTB Raddler TCS Light en 700x44c, una medida equilibrada teniendo en cuenta el uso para el que está destinada la Topstone y el margen de paso de rueda que aún queda por encima. Correctos en cuanto a agarre en la mayoría de las condiciones en que hemos pedaleado, nos quedaría exprimirlos durante más tiempo para comprobar desgaste y resistencia a los pinchazos y cortes.
El resultado en nuestra báscula para esta Cannondale Topstone Carbon 1 Lefty AXS ha sido de 9,8 kg en talla 54. Una cifra que, teniendo en cuenta el tipo de horquilla que llevamos, nos parece bastante aceptable. Además, el comportamiento dinámico de la bicicleta, como veremos a continuación, es propio de una máquina más ligera, sin duda.
De hecho, dentro de la nueva gama Topstone Carbon, si queréis algo más ligero, solo tenéis por debajo la tope de gama LTD Di2, con un peso comunicado por la marca en talla 56 de 8,9 kg. Pero la ligereza, obviamente, no es la prioridad de la ‘filosofía’ Topstone, como sí lo es de la nueva SuperX. Aquí las prioridades son otras.
En acción con la Cannondale Topstone Carbon 1 Lefty AXS
Comodidad, versatilidad y diversión. Estas podrían ser las tres palabras que mejor definen la nueva Topstone Carbon, unas cualidades que ya encontramos en su día en la generación anterior, pero que ahora se ven amplificadas gracias a su mayor paso de rueda, su capacidad de almacenamiento interno y una estética, además, mucho más cuidada, gracias al cableado interno.
Como usuario habitual de Cannondale desde hace muchos años, sabía que al subirme a una talla 54 de la marca de Connecticut me iba a sentir como en casa. Y así fue desde la ruta inicial. La posición es perfecta desde la primera pedalada. O al menos, para alguien que como yo prioriza el confort postural sobre los beneficios aerodinámicos, y que siempre mira con buenos ojos un reach contenido.
Y si a ello le sumamos la eficacia de un sistema KingPin que ya hemos probado en otras ocasiones y que se va notando progresivamente más y más con el paso de los kilómetros, pues no acumulas tanta fatiga como con las bicicletas totalmente rígidas, el resultado es una de las gravel ‘adventure’ más cómodas del mercado.
Para comprobar el funcionamiento y efectividad del KingPin, más que mirarlo obsesivamente (algo que puede resultar peligroso mientras pedaleamos…), lo mejor es alternar el uso de la Topstone con otra gravel ‘100% rígida’, sin elementos de absorción en cuadro y componentes, tal y como hicimos nosotros durante estos días. Os podemos asegurar que la diferencia puede parecer sutil, pero se nota.
Esto no quiere decir que la Topstone no sea rápida o ágil cuando el terreno lo requiere. Sus ajustadas vainas de 420 mm son el mejor vehículo para transferir la potencia de nuestras piernas a la rueda trasera cuando el terreno o la 'grupeta' nos los exija. Al igual que los cambios de dirección en terrenos revirados, donde la bicicleta se mueve con sorprendente soltura. A esto nos referimos con que sus casi 10 kg de peso parecen algo menos en marcha.
Todo ello hace de la Topstone Carbon una bicicleta realmente divertida, y más si tenemos, como en este caso, una horquilla Lefty Oliver en el tren delantero. Sus capacidades aumentan exponencialmente, haciéndonos ‘coquetear’ peligrosamente con el XC. Y digo ‘coquetear’ porque aunque los 40 mm de la Lefty nos concedan algunas licencias a la hora de bajar por determinados senderos técnicos, hay que seguir pensando que estamos sobre una bicicleta gravel ¿Más capaz que muchas de su ‘especie’? Probablemente sí, pero sigue siendo una gravel.
En este sentido, para los que quieran explorar los límites de esta Topstone Carbon 1 Lefty AXS una tija telescópica se antoja un complemento ideal. Yo la eché de menos en algún momento puntual, metido ya en algún ‘fregao’ donde probablemente no me tenía que haber metido. Pero es que estamos ante una bicicleta que invita a jugar y pasarlo bien en las pistas y los caminos. Con la certeza, además, de que podremos disfrutar de largas jornadas sobre ella, gracias a su elevado nivel de confort.
Como conclusión, y a falta de poder rodar con ella muchos más kilómetros, podemos afirmar sin temor a equivocarnos que Cannondale prolonga su particular receta del éxito para el gravel más lúdico y polivalente con esta nueva generación de la Topstone, una bicicleta que conserva su esencia original, incorporando las mejoras que impone el paso del tiempo y un cliente cada vez más exigente. Un cliente que no se verá defraudado en absoluto si decide adentrarse en la 'filosofía' Topstone Carbon, una de esas bicicletas que probablemente calificaremos como ‘míticas’ dentro de unos años, cuando echemos la vista atrás para contemplar la evolución y la historia del gravel.
Gama, pesos y precios Cannondale Topstone Carbon 2025
Cannondale ofrece cinco montajes de la nueva Topstone Carbon, arrancando en los 3.299 euros de la Carbon 3 GRX (disponible tanto en versión 1x12 como 2x12, al mismo precio) y terminando en los 7.499 euros de la Carbon LTD Di2.
- Cannondale Topstone Carbon 3 GRX: Transmisión Shimano GRX 820/610 y ruedas WTB ST i25. Peso: 10,2 kg (talla 56). Precio: 3.299 euros
- Cannondale Topstone Carbon 2 GRX: Transmisión Shimano GRX 820 2x12 y ruedas WTB KOM Team i25. Peso: 9,9 kg (talla 56). Precio: 3.999 euros
- Cannondale Topstone Carbon 2 AXS: Transmisión SRAM Apex/GX T-Type AXS 1x12 y ruedas WTB KOM Team i25. Peso: 9,9 kg (talla 56). Precio: 4.299 euros
- Cannondale Topstone Carbon 1 Lefty AXS: Transmisión SRAM Rival/GX T-Type AXS 1x12 y ruedas Reserve 40/44. Peso: 9,8 kg (talla 54). Precio: 6.899 euros
- Cannondale Topstone Carbon LTD Di2: Transmisión Shimano GRX 825 Di2 2x12 y ruedas Reserve 40/44. Peso: 8,9 kg (talla 56). Precio: 7.499 euros
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