¿Cuál es el futuro de…? Las bicis de gravel
En Maillot Mag y en MTBpro nos gusta predecir el futuro. O al menos jugar a que predecimos el futuro. La evolución del gravel es tan imparable como inmediata. Una de las modalidades estrella de los últimos 5 años, que está viendo como sus bicis evolucionan hacía una variante polivalente de bikepacking, pero con ciertos toques de competición, incluso tintes aero, que las hace más versátiles que nunca, pero aprovechando la mejor tecnología disponible.
Buscando la integración
El futuro de los modelos de gravel pasa por la integración como hemos visto recientemente en la presentación de la nueva SCOTT Addict Gravel, pero también en la polivalencia como es el caso de la Canyon Grizl. Y esto nos da dos pistas principales de hacia donde va a ser la evolución de las gravel; la competición y el bikepacking. La competición, porque como os hemos contado en el número 28 de nuestra revista digital, eventos como la Unbound Gravel americana, demuestran que el gravel también quiere hacerse competitivo. Y el bikepacking, porque con nuestra gravel queremos ir a 40km/h en el asfalto, pero tambén cargarla con bolsas y marcharnos 3 días a la montaña.
En la competición, estamos viendo el auge de muchas carreras de uno o más días por pistas de tierra combinadas con asfalto y terrenos más complicados, que hacen que las gravel sean perfectas para esa combinación de velocidad en todo tipo de terrenos, rendimiento y capacidad técnica. Por eso vemos que modelos como el de SCOTT han enfocado su evolución en elementos como la integración el manillar, potencia y cableado interno, la reducción del peso del cuadro y de la horquilla y el cambio de la geometría para ofrecer más estabilidad en terrenos complicados. Estos cambios también han venido acompañados de un paso de rueda más grande, que ya suele estar en los 45mm, y que se enfoca en muchas marcas en la rueda de 700, dejando la de 650b, como opción, pero no como elección principal de la marca.
Sin olvidar el bikepacking
Toda esta evolución técnica que trata de optimizar el rendimiento de los cuadros de gravel, aligerarlos y refinarlos aún más, va en concordancia con seguir buscando la polivalencia original y el uso como bici de bikepacking, que de alguna manera corresponde con los inicios de muchos modelos de gravel. En este aspecto, vemos un futuro cercano de los modelos de gravel donde el bikepacking no solo no se olvida, si no que se integra aún más, con la opción de que los cuadros cuentan y contarán con todo tipo de roscas para todo tipo de accesorios, a la vez que vemos que las marcas producen sus propios accesorios para que estos se integren a la perfección.
Puede que parezca raro refinar cuadros y aligerarlos, además de integrar el cableado, si lo que queremos con la gravel es irnos de aventura, pero las marcas parece que están interpretando, que ambas opciones no están reñidas. Por eso como comentábamos al principio, el futuro de las bicis de gravel pasa por ser óptimas para competir con ellas o para irte una semana a la montaña.
En este aspecto, el montaje que elijas va a ser clave para dirigir tu tipo de gravel en una dirección u otra. Lo que importa es que la base del cuadro+horquilla+cockpit sean ligeros, con una buena geometría para pedalear muchas horas, confortables, pero lo suficientemente rígidos a la hora de pedalear. Con esa base, tu puedes elegir, si quieres un sistema de transmisión de uno o dos platos, o quieres un manillar específico de gravel o de carretera, o si prefieres un neumático súper rápido de 35-38mm, o prefieres ruedas de 700x45 o 650b.
Esa cantidad de opciones son y serán el punto fuerte de las gravel porque con una misma bici, dependiendo de como te la configures, podrás hacer infinidad de cosas.
¿Y que pasa con las suspensiones?
En este sentido vemos el futuro algo más incierto. Intuimos que marcas como Cannondale, van a seguir apostando por el tremendo confort y seguridad que ofrece su horquilla Lefty y su sistema trasero Kingpin en el modelo Topstone, del mismo modo que Specialized seguirá evolucionando su Future Shock, que es una maravilla en cuanto a comodidad en los terrenos más complicados. Otro tema es el de fabricantes como Fox, del que esperamos ver si siguen apostando por una evolución de la horquilla de gravel Fox 32 AX, o esperamos a que otros fabricantes, de suspensiones o no se suban al carro.
Puede que muchos de vosotros penséis que si les metemos suspensiones a las gravel, estaremos demasiado cerca de una rígida de mountain bike, pero no tiene nada que ver. Las suspensiones en gravel (siempre de corto recorrido) pueden ser un extra para mucha gente que las usa en terrenos algo más complicados y necesita un plus de seguridad. Por eso nos parece que la línea futura más óptima en este sentido, es seguir aportando sistemas como el de Cannondale o Specialized, sin olvidar la opción de las tijas telescópicas que son un buen complemento.
Las gravel que vienen van a ser capaces de rendir más en competición, van a ser más ligeras, más cómodas, más seguras y no van a renunciar a la esencia de que sea una bici para usarla en muchos terrenos y te permita cargarla con lo necesario si te quieres perder de ruta varios días. Cada vez hay más convertidos al gravel que vienen de una carretera demasiado exigente o de un mountain bike muy técnico y complicado. El gravel es un término medio con todo el futuro por delante.
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