Test: Probamos la Trek Domane SL 6: equilibrio perfecto

La 4ª generación de una bicicleta que ha sabido adaptarse al paso del tiempo

Víctor Marcos

David Agüero

18/04/2023

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Trek Domane

La Trek Domane fue una de las pioneras en acuñar el concepto 'gran fondo' o 'endurance', gestado en carreras profesionales como la Paris-Roubaix. Han pasado 11 años desde entonces. Ahora, la 4ª generación de la Domane es una de las bicicletas de carretera más completas y equilibradas del mercado, sin duda.

Comodidad del cuadro, su sistema IsoSpeed y la geometría. Comportamiento equilibrado en prácticamente todas las situaciones de ruta.

Ruedas un tanto 'perezosas' y pesadas, lo que se traduce en un peso final algo elevado.

A la hora de probar bicicletas, está claro que cada uno de los que formamos la redacción de MaillotMag y MTBpro tiene sus preferencias, ya sea por el tipo de ciclismo que practica, por sus preferencias técnicas y estéticas o, simplemente, por la edad que 'gastamos' y que, en muchas ocasiones, se encarga de ponernos en nuestro lugar dentro del escalafón ciclista.

En este caso, la Trek Domane es una de esas bicicletas que llevaba tiempo 'persiguiendo', pues siempre ha ofrecido un perfil, a priori, que encaja perfectamente con mi estilo de entender el ciclismo de carretera -que, por supuesto, no es el único ni el mejor-. Hablamos de un estilo pausado, de largas jornadas sobre la bicicleta, disfrutando de la compañía de la grupeta... o en solitario... pero reservándome momentos para el pique personal o con otros compañeros de ruta.

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Pues bien, a riesgo de hacer 'spoiler', os puedo adelantar que la Trek Domane SL 6 que ha pasado por mis manos estas semanas ha respondido, con creces, a mis expectativas, convirtiéndose en una de esas bicicletas que, sin duda, me compraría. Y más teniendo en cuenta que viene montada con la transmisión Shimano 105 Di2 de 12 velocidades, otra de las recientes novedades que nos ha brindado el mercado y que, por fin, hemos podido testar. Pero del 105 Di2 hablaremos más adelante, y con más detalle, en otro artículo.

¿Superviviente del concepto 'gran fondo'?

Éste ha sido uno de los debates más habituales en los últimos meses dentro de nuestro círculo. Y es que, con la irrupción de las bicicletas de gravel en los últimos años, y el acercamiento de las tradicionalmente llamadas 'gran fondo' a la categoría de la tierra, con mayores pasos de rueda, roscas portabultos... uno ya no sabe donde acaba un tipo de bici y comienza otra. O, dicho de otra forma, si todavía tiene sentido hablar de ciertas etiquetas. Al fin y al cabo, se trata nada más -y nada menos- que de bicicletas. Y de encontrar la que mejor se adapte a nuestras necesidades, independientemente de la categoría en la que, teóricamente, esté encuadrada.

En este sentido, Trek lo tuvo claro desde el principio. Y ya en la presentación virtual de esta 4ª generación de la Trek Domane a la que tuvimos el placer de asistir, los responsables de la marca de Waterloo lo afirmaron de modo cristalino: la nueva Domane es una bicicleta de carretera 100% que, eso sí, debido a las características que analizaremos a continuación, permite adentrarse por pistas de tierra en buenas condiciones. Vamos, lo que podríamos denominar 'light gravel'. Pero, para todo lo demás, ahí tienes la extensa familia Checkpoint para hacer gravel 'de verdad'.

La serie Domane SL recurre, una vez más, a la fibra de carbono OCLV 500, a diferencia de la gama Domane SLR, que se decanta por el más ligero OCLV 800. Aún así, los cuadros SL han recibido una pequeña dosis de adelgazamiento respecto a la generación anterior, logrando montajes completos, según la marca, unos 300 gr más ligeros.

En nuestro caso, la Trek Domane SL 6 en talla 54 marcó en la báscula 8,56 kg. Una cifra que puede ser elevada para algunos, pero que en este tipo de bicicleta creemos no es determinante. La prioridad aquí es la comodidad y el confort sobre la marcha, algo de lo que se encarga, en gran parte, el sistema IsoSpeed trasero.

Y decimos 'trasero' porque la 4ª generación de la Domane ha desechado el IsoSpeed delantero. Argumentan desde Trek que la posibilidad montar ruedas de más balón -hasta 38 mm- compensa la ausencia de este sistema de absorción de vibraciones en la zona de la dirección, además de posibilitar la simplificación del IsoSpeed trasero, que ya no es regulable como en versiones anteriores. Más sencillez, además, es igual a más ligereza.

