Probamos la nueva Orbea Terra Race ¡La primera ‘fast gravel’ de la marca!
Rendimiento elevado a la máxima potencia
Orbea se adentra sin complejos en el gravel de competición con la nueva Terra Race, una bicicleta donde la prioridad es la ligereza, la velocidad y la reactividad… pero sin perder de vista el confort necesario para afrontar largas distancias a ritmo elevado.

Ya podemos decirlo sin temor a romper ningún secreto o embargo. La presentación de la tercera generación de la Orbea Terra a la que asistimos hace unos días en Vitoria (Álava), y cuya reseña pudisteis leer hace poco, fue algo más que la presentación de la nueva bicicleta de gravel aventurero de Orbea. Fue la puesta de largo de la nueva gama de gravel de la firma de Mallabia, en la que brilla especialmente la primera ‘fast gravel’ de la marca, la Orbea Terra Race.
Esto nos permitió no solo conocer de primera mano el redoblado esfuerzo de la compañía en su apuesta por el gravel, sino también poder rodar con ambas bicicletas y percibir las diferencias de concepto para el que está diseñada cada una de ellas. Diferencias que, como veréis a lo largo de este reportaje, son palpables.
Y es que, a pesar de que la segunda generación de la Orbea Terra se venía desenvolviendo muy bien en ámbitos ‘racing’, tal y como nos contó Joseba Arizaga (Product Manager de Orbea Gravel & Road), "eran muchos los ciclistas que venían pidiendo desde hace tiempo una bicicleta de gravel plenamente enfocada al rendimiento". Y la marca de Mallabia ha respondido con creces ante las expectativas.
Te puede interesar...
Probamos la nueva Orbea Terra: una 3ª generación más aventurera, confortable… ¿y rápida?


Geometría enfocada a la velocidad
La primera declaración de intenciones de Orbea llega a la hora de elegir el material del cuadro, donde aparece por primera vez en la historia de las bicicletas de gravel de la marca la fibra de carbono OMX, hasta ahora solo reservada a las bicicletas de carretera de gama alta. Fibras de alto módulo (más ligeras y rígidas) cortadas a láser, y que dan como resultado un cuadro de solo 910 g en talla M, sumado a una horquilla de 425 g confeccionada con el mismo material.
El diseño de los tubos juega a favor de la aerodinámica, cierto, pero sin llegar al extremo de otras bicicletas de ‘gravel race’. Y es que en Orbea no han querido focalizarse solo en el ‘drag’ del cuadro, sino entenderlo como un todo donde la integración de cockpit y otros elementos como las ruedas o la propia posición del ciclista cobra su importancia.
Una posición que, de hecho, no supone un cambio radical sobre la segunda generación de la Terra, incluyendo tan solo algunos matices. El stack se reduce en 10 mm, pasando de los 570 a los 560 mm, pero se mantiene el mismo reach de 389 mm en talla M, así como las vainas de 420 mm. El ángulo de sillín se verticaliza medio grado, llegando ahora a los 73,5, mientras la distancia entre ejes se reduce en apenas 3 mm, pasando de los 1.029 a los 1.026 mm. La Orbea Terra Race, por tanto, coloca al ciclista en una posición algo más agachada y encima del pedalier, además de hacer de la bicicleta una máquina tremendamente ágil gracias a esa distancia entre ejes contenida.
Mención especial merece el compacto triángulo trasero y la unión de los tirantes con el tubo del sillín y el tubo superior, con un diseño que, afirman desde Orbea, está concebido para conferir reactividad pero también un cierto grado de absorción, algo necesario cuando pasamos muchas horas pedaleando sobre pistas y caminos.
De hecho, aunque a ese diseño trasero le hubiera sentado realmente bien una tija de corte más aero, en Orbea han optado por montar tijas de carbono convencionales y ‘utilizar’ su grado de flexión controlado para mejorar el confort de nuestras ‘posaderas’, además de poder utilizar un par de apriete mucho menor que en el caso de las tijas aero. La integración del cierre de sillín, que recuerda al de la Orca de carretera, también es para nota.
En cuanto al paso de rueda, la Terra Race se queda en un máximo de 45 mm, respetando siempre esos 6 mm de margen de seguridad, lo que no quita que muchos corredores hayan llegado a montar neumáticos de 47 o 50 mm en pruebas como Unbound Gravel. En cualquier caso, un consejo para el usuario ‘común’: mejor no apurar tanto.
