Primeras Pedaladas: Trek Madone SLR 9 AXS Gen 8, lo mejor de ambos mundos
La apuesta única de Trek para el ciclismo de rendimiento
Con la octava generación de la Trek Madone, la marca de Wisconsin apuesta por una única bicicleta de rendimiento y competición en carretera que reúne las virtudes aerodinámicas de la Madone anterior con la ligereza escaladora de la Émonda. Una combinación que ya ha ganado carreras en el WorldTour y planta cara a las bicicletas más polivalentes del pelotón.
No ha pasado ni un año desde que estábamos probando la Trek Madone SL 7 Gen 7, una bicicleta que nos llevó a plantear la siguiente reflexión (y cito textualmente): "En unos tiempos en que las fronteras entre categorías se difuminan, y las bicicletas escaladoras son cada vez más aerodinámicas, y las aero cada vez más ligeras y cómodas, podemos decir sin temor a equivocarnos, y después de rodar unos cuantos días con la Madone SL 7, que Trek se mantiene firme en su apuesta por el concepto aero".
Pues bien, apenas unos meses después, Trek ha decidido darle la vuelta a la tortilla, apostando con la nueva Madone Gen 8 por una bicicleta única de rendimiento y competición, una decisión que, como os explicaré más adelante, no ha sido improvisada, y que demuestra la exigencia actual de las marcas para mantenerse en primera línea de fuego, tanto en el pelotón como en las tiendas.
Por eso, cuando recibimos la invitación por parte de Trek South Europe para asistir, a mediados de mayo, a la presentación internacional de una nueva bicicleta de carretera, sin desvelar su identidad, rápidamente surgió el debate en la redacción de MaillotMag. Por 'timing' de lanzamientos, lo más lógico era pensar en una nueva Émonda, cuya última versión se remontaba a 2020, mientras que Domane y Madone se habían 'renovado' en 2022.
Y así lo pensaba yo cuando iba camino de Cebreros, en la provincia de Ávila, donde iba a tener lugar la presentación, teniendo en cuenta además que dicho terreno es ideal para probar bicicletas de perfil escalador. Aún así, mi director Luis Miguel Del Cerro dejó caer un "pues yo creo que va a ser una nueva Madone...", demostrando una vez más que la experiencia es un grado a la hora de ver por dónde van los tiros en la industria.
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Las dudas se disiparon nada más llegar al hotel-bodega Tierras de Cebreros y comenzar a ver los primeros carteles de 'Madone' a las puertas de la sala donde iba a tener lugar la presentación. Luismi había acertado de pleno. Ahora nos quedaba por saber qué Madone nos íbamos a encontrar, teniendo en cuenta que su última y revolucionaria versión se había lanzado apenas dos años antes.
Objetivo: tan rápida como la Madone Gen 7, tan ligera como la Émonda
Dicho así, puede parecer fácil, sobre todo teniendo en cuenta el altísimo nivel de desarrollo tecnológico con el que cuentan marcas como Trek. Pero lo cierto es que la idea que nos transmitieron los responsables e ingenieros de la marca presentes el evento, Adam Bird (ingeniero de producto), Jordan Roessingh (director de producto) y Jake Glahn (product manager), es que la nueva Trek Madone Gen 8 es producto de muchos días, meses y años de trabajo.
Y sobre todo, fruto de un contacto directo con los ciclistas profesionales del anterior Trek-Segafredo y actual Lidl-Trek, a los que plantearon preguntas tan directas como "¿Qué le pedirías a la bicicleta de carretera perfecta?" A lo que respondieron con afirmaciones tan drásticas como "que sea una Madone de 6,8 kg". Pedersen y compañía no se andan con tonterías. El objetivo estaba claro: lograr una Madone más ligera sin perder sus virtudes aerodinámicas.
Para ello, Trek ha recurrido a una nueva serie de fibra de carbono en sus cuadros SLR, denominada 900 OCLV, un 20% más resistente que la anterior serie 800 y que permite trabajar el moldeado de los tubos de una forma más eficiente, empleando menos material. La nueva horquilla, por ejemplo, es de una sola pieza.