Probamos la Trek Domane SL 6: equilibrio perfecto

En cuanto a la forma de los tubos, lo cierto es que la Domane 'bebe' mucho, y bien, de su hermana aero, la Trek Madone. La adopción de tubos con formas Kammtail Virtual Foil (KVF), sobre todo en su parte frontal, y el nuevo cockpit que guía los cables hacia el cuadro de una forma mucho más limpia, hacen de la Domane SL una bicicleta sorprendentemente rápida en terreno llano, como os contaré más adelante.

Geometría para todos... y para todo

El confort de marcha que confiere el IsoSpeed no tendría mucho sentido sin una geometría adecuada. Y, en este sentido, la Trek Domane SL -al igual que los modelos SLR- mantiene sus números Endurance, alejados del concepto H1.5 de la Émonda o la Madone, enfocado claramente al rendimiento.

Nos encontramos, por tanto, con un tubo horizontal más alto y una pipa de la dirección más elevada respecto al suelo, además de una distancia entre ejes más larga, con el objetivo de la priorizar la comodidad y la estabilidad. Algo que, sin duda, se nota desde la primera pedalada.

La longitud de vainas (420 mm) quizá no sea la más adecuada para aquellos que busquen explosividad en las subidas, pero a cambio la Domane SL aporta una postura de conducción cómoda en todas las situaciones y circunstancias de la carretera. Y si a todo ello le sumamos los neumáticos de 32 mm con los que viene montados de serie, el objetivo prioritario de Trek está sobradamente logrado.

Shimano y Bontrager, al mando

Tal y como os adelantábamos líneas atrás, la Trek Domane SL 6 es la primera bicicleta que llegó a la redacción montada con el nuevo Shimano 105 Di2 de serie. Ya hablamos en su día largo y tendido, cuando fue presentado, de la revolución que ha supuesto la llegada del 'electrónico' al grupo intermedio de la marca nipona. Y más que hablaremos, con la publicación en próximas fechas de un test más detallado sobre el mismo.

Os podemos adelantar, eso sí, que su funcionamiento no dista mucho de sus hermanos mayores, Ultegra y Dura-Ace Di2. Y lo digo con conocimiento de causa, pues la bicicleta que pasó anteriormente por mis manos, la Scott Foil RC, venía montada con el tope de gama de la firma japonesa. Y las sensaciones, por tanto, las tengo muy frescas.

Otra cosa es el tipo de materiales empleados en el Shimano 105 Di2, más pesados, o la estética, que te puede gustar más o menos. Pero a nivel de funcionamiento, pocas pegas se le puede poner a un grupo que, en este caso, venía montado con unos desarrollos plenamente 'cicloturistas' (50/34 en platos y 11/34 en cassette) y que solo se te quedarán un poco cortos en tramos de descenso 'pedaleables'.

En cuanto al resto de componentes, como no podía ser de otra forma, Bontrager se encarga de firmar potencia y manillar de aluminio, con un nuevo sistema de guiado de cables hasta la dirección, limpio y sencillo, además de la tija de sillín Domane KVF. Esta última, en combinación con el sillín Bontrager Verse Short Comp, también contribuye de forma decisiva en la comodidad de la Domane SL.

Probamos la Trek Domane SL 6: equilibrio perfecto

El único 'pero' que podríamos ponerle al montaje de esta Trek Domane SL 6 es el conjunto de ruedas y neumáticos. Y no porque sean de mala calidad, ni mucho menos. Las Bontrager Paradigm Comp 25 de aluminio ofrecen un rodar de calidad, marca de la casa, pero se nos antojan un tanto pesadas, incluso para una bicicleta 'endurance' como ésta: 1.780 gr el juego. Algo a lo que tampoco contribuyen los neumáticos Bontrager R3 Hard-Case Lite de 32 mm. Son cómodos, sí, y están construidos a prueba de bombas. Pero para un uso eminentemente sobre asfalto, creo que con 28/30 mm hubiera sido suficiente. El conjunto, por cierto, se puede tubelizar sin problemas.

Probamos la Trek Domane SL 6: equilibrio perfecto

La Trek Domane SL 6 en acción

La sensación de 'jugar en casa' fue lo primero que experimenté nada más subirme por primera vez a la Domane SL 6. Y es que, mi bicicleta habitual de carretera también podría catalogarse como 'gran fondo'. Por lo que desde el primer momento me sentí cómodo sobre ella y apenas tuve que hacer ajustes, más allá de la altura del sillín.

No podría deciros exactamente cómo repartir el porcentaje de responsabilidad en cuanto a la absorción de vibraciones ¿Es culpa del IsoSpeed trasero? ¿De la tija Domane KVF? ¿De los neumáticos? Posiblemente sea una cuestión de conjunto, pero su funcionamiento ante los primeros baches y grietas que encontramos en el asfalto se nota, y de verdad.

Probamos la Trek Domane SL 6: equilibrio perfecto

La Trek Domane SL 6 se desenvuelve con mucha soltura en terreno llano, cuando se trata de rodar rápido y mantener una buena velocidad de crucero, y más en carreteras rotas. Ya sea con las manos apoyadas en las manetas o en la parte baja del manillar, además, siempre pedalearemos en una postura cómoda, nada exigente. Y ojo, que la comodidad también es sinónimo de rendimiento. Por algo las bicis aero, actualmente, son más confortables de lo que puedas imaginar...

