Test: Kinetic R1 Direct Drive ¡Gracias R1!
Precio:
899€
| Distribuye:
Macario Llorente
Con pocos componentes he llegado a desarrollar una relación tan íntima, tan personal y tan profunda. Si este rodillo interactivo se hubiera llamado R2 la conexión emocional hubiera sido plena. Nuestra historia empezó casi por casualidad. Hace unos meses, cuando el mundo era distinto, pedí un rodillo interactivo a la buena gente de Macario Llorente. Sabía que ellos distribuían Kinetic y quería probar el ciclismo indoor interactivo de cara a un posible reportaje.
Después de varias semanas de Zwift llegué a la conclusión de que sí, teníamos que hacerlo, necesitábamos ese reportaje, pero yo no era la persona adecuada para hacerlo. O al menos para hacerlo en menos de dos años. Para escribir sobre un mundo nuevo es mejor contar con los que viven en él desde el principio de los tiempos. Ahí quedó el Kinetic R1 esperando a poder devolverlo y, de repente, como todos sabéis todo cambió. España confinada. Los primeros días fueron duros. Había que poner orden en lo más básico de nuestra vidas. Pero luego, descubrí que, dentro de lo malo, era un afortunado.
El mundo ciclista se desvivía por seguir pedaleando. Y los rodillos se convirtieron un bien de lujo. Y yo, sin querer, con uno de los mejores rodillos del mercado en casa. Ha estado dos meses montado en el salón. Junto a la mesa de comedor convertida en despacho de teletrabajo improvisado. Muy cerca de mi ordenador para beneficiarme de Zwift y Bkool en pantalla grande.
Pero como en toda historia romántica, los comienzos no fueron del todo buenos o ideales.
Te puede interesar: Entrena en casa con rodillo y potenciómetro
(Sigue el artículo ↓)
Te puede interesar...
Vecinos y rodillo para bicicleta: Algunos consejos útiles
¿Tienes todo lo que necesitas?
Antes de comprar un rodillo de transmisión directa como este Kinetic R1 debes tener en cuenta lo obvio: prescindirás de tu rueda trasera habitual. Por tanto, necesitarás los adaptadores adecuados para tu eje (pasante, rápido, etc) y un cassette gemelo al de tu bici a menos que quieras andar montándolo y quitándolo. En el caso del rodillo no es un gran problema ya que el Kinetic R1 tiene un sistema con el que se monta con bastante facilidad si tienes las herramientas básicas para desmontar un cassette. En la bici siempre es un poco más complicado.
En mi caso, tenía un problema. El Kinetic R1 estaba montado con un cassette Ultegra de 11 velocidades y la única bici con eje pasante (y compatible con los adaptadores del rodillo) que tenía en casa era una Cannondale Topstone con un cassette Suntour de 9 velocidades. Por fortuna un núcleo compatible y un par de espaciadores me hicieron llorar de alegría. Mi gravel ya estaba lista para luchar en el mundo virtual.
Solo me quedaba colocar bien el rodillo y además hacerlo con cuidado. Hay que tener en cuenta que pesa 21 kilogramos. El siguiente paso es calzarlo bien utilizando las patas regulables. Cualquier fallo puede hacer que acabe en una UCI saturada con mala conciencia y cara de tonto.
1, 2, 3 ¡Conectado!
La conexión con Zwift es muy sencilla desde el primer momento. Basta con arrancar el programa, conectar el transformador de electricidad del rodillo y se conectan rápidamente. Zwift localiza el rodillo, el sistema de resistencia, el sensor de cadencia… ¡todo correcto!
Primer entrenamiento y vuelvo a un mundo en el que no puedo evitar imaginarme a Tron alucinando en colores. Demasiado tarado junto dando pedales para un mito de los ochenta.
Te puede interesar: Guía para usar Zwift correctamente y aprovechar todas sus características
(Sigue la noticia ↓)
Te puede interesar...
Guía: ¿Qué es el ciclismo virtual?
Poco ruido pero lo puedo hacer mejor
Después de treinta minutos de intensidad recibo un Whatsapp del vecino de abajo. Me dice que tiene envidia al oirnos pedalear. No puedo evitar preguntarme si no es una queja velada. Le pregunto: - no, todo bien, no te preocupes - Pero no consigo quitármelo de la cabeza. Voy a pasar mucho tiempo encima de ese trasto y ellos mucho escuchando el zumbidito abajo. Soy estúpido ¡tenía que haber puesto la manta desde el primer momento!
El Kinetic R1 es un rodillo de transmisión directa de alta calidad y eso significa que suena muchísimo menos que cualquier rodillo magnético o de gel. Pero el sistema suena (sobre todo en cadencias altas) y se transmite vibración al suelo (casi tan molesta como el ruido).
