Test: Probamos la Giant Defy Advanced E+ Elite 1, una e-road cómoda, integrada y eficiente
La ‘gran fondo’ de la marca, ahora también eléctrica.



Como el que no quiere la cosa, Giant ha ido renovando su gama de carretera a lo largo de los últimos meses para ofrecer en estos momentos uno de los catálogos de ‘ruedas finas’ más interesantes del mercado, tanto por opciones de montajes como por rango de precios.
La actualización de modelos comenzó durante la segunda mitad de 2023, con las renovadas Propel (aero) y Defy (gran fondo). Bicicletas plenamente asentadas en el mercado que tan solo necesitaron de una pequeña cura de adelgazamiento y un mejorado trabajo de integración para volver a estar en primera línea.
Algo similar sucedió meses después, en la primavera del año pasado, con la llegada de la 10ª generación de su ‘buque insignia’, la Giant TCR, ahora más rápida y sólida, sin perder un ápice de la ligereza y la reactividad de la que siempre ha hecho gala cuando la carretera se torna cuesta arriba. Así lo pudimos comprobar de primera mano en el Road Camp 2024 organizado por Giant Ibérica en Mallorca el pasado mes de abril.
Pero se echaba en falta en el catálogo del ‘gigante taiwanés’ una e-bike puramente de carretera, pues la familia Revolt de gravel ya cuenta desde hace tiempo con su versión eléctrica. Un ciclismo, el de pedaleo asistido en carretera, que todavía no goza de mucha popularidad en nuestro mercado, pero que en otras latitudes es toda una realidad y va ganando adeptos.
Y lo cierto es que con productos tan bien facturados como esta nueva Defy Advanced E+ Elite, esperamos que esta categoría se vaya asentando y vayamos olvidando los prejuicios que en ocasiones acompañan a este tipo de bicicletas.
Potenciando las virtudes ‘gran fondo’
A la hora de dar forma a esta e-bike de carretera, Giant entendió que el usuario de este tipo de bicicletas no va a ser un ciclista de rendimiento, por motivos obvios, sino un ciclista que prioriza la comodidad y la opción de pasar muchas horas encima de la bicicleta disfrutando de la ruta. De ahí que el concepto ‘gran fondo’ de la Defy original haya sido el punto de partida.
Nos encontramos, por tanto, ante un cuadro de carbono de nivel Advanced, acompañado de una horquilla del mismo material, pero de nivel Advanced SL, y que cuenta con una geometría bastante similar a la Defy convencional. Las pequeñas variantes en cuanto a números que podemos encontrar viene derivadas de la necesidad, principalmente, de un tubo diagonal de mayores dimensiones para dar cobijo a la batería.
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Aún así, la posición sobre la bicicleta es bastante calcada, por no hablar de la estética. No hay más que contemplar una imagen lateral de ambas versiones de la Defy para comprobar lo difícil que resulta diferenciarlas y, por lo tanto, aplaudir el trabajo realizado por Giant en este sentido.
¿Otros detalles a tener en cuenta del cuadro? Pues un generoso paso de rueda de 38 mm (de serie viene con neumáticos de 32 mm), el sistema de dirección sobredimensionado OverDrive Aero (heredado de la Propel), un cableado interno que aporta una estética general muy limpia y, finalmente, la luz trasera integrada. Una idea, esta última, que sinceramente nos gustaría ver más a menudo en bicicletas de carretera, al menos de perfil no competitivo. Por ‘rizar el rizo’, le pediríamos a Giant que de cara a próximas versiones, dicha luz pueda ser también parpadeante, además de fija.