Test: SCOTT Addict eRIDE Premium

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Autor Maillot J. Daniel Hernández
Autor de la fotoJavier Martínez

Fecha de la noticia 28/04/2021


La SCOTT Addict eRIDE es una bicicleta hecha para cambiar la opinión y perspectiva sobre las e-bikes de carretera gracias a la asistencia del ebikemotion X35, suave y poco intrusiva, y un cuadro brutal.
SCOTT Addict eRIDE Premium
Base de partida (la SCOTT Addict) espectacular. Además, con todos los cables ocultos la estética es impresionante. Asistencia poco intrusiva. Peso, reacciones, etc. de bicicleta convencional con las ventajas de la asistencia.
Los problemas de una e-bike de carretera (peso, corte a 25 km/h) y aun así en este modelo son mucho menores que en la mayoría. Dificultad para sacar la rueda trasera por las tuercas roscadas.

Que las e-bikes están evolucionando rápidamente no es ningún secreto. Que hay gente muy reticente, especialmente cuando hablamos de bicicletas eléctricas de carretera, tampoco. Es cierto que es un sector más complicado, pues el peso añadido (en un ambiente en el que se tratan de limar los gramos posibles) y el corte a 25 km/h dificulta su practicidad. Pero hay productos, como la SCOTT Addict eRIDE que probamos, que vienen a llenar un hueco existente y a colmar las necesidades de algunos ciclistas que sí que le pueden sacar un gran partido.

Porque con esta e-bike, SCOTT ofrece un producto espectacular que puede satisfacer plenamente a los ciclistas que consideren que les ha llegado el momento de dar el salto a las eléctricas y, con los mismos argumentos, convencer a los escépticos. Es cierto, insisto, que en carretera la llegada de las e-bikes se ha antojado más complicada porque lo normal es mantener velocidades superiores a los 25 km/h a los que corta la asistencia y que las ruedas más finas y el menor peso son los mejores aliados cuando la carretera se empina hacia arriba.

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SCOTT Addict eRIDE Premium
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Es cierto también que, para ello, SCOTT ha sabido ver la ventaja de partir de una gran base como es la Addict RC que ya tuve la ocasión de probar. Pero el hecho de añadir un motor y una batería a cualquier bicicleta es delicado y complica bastante el proceso. No sólo físicamente por el hecho de tener que añadirle unos cuantos kg de peso, sino por cómo se soluciona todo el cableado nuevo que hay que poner, los botones y/o displays, batería, puertos de carga, etc.

Eso sí, a pesar de que la base (no sólo estética, sino también en geometría y comportamiento final) es la Addict RC, en SCOTT han trabajado en el carbono HMX con el que está fabricado el cuadro, cantidad y disposición de las láminas, en algunas zonas más sensibles a las nuevas cargas generadas por las inercias y peso del sistema, como los tirantes, la caja del pedalier o tubo de la dirección y diagonal. Con ello, el peso del cuadro se mantiene bastante contenido, con una cifra de poco más de 1 kg.


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Motor en el buje trasero

Además, buscando simplificar todo al máximo, SCOTT ha apostado por el sistema Mahle ebikemotion X35 con el motor en el buje trasero y la batería integrada en el tubo diagonal (sin acceso por parte del usuario). Este pequeño motor al buje aporta 40 Nm de par motor, sin duda una cantidad poco asombrosa si lo comparamos con otros sistemas al pedalier, pero mucho menos intrusivo y más que suficiente para un ciclista que se mantenga mínimamente en forma.

La batería integrada cuenta con 252 Wh de autonomía, una cifra acorde al uso de una bicicleta de carretera (en la que rodando en el llano a un ritmo mínimamente alegre superaremos los 25 km/h y, por tanto, no actuará la asistencia). Por si acaso, SCOTT le ha añadido a este modelo una batería xTra Power de 208 Wh (para un total de casi 460 Wh de autonomía) con una discreta forma de bidón y que, por tanto, va instalada en un portabidón que se puede utilizar de forma convencional si no llevamos la 2ª batería.

