Test: Probamos la Cervélo S5 Ultegra Di2, el diseño al servicio de la aerodinámica
¿Una de las bicis de Batman?



Últimamente en la redacción nos ha dado por categorizar a algunas bicis como “la bici de Batman”. Ojo, siempre lo hacemos en broma, pero eso no esconde un punto de realidad; y es que hablamos de bicis con unos diseños futuristas en los que la ganancia aerodinámica es el factor fundamental y definitorio. Lo hemos dicho de la nueva SCOTT Foil RC, de la nueva Trek Madonne… y se puede decir de una bici como esta Cervélo S5.
Y es que, bromas aparte, hay marcas como Cervélo que todavía hacen una apuesta importante por el segmento “aero”, con modelos muy diferenciados de los que tienen un carácter más escalador. Y esto es lo que destila la S5 por cada hebra de su fibra de carbono.
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¿Apuesta continuista?
Cuando se lanzó la primera generación de la Cervélo S5, en 2011, ya rompió moldes. Desde entonces ha mantenido clara su línea de apostar por la aerodinámica aun por encima de la búsqueda de la ligereza como ha ocurrido con otros modelos. El modelo que probamos es la tercera generación de la S5 y se presentó, como tal, en 2018. No obstante, durante estos años ha ido recibiendo pequeños cambios, los últimos para este modelo 2023 y muchos de ellos ocultos a la vista, que la convierten en una bicicleta completamente diferente.
Por ejemplo, el modelo 2023 no es compatible con grupos mecánicos ni con el grupo EPS de Campagnolo, sólo con los grupos inalámbricos Di2 de Shimano y eTap AXS de SRAM. A cambio, ha ido ganando paso de rueda con los años y actualmente monta neumáticos de 28 mm y admite de hasta 34 mm, lo que le ha permitido ganar confort en la rodadura, algo que se agradece cuando tenemos un cuadro tan rígido pensado para dar el máximo rendimiento en los sprints.
Por ejemplo, la espectacular potencia ST35 también ha recibido mejoras en las últimas evoluciones. Además, en su concepción original se diseñó con esta forma de V para ocultar y guiar el cableado de los grupos mecánicos (en los catálogos anteriores que incluían grupos mecánicos) y de los frenos. La forma interna de la potencia permite que al girar el manillar el cableado se mantenga en su sitio sin cruzarse unos con otros o tener roces y retenciones innecesarias.
En el modelo actual, sólo con latiguillos de frenos, cuando estás en marcha la sensación es de llevar un grupo completamente “wireless”. Además, según declara Cervélo este sistema es 53 g más liviano que el usado anteriormente.
Y es que, de hecho y así hay que reconocerlo, en esta tercera generación es la parte delantera la que se lleva la mayor parte de las miradas. Y no sólo por el cockpit tan especial, sino también por el espectacular diseño de la pipa de la dirección, que permite una continuidad en las formas de las botellas hasta llegar a la propia potencia, mejorando la rigidez de la parte frontal en un 13% y la aerodinámica respecto a un sistema más convencional.
Si añadimos las mejoras aerodinámicas realizadas en la parte trasera, la S5 tiene una ventaja aerodinámica declara de 65 g de DRAG que la versión anterior. Por cierto que otro punto que ha recibido mejoras apenas perceptibles a la vista, pero muy importantes es el pedalier, con un marcado carácter “oversize” que ha incrementado su rigidez en un 25%. Y es que la S5 está diseñada para aguantar los “zapatazos” de algunos de los sprinters más fuertes del pelotón.
Geometría y formas de la Cervélo S5
Normalmente cuando hablamos de bicicletas de corte aero como la S5 inmediatamente pensamos en que nos va a castigar, y mucho, las lumbares. Tanto por la rigidez masiva que suelen ofrecer estos cuadros, que trasladan cualquier mínima irregularidad hasta el sillín, como por el hecho de que vamos a tener que inclinarnos mucho hacia delante para lograr la posición más aerodinámica posible.
Pero Cervélo cuidó mucho estos detalles cuando lanzó la S5, de hecho, es algo que siempre ha cuidado. Y esto también contribuya a que estemos ante una bici muy moderna pese a los años que han pasado desde su lanzamiento, más aún si tenemos en cuenta la remodelación hecha en este modelo 2023 y que ya ganó el Tour de Francia 2022.
Por ejemplo, en talla 54 (la que probado, tenéis el resto de medidas según cada talla en la web de Cervélo), la distancia entre ejes se queda en 975 mm, es muy compacta. Y lo es, en gran medida y pese a tener un paso de rueda bastante generoso, por unas vainas súper cortas de 405 mm conseguidas gracias a ese diseño espectacular en el que el tubo del sillín abraza la rueda trasera con una precisión milimétrica.
Los tirantes, además, suben de forma ligeramente curva hasta unirse con el tubo vertical cambiando radicalmente de forma a partir de ese punto. Es todo un ejercicio de diseño estudiado al más mínimo detalle que nos da como resultado una mejor aerodinámica para rodar, pero con una trasera compacta para salir disparados a la mínima insinuación de los pedales. Esto, también, es parte del secreto de por qué la S5 sube tan bien pese a su mayor peso.
Precisamente el ángulo efectivo del tubo del sillín es de 73º, los mismos grados que nos encontramos en la dirección; eso sí, con una horquilla ligeramente inclinada hacia delante con un offset de 46 mm y un trail real (distancia entre el punto donde el neumático toca el suelo y la proyección teórica del eje de la dirección) de 56,2 mm.
El resultado, es una posición bastante centrada de pedaleo y una dirección algo nerviosa, pero muy manejable, que también contribuye a que esa distancia entre ejes sea bastante compacta para una bicicleta tipo aero. De hecho, todas estas medidas parecen más propias de una bicicleta de corte escalador, y la realidad es que pueden contribuir a su buen rendimiento en todos los terrenos, ya que está claro que a altas velocidades la conseguida aerodinámica es el principal factor a favor.