Embajadoras Liv
Mujeres increíbles, mujeres ciclistas
Estuvimos en el evento presentación de las embajadoras Liv en España. Son mujeres increíbles con las que he pasado un fin de semana en Cercedilla, rodeadas de las mejores rutas aún con algo de nieve y con la agenda repleta de ciclismo
Después de una tardía salida en MTB para hacer fotos de acción con todas las embajadoras Liv, parece que haya caído una bomba en el improvisado cuartel general. Mires por donde mires, hay bicis, cascos, zapatillas y herramientas varias…
En la sede central de las embajadoras el trabajo no cesa, pero ninguna de las mujeres y ciclistas que estamos presentes tenemos la sensación de estar trabajando. Embajadoras, amigas, colaboradoras...
Todas estamos aquí con el mismo objetivo: crear comunidad, una comunidad de mujeres que aman el ciclismo.
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Entre selfies y consejos de conducción encontramos un hueco, en mitad del caótico salón para charlar con Noelia González, la responsable de Liv España.
Lo de caótico no es porque las embajadoras sean desorganizadas, es que cualquier lugar es bueno para explicar la postura correcta sobre la bici si quieres afrontar tu primera bajada de enduro, por ejemplo...
Noe Liv, con ella empezó todo
Ahora está más entre bambalinas, pero Noelia González, gallega afincada en el País Vasco, lleva ligada al ciclismo personal y laboralmente desde siempre. Conocida por much@s como «Noe Liv», ha sido una pieza muy importante en el desarrollo del ciclismo femenino de nuestro país. De hecho, fue una de las primeras embajadoras allá por el 2014.
Natalia Álvarez: Has sido testigo del nacimiento de la marca Liv en España, tú misma como ciclista viviste la necesidad de que hubiera una marca con bicis y material diseñado específicamente para mujeres...
Noelia González: En un primer momento, de lo que sí tenía necesidad era de ropa de mi talla. Con 12-13 años pensaba que todas las bicis eran iguales, que las bicis buenas eran las que estaban colgadas. Como en la tienda de bicis de debajo de mi casa: cuanto más altas estaban colgadas, «mejor». En aquella época lo que de verdad necesitaba era encontrar un culote que no se me cayera, y el maillot... ¡ya ni te cuento!. Encontrar un maillot que no se inflara en una bajada… me parecía importantísimo.
Fue más tarde, con mi primera «bici buena», una Giant Anthem, ya empezaba a montar bien en bici, pero a partir de los treinta y pico kilómetros me empezaba a doler mucho la espalda y tenía muchos problemas de cervicales.
Mis amigos con los que montaba empezaron a darme consejos y a cambiarme cosas, en aquel momento no se llevaba como ahora lo de hacerse un estudio biomecánico, pero sí es verdad que no me encontraba del todo a gusto. Entonces en una ruta con una pareja amiga, me empecé a fijar en la bici de la otra chica. Había algo que me llamaba la atención... hasta que me di cuenta que las formas eran diferentes. Era una bici de chica. Al volver a casa, recibí un mensaje de mi amigo con una foto de la bici de su novia y un texto que me decía que me comprase una bici «para mí». Dos semanas más tarde estrenaba mi Giant Anthem Woman. Me dejó de doler la espalda, y eso que no le había hecho ni un sólo cambio a mi nueva bici.
En ciclismo de carretera tardé un poco más en cambiar. Antes de tener una bici Liv de carretera, tenía una bici de chico, una Giant TCR, y la verdad es que en el rendimiento no noté mucha diferencia. Pasaba de un modelo muy ligero, tope de gama de Giant, a la primera Envie de Liv, que para ser un modelo aero, la primera versión era un poco pesada. En un circuito que tengo marcado en Donosti, perdí 3 segundos subiendo respecto a mis marcas, pero los gané bajando, y en llano también mejoré mi media. En general hice mejores tiempos con la Liv Envie, por comodidad y eso que no eran modelos equiparables.
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NÁ: ¿Pensaste que una marca como Liv iba a ser tan bien recibida en España y que iba a experimentar este crecimiento en tan poco tiempo?