SCOTT Addict eRIDE Premium

Mahle declara un peso de menos de 3,5 kg para todo su sistema (motor, batería, punto de carga, HMI y cableado); por eso, el resultado de la base Addict RC con el ebikemotion X35 es de un peso real de menos de 11 kg con el motor y la batería interna en talla M (concretamente 10,96 kg con los dos portabidones y 12,65 kg ya con la segunda batería y la multiherramienta Syncros Matchbox con 19 herramientas que puedes ver en las fotos). Es decir, que ya con motor y batería interna tenemos un peso razonable y bastante asequible si tenemos en cuenta que es una e-bike.

Más detalles de este sistema de asistencia

La SCOTT Addict eRIDE Premium sólo cuenta con la sencilla botonera iWoc ONE en el tubo superior. Mediante su sistema de colores del LED (blanco, verde, naranja y rojo) sabremos la carga que nos queda en la batería y el nivel de asistencia que llevamos. Por defecto nos muestra el nivel de la batería según el color… si le presionamos una vez nos muestra el nivel de la asistencia durante unos instantes en los que parpadea y si le presionamos dos veces seguidas nos cambia al nivel de asistencia superior. Este punto hay que tenerlo en cuenta, con este sistema sólo podemos cambiar “hacia arriba” y para pasar a un modo neutro o de menor asistencia tendremos que pasar antes por todos los niveles superiores que nos queden. Para tener un mayor control deberíamos instalar el Smart Color Display de Mahle (que además es compatible con, por ejemplo, monitores de frecuencia cardiaca).

Electrificado de arriba a abajo

Particularmente creo que para una bicicleta de carretera es más que suficiente. No obstante, gracias a su conexión Bluetooth (4.0 o superior y ANT+) es compatible con algunos dispositivos GPS, con lo que te permitirán tener un mayor acceso a la información sobre el nivel de asistencia y la carga de la batería.

Por otro lado, ebikemotion dispone de una App con el que tendremos el control absoluto del sistema, pudiendo hacer un diagnóstico del sistema, controlar el uso que hacemos de la bicicleta (ideal para llevar un mantenimiento según el kilometraje como con los coches), modificar parámetros desde nuestro smartphone así como controlar los datos habituales de las salidas y compartirlo en las redes sociales.


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SCOTT Addict eRIDE Premium
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El puerto de carga, que también hace las funciones de puerto de la batería extra, se encuentra en el tubo vertical, junto al desviador delantero. Lo cierto es que la forma de enganche del puerto está bastante bien y aunque pueda parecer que en superficies rotas se pueda soltar con las vibraciones, yo no he tenido ningún problema… y he pasado algún tramo en bastante mal estado, bajadas con badenes y una zona de adoquines.

Un montaje de muchos kilates para la Addict eRIDE Premium

Antes de meternos de lleno en el análisis de cómo se comporta la SCOTT Addidct eRIDE, que es probablemente la parte que más os interese por las dudas, incertidumbre y atención que genera este segmento de bicicletas, vamos a hacer un repaso a otros de los componentes del montaje de esta bicicleta (en la sección de detalles tenéis más información y componentes). Como su propio nombre indica es Premium, cuenta con lo mejor de lo mejor que ya hemos visto en su hermana convencional: un grupo Shimano Dura-Ace Di2, conjunto de manillar y potencia Syncros Creston iC, ruedas Syncros Capital 1.0 (con neumáticos de 700x30), tija Syncros Duncan SL Aero de fibra de carbono y un sillín Syncros Belcarra Regular 1.0.

Puesta a punto perfecta

Más adelante desgranaré otros detalles, pero he de decir que me sorprende que esta bicicleta use una configuración de platos compact (50/34) con un cassette 11-30. De inicio podríamos pensar que al contar con asistencia qué mejor que llevar un conjunto de platos más grande, con un 52 o un 53. Pero si lo pensamos fríamente nos damos cuenta de por qué esta elección. Es más sencillo mantener una cadencia de pedaleo más alta con esta configuración, lo que permitirá una mejor gestión de la asistencia y vida útil de la batería en tramos de ascenso (si vamos atrancados, desgastaremos antes la batería y nuestras propias fuerzas). Además, cuando toca pedalear en llano, a una velocidad superior a los 25 km/h tendremos un aliado en el 50 (frente a uno más grande) para mover los kilos extra que tenemos que arrastrar.