Las nuevas formas de los tubos también han sido decisivas a la hora de 'adelgazar' la Madone. Basta con observar el tubo diagonal, de diámetro menor y sección algo más cuadrada, o el perfil de la tija y el tubo donde se inserta, sensiblemente más estrecho, para comprobarlo. Como afirmó el director de producto Jordan Roessingh durante la presentación, "las formas de los tubos son aerodinámicas sólo donde es necesario y aportan ligereza donde es preciso".
Ahora bien, ¿realmente es tan ligero el cuadro de la nueva Madone como el de la Émonda? Pues lo cierto es que, con los números de Trek en la mano, no. Pero se queda muy cerca. Hablamos de un peso de 765 g para el cuadro y 370 g para la horquilla en talla M para el nuevo Madone SLR, mientras que el cuadro de la Émonda SLR se queda en 698 g y 365 g para la horquilla. 67 g de diferencia que, a decir verdad, son difícilmente apreciables.
La diferencia palpable, ahora sí, se nota respecto al cuadro de la Madone SLR anterior, pues nos encontramos con 320 g menos, una cifra relevante y que habla del buen trabajo realizado por los ingenieros de la marca de Wisconsin. Una ligereza que, por cierto, también se nota sobre la marcha, como os contaré más adelante.
"Al fin y al cabo", comentaba Roessingh, "la Madone siempre ha sido nuestra bicicleta de carreras por excelencia, desde la mejor época de Lance Arsmtrong", quien se encargó de bautizarla con el nombre del puerto -Col de la Madone- cercano a Niza donde el norteamericano se ponía a prueba cada pretemporada. El 'gen' escalador siempre ha estado ahí.
Pero... ¿Qué pasa con la aerodinámica? ¿Trek ha logrado conservar la velocidad inherente de la Madone? Los datos aportados por la marca, procedentes de pruebas en laboratorio y túnel del viento, así lo confirman. Sentirlo en la carretera es otra cosa, pues hay que rodar mucho tiempo y a velocidades medias elevadas, para poder ser 'conscientes' de esas ganancias aerodinámicas. A nivel de probador, y habiendo testado la generación anterior, sí puedo confirmar que las sensaciones en este sentido son bastante similares.
Respecto a la Émonda, Trek sí que afirma haber logrado una ventaja de 77 segundos sobre una hora, rodando a una media de 40 km/h, en favor de la nueva Madone. Algo en lo que tienen mucho que ver otros componentes como las ruedas -de las que hablaremos más adelante- y novedades como el manillar integrado RSL de carbono, ahora 3 cm más estrecho en la parte superior, y los nuevos portabidones y bidones RSL Aero que vienen de serie en los montajes SLR.
Estos portabidones quedan bien integrados en el cuadro y estéticamente son muy atractivos. Pero a la hora de la verdad, es decir, sobre la marcha, requieren de un punto de atención extra por parte del ciclista a la hora de sacar y meter el bidón, además de que el bidón no se puede dejar 'de pie', por ejemplo, sobre una mesa, ha de estar 'tumbado'. En cualquier caso, estos portabidones son compatibles con los bidones redondos 'de toda la vida'.
Hablando de aerodinámica, no podemos olvidarnos del elemento más característico de la Madone, al menos de su generación anterior, como es el IsoFlow. Ya os contamos en este artículo cómo funcionaba este diseño de la unión entre tubo de sillín, tubo superior y tirantes. Lo relevante en esta nueva Madone es que ha sido rediseñado para aportar menos peso al cuadro -se puede ver claramente que el orificio es más pequeño- y mayor comodidad. En este sentido, sí que os puedo adelantar que este nuevo IsoFlow, en combinación con la tija de sillín más estrecha, sí que 'filtra' mucho mejor las irregularidades del asfalto.
Como curiosidad y buena prueba de que Trek le ha dado 'muchas vueltas' a esta bici, Jordan Roessingh nos habló durante la presentación de los diferentes moldes de cuadro que probaron -y dieron a probar a los corredores del equipo-, desde conceptos con tirantes bajos hasta el diseño 'tradicional' de la Émonda y sus tirantes altos, planteando incluso una posible desaparición del IsoFlow. Pero tanto las pruebas en laboratorio de aerodinámica y rigidez, como las sensaciones de los 'pros' en la carretera, les hicieron decantarse por el diseño que podéis ver en las fotografías.