El momento de escalar es, quizás, el más 'delicado' para la Domane SL. Sobre todo a la hora de afrontar subidas más prolongadas y con cambios de ritmo. En ese sentido, la geometría no colabora demasiado a la hora de fomentar la explosividad, y resulta más aconsejable sentarse sobre el sillín y pedalear cómodamente a ritmo constante hasta llegar a la cima.

Probamos la Trek Domane SL 6: equilibrio perfecto

A la hora de lanzarse a tumba abierta, la Trek Domane SL 6 vuelve a sacar toda su calidad, con un comportamiento estable, seguro e, incluso, con un puntito de agilidad muy de agradecer en carreteras sinuosas. Todo ello, unido a la efectividad de los frenos Shimano 105 con discos de 160 mm, nos ha hecho disfrutar mucho de algunas bajadas.

Tampoco pudimos pasar por alto la oportunidad de meter a la Domane SL en harina... o mejor dicho, en arena, y nos aventuramos en más de una ocasión por pistas de tierra compactada, donde la bicicleta se mostró igualmente rápida que en carretera, con la comodidad y seguridad añadida que aportan -aquí sí- los neumáticos Bontrager de 32 mm. Cierto, no es una bici de gravel, pero te permite estas pequeñas -y divertidas- licencias para jugar de vez en cuando a la 'Strade Bianche'.

Probamos la Trek Domane SL 6: equilibrio perfecto

¿Qué conclusión podemos extraer de todo ello? Pues que la Trek Domane SL 6 es una bicicleta ideal para la inmensa mayoría de ciclistas de carretera, por su comodidad, polivalencia y buen comportamiento sobre todo tipo de terrenos. Cierto es que en nuestro país todavía tiene mucho peso entre los 'carreteros' el hecho de llevar lo más aero o lo más ligero. Otra cosa es extraerle el máximo partido a esas monturas...

La Domane SL, sin embargo, ofrece todo lo que el ciclista 'medio' puede necesitar. Todo lo necesario para disfrutar, de forma cómoda, de una larga jornada de ciclismo sobre la bicicleta. Que no es poco.

Probamos la Trek Domane SL 6: equilibrio perfecto

Cosas de familia

La gama Trek Domane SL de 4ª generación se compone de cinco modelos que arrancan en los 3.699 euros de la SL 5, montada con Shimano 105 mecánico, con tallas que van de la 44 a la 62 en todos los casos.

- Trek Domane SL 7 AXS

Transmisión: SRAM Force eTap AXS. Ruedas: Bontrager Aeolus Pro 37. Precio: 7.899 euros

- Trek Domane SL 7

Transmisión: Shimano Ultegra Di2. Ruedas: Bontrager Aeolus Pro 37. Precio: 7.199 euros

- Trek Domane SL 6 AXS

Transmisión: SRAM Rival eTap AXS. Ruedas: Bontrager Paradigm Comp 25. Precio: 5.499 euros

- Trek Domane SL 6

Transmisión: Shimano 105 Di2. Ruedas: Bontrager Paradigm Comp 25. Precio: 5.199 euros

- Trek Domane SL 5

Transmisión: Shimano 105. Ruedas: Bontrager Paradigm SL. Precio: 3.699 euros

Detalles de la bici

Almacenamiento

El sistema de almacenamiento interno, ubicado en el tubo diagonal, es un plus para todos aquellos que desean llevar cámara, herramienta y algún repuesto, olvidando la típica bolsa de sillín. En su interior, una bolsa estanca permite llevar algunos de estos objetos de forma segura y sin ruidos.

Cierre eje trasero

El cierre del eje pasante trasero Bontrager Switch, con leva extraíble, facilita sobremanera la extracción y apriete de la rueda trasera. La leva se ancla al eje a través de una junta tórica interna. Y en caso de no querer utilizarla, siempre podemos utilizar una llave allen de 6 mm.

Roscas portabultos y guardabarros

La Trek Domane SL también ofrece ciertos 'gadgets' para los amantes del cicloturismo o el bikepacking, como las roscas ubicadas en el tubo horizontal, donde podemos anclar una bolsa, o las roscas habilitadas en tirantes traseros y horquilla para instalar guardabarros.

Tija y sillín

La tija de carbono Domane KVF y el sillín Verse Short Comp forman la pareja ideal para una bicicleta como ésta, donde se prioriza el confort. Cierto es que los raíles de acero del segundo pueden lastrar un poco el conjunto, pero es tan fácil como sustituirlo por otro Bontrager más ligero, e igualmente cómodo, que los hay. Por cierto, podemos acceder al apriete de la tija del sillín retirando la 'tapita' del IsoSpeed. Así de sencillo.

Más información

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Precio

5.199 euros

Peso

8,56 kg (talla 54)

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