Test: Cannondale Topstone Sora
Para empezar a soñar
Luis M. Del Cerro (Acción: J. Daniel Hernández) 
Javier Martínez 
23/04/2019
La Cannondale Topstone te sorprenderá desde el primer momento. Seguramente, desde que veas su precio. Y, a partir de ahí, lo hará con su rendimiento y su filosofía.
Un cuadro perfecto sobre el que evolucionar la bici. Desarrollos acertados. Variedad de anclajes.
El sistema de frenado es mejorable. Límite de 42 mm en el paso de rueda.
Soy de los que esperaban la noticia. Soy de los que querían ver cuál era el siguiente paso de Cannondale en el Gravel. A fin de cuentas, la Slate fue una bici que parecía más pensada para crear un segmento nuevo que para encajar en algo ya definido. Estaba claro que Cannondale haría esta vez una “gravel” que encajara perfectamente en la definición. Y así llego la Cannondale Topstone. Y la sorpresa.
La sorpresa fue que Cannondale presentó una gama Topstone llamativa por su equipamiento y por su precio. Una gama fácil de identificar y calificar gracias al segundo apellido de cada uno de los modelos: el grupo que monta. Tres modelos, que van de los 1.000 € de la Cannondale Topstone Sora hasta los 2.199 € de la Cannondale Topstone Apex 1. Justo en medio queda la Topstone 105 con un precio recomendado de 1.799 €. Confesadlo, no tengáis miedo. Seguro que cuando visteis en el título “Cannondale” pensasteis en una gama que llegaría a los “muchos miles” de euros. Pues ya veis que no.
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Cuando la caja con el logotipo de Cannondale llegó a la oficina no tenía muy claro que modelo era. Como habéis visto, tampoco había mucho margen para la sorpresa. Rasgamos el precinto, abrimos la parte superior y vemos un cuadro sugerente en el que ya se ve la “firma gravel” desde el primer minuto y es que pocas bicis vienen de serie con dos tornillos de fijación en el tubo superior.
Ese mismo tubo superior es verde… así que me ha tocado la bici con el grupo Shimano Sora. Lo confieso, la primera vez, desde hace años, que no pedaleo sobre una bici que baje de un Shimano 105. No es pedantería, es información y, conste, el 105 me parece uno de los mejores grupos del mercado. En fin, no os voy a mentir: un grupo de primer precio, con un cassette de 9 velocidades, frenos mecánicos… no es lo más excitante a priori del mundo. Salvo que te vaya el Gravel.
Y es que parte de la filosofía de Gravel es también hacer más con menos. Disfrutar con lo justo y necesario. Y eso es lo que vamos a hacer.
Equipamiento aparte, la bici tiene un aspecto inmejorable. El verde oscuro con las letras de “Cannondale” en negro, el manillar “abierto” y la multitud de puntos de fijación le dan un toque aventurero y puramente “gravelero”. Si no dominas las gamas de equipamiento podría seducirte fácilmente y “llevarte al huerto”.
