Giant TCR, Defy, Propel ¡Probamos las tres!

Pero también es verdad que este Giant Road Camp 2024 nos ha permitido conocer de primera mano, y a través de los principales responsables de la marca para España y Francia, las novedades que han incorporado tanto TCR como Defy y Propel en sus últimas versiones, así como experimentarlas sobre el asfalto de las bonitas (y ventosas) carreteras del norte de la isla de Mallorca.

Una buena forma, sin duda, de obtener unas primeras sensaciones de cada modelo y transmitiros sus principales diferencias, con el fin de ayudaros a descubrir cuál es la Giant de carretera que mejor se adapta a vuestras necesidades.

Las condiciones de fuerte viento reinantes el día del test en Mallorca, con rachas realmente fuertes y peligrosas, nos obligó a modificar la ruta inicial prevista desde Port de Pollença hasta el Cap de Formentor. Pero sí pudimos ascender el corto pero exigente Coll de la Creueta para disfrutar de una espectaculares vistas y probar la TCR en su hábitat natural.

Una bicicleta en la que desde el primer momento te sientes perfectamente acoplado... es una gran bicicleta. Y si además percibes que cada pedalada se transmite con firmeza al reactivo tren trasero, se convierte en una máquina escaladora de primer nivel. Pero es que bajando la TCR es precisa, rápida y segura, permitiendo trazar cada curva con tiralíneas y confianza, logrando un equilibrio, en ocasiones, nada fácil de alcanzar en bicicletas de este carácter.

Con el objetivo de protegernos de las fuertes rachas de viento, buscamos las resguardadas carreteras que conducen hasta la Cala de San Vicente. Carreteras en las que la TCR se mostró como una solvente rodadora. Nunca al nivel de su 'hermana' Propel, como veremos más adelante, pero sin desentonar en absoluto en una grupeta que ruede a alta velocidad en el llano.

En definitiva, una Giant TCR que en esta 10ª generación sigue siendo, más que nunca, la bicicleta ideal para todos aquellos ciclistas que buscan una montura ágil, rápida y ligera, pero con una posición no demasiado exigente que la convierte en una máquina de rendimiento muy polivalente, y con un puntito de confort, de la mano de su tija Variant de carbono, realmente de agradecer. 

En esta ocasión, tomamos la carretera que bordea la bahía de Pollença en dirección sur para llegar hasta Alcudia. Y desde ahí, ascender hasta la ermita de La Victoria, una corta pero exigente subida donde nos quedó claro que la Defy permite subir cómodo y a ritmo, pero sin la explosividad de la que hace gala la TCR. Algo tendrán que ver las vainas de 420 mm de la gran fondo.

Por contra, rodando por las carreteras rotas y bacheadas del entorno es donde la Defy mostró sus mayores virtudes, con un cuadro que filtra muy bien las irregularidades, en colaboración con el conjunto de manillar, tija y neumáticos al que hacíamos alusión líneas atrás. De hecho, el cuadro admite neumáticos de hasta 38 mm de ancho, por lo que podríamos llegar a tener una bici de 'light gravel' muy interesante.

Defy es la bicicleta idónea para los que priorizan el confort de marcha sobre los vatios, las rutas de más de cuatro horas sobre las salidas explosivas o la experiencia de perderse por carreteras inhóspitas sobre los KOM's de Strava. En definitiva, y como hemos dicho en más de alguna ocasión sobre este tipo de bicis, la mejor opción para la inmensa mayoría de los aficionados medios que pedalean por carretera.

Pero, no nos engañemos, la Propel sigue siendo una bicicleta muy rígida y exigente, a pesar de contar con una geometría prácticamente idéntica a la de la TCR. Una rigidez que se traduce en potencia y velocidad desde la primera pedalada, reforzada por la presencia de componentes como las magníficas ruedas Giant SLR 1 de 50 mm de perfil, en el caso de la unidad que pudimos probar en Mallorca, una Advanced Pro 1 montada con SRAM Rival eTap AXS, y con un PVP de 5.599 euros.

Las condiciones del viento nos obligaron, de nuevo, a cambiar los planes, y regresamos con la Propel hasta la ermita de La Victoria, pero transitando por carreteras interiores, alejadas de la bahía, plagadas de curvas y cambios de ritmo donde la Propel se mostró en su salsa en todo momento. Es una bicicleta que pide a gritos agarrarte en la parte baja del manillar y exprimirte a fondo, incluso cuando el terreno se torna cuesta arriba, especialmente en repechos cortos y explosivos. Obvia decir que para abajo es un auténtico misil. El ciclista que busque rendimiento y velocidad encontrará en la Giant Propel su mejor arma, sin duda alguna. 

Junto a ellos, tuvimos la posibilidad de pedalear junto a ilustres embajadores y amigos de la marca como Pedro Delgado, Sylvain Chavanel o el exfutbolista y seleccionador argentino de fútbol Lionel Scaloni, un auténtico apasionado del ciclismo que anda mucho, muchísimo, en bicicleta. 

Durante la presentación previa a la jornada de test, junto a un showroom donde se exhibían algunos de los modelos más emblemáticos de la Giant TCR a lo largo de sus 28 años de historia, también pudimos contemplar de cerca la familia de ruedas Cadex de carbono, auténticas obras de ingeniería (1.245 gr el juego de las Max 40) que, por cuestiones de agenda, no pudimos llegar a probar sobre el asfalto, y que nos apuntamos en la lista de tareas pendientes para próximas ocasiones.

Y todo ello, en un entorno mágico para el ciclismo de carretera como es Mallorca, no solo por sus rutas y paisajes, sino también porque el ciclista es recibido con los brazos abiertos en hoteles, restaurantes y establecimientos con todo tipo de facilidades. El éxito continuado de eventos como la Mallorca 312, que se celebró unos días después, es buena prueba de ello.