Si hablamos de capacidad de almacenamiento y carga, teniendo en cuenta que estamos ante un cuadro de competición, pocas roscas vas a encontrar, más allá de las habituales de los dos portabidones y otro par ubicadas en la parte superior del tubo horizontal. De hecho, tampoco encontrarás el Lockr, el espacio de almacenamiento en el tubo diagonal porque, palabras textuales de Joseba Arizaga, “los corredores realmente no lo utilizaban”. El enfoque ‘racing’ queda claro.
Componentes: integración y aerodinámica
La nueva Orbea Terra Race también ha servido como plataforma para el bautismo de fuego de nuevos componentes, como el nuevo cockpit de carbono OC o las ruedas Oquo RP50LTD. El primero de ellos, ‘conocido‘ como SH-RA10, destaca por sus agradables formas redondeadas, un alcance de 80 mm y una caída de 125 mm, además de un flare bastante controlado y ‘carretero’. De hecho, se monta también en las Orca y Orca Aero de carretera desde hace unos días.
Todo ello, con un peso de 314 g y hasta 11 opciones de medidas diferentes, tanto en longitud de potencia como ancho. Esto permite a Orbea montar la medida más adecuada en cada talla, además de ofrecer al consumidor la posibilidad de cambiar la medida a través del configurador MyO, en el caso de que lo considere oportuno, al igual que sucede con otro tipo de componentes.


En lo que respecta a las ruedas Oquo RP50LTD, nos encontramos ante uno de los juegos de Oquo que mejor impresión nos han causado desde que la marca vio la luz, al menos en estos primeros kilómetros que hemos podido realizar con ellos. Y no solo por la calidad de rodadura y engranaje de su buje Q10, diseñado y fabricado íntegramente en el País Vasco, sino también por el amplio rango de uso de neumáticos que permite su ancho interno de 25 mm, el buen apoyo que ofrece en curva y un peso que no supera los 1.500 g: 1.421 g para ser exactos, con 50 mm de perfil externo.
Unas ruedas, por cierto, que ya han sido ‘testadas’ competición, tanto en las clásicas de adoquines por parte de los corredores del equipo belga Lotto, como por algunos de los ciclistas de gravel patrocinados por Orbea que estuvieron en la ultima edición de Unbound, como la estadounidense Morgan Aguirre.
Los neumáticos, como suele ser habitual en las Orbea de carretera y gravel, corren por cuenta de Vittoria y, en este caso, son unos Terreno T30 Gravel Endurance G2.0 de 700x40c, una medida que la marca considera óptima para este tipo de bicicletas, aunque ya sabemos que la elección final depende del tipo de ciclista y del recorrido al que se enfrente.
En este sentido, cabe destacar que la totalidad de la gama Terra Race y sus cinco montajes llegarán de serie con este juego de ruedas, además del citado cockpit OC SH-RA10 de carbono (salvo en el modelo de entrada, equipado con potencia de aluminio y el nuevo manillar de carbono OC Gravel GR10 que ya vimos en la Terra ‘convencional’).
Por último, nuestra bicicleta de test, una Orbea Terra Race M11eLTD 1x, equipaba un conjunto de transmisión y frenos SRAM Red XPLR AXS, el tope de gama del fabricante norteamericano dentro de su concepto 1x13 para gravel. Poco que añadir al respecto. Desde mi punto de vista, la mejor transmisión que podemos encontrar en el segmento gravel y que tiene solo un pero: obviamente, su precio y que viene siempre asociada a los montajes más caros. Algo que SRAM ha comenzado a subsanar con el lanzamiento de los nuevos SRAM Force y Rival XPLR AXS… y que también podrás encontrar en otros dos modelos de la Terra Race.
Comentaba en el vídeo que acompaña a este artículo que la unidad probada estaba sin ninguna duda por debajo de los 8 kg de peso… y el peso comunicado por la marca en talla M es de 7,8 kg. Una cifra en consonancia con lo que se estila en este tipo de bicis, en marcas y modelos equivalentes. Pero lo mejor de todo es que, cuando te subes a ella, se percibe aún más ligera.
Orbea Terra Race 2026: gama y precios
La nueva Orbea Terra Race nace con los siguientes cinco montajes, que comparten cuadro de carbono OMX y las nuevas ruedas Oquo RP50LTD. Los cuatro montajes superiores, además, incluyen el nuevo cockpit de carbono OC. Se mantienen las seis tallas, de la XS a la XXL, y los tres colores de serie por montaje. En este caso, Sunset Carbon View (Matt), Frozen Concrete (Gloss) y Spaceship Green (Matt). Además de las posibilidades que ofrece el programa de pintura y personalización MyO.
- Orbea Terra Race M20LTD: Transmisión: Shimano GRX RX820 2x12. Ruedas: Oquo RP50LTD. Precio: 4.999 euros.