Unos test con profesionales de la talla de Mads Pedersen o Elisa Longo Borghini que se remontan, tal y como nos contó Adam Bird (ingeniero de producto), nada menos que a diciembre de 2022. "Es decir", comentaba Bird, "pocos meses después de presentar la séptima generación de la Madone, ya estábamos pensando en una nueva bicicleta que reuniera lo mejor de ambos mundos". Dos mundos que quedan reflejados en esas esferas entrelazadas que aparecen junto al nombre 'Madone' en el tubo superior.
Geometría y nuevas tallas
Con la nueva Madone Gen 8, Trek centra su geometría de rendimiento y competición únicamente en el concepto H1.5 y que se corresponde, ni más ni menos, con los ángulos y longitudes que ya ofrecía la versión anterior de la Madone. Como mucho, encontraremos un tubo de la dirección un poco más largo, y que aporta una posición sobre el manillar algo más elevada... teniendo en cuenta siempre que nos encontramos ante una bicicleta 100% racing.
Hablamos, por ejemplo, de una distancia entre ejes de 981 mm, vainas de 410 mm, reach de 384 mm y stack de 546 mm, todo ello, en talla M. Sí, habéis leído bien, talla M. Porque con la nueva Madone llega también a las bicicletas de carretera de Trek la catalogación de las tallas con letras y no con números.
Dejamos atrás las 47, 50, 52, 54, 56, 58 60 y 62 para pasar a seis tallas: XS, S, M, ML, L y XL. De esta forma, afirman desde Trek, le resultará más fácil al usuario encontrar la talla correcta, evitando dudas entre tallas que antes se solapaban y encontrando una correspondencia, además, con sus bicicletas de MTB, que ya cuentan con esa forma de tallaje por letras.
Por cierto, que en Trek también se han preocupado de dotar a las tallas XS, S y M con tubos de sección más estrecha y proporcional al conjunto de la bici, con el fin de obtener una rigidez equilibrada y adaptada a ciclistas, en principio, más ligeros, además de mejorar la estética global de la bicicleta. El paso de rueda, por cierto, es de 32 mm.
Versiones SL
Por debajo de los montajes SLR, Trek también incorpora a la gama de la nueva Madone un cuadro SL que mantiene, como en generaciones anteriores, la fibra de carbono de la serie 500 OCLV, 250 g más pesado que el SLR, pero 175 g más liviano que el cuadro Émonda SL, un dato a tener en cuenta.
Los dos cuadros de la nueva Madone Gen 8 comparten patilla de cambio universal UDH, sistema de dirección RCS y sistema de pedalier roscado T47. Las diferencias radican -aparte del tipo de carbono- en que los montajes SL llegan con el conjunto de potencia y manillar 'tradicional', no traen de serie los portabidones y bidones RSL Aero, ni cuentan con la posibilidad de personalización a través del programa Project One de Trek.
A cambio, tenemos unos precios que, aún siendo elevados, son más accesibles que los montajes SLR, tal y como podéis apreciar al final de este reportaje, donde hemos incluido la gama completa y los precios de la Trek Madone Gen 8.
En acción con la Trek Madone SLR 9 AXS Gen 8
Una vez 'aprendida' la parte teórica, tocaba probar sobre el terreno si todo lo que nos habían contado se correspondía con la realidad. En este sentido, debo adelantar que tengo que separar mi experiencia sobre la nueva Trek Madone en dos partes: los complicados kilómetros que pudimos realizar en tierras abulenses y los que realicé con posterioridad, y más calma, por mis rutas habituales.
Y es que, lo que en principio iba a ser una tranquila ruta vespertina de unos 50 km y 1.500 metros de desnivel por las preciosas y juguetonas carreteras de la zona de Cebreros y el Valle del Alberche, se convirtió en un pequeño infierno en forma de lluvia, viento, granizo y, sobre todo, una brusca bajada de temperaturas que nos hizo sufrir lo indecible, por ejemplo, en el descenso del puerto de Arrebatacapas, pasando de temperaturas en torno a los 20 grados al inicio de la ruta... hasta los 5 grados de la parte final.
Semejantes circunstancias impiden extraer conclusiones claras acerca del comportamiento de una bici que acabas de conocer, sobre todo cuando vas más pendiente de no irte al suelo en cada curva o mantener la temperatura corporal en los descensos. Por suerte, al día siguiente la mañana amaneció mucho más amable y pudimos rodar algo más sobre la nueva Madone, aunque por motivos de agenda no tanto como nos hubiera gustado.
