Así se usa un lubricante de cera. Ventajas e inconvenientes respecto al aceite

Hoy en día nos encontramos dos grandes grupos de lubricantes para la transmisión, concretamente para la cadena: los aceites y las ceras. ¿Qué diferencia uno de otro? ¿Es mejor usar aceite para húmedo, para seco o una cera? Vamos a verlo.
Diferencias entre la cera y el aceite
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Autor Maillot J. Daniel Hernández
Autor de la fotoArchivo

Fecha de la noticia 13/08/2020


Como muchos de vosotros sabéis, existen dos tipos de lubricantes mayoritarios para la cadena y la transmisión, el lubricante húmedo, con una base de aceite, y el lubricante seco, generalmente también llamados lubricante de cera (o cerámicos). Dentro de los aceites existen para húmedo (Wet lube) o para seco (Dry lube), cuya densidad difiere bastante entre ellos e incluso los aceites con partículas de cerámica (Wet Ceramic). Mientras que un aceite para húmedo contiene mucho más aceite, uno para seco contiene más teflón, por lo que mientras que uno es más denso (húmedo) el otro es más líquido (seco) y se han desarrollado para actuar mejor bajo estas condiciones ambientales.

Diferencias entre la cera y el aceite

Las ceras, por su parte, son otro tipo de lubricante, con unas características más parecidas al aceite para seco (en cuanto a uso) pero diseñadas para utilizarse durante todo el año. Eso sí, siendo más escrupulosos y exquisitos a la hora de lubricar nuestra bicicleta.

Cualquiera de estos lubricantes, los aceites o las ceras, son más líquidos que las grasas (que no se recomiendan para la transmisión, sino para otros puntos de la bicicleta) y cada uno de ellos tiene ventajas e inconvenientes frente al otro, así como un mejor desempeño de uso en función de muchas variables. Vamos a verlo.

Diferencias entre la cera y el aceite

Un lubricante húmedo, o aceite, cuenta con una mayor base de aceite como su propio nombre indica. Esto hace que sea un lubricante que no se evapora fácilmente, que se adhiere a la cadena y partes metálicas de la transmisión. El aceite para uso húmedo (Wet Lube) es más denso que el de seco (Dry lube) y tiene un mayor poder de lubricación y resistencia al agua y la humedad. Pero también tiene una mayor tendencia y facilidad a que se le pegue el barro, polvo y cualquier tipo de suciedad.

Un aceite para seco tiene una composición similar, pero cuenta con una base importante de PTFE (teflón) para la lubricación y al final es menos denso (más líquido) lo que le permite penetrar mejor en la transmisión, pero también hace que resista peor la humedad que un aceite para húmedo.

Diferencias entre la cera y el aceite

Por otro lado, un lubricante “seco” o cera se denomina así porque su base es agua en lugar de aceite y contiene partículas cerámicas, que una vez evaporada el agua se quedan pegadas a las partes metálicas de la transmisión haciendo de esta forma su trabajo de lubricación. Gracias al agua penetra fácilmente entre los bulones de la cadena, lo que les convierte también en lubricantes biodegradables, mientras que los aceites son más agresivos con el medio ambiente.

Aunque no deja de ser un líquido, al tener agua que se evapora rápidamente y no quedar restos de humedad, la suciedad (especialmente el polvo y el barro) no se quedan pegados tan fácilmente en la cadena, por lo que su acción en situaciones de mucho polvo es mejor. Incluso puede decirse que gracias a su composición con partículas de cerámica repele a las de polvo, ya que no se quedan pegadas tan fácilmente como sí hacen en las partes metálicas y mucho más en las gotas húmedas de otros lubricantes.

Diferencias entre la cera y el aceite

Por norma general, un aceite o lubricante húmedo tiene más resistencia al agua, mientras que el seco se irá más fácil arrastrado por las gotas de agua, bien sea de lluvia o de limpiar la bicicleta, por lo que para climas húmedos suele ser mejor usar un aceite. Sin embargo, en climas más secos y polvorientos es mejor una cera o lubricante para seco, ya que repele este tipo de suciedad.

Otra de las grandes diferencias es que un lubricante de cera tiene una durabilidad menor, siendo recomendable su aplicación prácticamente para cada salida o dos salidas (obligatorio en cada salida si limpiamos la bicicleta con agua, ya que arrastra las pocas partículas de cera que puedan quedar después de una ruta), mientras que los lubricantes de aceite nos duran mucho más… aun incluso si limpiamos la bicicleta con agua.

Diferencias entre la cera y el aceite

Reconocerlos es sencillo: la cera suele ser de un color blanco y el más líquido de los tres, el aceite para seco es más amarillo o casi transparente y el aceite para húmedo suele ser de color verde o azul bastante más denso que los otros dos.

Hoy en día también han aparecido lubricantes mixtos… o aceites que contienen partículas cerámicas para tratar de ofrecer lo mejor de las dos categorías. Y cabe señalar que mientras que los aceites se suelen usar en prácticamente todos los puntos móviles de la transmisión, la cera es bastante más específica de la cadena.


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¿Cómo se aplica un lubricante de cera?

Si con un lubricante convencional (aceite) el proceso es: terminar la ruta, limpiar la bicicleta y engrasarla (retirando el sobrante con un trapo) antes de guardarla para prevenir la aparición de óxido. Un lubricante de cera requiere un ligero cambio. En lugar de echarlo justo después de limpiar la bicicleta (cosa que también puede ser aconsejable para prevenir la aparición de óxido), lo verdaderamente importante es echarlo cuando la transmisión ya está seca. Y a ser posible el día antes de volver a salir. O algo que con un aceite está prohibido, 15-20 minutos antes de comenzar nuestra ruta (para dar tiempo a que se evapore el agua).

Tanto si lo echamos para prevenir el óxido como si nos estamos preparando para una nueva ruta, y ya que este tipo de lubricante depende de que se evapore el agua, es conveniente aplicar, esperar a que se evapore y volver a aplicar una segunda capa… o bien aplicar de forma generosa para que penetre bien en los bulones de la cadena y no retirar el sobrante, esperando a que se quede una fina película sobre la cadena.


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En los lubricantes de cera (no en los aceites con partículas cerámicas) no es necesario retirar el sobrante ya que el agua se evapora y es la película que se queda la que hace el trabajo de lubricación. Insisto, lo importante es hacerlo con un tiempo prudencial antes de empezar a montar para conseguir que se seque en las partes metálicas y que haga su trabajo doble de lubricación y de repeler el polvo y la suciedad.

Algo aconsejable en ambos lubricantes, pero que es especialmente interesante hacerlo con el seco, es pasar la cadena por todos los platos y piñones para que las partículas lubricantes sólidas (cerámicas o de teflón) se queden en ellos. La mayor parte de los lubricantes de cera se venden también en formato monodosis para las rutas más largas o las rutas de varios días.

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