- Orbea Terra Race M31eLTD 1x: Transmisión: SRAM Rival XPLR AXS 1x13. Ruedas: Oquo RP50LTD. Precio: 5.499 euros.
- Orbea Terra Race M20i LTD: Transmisión: Shimano GRX Di2 RX825 2x12. Ruedas: Oquo RP50LTD. Precio: 5.999 euros.
- Orbea Terra Race M21eLTD 1x: Transmisión SRAM Force XPLR AXS 1x13. Ruedas: Oquo RP50LTD. Precio: 6.599 euros.
- Orbea Terra Race M11eLTD 1x: Transmisión SRAM Red XPLR AXS 1x13. Ruedas: Oquo RP50LTD. Precio: 9.999 euros.
En acción con la Orbea Terra Race M11eLTD 1x
Como decía al inicio del artículo, la posibilidad de rodar con dos bicicletas como la nueva Terra y esta Terra Race, en apenas un par de días, te ayuda a extraer conclusiones sobre cada uno de los conceptos rápidamente. Aunque lo suyo (y esperamos hacerlo en un futuro…) también es rodar con cada una de ellas durante más kilómetros y realizar un análisis más profundo.
Pero ya os puedo adelantar que los aproximadamente 60 km que realizamos con la Terra Race por las estribaciones de Vitoria, sobre pistas bien asentadas y escaso desnivel general, nos transmitieron el gran trabajo realizado por Orbea sobre esta bicicleta.


Obviamente, nada mas comenzar a pedalear has de acostumbrarte a una postura de conducción algo más agresiva que en el caso de la Terra, pero que nunca llegará a resultar forzada o incómoda, incluso para ciclistas que, como el que escribe, es un 0 a nivel de flexibilidad. De hecho, me pareció más cómoda que la segunda generación de la Terra con la que participé en la primera Orbea Gravel Rioja Alavesa y eso que, en principio, la fibra de carbono OMX es más rígida.
Si por algo destaca la Terra Race es por su ligereza y cómo ésta se refleja en reactividad. Cada pedalada, sea en el terreno que sea, se traduce automáticamente en potencia directa sobre la rueda trasera y la bici se mueve con suma facilidad cuando nos ponemos de pie sobre los pedales y toca esprintar.
En las subidas pronunciadas es donde la Terra Race muestra igualmente su carácter competitivo, con una capacidad de tracción envidiable, gracias en buena medida a esas contenidas vainas de 420 mm y su compacto triángulo trasero, algo que se nota también a la hora de ‘meter’ a la bici por ‘single tracks’ algo más revirados y donde la bici se mueve con soltura. Una agilidad que, sin duda, nos hizo acordarnos de la Orbea Orca de carretera.
A la hora de bajar fuerte y con altas velocidades, es donde la Terra Race exige poner algo más de tu parte y jugar con los cinco sentidos. Aquí no tenemos la generosa distancia entre ejes y, por tanto, el aplomo de la Terra ‘convencional’, y cualquier rodera, grieta o raíz prominente puede suponer un factor de riesgo. Pero entiendo que el usuario final al que va enfocada esta bicicleta cuenta con el nivel técnico necesario como para poder controlar ‘con los ojos cerrados’ estos factores en una bicicleta que, no obstante, baja como un cohete que hay que saber pilotar.
Lo mejor de todo es que en Orbea han sabido combinar toda esta ligereza, reactividad y rigidez en puntos esenciales con un nivel de absorción de vibraciones y confort bastante notable, teniendo en cuenta que hablamos de una bicicleta de competición donde el vatio/kilo manda. Y es que para Orbea, tal y como nos contaba Joseba Arizaga, una ‘gravel race’ también ha de ser permisiva a nivel de confort con el fin de retrasar al máximo la aparición de fatiga corporal en el ciclista. Menos fatiga, más rendimiento en los kilómetros finales. Así de simple.
En definitiva, creo que la nueva Orbea Terra Race cumplirá con creces las expectativas de todos aquellos que visten ‘skinsuit’ y llevan casco ‘aero’ en todas y cada una de sus salidas ‘graveleras’, o se dan cita en las cada vez más multitudinarias carreras que salpican nuestra geografía. Si, por el contrario, eres de los que se lo toma con calma y entiende el gravel de una forma más versátil, en el mismo catálogo encontrarás una Orbea Terra de tercera generación capaz de todo, dirigida a un público más amplio y con precios más asequibles.
No te pierdas nada
¿Quieres estar al tanto de todas las novedades de Maillot Mag?
Suscribete a nuestro newsletter para no perderte el mejor contenido relevante, novedades, opinión, podcast, etc.