En cuanto a las ruedas Shimano C-50, son otro buen ejemplo del tremendo trabajo desarrollado por la marca nipona a lo largo de los años, y que ha conseguido situar estos aros de carbono entre los más preciados por aquellos ciclistas que persiguen el máximo rendimiento sin despreciar la ligereza: hablamos de 1.465 gr el par. Además, gracias al nuevo sistema Direct Engagement, ubicado en el buje trasero, se gana eficacia, reduciendo el punto muerto, además de lograr un eje más rígido.
Sobre estos aros, otro nombre clásico asociado a la competición: unos tubelizados neumáticos Vittoria Corsa Control, con su conocida tecnología de Grafeno 2.0, y montados con una interesante combinación de 25 mm delante y 28 mm atrás. Unos 28 mm que aportan un puntito extra de comodidad en el rígido tren trasero, sin perder eficacia ni calidad de rodadura. El paso de rueda máximo permitido, por cierto, es de 30 mm.

Un punto de confort que se complementa con la espectacular tija de sillín Syncros Duncan SL Aero CFT ¿Una tija 'aero' y confortable? Pues sí, porque está construida con dos piezas de carbono que flexionan entre sí, absorbiendo las vibraciones del terreno, haciendo que nos olvidemos por momentos de la rigidez innata de este tipo de bicicletas. Que no se nos pase; el sillín es un Syncros Belcarra V-Concept 1.0, con estructura y raíles en carbono, bastante cómodo, la verdad.
Donde sí que no hay apenas concesiones a la absorción es en el cockpit Syncros Creston IC SL Aero. Y es que, a pesar de que la marca canadiense de componentes afirma que la parte superior del manillar, de formas planas, está diseñada para aportar algo de comodidad, lo cierto es que, sobre la marcha, resulta difícil percibirlo. Y las irregularidades del terreno nos llegan de una forma mucho más directa en el tren delantero que en el trasero. Sus formas, además, requieren de un cierto periodo de adaptación hasta encontrar la posición idónea de las manos para cada situación.
La Scott Foil RC Pro en acción
Llegado el momento de subirnos a la Foil RC Pro, las sensaciones iniciales no pueden ser más racing, con un puesto de conducción bajito y una posición de pedaleo muy centrada encima del pedalier. Un pedalier que constituye una auténtica roca y que se encarga de transmitir con firmeza la potencia de nuestras piernas hasta la rueda trasera.

El llano y los terrenos ondulados son los terrenos predilectos de la Foil RC Pro. Aquellos tramos en los que notas cómo logras mantener medias superiores en 2-3 km/h a las habituales, y sin apenas aportar un esfuerzo adicional. En Maillot no tenemos túneles del viento ni ingenieros aeronáuticos que nos acompañen durante nuestras salidas, pero lo que está claro es que el trabajo aerodinámico realizado sobre este cuadro, así como la posición que el ciclista adopta sobre ella, se nota desde los primeros kilómetros... y cuando finalizas la ruta, paras el GPS y ves la media que te ha salido.

Bajando, y una vez adaptados a esa dirección rígida y un tanto nerviosa, la Foil RC Pro también saca a relucir sus virtudes aero. Puede parecer un ejemplo un poco simple, pero en aquellos tramos llanos de descenso donde, con mi bicicleta habitual, otros compañeros de grupeta, más pesados, me alcanzan con relativa facilidad sin dar pedales, con la Scott les resultaba complicado seguirme. Además de ofrecer un paso por curva rápido y seguro, por supuesto.
Cuando la carretera se torna cuesta arriba -talón de aquiles para muchas aero- la Foil mantiene el tipo con holgura, gracias en gran parte a esos ajustados 7,25 kg de peso final, que la convierten en una bicicleta efectiva y agresiva en repechos cortos y explosivos. Y si la cosa se alarga ya durante muchos kilómetros -hablando ya de puertos de montaña- podemos salvar la papeleta con bastante dignidad, aunque nunca podremos compararla en este terreno con su 'hermana', la Scott Addict.

La Scott Foil RC Pro es una bicicleta exigente, de las que te pide más y más velocidad, sin que apenas te des cuenta. Y lo mejor de todo, permite tragar kilómetros sin que lumbares o cuello acaben excesivamente tensionados, gracias a la tremenda efectividad de la tija Syncros Duncan SL Aero CFT y los neumáticos traseros de 28 mm. Otra cosa es el dolor de piernas con el que acabes la jornada... pero siempre será con una sonrisa en la cara.
Los amantes del rendimiento, la alta velocidad y los vatios tienen en la Scott Foil RC Pro una bicicleta ideal y mucho más polivalente de lo que, a priori, pudiera parecer. De hecho, en la última edición de Strade Bianche buena parte de los corredores del DSM utilizaron esta montura. Un buen ejemplo, sin duda, de la evolución que ha sufrido la categoría aero en los últimos años.

Cosas de familia
La gama Scott Foil RC se compone de cinco modelos que comparten cuadro en fibra de carbono HMX y la tija de sillín Syncros Duncan SL Aero CFT. A partir de ahí, encontramos montajes desde los 4.899 euros de la RC 30 (con Shimano 105 Di2) hasta los 15.999 euros de la Ultimate (con SRAM Red eTap AXS y ruedas Zipp).
- Scott Foil RC Ultimate

Transmisión: SRAM Red eTap AXS. Ruedas: Zipp 454 NSW Carbon. Precio: 15.999 euros.
- Scott Foil RC Pro

Transmisión: Shimano Dura-Ace Di2. Ruedas: Dura-Ace C50. Precio: 10.729 euros
- Scott Foil RC 10

Transmisión: Shimano Ultegra Di2. Ruedas: Syncros Capital 1.0 50. Precio: 6.999 euros
- Scott Foil RC 20

Transmisión: SRAM Rival eTap AXS. Ruedas: Syncros Capital 1.0 50. Precio: 6.299 euros
- Scott Foil RC 30

Transmisión: Shimano 105 Di2. Ruedas: Syncros RR2.0. Precio: 4.899 euros