Otro detalle curioso es la apuesta por dos discos de 160 mm. Para alguien que ha probado varias e-bikes (tanto de carretera como de montaña), el hecho de que la bici sea eléctrica ya implica de forma inconsciente la necesidad de un disco de 180 mm en la rueda delantera. Aunque por otro lado es cierto que para una bici de carretera unos discos de 140 mm suelen ser suficientes, así que… nuevamente tenemos un acierto con una medida justa que también permite mantener el peso controlado sin correr riesgos. Además, en este caso al tener la mayor inercia por peso localizada en la rueda trasera, el trabajo del disco delantero no se ve tan comprometido cuando necesitamos frenar de forma brusca.

SCOTT Addict eRIDE Premium
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En acción con la Addict eRIDE

Llega el momento de echarse a la carretera con la Addict eRIDE y surgen las dudas. Para probar esta bici, para saber encontrar realmente su terreno, hice un ejercicio de honestidad (conmigo mismo) antes de salir a pedalear. Evidentemente estoy en forma, al menos no estoy en mala forma, pero tampoco en una forma tan buena como me gustaría. De hecho, no me apetece batirme el cobre con las grupetas de pseudo pros y campeones del mundo que inundan las carreteras los fines de semana. Así que analizando dónde se moverá mejor (está claro, en las subidas) y dónde peor (en el llano y las bajadas) empiezo por lo complicado.

Rodando en llano o con muy poca inclinación (tanto positiva como negativa) la velocidad instantánea y la media de los tramos baja ligeramente. Se nota el peso extra que arrastramos, las leves fricciones que transmite el buje trasero (eso sí, bastante menores que otros sistemas al pedalier) y el mayor balón de los neumáticos. Es la sensación de rodar con algo de viento de frente. Poco, muy poco, apenas una leve brisa, pero lo suficiente como para que vayamos 2-3 km/h más lentos de lo que nos gustaría.

Está claro que por el concepto de bicicleta con asistencia y por la base utilizada (una laureada escaladora), el terreno de la Addict eRIDE son los ascensos. Y es aquí donde le sacamos el máximo partido. Como he dicho, el Mahle ebikemotion X35 ofrece un par motor de 40 Nm nada más, lejos de otros sistemas más habituales en las eMTB, por ejemplo. Sin embargo, hay que tomarse este sistema como lo que es, una ayuda, un impulso extra (y constante) en las subidas que nos permite bajar sensiblemente la cifra de nuestras pulsaciones mientras mantenemos la velocidad.

SCOTT Addict eRIDE Premium

Este sistema, ni siquiera en su modo de máxima asistencia, genera el “efecto moto” de otros sistemas, sino que nos obliga a dar pedales con una cadencia alta para sacarle el máximo partido. Como decía antes, es una forma de bajar nuestras pulsaciones manteniendo la misma velocidad o subir nuestra velocidad manteniendo unas pulsaciones altas. Por poner otro ejemplo, los ciclistas que están en forma y a los que les gusta exprimirse podrán subir “a plato” cuestas que con una bici convencional hacen en plato pequeño. O, si somos capaces de mantener una cadencia alta de pedaleo, simplemente podremos bajar dos o tres coronas menos del cassette para avanzar más rápido. Eso sí, si no nos esforzamos, en ningún momento la bicicleta va a subir por nosotros.