Lo mejor de todo es que, pocos días después de la presentación, recibimos una llamada de Trek South Europe para preguntarnos si estábamos interesados en contar con una unidad de test para probarla durante más tiempo. La respuesta, como podéis imaginar, fue un sí rotundo. Y más si tenemos en cuenta que se trataba exactamente del mismo modelo 'probado' en Ávila, la tope de gama Trek Madone SLR 9 AXS Gen 8, con diseño Project One del equipo Lidl-Trek.
Dicho esto, y sin querer ahondar en un 'bikecheck' detallado del modelo -para eso tenéis el vídeo insertado al inicio del reportaje-, se trata de un montaje prácticamente calcado al de los profesionales, protagonizado por la nueva transmisión SRAM Red AXS, cuya última versión ha recibido importantes modificaciones en cuanto a diseño y ahorro de peso, sobre todo en lo que se refiere a las manetas de cambio/freno y el desviador trasero. Por no hablar de las nuevas pinzas de freno, también más ligeras, más potentes y con un acabado digno de orfebrería.
En conjunto, el comportamiento de transmisión y frenos es sencillamente perfecto -durante la primera salida éstos últimos se convirtieron en mi seguro de vida-, con especial mención a la ergonomía de las nuevas manetas, más pequeñas y discretas, y que ensamblan a la perfección con la curva del manillar integrado SLR. Un grupo, en definitiva, que merece un test más detallado y que esperamos poder realizar en próximas fechas.
Otro de los elementos que marca este montaje Madone SLR 9 AXS son, como podéis imaginar, las ruedas Bontrager Aeolus RSL 51, el tope de gama de la marca de componentes en aros de carretera, y que destacan por sus excelentes bujes DT Swiss 240 -con sistema Ratchet en el trasero- , radios DT Swiss Aerolite y un peso de 1.410 g el par. Unas ruedas eminentemente rodadoras, suaves y rápidas que demostraron un comportamiento más que decente soportando los fuertes vientos laterales del primer día, sobre un terreno más bien montañoso donde, en teoría, podría funcionar mejor la versión con 37 mm de perfil externo.
Lo he dicho en alguna ocasión. Pocas bicicletas transmiten esa sensación de sentirte perfectamente acoplado y cómodo desde la primera pedalada... y la nueva Trek Madone es una de ellas. Y gracias, principalmente, a esa geometría de ataque 'razonable' H1.5, un manillar integrado de los más confortables y efectivos del mercado, y porqué no decirlo, el magnífico sillín Bontrager Aeolus RSL, uno de los más cómodos que hemos probado nunca, dentro de la categoría de sillines ligeros de competición (sólo 152 g).
En este sentido, la adopción de una tija de sillín sin retroceso como la que monta la Madone es una decisión acertada de la marca, permitiendo al usuario 'jugar' con mayor libertad a la hora de adelantar o retrasar el sillín según sus preferencias biomecánicas.
Sobre carreteras planas, la Madone Gen 8 sigue siendo una auténtica máquina de rodar rápido, como ya lo era su predecesora, con la diferencia de que la potencia que imprimimos a los pedales, por ejemplo, al iniciar un sprint, llega con mayor reactividad a la rueda trasera gracias al menor peso del conjunto.
Una reactividad que se transforma en agilidad cuando llegan las ascensiones, sean del tipo que sean, y que hace de la nueva Madone una bicicleta mucho más efectiva en los puertos que la versión anterior, acercándose en gran medida a las sensaciones que transmitía la Émonda. No nos vamos a engañar... ni a vosotros: la Émonda SLR tope de gama que probó mi compañero Juan Daniel Hernández en 2020 marcó 6,8 kg en la báscula, mientras que esta nueva Madone SLR se ha quedado en 7,2 kg (portabidones y bidones incluidos). Pero estamos ante una bicicleta mucho más completa, polivalente... y cómoda.