NG: Sí, aunque a mí todavía me parece poco. Quizá porque mi referente son las cifras que se manejan en Estados Unidos o la experiencia que viví el año pasado en Australia. Allí es otro mundo, es un mercado muy distinto. En EEUU las cifras globales de Giant y Liv están casi al 50-50 %. En España el ciclismo femenino está creciendo y creo que vamos a llegar a un nivel similar, y además creo que lo haremos pronto.
«En EEUU las cifras globales de Giant y Liv están casi al 50-50 %. En España el ciclismo femenino está creciendo y creo que vamos a llegar a un nivel similar, y además creo que lo haremos pronto»
Analizando las novedades Liv para el 2018
NÁ: El catálogo Liv crece cada año, este año una de las novedades es la escaladora y ligerísima Langma, pero ¿cuál es tu novedad favorita?
NG: Este año, en carretera me quedo con la Liv Langma y eso que me está gustando mucho el mundo de las bicis eléctricas, pero me voy a esperar a la e-bike de doble suspensión. La nueva Liv Langma es la caña, es la bici más ligera del mercado, hay que lastrarla para competir, ¡6,06 kg!
No le di mucha importancia al principio, porque me gusta más el MTB, pero un día que íbamos a hacer una fotos, decidí probarla. Yo tengo una Liv Envie y la diferencia fue notable, aunque es un modelo aero y no penaliza mucho en las subidas porque sube muy bien, pero la nueva Langma no sube…, ¡vuela! Además tiene un punto aerodinámico mayor que su modelo correspondiente en Giant.
Siempre nos comparan con los modelos de Giant, porque solemos estar en las mismas tiendas, una al lado de la otra. Como siempre nos comparan los demás, esta vez decidimos hacerlo nosotros: Liv Langma y Giant TCR.
Son modelos de bicis equivalentes pero no iguales porque como te decía la Liv Langma tiene un componente aerodinámico mayor. Aquí adelantamos a Giant. Además, la forma de fabricar el cuadro no es la misma, aunque estos cuadros de carbono se hacen con moldes y a mano, se tiene en cuenta la diferencia con la que un hombre y una mujer ejercen la fuerza durante el pedaleo.
No se ponen pliegues de carbono en las mismas zonas ni se hacen los mismos refuerzos. De esta manera en modelos de bicis equiparables en cuanto a talla y componentes, la nueva Liv Langma es un 6,05 % más ligera. Es una plumita.
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NÁ: ¿MTB o carretera? ¿qué tipo de ciclismo es el más practicado por las ciclistas españolas?
NG: En un principio siempre piensas que es más fácil que una chica se inicie en ciclismo de carretera porque es más sencillo, no necesita conocer los caminos. Pero en la mayoría de las comunidades se practica más el MTB, tiene mucho tirón. Aunque también tienes que tener en cuenta las zonas, porque en Galicia el ciclismo femenino es mayoritariamente de montaña aunque evolucionan muy rápido y en seguida se hacen con una bici de carretera para entrenar, pero te vas al País Vasco y allí el ciclismo es 100 % carretera.
En el País Vasco hay una cultura de ciclismo de carretera enorme. Los fines de semana que me quedo en Donosti salgo con la bici de carretera, me es más difícil conocer los caminos y además ya tengo una grupeta de chicas, 30 chicas, y no solemos salir todas juntas, pero sí entre 7 y 10.
NÁ: ¿Y las e-bikes? ¿Qué impacto están teniendo las bicis eléctricas en el ciclismo femenino?
NG: Al principio te dicen que las bicis eléctricas están muy bien para acompañar a sus maridos, amigos... Pero yo añado el caso de aquellas ciclistas que son un poquito «vagas»... [risas] y tengo un caso muy cercano. Una amiga me mandó hace poco una foto probando una e-bike en el garaje de casa. Esta amiga empezó directamente con el enduro. Primero probó una bici de 100 de recorrido, luego pasó a una de 140 y ahora tiene una Liv Hail. Le encanta el enduro, le gusta que la bici ande, la velocidad, pero es muy vaga… no le pidas que haga rutas de muchos kilómetros, no le pidas que vaya rápido, tú tira… ella ya llegará, va a su ritmo.
Entonces cuando la vi probando una e-bike pensé: ¡que venga ya una bici de enduro eléctrica para esta chica! Porque la va a disfrutar muchísimo. Hay quien piensa que es una evolución muy buena y hay quien piensa que es «doping mecánico» o como quieras llamarlo, pero a mí me da igual. Yo quiero esa sensación de estar bajando por un camino y estar pasándomelo genial.