La comparación, posiblemente, sea un poco manida, pero es bastante representativa. Con la asistencia “apagada” (sin funcionar porque superamos los 25 km/h, porque la llevamos apagada, etc.) la sensación es la de rodar con un pequeño lastre, como un viento de cara muy ligero; sin embargo, la sensación con el primer nivel de asistencia es la contraria, rodamos con un viento muy ligero a favor, parece que las ascensiones suaves se hacen con un poco más de alegría. Hay quien dice que “compensa” el peso extra del motor y demás, particularmente creo que añade un poco más, apenas apreciable; en el segundo nivel de asistencia el viento es muy a favor, como rodar arropados dentro de un pelotón, pero cuesta arriba; en el tercer nivel de asistencia es como si tenemos a un compañero al lado empujándonos… la sensación es increíble, de llevar un ritmo completamente fuera de nuestras posibilidades, aunque siempre con la sensación de que nuestras piernas soportan gran parte de ese esfuerzo.

Como último apunte, en las bajadas, si venimos de una bicicleta de carretera muy ligera podremos notar cierta “pereza” en la rueda trasera a la hora de hacer algunas maniobras debido al peso del motor. Realmente nada que nos influya en exceso ni a lo que no nos acostumbremos en dos salidas. La distancia de frenado, al menos con este acabado Premium, es exquisita y la manejabilidad también. Si acaso, en los primeros descensos y de forma completamente intuitiva, seguramente pongamos un poco más de peso en la rueda delantera para compensar, logrando un equilibrio muy bueno.

SCOTT Addict eRIDE Premium

Conclusión: ¿Para quién es una e-bike como la Addict eRIDE?

Posiblemente alguien que venga de una e-bike con motor al pedalier note que a este sistema le falta “chicha”, pero esa es la clave, es un sistema mucho menos intrusivo, mucho más cercano al uso de una bicicleta convencional, un sistema mucho más agradable para los que piensan que todavía no les ha llegado su momento de dar el salto a las e-bikes. Entonces ¿para quién es?

Si sales en grupo y sufres mucho en las subidas, una e-bike como esta SCOTT Addict eRIDE te puede ayudar mucho, en el llano no sufrirás en exceso, más aún si rodáis a un ritmo más distendido y sin llevar el cuchillo entre los dientes. Y en las subidas podrás gozar de ese impulso extra que evitará que el resto de la grupeta te tenga que esperar en lo alto del puerto.

También es para ciclistas que, por edad, lesiones, etc. hayan perdido la forma, vivan en zonas de montaña y sean reticentes a volver a salir por miedo a las pájaras o a la sensación de ahogo en las subidas. O para ciclistas que salen solos, que no les preocupa la media de velocidad que marca el dispositivo de turno al final de la ruta, pero que los puertos de montaña cada vez les generan más respeto. Con una bici como esta es más fácil gestionar las fuerzas. Sí, en estos casos hay otros sistemas que también te ayudan, posiblemente mucho más, pero también es cierto que en el ciclismo de carretera hay cierto gusto por el sufrimiento en las subidas que parece perderse con la asistencia. Y en este caso no es así. Un sistema como el ebikemotion X35 de la SCOTT Addict eRIDE nos ofrece el justo término medio que las e-bikes de carretera estaban demandando.

SCOTT Addict eRIDE Premium

Cosas de familia SCOTT Addict eRIDE

La familia Addict eRIDE de SCOTT está formada por 3 modelos (uno de ellos, la Addict eRIDE 10, en versión mixta o en versión Contessa). Su PVP parte de 4.549 € hasta los 9.499 € de la versión Premium que hemos probado. Todos ellos con el mismo cuadro de fibra de carbono HMX Addict RC. El modelo más económico cuenta con transmisión mecánica, y a pesar de no montar el conjunto Syncros Creston iC, el cableado se mantiene completamente oculto incluso desde el manillar. Sin duda un acierto estético.

Detalles de la bici

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Motor

Sin duda el gran protagonista de esta bicicleta por su bajo peso, buen rendimiento, la facilidad que supone para el diseño y lo que condiciona su uso por los 40 Nm de par. Esto último no es una crítica, en absoluto, sino refrendar que quien lo compra debe saber lo que está comprando.

No se puede esperar de él aceleraciones fulgurantes o un nivel de asistencia equiparable a otros sistemas, sino que nos ofrecerá una asistencia poco intrusiva, más cercana a la experiencia “real” de ciclismo. Todo ello con un sistema de 3,5 kg nada más (incluyendo batería, cableado, etc.) y una discreción que nos lleva a preguntar muchas veces ¿dónde está el motor?

