Consejos para afrontar un puerto de montaña

En ciclismo subir es sinónimo de sufrimiento y bajar de diversión. Sin embargo, lo primero que debemos primar es la seguridad y también se puede disfrutar sufriendo. Por eso te damos algunos consejos para disfrutar de los puertos en ambas caras.
Consejos para afrontar un puerto de montaña
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Autor Maillot Iván Tomás Bayón
Autor de la fotoArchivo

Fecha de la noticia 25/04/2019


El ciclismo de carretera permite que cada ciclista explote sus mejores cualidades dependiendo de sus preferencias. A algunos les gusta llanear, a otros subir, otros bajar… En una jornada de puertos de montaña puedes hacer todas éstas, pero siempre se debe hacer con máxima precaución.

Como bien dice el refrán, “las cabras siempre tiran para el monte”, y los ciclistas, como cabras, buscan las montañas para hacer kilómetros. Buscan las subidas, exigentes o no tanto, pero que cuando las acabes te den ese “plus” de satisfacción. Por eso, es importante saber algunas normas básicas a la hora de subir puertos, ya que lo normal es que lo hagamos por carreteras convencionales por las que circulen vehículos a motor diariamente.

Consejos “para principiantes” a la hora de afrontar un puerto de montaña

Lo primero y más importante es que llevemos una prenda reflectante o de color vivo y una luz roja en la parte trasera o luz de día, para hacernos más visibles para los conductores. También debemos circular por el arcén, y en caso de que no haya, debemos circular lo más pegados posible al borde derecho de la carretera.

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Además, a la hora de subir, los ciclistas solemos ponernos de pie más a menudo, moviendo la bicicleta de un lado a otro como si fuésemos Alberto Contador. Es una maniobra natural para liberar presión y ayudarnos en la subida, pero con esto hay que tener especial precaución, ya que podemos desequilibrarnos con mayor facilidad y causar un desvío de nuestra trayectoria, acabando en la trayectoria del vehículo que venga detrás o de frente. Si no somos expertos, lo mejor es que lo hagamos sólo en las zonas con mayor visibilidad y en las que tenemos más control de la situación.

Consejos para afrontar un puerto de montaña

También cabe destacar, que cuando hace una temperatura elevada, como es el caso del verano en España, debemos ir bien hidratados y provistos de agua y comida. Además, si la temperatura es muy alta y tenemos la posibilidad, es bueno refrescarnos la cabeza y el cuello para evitar tener un golpe de calor.

En cuanto al ritmo al que hay que subir, cada uno impone el que crea necesario. Pero hay que tener cuidado con empezar muy fuerte, ya que es posible que, a mitad de subida, notemos cómo nos empiezan a faltar las fuerzas y sufriremos más de la cuenta para llegar a la cima. Para evitar las pájaras podemos apoyarnos en dispositivos como los potenciómetros o los pulsómetros, pero la experiencia y el auto-conocimiento siguen siendo nuestros mejores aliados.

Ya hemos subido, ahora nos toca bajar

A la hora de bajar, se pueden coger grandes velocidades puntas, con bicis de peso muy reducido, neumáticos muy estrechos, frenos no muy potentes y largos descensos que afrontar. Por lo que hay que tener especial respeto a las bajadas.

En primer lugar, es recomendable abrigarse un poco, o en caso de que te hayas abierto el maillot en la subida, que lo vuelvas a cerrar. También es bueno hidratarse y comer algo antes de lanzarse a la bajada, ya que una vez bajando, necesitarás prestar toda tu atención al control de tu bicicleta.

A la hora de bajar, según las normas de tráfico, los ciclistas pueden circular por todo el carril para tener mayor seguridad (no es obligatorio ceñirse a la derecha en los tramos rápidos de bajada). Por eso, hay que aprovechar todo el carril cuando sea posible, pero siempre con cuidado cuando vengan más vehículos por detrás o por delante y echándose a la derecha tan rápido como podamos para dejar paso a vehículos más rápidos.

Consejos para afrontar un puerto de montaña

Como en la bajada se alcanzan grandes velocidades, es imprescindible saber cuándo tenemos que empezar a frenar. Nuevamente la experiencia será nuestra mejor aliada, pero a nivel general podemos decir que es recomendable frenar antes de la curva, moderando la velocidad, y muy importante, sin bloquear la rueda trasera ya que podría hacernos perder el control y caernos. En el caso de que lleves frenos de zapata, tendrás que anticipar mucho más la frenada que si llevases frenos de disco.

También es importante abrir bien la trazada antes de entrar a la curva. En el caso de que no vengan vehículos por detrás, con precaución, al entrar a la curva iremos cerrando la trazada, posicionando el peso del cuerpo hacia el interior de la curva y sacando un poco la rodilla interior para el equilibrio. Es recomendable no dar pedales en curvas muy cerradas cuando tengas cierto grado de inclinación, ya que puedes golpear con los pedales en el suelo o perder tracción y resbalar.

Cuando se circule en el centro de la curva, hay que tener el cuerpo en tensión y un poco agachado, en una posición que permita flexionar o extender los brazos y las piernas y corregir los pequeños errores. Es recomendable no tocar el freno, o en caso de tocarlo que sea suavemente, para minimizar la posibilidad de bloquear las ruedas.

Consejos para afrontar un puerto de montaña

En las rectas en bajada hay que tener especial precaución. Se pueden coger velocidades muy elevadas y en esos puntos es más difícil parar la bicicleta. También sabemos que una posición aerodinámica nos permitirá coger más velocidad, por eso no paramos de ver a los profesionales en posturas “imposibles”, como la famosa postura de Froome acoplado al cuadro de la bicicleta y dando pedales, todo un peligro

No hay que olvidar que ellos cuentan con toda la carretera cortada para ellos, previamente revisada, con la mayor parte de los peligros (baches, etc.) avisados. Y la mayoría de nosotros no somos profesionales, por lo que no hay que tomar esos riesgos a la hora de bajar. Una postura, con el tronco recto e inclinado lo máximo posible, pero sentados en el sillín y con brazos y piernas flexionadas, nos permitirá coger algo más de velocidad manteniendo la seguridad. Hay que disfrutar de la bajada, no intentar llegar a más velocidad en el cuentakilómetros que tu amigo.

Consejos para afrontar un puerto de montaña

Volvemos a repetir, hay que ir con máxima cautela a la hora de bajar y ser conscientes del peligro que conlleva bajar a esas velocidades, tratando de prever y controlar los factores que nos rodean. Pero el ciclismo también hay que disfrutarlo, y para ello no hay mejor manera que subir y bajar un par de puertos y luego tomarse un aperitivo.

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