Y es que, ahora sí, el sistema IsoFlow realiza mucho mejor su trabajo de absorción de vibraciones, en colaboración con una tija de sillín más estilizada y con un grado de flexión controlada algo mayor que en el caso de la Madone anterior. Una Madone que el año pasado todavía nos hacía 'sufrir' con asfalto en malas condiciones o adoquinado, y que este año se lleva muchísimo mejor con todo tipo de carreteras. Ojo, los neumáticos de 28 mm también ayudan.
A la hora de bajar puertos a gran velocidad y en trazados revirados, la nueva Madone se desenvuelve de forma ágil y 'juguetona', permitiendo tomar las curvas más complicadas como si lleváramos un auténtico tiralíneas en la dirección. Si no eres un profesional -como es nuestro caso y el de la mayoría de los que nos leéis-, es una bicicleta que te invita a ser mejor ciclista en cada pedalada. Tal cual.
En MaillotMag no tenemos túneles de viento ni laboratorios de aerodinámica, pero os puedo decir que no me ha resultado complicado mejorar la velocidad media de mis rutas habituales en 3-4 km/h, aplicando la misma potencia que sobre mi bicicleta habitual de 7,5 kg. Además de poder soportar con mayor entereza, a nivel físico general, rutas de más de cuatro horas, algo que con la Madone anterior no resultaba fácil.
Conclusión
Charlando con Adam Bird (ingeniero de producto), mientras pedaleábamos bajo la lluvia por las carreteras de Cebreros, El Tiemblo, El Barraco (menudo escenario amigos...), surgió la pregunta que alguno de vosotros se estará planteando "¿Qué pasa entonces con la Émonda?" Y la respuesta de Bird fue la siguiente: "El ciclista que busque las cualidades de la Émonda las va a encontrar ahora en la nueva Madone, con el valor añadido de un rendimiento aerodinámico que la Émonda no tiene".
¿Quiere decir esto que la Émonda va a desaparecer del catálogo de Trek? No, o al menos, no de forma inmediata. Pero lo que está claro es que la marca de Wisconsin apuesta por la nueva Madone como bicicleta única de rendimiento. Y que esa apuesta, al menos a nivel competitivo, le está saliendo bien, pues el equipo Lidl-Trek ya ha cosechado numerosas victorias, en los más diversos terrenos, desde semanas antes que se vieran las primeras imágenes de la bicicleta.
Trek buscaba con esta nueva Madone su bicicleta 'total' de competición, capaz de desenvolverse con eficiencia en todos los tipos de recorridos, desde etapas llanas con final al sprint, hasta jornadas de montaña, pasando por las clásicas del norte. Y creo, sinceramente, que lo ha conseguido.
A nivel usuario, además, esta Trek Madone Gen 8 puede ayudar a todos aquellos ciclistas de rendimiento que están en la disyuntiva de elegir entre una escaladora o una aero. Aquí tienes lo mejor de ambos mundos.
Trek Madone Gen 8: gama y precios
La gama Trek Madone Gen 8 se compone de ocho modelos, cuatro con cuadro SL y cuatro con cuadro SLR, además de la posibilidad de adquirir los 'framesets' por separado (4.999 euros el SLR y 2.999 euros el SL).
Trek Madone SL 5
Transmisión Shimano 105 12V (mecánico), ruedas Bontrager Paradigm SL. Precio: 3.499 euros
Trek Madone SL 6
Transmisión Shimano 105 Di2, ruedas Bontrager Aeolus Elite 35. Precio: 4.999 euros
Trek Madone SL 6 AXS
Transmisión SRAM Rival AXS, ruedas Bontrager Aeolus Elite 35. Precio: 5.499 euros
Trek Madone SL 7
Transmisión Shimano Ultegra Di2, ruedas Bontrager Aeolus Pro 51. Precio: 6.499 euros
Trek Madone SLR 7
Transmisión Shimano Ultegra Di2, ruedas Bontrager Aeolus Pro 51. Precio: 8.999 euros
Trek Madone SLR 7 AXS
Transmisión SRAM Force AXS, ruedas Bontrager Aeolus Pro 51. Precio: 9.499 euros
Trek Madone SLR 9
Transmisión: Shimano Dura-Ace Di2, ruedas Bontrager Aeolus RSL 51. Precio: 13.499 euros
Trek Madone SLR 9 AXS
Transmisión SRAM Red AXS, ruedas Bontrager Aeolus RSL 51. Precio: 13.999 euros
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