SCOTT Addict eRIDE Premium
Cuadro

La Addict RC es un gran punto de partida, vuelvo a decirlo. En este caso SCOTT ha modificado un poco el carbono HMX utilizado (laminado, disposición, etc.) para soportar las cargas extra de albergar el sistema de asistencia. Con ello, el cuadro tiene un peso de poco más de 1 kg.

En cuanto a su geometría, se mantiene prácticamente igual que el de la Addict RC, logrando un comportamiento ejemplar. Para los amantes de los números decir que en talla M el ángulo de la dirección es de 72,5º, el del sillín es de 74º, las vainas de 422 mm (para albergar neumáticos de mayor balón) el Reach de 380,9 mm y el Stack de 572,4 mm, con una distancia entre ejes de 1.002,6 mm.

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Cockpit

El conjunto de manillar y potencia Syncros Creston iC es otra de las señas de identidad que SCOTT está incorporando a sus bicicletas tope de gama… y la Addict eRIDE Premium no podía ser menos. Es uno de los sistemas que mejor soluciona el guiado del cableado por el interior de su estructura y de la zona de la dirección. Y como detalle incluye dos cabezales en su zona inferior para incorporar un soporte para dispositivos GPS.

Ergonómicamente es muy bueno, al menos para mi gusto, con zonas de agarre cómodas sin perder la aerodinámica y con unas formas muy bonitas y atractivas. Tiene formas denominadas compactas (con 75 mm de reach y 125 mm de caída) y un peso declarado de 325 g para la versión de 420 mm de ancho y 110 mm de largo de potencia (la versión que encontramos en la talla M).

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Transmisión

Un grupo completo Shimano Dura-Ace Di2 triunfa en cualquier bicicleta. En este caso lo encontramos en una sorprendente configuración de platos “compact” 50/34 con un cassette 11-30 que, sin embargo, cobra mucho sentido cuando nos ponemos en marcha.

Respecto a los frenos, poco más se puede decir que no se haya dicho de ellos, modulables, con muy buena ergonomía y posibilidades de adaptar la maneta, gran potencia de frenado… con los discos de 160 mm no echaremos en falta potencia de frenado en ningún momento.

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Tija y sillín

Como he comentado en el texto, la tija es una Syncros Duncan SL Aero de fibra de carbono sin retroceso. El sistema de anclaje de la tija al cuadro es muy sencillo y minimalista, pero efectivo. Tiene un alto nivel de cuidado por el detalle. Syncros declara un peso de sólo 160 g pese a los 400 mm de longitud que tiene.

El sillín es un Syncros Belcarra Regular 1.0 con raíles de carbono. Se suele aceptar que los sillines de e-bikes deben tener una forma especial por el mayor tiempo que pasamos sentados; más aún debería serlo en una e-bike de carretera. Sin embargo, este sillín plano de 250x130 mm (y estéticamente precioso) es muy cómodo y pesa sólo 200 g.

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Ruedas y neumáticos

Una de las ventajas del pequeño rediseño sufrido por este cuadro para albergar el sistema de asistencia es que monta sin problemas neumáticos de 30 mm. Seguramente muchos usuarios prefieran unos de 28 mm (en teoría más que suficientes para las prestaciones de esta bicicleta), pero el neumático de mayor balón aporta un confort superior al rodar por terrenos rotos (además de más tracción cuando la asistencia nos ayuda en las subidas y agarre en las bajadas).

Las Syncros Capital 1.0 son unas ruedas con llanta de carbono UD, diseñadas para un uso robusto (en teoría son para gravel, pero admiten muy bien el motor del buje trasero) con un ligero perfil aerodinámico de 40 mm y 23 mm de ancho interno para albergar los neumáticos de mayor balón. En condiciones normales son unas ruedas de 1,6 kg, pero en este caso hay que añadir el peso extra que supone el motor ebikemotion X35.

Más información


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Precio

9.499 €


Peso

10,96 kg (talla M)

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