Reach y Stack: dos medidas clave en tu bicicleta
Lejos del inmovilismo que ha caracterizado al ciclismo de carretera durante décadas, en los últimos tiempos se está fraguando una auténtica revolución en el diseño de las formas y geometrías de los cuadros, inspirada por la segmentación en modalidades y la especialización de las marcas.
De este modo, medidas tradicionalmente útiles para determinar las propiedades de una bicicleta y, sobre todo, qué talla correspondía a cada ciclista, han dejado de ser una referencia. La longitud del tubo vertical o del tubo horizontal está condicionada ahora por los ángulos del sillín y de la dirección, así como el tamaño de la pipa de la dirección y otras variables. Sin embargo, afortunadamente contamos con dos medidas que ya se han convertido en una herramienta para todas las marcas y que sí nos ayudan a determinar qué posición llevaremos sobre la bici y, por tanto, qué talla es la más adecuada a nuestra fisionomía. Son el reach y el stack y vamos a analizar en qué consisten.
Reach, el alcance del cuadro
El reach, grosso modo, define la longitud del cuadro, y se determina midiendo la línea horizontal entre el centro de la pipa de la dirección y la vertical imaginaria del eje de pedalier. Obviamente, una bicicleta con mayor reach será más larga y tendrá mayor alcance que una bicicleta con menor reach.
La ventaja de esta medida es que no se ve afectada por el ángulo de la dirección o el tamaño de la pipa ni por la creciente tendencia a aplicar un fuerte sloping en el tubo horizontal. Antaño, la forma de determinar el alcance de un cuadro consistía en medir el tubo horizontal desde la dirección hasta su unión con el tubo vertical, puesto que todas las geometrías proyectaban un tubo horizontal recto, sin inclinación alguna.
El reach es un factor clave a la hora de entender la naturaleza de cada bicicleta. Un modelo gran fondo propone un reach más corto, mientras que una montura de corte aero tiende a proyectar un reach más largo. En el primer caso, el objetivo es proporcionar una postura más erguida y natural, evitando sobrecargas en la espalda para facilitar la acumulación de kilómetros. En el segundo caso, la posición debe ser más tendida para obtener una ventaja aerodinámica y un pedaleo eficaz.
Atendiendo al reach a la hora de escoger la talla de una bicicleta, podrás definir tu posición y aplicar ligeros ajustes con el avance del sillín o la longitud de la potencia hasta calibrar perfectamente los ‘settings’. Una forma de evitar el montaje de potencias aberrantes o posiciones extremas del sillín para compensar una mala elección de la talla del cuadro.
Stack, la altura del cuadro
El stack, por su parte, determina la altura del cuadro, aunque esto no es del todo exacto puesto que no tiene en cuenta la altura del pedalier, por lo que sería más preciso decir que define el punto más alto del cuadro. Se obtiene a partir de la medición vertical desde el centro del eje de pedalier hasta la línea perpendicular horizontal imaginaria del centro de la dirección.
De nuevo, la ventaja de esta medida es que no interfiere en otras variables que fluctúan dependiendo del tipo de bici como el ángulo del sillín o la longitud del tubo vertical. Al igual que sucedía con el reach, la cifra obtenida por el stack determina la posición y el tipo de bicicleta diseñada. Un modelo endurance o gran fondo proyecta un stack más alto que en una bicicleta aero o performance para facilitar una postura más erguida y una altura del manillar superior.
Tradicionalmente, se ha dicho que el stack define la altura del manillar, aunque sería más preciso afirmar que establece el punto más bajo del manillar, puesto que la altura a la que podemos posarnos sobre el manillar puede variar colocando espaciadores, escogiendo un manillar de doble altura o con un retroceso más acusado. Elegir una bicicleta con un stack adecuado es la mejor forma de evitar compensaciones artificiales como situar multitud de espaciadores bajo la potencia para elevar el cockpit.
El reach y el stack, por tanto, son dos medidas complementarias y relacionadas entre sí, que deben tenerse en cuenta de forma conjunta para extraer conclusiones sobre el tamaño de un cuadro y la posición del ciclista en él.
Recuerda que hay otras medidas del cuadro que son más apropiadas para determinar el comportamiento de la bicicleta, como los ángulos de sillín y la dirección, la altura del pedalier o la longitud de las vainas.
La importancia biomecánica
Comprender qué significan el reach y el stack y extrapolar sus medidas al tamaño del ciclista es la mejor forma de desentrañar el tamaño de un cuadro y comprender las diferencias entre uno u otro, aunque correspondan a una misma modalidad. Así, las nomenclaturas numéricas clásicas de las tallas, determinadas en centímetros y tradicionalmente extraídas de la longitud del tubo vertical (52, 54, 56…) no son tan relevantes hoy en día. Del mismo modo, una talla S, M o L de una marca puede ser muy diferente a otra, dada la connotación subjetiva de este tallaje.
Existen multitud de calculadoras on line que pueden precisar tu reach y stack ‘ideales’ en base a tus medidas corporales, aunque nuestro consejo es que te sometas a un estudio biomecánico profesional. En él se analizará tu fisionomía, la medida que realmente necesitas y se identificarán posibles deficiencias en tu postura que puedes corregir con la talla del cuadro o ajustando con los componentes.
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