Los riesgos de los insectos en el ciclismo
Los insectos son parte del diario de un ciclista sobre todo en estos meses de verano. Las moscas alrededor nuestro, una avispa que nos pica bajando el puerto, una oruga procesionaria que se nos cae en el cuello, o un tábano de esos tamaño XL que nos deja la pierna súper inflamada… A veces no es fácil mantener la calma, pero no nos queda más remedio que lidiar con estos pequeños, pero incómodos amigos.
Mantén la calma siempre… Si puedes
Independientemente de que algo te pique, se te meta en el maillot, en los ojos o debajo del casco, el primer consejo es mantener la calma. No es fácil porque los insectos nos suelen poner un poco nerviosos, pero lo mejor es parar y tratar de quitarte el insecto o el aguijón en caso de que te haya picado, como pasa con las abejas, que te clavan el aguijón y lo pierden. Las avispas por otro lado, pueden clavarte el aguijón varias veces, pero este no se queda incrustado en tu piel. Independientemente del tipo de insecto que sea, es mejor parar, que tratar de solucionarlo en marcha.
Lo más habitual es que se meta dentro del casco, o del maillot si lo llevamos abierto. No pierdas el tiempo haciendo aspavientos con los brazos para sacarlo y, sobre todo, no te quites el casco en marcha para que el insecto se vaya. Te paras en un lugar seguro, te quitas el casco o el maillot, buscas el insecto y le ‘invitas’ a irse. Tampoco hay que ir matando insectos por mucho que nos molesten…
Avispas, abejas y alergias
Como comentábamos antes, las picaduras de avispas y abejas son las más comunes. Tan solo tienes que recordar, que las abejas dejan el aguijón clavado y conviene que te lo quites cuanto antes y no lo presiones, porque pueden seguir soltando veneno. Las avispas pueden picar varias veces con el mismo aguijón. Es difícil hacer nada contra unas u otras, pero si te pican, además de quitar el aguijón, limpia si puedes con agua y jabón la zona y aplica un poco de hielo. Lo más normal es tener la zona inflamada y enrojecida unos días. Y si quieres, siempre puedes llevar a mano uno de los muchos productos de farmacia para rebajar la sensación de picor tras una picadura, que contienen amoniaco como principio activo. No previenen, pero alivian.
Otro tema es el de las alergias. Una alergia grave a las picaduras de abeja, conocida como anafilaxia, es potencialmente mortal en muchos casos y requiere de atención médica urgente. Este tipo de alergia puede provocar aparte de las reacciones cutáneas y enrojecimiento de la zona, dificultades para respirar, hinchazón de la garganta y la lengua, nauseas y vómitos e incluso mareos y desmayos.
Estos síntomas también te pueden aparecer si te pican una gran cantidad de abejas a la vez, aunque no seas alérgico, pero. Si crees que puedes ser alérgico a las abejas, no dudes en revisarlo con el médico, para poder acceder a un tratamiento adecuado. Es un tema muy serio. También es importante que si eres alérgico, se lo comentes a tus compañeros de salida, para que sepan como actuar en caso de problemas con las abejas u otros insectos que la causan.
Hay muchos ciclistas alérgicos a las picaduras de abeja, que llevan consigo una dosis de adrenalina precargada, para aplicársela en caso de picadura o un corticoide oral para evitar los primeros síntomas. Como es un tema serio, siempre asesórate con tu médico habitual y no olvides comentarlo en la grupeta.
Tábanos y procesionaria
Los tábanos, junto con las moscas y los mosquitos, entran dentro de la categoría de dípteros y su picadura provoca un enrojecimiento de la zona con erupción cutánea y en el caso de los tábanos, suele ser muy dolorosa e incluso atraviesan las capas de tela que lleves. Si ves un tábano adosado a tu muslo, no le dejes posarse ni un segundo más. Y recuerda que moscas, mosquitos, tábanos o incluso pulgas, provocan tras la picadura un ardor y un picor constante, que dentro de lo posible conviene que no te rasques, porque si no aumentará el dolor y puede provocar hasta infecciones en la piel.
Lo de la procesionaria puede que no hayas oído hablar nunca de ella, pero es una oruga que posee unos pequeños pelos urticantes que, al entrar en contacto con nuestra piel, ya sea transportados por el viento o por contacto directo, provocan una afectación cutánea, en los ojos en incluso a nivel respiratorio. Puede que incluso lleguen a afectar con reacciones anafiláticas como pasa con las abejas. Así que mucho ojo al rodar en bici por zonas de pinos o robles en verano, porque es muy habitual encontrárselas en cantidades muy elevadas. Si las ves, ni las toques, ni te quedes cerca de ellas.
