Test: Stevens Izoard
Lobo con "precio" de cordero
La marca alemana Stevens, distribuida en España por Macario Llorente, nos presenta una alternativa que sin duda no te hará pensar mucho a la hora de decidirte. La Stevens Izoard tiene un buen cuadro, grupo básico pero muy efectivo y ruedas muy fiables. Todo en un peso de 8.100 g.
Geometría con un ligerísimo sloping, el cuadro de la Stevens Izoard está fabricado con fibras de carbono de alto modulo, con unos tubos con doble cámara y un nervio interior para mejorar su rigidez, tanto del cuadro como de la horquilla. A la zona del pedalier se le ha dado una forma asimétrica, con los tirantes traseros de forma aplanada y las vainas relativamente cortas.
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Límite 1.500 €: Stevens Stelvio
La estética del modelo Izoard no es para nada excéntrica. Un rojo mate con una ligera combinación en naranja y logos en blanco. Por fin empezamos a ver algo de color en Stevens tras unos últimos años de bicicletas con diseños “all black”, con lo que al final no terminas de distinguir unos modelos de otros.
Pero es viéndola de cerca, al detalle, cuando más te sorprende. La Stevens Izoard es una bicicleta de primer precio de carbono preparada para crecer porque, si algún día quieres dar el paso al montaje de un grupo electrónico, no tendrás problema al disponer de sitio suficiente en la caja de pedalier para meter el cableado y los conectores Di2 y la salida del cable para conectar el desviador.