5 razones definitivas para cambiar de bicicleta

Puede que lleves un tiempo pensando en pasar página y adquirir una bici nueva, pero no te decides a dar el paso definitivo. Si quieres salir de dudas, deberías tener en cuenta estos factores.
5 razones definitivas para cambiar de bicicleta
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Autor Maillot Víctor Marcos
Autor de la fotoArchivo/Envato Elements

Fecha de la noticia 28/08/2023


Está claro que a (casi) todos los ciclistas nos gusta estrenar ropa, componentes o accesorios. Esa sensación un tanto infantil -no pasa nada por reconocerlo- de sentirse como un niño con zapatos nuevos es uno de los muchos placeres que nos brinda este deporte. Y si vamos a estrenar bici nueva, eso ya son palabras mayores.

Aquí ya estamos hablando, sin embargo, de dar un paso más importante. El desembolso económico que hay que hacer -y más en los tiempos que corren- para adquirir una montura nueva, hace que las dudas nos asalten con mayor celeridad ¿Realmente necesito una bici nueva? ¿No podría aguantar con esta un par de años más? Son algunas de las preguntas recurrentes en esos casos.

Tranquilo, que no cunda el pánico. Existen una serie de factores o señales inequívocas de que, efectivamente, ha llegado el momento de 'jubilar' tu bicicleta y adquirir una nueva.

Daños severos en el cuadro

No estamos hablando simplemente de zonas desgastadas por roce con los cables o 'desconchones' en la pintura, fruto del impacto de pequeñas chinas o piedras. Hablamos de que, a lo largo de la vida útil de una bicicleta, es posible que en más de una ocasión nos hayamos ido al suelo, y lo que aparentemente era un pequeño golpe o señal en el cuadro, con el paso del tiempo se puede convertir en una grieta y partir. Estad atentos a la evolución de estas 'heridas', porque en ello va vuestra seguridad. Y ante la más mínima duda, reemplazad.

Componentes desfasados

Puede que esa transmisión con más de 10 años de vida te funcione correctamente, que estés muy orgulloso de mantener frenos a la llanta o que tus ruedas apenas te hayan dado problemas en ese tiempo, gracias a un buen mantenimiento pero... ¿No te gustaría disfrutar de la rapidez y suavidad de un cambio electrónico? ¿No crees que ha llegado el momento de saltar a los frenos de disco y disfrutar de su mayor capacidad de frenada y la rigidez que aportan los ejes pasantes? En este sentido, en muchas ocasiones merece más la pena cambiar por completo la bici, que ir reemplazando componentes por separado. A la larga, puede que el desembolso sea mayor.

Además, en el caso de averías o roturas de piezas que requieran su reemplazo, podemos encontrarnos con los siguientes problemas.

Dificultad para encontrar recambios

Cierto es que las principales marcas de componentes del mercado cuentan con un stock de piezas de recambio lo suficientemente amplio como para surtir a tiendas y talleres, incluso, ya con el producto descatalogado. Pero también es verdad que, según pasan los años, y tu bici envejece, las dificultades para que tu mecánico de confianza encuentre la pieza que necesitas reponer pueden ser cada vez más frecuentes.

5 razones definitivas para cambiar de bicicleta

Reparaciones contínuas... y costosas

Normalmente, las facturas de taller más abultadas proceden de bicicletas de gama alta y componentes con un alto grado de tecnología (electrónica, carbono, piezas ultraligeras...), tal y como sucede, por ejemplo, con las revisiones de los coches: no es lo mismo pasar la 'anual' con un BMW que con un Dacia. Pero mucho cuidado con las reparaciones de bicis 'viejas', no tanto por la cuantía de los recambios o la mano de obra, sino por la frecuencia con la que llevamos la bici al taller. Puede que nos cobren poco... pero si tenemos que llevar la bici al taller cada mes, mal asunto.

Esa bici... ya no es para tí

Puede que te compraras tu espectacular y rígida bici 'aero', con ruedas de perfil 50 y desarrollos de rodador belga hace algo más de un lustro, cuando eras más joven, estudiabas y tenías más tiempo para entrenar. Pero tus circunstancias vitales ahora son diferentes: tienes una familia con uno o dos niños pequeños, mayores responsabilidades laborales y, probablemente, menos tiempo para entrenar.

Tu bici sigue siendo espectacular... pero tu rendimiento sobre la misma dista mucho de lo deseado, y cada salida con ella comienza a convertirse en un suplicio. Puede ser el momento perfecto para cambiar a una bicicleta más moderna y que se adapte mejor a tus necesidades, más cómoda y con desarrollos más amplios que te hagan la vida -sobre el asfalto- un poco más fácil.

Ojo, que también puede darse el caso contrario. Que lleves ya unos años con la misma bici con la te iniciaste en el ciclismo, sentir como el gusanillo cada vez va a más -entrenamientos, nutrición, vatios...- y ver que tu montura ya no te acompaña. Probablemente sea el momento de subir un escalón o dos y adquirir una bicicleta que esté al nivel de tus exigencias y rendimiento.

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