Giant Compact Road Geometry; el diseño que cambió la historia
1998. El equipo ciclista ONCE aparece en el Tour de Francia con unas nuevas bicis de la marca Giant. Súper compactas, con un tubo superior muy inclinado y un triangulo trasero que se compactaba de tamaño al unísono del delantero. Más rigidez, mejor maniobrabilidad y menor peso. Giant arriesgaba con un diseño geométrico que nadie había visto antes en una bici de carretera. En mountain bike ya estábamos acostumbrados, pero verlo en carretera, abrió los ojos de muchos fabricantes que tiraban de conservadurismo en la geometría de sus cuadros. Esta es la historia de cuando Giant compactó sus geometrías y mostró el camino a los demás.
Giant y sus 6 años de amor con la ONCE
Si tienes menos de 40 años, seguramente te toque tirar de Google para ponerte al día de muchas de las cosas que te vamos a contar. Quizá, ni sepas que el equipo ciclista de la ONCE fue uno de los más poderosos de la época de los 90 y durante 15 años pintó de amarillo los podios de las carreras más grandes. Quizá, tampoco sepas, que la ONCE fue patrocinada por Giant durante 6 años, hasta que esta se pasó al Telekom. Quizá, puede que incluso no sepas, que cuando llegó la tecnología TCR (Total Compact Road) en los modelos de Giant, todos los que veíamos la tele en ese momento, pensamos que habían llegado del futuro.
Abraham Olano y compañía, subidos en cuadros extremadamente compactos, con un sloping del tubo superior tremendo, y unas tijas larguísimas. Parecían juguetes, pero eran las bicis que revolucionaron el mercado para siempre.
La importancia de Mike Burrows
No es la primera vez que os hablamos del diseñador y ciclista multidisciplinar inglés Mike Burrows en las páginas de Maillot Mag. El tipo que diseñó la increíble Giant MCR o la futurista Lotus 108, es el responsable de que Giant decidiera compactar sus geometrías con la llegada de la gama TCR. Giant, que ya era el fabricante mundial número uno por la década de los 90, siguió colaborando con Burrows, tras éxitos como el de Chris Boardman en Barcelona 92 a bordo de la nombrada Lotus 108 y se encargó de diseñar la TCR con un diseño totalmente diferente a lo que estábamos acostumbrados.
No hay que olvidar que un año antes, en 1996, Giant ya tenía en catálogo un modelo monocasco previo al MCR que se denominaba AR-1, realizado en carbono monocasco y con un peso del cuadro de 1.298 gramos (8,9 kilos la bici completa). Como no, obra de Burrows.
Por ese entonces, lo normal es que las bicis de carretera, estuvieran disponibles hasta en 10 tallas distintas. Y 10 tallas para la producción a gran escala, era una auténtica barbaridad. Burrows, que sabía que el mountain bike estaba avanzando a pasos agigantados con respecto a la carretera, se dio cuenta de que los cuadros de montaña se ofrecían en 3 tallas (S, M y L), y que el diseño compacto y el sloping del tubo superior, favorecían aumentar notablemente la rigidez de ambos triángulos, además de mejorar el peso y la manejabilidad de la bici.
De hecho, es tanta la herencia del mountain bike de las TCR, que el primer cuadro de contrarreloj que usó esta geometría, estaba realizado a partir de uno de montaña al que se había modificado, hasta albergar entre otros detalles, una larguísima tija de carbono tipo aero. Algo que tampoco era nada habitual en esa época.
Los beneficios de la Compact Road Geometry
La geometría compacta de Giant, ofrecía unos beneficios evidentes y notables; el triangulo delantero, al ser mucho más compacto, era más rígido y además pesaba menos. Al hacer más pequeño el triangulo delantero, el trasero también se compactaba de tamaño, lo que afectaba a una mejora en la transferencia de la pedalada debido a la mayor rigidez estructural.
Para solucionar el tema de las tallas, Burrows optó por introducir largas tijas de carbono tipo aero y diferentes longitudes de potencia de aluminio regulables en ángulo, para equilibrar las medidas del tubo superior y la posición vertical de pedaleo sobre el eje de pedalier. Giant de repente encontró un revulsivo tremendo a nivel de fabricación, ya que al introducir la tecnología TCR, pasaron de fabricar 10 tallas a solo 3, eliminando a la vez todos los útiles de fabricación que se necesitan para cada talla. 3 tallas que sumadas al poder de producción de Giant, la convertieron en una máquina de producir TCR a gran escala y encima, a costes más reducidos.
Triunfos, la UCI y el resto de marcas
Como todas las grandes evoluciones, sin triunfos, no hay reconocimiento. Y triunfos no le faltaron a la TCR en etapas en línea y en contrarreloj. Laurent Jalabert, Alex Zülle o Abraham Olano, certificaron con la ONCE, que la Giant TCR funcionaba y de que manera. Una certificación, que como estamos acostumbrados, tuvo que pasar por las oficinas de la UCI, que al principio no estaban muy conformes de que ese diseño fuera legal.
El jefe de la UCI en ese momento, Hein Verbruggen y el CEO de Giant en Europa, el también holandés Jan Derksen, llegaron a un acuerdo por el cual las TCR no tenían ningún problema por parte de la UCI para seguir adelante. La reducción de costes por el tema de las tallas y lo que eso ayudaría a incrementar la fabricación y beneficio en la industria ciclista, fueron los argumentos que convencieron a la UCI en favor de las TCR.
La primera Giant TCR en catálogo, aparece en el de 1997. La TCR 2, estaba fabricada en aluminio conificado y ovalado CU92, y contaba con tija y horquilla de carbono, además de unas espectaculares ruedas Giant EXT con radios de carbono y por supuesto, la potencia ajustable de aluminio modelo ‘Mike Burrows’, literalmente. El resto es historia. No solo para Giant con su ya mítica TCR, si no para el resto de fabricantes que supieron aprovechar la inercia y tecnología y diseño de Giant, para evolucionar unos diseños que pedían un cambio a gritos. Si, puede que tu bici de hoy en día tenga algo heredado de alguna de las primeras TCR…
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