Test: Test: Giant Revolt E+
Un viaje eléctrico



Hace un par de años tuve la posibilidad de probar una de las bicis más espectaculares del segmento gravel: la Giant Revolt Advanced. Aquella bici era un cohete que ya anticipaba esa nueva subcategoría que ahora se denomina “gravel race”.
Con esos antecedentes, cuando llegó la Giant Revolt E+ metí codos para poder probarla. Pero ya os adelanto que el resultado en esta ocasión ha sido bien distinto. Porque la Giant Revolt E+ no es la versión eléctrica de la Revolt Advanced. La Revolt E+ es una bici con otros objetivos y otras aspiraciones en la vida, y no solo porque lleve un motor y una batería.
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Su diseño no evoca velocidad, sino resistencia. Y su geometría define una bici que no tiene miedo a ser larga entre ejes, que prefiere mantener al ciclista en una posición relajada y se ha dibujado con una longitud de vainas 30 mm mayor que su versión sin motor. La Giant Revolt E+ está creada por alguien que la imaginó en un largo viaje y no en un sprint gravelero.
Lo que sí es cierto es que ser un ebike te permite relajarte con la geometría, con la seguridad de que el motor pone otras cualidades deportivas si el ciclista lo exige. Son como esa gente afortunada que puede comer de todo sin engordar.