Lo que está claro es que las e-bikes hay que probarlas, hasta hace poco las chicas, sobre todo las más bajitas, no tenían esa posibilidad. Con la nueva Liv Vall-e+ todas las que midan más de 1,55m ya pueden subirse a una e-bike. Son muy divertidas, en marcha se manejan como una bici normal y cuando se empiecen a conocer sus ventajas y lo que se disfrutan estoy segura de que el impacto de las e-bikes será mucho mayor.
«Con la nueva Liv Vall-E+ todas las chicas que midan más de 1,55 m ya pueden subirse a una e-bike. Cuando se empiecen a conocer sus ventajas y lo que se disfrutan estoy segura de que el impacto de las e-bikes será mucho mayor»
Embajadoras Liv, el gran referente
NÁ: Bicis y componentes específicos para mujeres… ¿Pero es suficiente para que LIV se convierta en una referencia para las mujeres? ¿Cómo influye la comunicación?
NG: Todo el trabajo que estamos haciendo con las embajadoras es un referente mayor que toda nuestra gama de bicicletas. Queremos llegar a las chicas de otra manera, que ellas se sientan parte de Liv, que se sientan parte de una comunidad y luego ellas ya podrán elegir las bicis y los componentes que mejor les vayan.
La comunicación empieza a través de nuestras redes sociales y continúa con nuestras embajadoras. Intentamos mostrar a las chicas qué es el ciclismo, ayudarles a entrar en este mundillo, y casi todos los días recibo preguntas a través de nuestra página de Facebook. Nos preguntan acerca de qué tipo de bici es buena para empezar, o por dónde pueden salir. Luego, en las quedadas también preguntan pero principalmente buscan a alguien, una amiga, una grupeta con la que compartir rutas.
NÁ: ¿Cómo es el prototipo de ciclista femenina en España? ¿Crees que nos hemos independizado de los amigos, novios, maridos...?
NG: Ahora sí. Yo creo que ahora nos vamos independizando cada vez más, aunque todavía hay quien pregunta si puede venir su chico a las quedadas. Pero cada vez hay más chicas que se apuntan a carreras, a carreras por etapas o se montan una escapada para hacer rutas ellas juntas. Donde más cuesta que se independicen es a la hora de ir a comprar la bici. Quizá influya el hecho de que se encuentran pocas chicas vendedoras en las tiendas. Las tiendas, cada vez reclaman más este perfil, y Liv, como marca hace formaciones para enseñarles el punto de vista de las ciclistas femeninas.
NÁ: Este fin de semana, entre las actividades que estamos disfrutando, hay una quedada para mujeres. ¿Qué aportan este tipo de eventos a la difusión del ciclismo femenino?
NG: Las mujeres hemos llegado más tarde al deporte. Hace no tantos años había competiciones en las que no podíamos participar sólo por el hecho de ser mujeres, o se hacían competiciones de manera paralela. Pero eso ya es agua pasada.
Este tipo de eventos se hace para celebrar, para reivindicar que estamos aquí y para que se vean cuántas chicas ciclistas somos. Es algo bonito, y si vienen chicos... ¡pues que nos acompañen! Y si pueden o quieren ayudarnos, ¡genial! Los chicos están invitados, pero sí es cierto que en una quedada de chicas nos es más fácil hablar y compartir experiencias acerca de esos aspectos que nos diferencian, además de ser una oportunidad para hacer las cosas por nosotras mismas o compartir experiencias personales.
«Todavía hay quien pregunta si puede venir su chico a las quedadas. Pero cada vez hay más chicas que se apuntan a carreras o se montan una escapada para hacer rutas ellas juntas»
El papel de las embajadoras Liv
NÁ: ¿Cuál es el papel de las embajadoras dentro de la estrategia de LIV? ¿Y sus funciones?
NG: Las chicas que se inician son la base de nuestra pirámide y nuestro escalón más importante ahora mismo. Las chicas que tienen interés pero no encuentran el momento o tienen muchas dudas..., esas son las chicas en las que se centran las embajadoras. Ellas resuelven todas sus dudas y sus problemas para iniciarse en el ciclismo. Las embajadoras son mujeres que trabajan, estudian, tienen su vida… no tienen todo el tiempo del mundo, pero son mujeres que practican ciclismo y a través de sus redes sociales inspiran.
