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Daniel Hernández
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Mariano Herranz
por Daniel Hernández | Foto: Mariano Herranz
Lazer presentó recientemente el Lazer Genesis, su casco de competición y el más ligero hasta la fecha con menos de 200 g. Lo probamos para comprobar si cumple lo que promete: ligereza, ventilación, comodidad y aerodinámica.
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Justo antes del Mundial de Yorkshire Lazer presentó el Genesis como su casco de última generación, ultraligero (menos de 190 gramos) y con una cubierta Aeroshell revolucionaria; un casco muy especial para los ciclistas más exigentes. Además, la fecha elegida para la presentación tenía todo el sentido, sus ciclistas patrocinados (como Mathieu Van der Poel o los corredores del Jumbo-Visma) iban a utilizarlo en la carrera.
Un peso tan contenido se ha logrado, entre otras cosas, a una versión súper ligera del sistema Advanced Rollsys System de ajuste 360º. Un sistema que permite una manipulación rápida y sencilla, incluso en marcha con guantes de invierno, al contar con la rueda de ajuste en la parte superior del casco.
Ya hemos probado el Advanced Rollsys System en otros muchos cascos de Lazer en los que ha dejado patente su efectivad y buen soporte. Pero es que, además de una sujeción completa de todo nuestro perímetro craneal, cuenta con una de las mayores capacidades de adaptación a nuestra nuca gracias a la posibilidad de modificar la altura de los apoyos occipitales en 7 posiciones. Este sistema permite el uso de gorros o pañuelos tubulares para proteger la cabeza manteniendo altas dosis de comodidad, algo que se agradece en la época fría.
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El Lazer Genesis no sólo destaca por ser un casco ligero, sino porque su diseño aerodinámico lo convierte en una opción excelente también para los ciclistas con una mayor tendencia a ser rodadores, pero que no le hagan ascos a una jornada de puertos.
Además, para los que buscan la máxima aerodinámica o, en realidad, para los días de frío y/o lluvia, el Genesis incluye una carcasa muy ligera que cubre el casco en su totalidad menos la rueda de ajuste, por lo que podemos seguir ajustando el casco según nuestras necesidades (y en marcha) aun con la carcasa puesta. Como es habitual en este tipo de carcasas, las salidas traseras permanecen descubiertas, por lo que algo de refrigeración conseguiremos.
La unidad del Lazer Genesis que hemos probado, talla M y con la homologación CE (la más exigente), ha marcado en nuestra báscula 206 g. La homologación CPSC americana es algo menos restrictiva y permite bajar el peso por debajo de los 200 g en talla M y menos de 190 g en talla S. Por su parte, la carcasa Aeroshell sólo pesa 45 g.
Para los días de calor, el diseño con 22 aperturas y unos canales internos perfectamente definidos y efectivos (tecnología Well ventilated), lo convierten en un casco idóneo, ya que esta buena ventilación junto a su ligereza hace que parezca que no llevemos un casco puesto.