Test: Cannondale SuperSix EVO Hi-MOD Disc Dura-Ace
La Cima



Y digo que ya lo conté todo lo que se podía contar de la Cannondale SuperSix EVO porque cuando te subes a una bici así, casi única en su especie, tampoco necesitas dos meses, que es el tiempo que llevo rodando sobre esta unidad, para darte cuenta en media mañana que poco o nada más le podrías pedir a una bici desde un punto de vista razonable y valorándola dentro del contexto del mercado, porque es sencillamente perfecta en términos dinámicos.
Como muy bien apuntaba mi compañero Daniel Hernández en el último podcast que hemos preparado para cerrar el año, relacionado precisamente con los test de producto, es cierto que hay productos que te dicen casi toda su verdad en pocos minutos. Sin embargo, sólo es en casa, en el entorno cuyos registros y sensaciones tienes grabados en tu ADN, donde puedes confirmar o desmentir esos matices que hacen una bici sea la referencia, que pertenezca a una selecta elite dentro de un grupo de bicis equiparables o que sencillamente sea correcta, pero sin más añadiduras, que a veces pasa.
Bien, llevo casi dos meses con la Cannondale SuperSix Evo y no sólo es tan buena como subrayaba en aquella presentación, sino que después de validarla en “mi territorio” se ha convertido por derecho propio en una de las candidatas que hoy en día me elegiría sin lugar a dudas.
Te puede interesar...
Cannondale Topstone Carbon Force eTap AXS

Fanáticos de la Cannondale SuperSix
No voy a dar lugar a suspicacias ni lecturas erróneas. Por eso no oculto mi idilio particular con la SuperSix, no tanto para alegrarle el día al personal de Cannondale cuando lean esto, sino para ser honesto con vosotr@s y que sepáis quién y cómo escribe esta prueba, que es lo justo, aunque os aseguro que mis gustos o pareceres personales no son condicionante para ser tajantemente objetivo.
Tampoco creo que nadie se sorprenda al leer que argumento así a la que posiblemente sea la bici de carretera más laureada por infinidad de profesionales especializados de todo el mundo a lo largo de la historia… y ponernos de acuerdo a todos, durante tantos años seguidos, creedme que es una misión casi imposible.
Hay que ser leal con una bici que se merece este tipo de comentarios, pero sobre todo, y quedaros con esta idea que es lo importante, porque yo también formo parte de ese colectivo de seguidores que ingenuamente pensaba que la Cannondale SuperSix siempre permanecería fiel a su concepto de arquitectura clásica ultra refinada… Y su rediseño total, con un razonable parecido a otras macas… de primeras fue como una sonora bofetada en toda la cara, que tiró por tierra muchos de mis discursos previos.
Ya lo dije con algunas versiones anteriores de la SuperSix, de las que todavía conservo alguna, y es que esta bici siempre ha alcanzado el grado de excelencia entendida cada una en su momento, en gran manera por esa obsesiva idea de evolucionar y evolucionar la misma bici año tras año, mejoras seguras, sutiles y reales, que no humillaba al modelo anterior, aprovechando todo el conocimiento acumulado, añadiendo las nuevas técnicas y los mejores materiales, mejorando el objetivo original de conseguir la bici total sin conformarse por un orden de prioridades, porque buscaban y lograban que fuera extraordinaria en todo.
Precisa, ligera, fiable, confortable, ¿bonita?… Eso va en gustos, pero así lo ha sido siempre y más aún lo es ahora. Dinámicamente el equipo de trabajo implicado en los proyectos SuperSix, incluso con personas diferentes, siempre han buscado la perfección entendida como una compleja suma de cualidades, para muchos incompatibles en la misma bici, y han sabido hacerlo de forma continuada a lo largo de tantos años mejor que nadie, pero parte de su encanto hoy por hoy era precisamente su aspecto, porque era la resistencia a las tendencias, con personalidad, integra y en la que siempre prevaleció la calidad real de uso por encima de todo.
En realidad, todo cambia, los fanatismos cerriles no llevan a buen puerto, y esta plataforma clásica ya no admitía más mejoras. Algo que ha sucedido incluso en negocios mucho más críticos… Quién iba a pensar que marcas icono como Porsche, con un coche como el nuevo el Taycan es donde iban a acabar tocando el cielo y ver el futuro de lo que serán el resto sus vehículos legendarios.
Como os digo, pese a ese impacto inicial de “¿pero qué le habéis hecho a mi Cannondale SuperSix?”, al poco de subirme ya entendí que seguía siendo ella, que de hecho la habían mejorado sustancialmente porque exhibe de forma más fiel y palpable aspectos como la comodidad efectiva en pro de la velocidad y una eficacia estructural inaudita derivada del uso exclusivo de discos y todas las posbilidades derivadas de implantarlos… Y ahora lo sé más que nunca, que he recorrido todas mis carreteras de siempre, incluso hasta las más lejanas, porque hacía años que no encontraba la motivación para llegar tan lejos… Y hay que reconocer que Cannondale, con la nueva SuperSix EVO HI-Mod, sigue teniendo la bici de las bicis para quien lo quiere todo.