Las embajadoras son una imagen real, una demostración de que si quieres, puedes. Una invitación para descubrir y aprender desde lo más básico como pueda ser montar en bici, o cambiar, y desde ahí… lo que haga falta. Las embajadoras no lo saben todo, pero tienen todas las herramientas a su alcance y todo el apoyo para solventar cualquier duda que les surja a las chicas.
NÁ: Muchas de ellas no son corredoras o atletas…
NG: No buscamos una «influencer». Buscamos una persona cercana, a la que puedas acceder para preguntarle cosas. Que puedas salir en bici con ella y que te pueda ayudar. Además nuestras embajadoras están encantadas de que les escriban. Generalmente elegimos a nuestras embajadoras entre los dosieres que nos envían, pero no siempre es así. Con Eli (Eli Ruiz) nos saltamos este paso y fuimos directamente a por ella. Eli es la creadora del Girls Bike Weekend, un evento de enduro para chicas y Liv tenía que estar ahí, con 80 chicas bajando por pistas de enduro en un Bike Park.
NÁ: ¿Qué consejos nos das a los medios especializados para que podamos ayudar más y mejor a animar a las mujeres a montar en bici?
NG: Dar más cancha a las chicas, incluir más noticias en las que aparezcan ciclistas femeninas. No tiene por qué ser un contenido específico para nosotras, pero cuando se da la noticia de una marcha o carrera, con incluir la foto de una chica… ya está. Eso capta nuestra atención y da un ejemplo de las cosas que pueden estar a nuestro alcance con el ciclismo.
Quizás sea algo complicado porque no hay muchas lectoras y somos un publico muy diferente. Aún no somos un público muy técnico en cuanto a producto, pero ver las opciones que tenemos en cuanto a material o actividades, carreras... es algo que ayudaría, sin duda a animar a que más mujeres monten en bici.
«Las embajadoras son mujeres que practican ciclismo y a través de sus redes sociales inspiran. Las embajadoras son una imagen real, una demostración de que si quieres, puedes»
Podríamos seguir charlando durante horas, con Noe los temas se van entrelazando como los eslabones de una cadena y el tiempo pasa sin que te percates de que, como en nuestro caso, hasta el fotógrafo se ha ido... al piso de arriba.
«Es que Ale tenía que hacer fotos de la clase de yoga», nos informa Eli, pero yo me he quedado aquí haciendo algunas fotos con el móvil. Es la definición de comunidad, lo que hemos vivido este fin de semana en Cercedilla con las embajadoras Liv. Todo estaba perfectamente programado y, aunque nada salió como se había planeado inicialmente, todo fluyó y el resultado fue perfecto gracias al trabajo en común de todas ellas.
Mujeres increíbles, mujeres ciclistas
Podríamos pensar que, bajo el paraguas de Liv, las embajadoras actuaran adoctrinadas por unos estereotipos con el objetivo de captar más y más y más futuras «chicas Liv», pero la realidad es otra. A estas mujeres su verdadero propósito se les escapa de manera natural. Ellas quieren montar en bici, desconectar por unas horas de su vida y pasárselo bien. Si tú buscas lo mismo, no hace falta ni que preguntes, ni tampoco importa tu género, la verdad... Simplemente toma tu sitio en el grupo, con ellas.
La experiencia de este fin de semana ha sido más que una muestra aislada y perfecta de lo que el proyecto de las embajadoras Liv significa. Ha sido un ejemplo real y espontáneo del trabajo que realizan cada una de ellas en su zona, en cada salida. Un trabajo del cual he tenido la oportunidad de ser testigo y parte.
Un trabajo que, lejos de ser figurativo, sienta las bases para que el ciclismo femenino siga creciendo y lo haga en la dirección correcta para que las mujeres que vengan detrás se encuentren con muchos senderos y carreteras abiertas frente a ellas. Un trabajo que con el tiempo y la perspectiva esperemos haya servido para hacer reales y accesibles aventuras, retos y experiencias que incluso mientras lees este reportaje, para muchas mujeres suenan a imposible.
Vicky, Anna, Arantxa, Bea, Raquel, Eva, Eli, Ruth y Noe son las Embajadoras Liv de este 2018. Son mujeres increíbles… pero claro, es que son ciclistas.
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