Gafas, repelentes y otras protecciones
Evitar el contacto en verano con los mosquitos, moscas e insectos de toda índole es casi imposible, pero siempre podemos adoptar algunas medidas de prevención. La primera medida son las gafas. No salgas sin ellas. Te pueden evitar que los insectos entren en contacto con los ojos, algo que a gran velocidad como bajando un puerto, puede ser determinante para evitar un accidente. Seguro que has experimentado alguna vez el impacto de un mosquito contra las lentes de tus gafas, tu casco o cualquier parte del cuerpo. A 50km/h o más no es una grata experiencia…
Existen algunos modelos de cascos que vienen con rejillas en los orificios de ventilación para evitar que los insectos entren dentro. No son muy habituales, sobre todo en gamas altas, porque los fabricantes buscan ventilación y ligereza principalmente, pero los puedes encontrar en gamas medias. Los cascos aero en este sentido, tienen menos posibilidades de que entren insectos, pero si entran, les cuesta más salir por si mismos.
El maillot siempre es recomendable llevarlo cerrado, porque es fácil que se puedan meter insectos dentro, aunque en verano, sabemos que es muy agradable abrir la cremallera para refrigerar ‘el motor’. Tenlo en cuenta, y trata de llevarlo cerrado, sobre todo si pasas por zonas que sabes que son propensas a tener insectos, como cerca de ríos, pantanos o humedales.
Otra opción es usar repelente de insectos tanto si eres propenso a que te piquen o prefieres jugar sobre seguro. Los repelentes suelen estar compuestos de dietiltoluamida, que se absorbe en parte por la piel, con lo que debes de tener cuidado si tienes alguna alergia cutánea o eres muy sensible a lociones de este tipo. También ten en cuenta que los repelentes tienen una duración de unas 4-6 horas, que se pueden aplicar también en la ropa (pueden dejar manchas en algunos tejidos) y que suelen reducir la acción de las cremas de protección solar. Con lo que si los usas, no olvides subir el factor de protección para el sol.
‘Revísate’ al llegar a casa
No está de más que después de una salida larga en bici ahora en verano, sea de carretera, gravel o montaña, revises que tu cuerpo esta libre de insectos, arañas o similar. En montaña y si estás en zonas de animales como vacas u ovejas, es habitual que haya muchas garrapatas. Las garrapatas no son insectos, si no que pertenecen a la familia de antrópodos hematófagos, y suelen estar en zonas de arbustos bajos, o en el suelo o en dehesas y matorrales. Aquí las mangas largas y los pantalones son los que evitan que nos muerdan, pero en verano y en bici eso es imposible. Quizá unos manguitos ligeros pueden ayudarte, pero entendemos que en zonas muy cálidas, no hay quien los use. Así que, si llegas a casa y tienes una en la piel, busca unas pinzas finas para poder extraerla al completo (suelen ser muy pequeñas), limpia bien la zona con agua y jabón y aplica algún tipo de antiséptico.
Y hazlo cuanto antes porque las garrapatas suelen infectar con bacterias la zona de la picadura (sobre todo con la bacteria Borrelia) y causar entre otras la enfermedad de Lyme. Así que ojo si después de que te pique una garrapata, empiezas a sentir dolores de cabeza, fiebre sarpullido en la piel o cansancio. Si es así, visita a tu médico.
Infórmate si vas a una zona nueva
La lista de riesgos a nivel de insectos u otras familias parecidas que nos podamos encontrar en la bici es casi interminable. Un último consejo que te podemos dar, es que te informes de los riesgos en este sentido si vas a ir a rodar en bici a una zona nueva o incluso cambias de país. Existen muchas enfermedades que se pueden transmitir por la picadura de insectos, algunas de ellas muy graves, con lo que conviene estar muy informado antes de viajar.
Toda la información que puedas tener será muy importante, aunque simplemente te mueves de una comunidad autónoma a otra. Las oficinas de turismo te pueden dar información muy útil, así como los centros de salud. No dudes en preguntar antes de tu viaje, para hacerlo con la mayor información posible. Los insectos no entienden de fronteras…
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