Desmonto la bici, pongo la manta que viene con el Kinetic R1 y vuelvo a instalar el rodillo. Por si acaso, repito la operación de calzarlo. Con la manta (o esterilla) el rodillo parece incluso mejor instalado. Dos sesiones de entrenamiento después coincido con la vecina en el tendedero. - ¡Vecina! ¿Se oye el rodllo? - Casi nada, me dice. Saber que haces las cosas bien sin molestar a nadie es una gran satisfacción y además me ayuda a centrarme en el pedaleo en las siguientes versiones.
Te puede interesar: Vecinos y rodillo para bicicleta: Algunos consejos útiles
El rodillo me pone de rodillas
Durante una semana combino Zwift y Bkool. Me lo paso bien, no me aburro, sudo como una mala bestia y siento que hago ejercicio de verdad. Pero tengo mucho dolor en todos los puntos de apoyo. Voy muy rígido, me da miedo romper los anclajes o ponerme de pie.
Reviso bien la web de Kinetic. Insisten en que me puedo “mover normalmente” y ahí sale un tipo de pie, atacando como los buenos…
En las siguiente sesiones empiezo a soltarme. Lo confieso, no consigo evitar que se me quite del todo el miedo a romper el rodillo o la bici pero lo cierto es que ya me muevo como un ciclista torpe. Mejor eso que el estilo “playmobil” que tenía los días anteriores. La experiencia sigue mejorando.
En familia
A los pocos días de instalarlo y ver que no me mataba, mi mujer se animó a probarlo. Después de eso el rodillo empezó a funcionar en turno de mañana y tarde. De hecho, creo que lo disfrutaba ella más que yo. Tiene más capacidad para seguir un entreno mientras que a mi lo que me gusta en fundirme en carreras que nunca ganaré. Ni en el mundo de Zwift ni en ningún otro universo paralelo.
La verdad es que durante los casi dos meses que lo hemos usado nunca hemos superado la hora de entreno. Los dos teletrabajando y ejerciendo de profesores de primaria… Una hora de ejercicio es ya un lujo. Un lujo que aprendes a apreciar a medida que el confinamiento se alarga y ves como otra gente lo pasa mucho peor que tu familia y tú.
No es igual pero, a veces, puede ser mejor
La primera vez que me conecté a Zwift fue en enero. Era un español que andaba casi en solitario rodeados de ciclistas con banderas de tierras más al norte. Los mediterráneos éramos “rara avis”. A finales de marzo, Zwift ya estaba tomado por el sur de Europa. Tengo curiosidad por saber cuánto ha aumentado la velocidad media desde que portugueses, italianos y españoles empezamos a mostrar nuestra bandera por este mundo de pique virtual contínuo.
Una de las grandes ventajas de un rodillo como el Kinetic R1 es que te acerca a una experiencia muy cercana a la simulación. Sentir dolor en tus piernas cuando las pendientes suben y alivio en las bajadas encima del rodillo es algo con lo que ni siquiera soñábamos hace diez años. Y ahora estaba aquí, en el salón de casa.
Te puede interesar: Guía para ser unos “perros del rodillo”
No hay viento en la cara, no hay naturaleza pero hay seguridad y concentración. Entrenas fuerte, entrenas bien y el único riesgo es deshidratarte. A las pocas semanas y hay nombres que te suenan. No son amigos, ni siquiera conocidos pero te suenan y buscas su rueda. Es parte de una diversión sin compromisos. El Kinetic K1 recibe y transmite las sensaciones con buena precisión. No es inmediato pero es suficiente para disfrutar de la experiencia completa en una plataforma como Zwift.
Kinetic también tiene su propia aplicación móvil: Kinetic Fit. Tiene planes de entrenamiento y todo lo necesario para analizar y mejorar nuestro rendimiento. Ideal para aquellos que quieran ser mejores. Pero nosotros solo queremos mantener la forma y no olvidar la sensación de pedalear tirando de mundos virtuales. En Bkool busco puertos que he subido y he bajado. Lo dicho, para recordar.
No queremos que se vaya
Después de casi dos meses el Kinetic R1 se ha convertido en casi un compañero y un aliado. No estamos más delgados ni somos mejores ciclistas. Pero hemos seguido pedaleando y disfrutando. Durante unos minutos al día hemos tenido la cabeza en Watopia o en el Poggio de San Remo. Y eso, a día de hoy, vale más que los 899€ de PVP recomendado de este Kinetic R1 Direct Drive. No será fácil devolverlo.
¿Quieres estar al tanto de todas las novedades de Maillot Mag?
Suscribete a nuestro newsletter para no perderte el mejor contenido relevante, novedades, opinión, podcast, etc.