Giant TCR, más de 25 años de innovación

Pero para repasar la historia de la TCR es mejor centrarse en 1998, cuando el equipo ciclista ONCE apareció en el Tour de Francia con sus nuevas bicis Giant más pequeñas y compactas que el resto de bicis del pelotón. Se trataba de la TCR, siglas que correspondían a “Total Compact Road” y ese momento lo cambió todo.

En ella el triángulo principal era muy compacto y con un slooping muy marcado para los estándares de la época. El triángulo trasero también era más pequeño siguiendo el diseño del principal. Giant apostó por una geometría que nadie había visto antes en una bici de carretera.

Ya entonces se hablaba de que esta geometría ofrecía más rigidez, mejor maniobrabilidad y permitía hacer cuadros más ligeros. Es cierto que en el MTB ya se veían estas geometrías con el tubo superior muy inclinado, pero en carretera nadie se había atrevido con ello. Como hemos dicho, en realidad, Giant tenía un modelo TCR en su catálogo desde los años 94-95 que ya seguía esta línea, pero no gozaba de mucha atención ni aceptación por parte del mercado.

No hay que olvidar tampoco que una temporada antes, en el año 1996, Giant presentó la MCR, una bici monocasco que con un único cuadro permitía cubrir varias tallas gracias a la multitud de tamaños de tija y potencia (de la que también se podía regular el ángulo) que tenía. La Giant MCR estaba llena de detalles espectaculares de diseño, pero fue la llegada de la TCR al pelotón profesional y los éxitos que cosechó lo que eclipsó realmente a la MCR y convirtió a la TCR en la bici que cambió realmente el paradigma de la geometría en el ciclismo de carretera.

Detrás de ambas creaciones estaba Mike Burrows, tristemente fallecido en 2022 y uno de los grandes diseñadores de bicicletas. Fue responsable también de la famosa Lotus 108, aquella máquina monocasco con un basculante trasero y horquilla monobrazo con la que Chris Boardman logró un oro olímpico en la modalidad de persecución en pista en Barcelona 92. Se puede decir que Mike Burrows fue el primero que apostó por el trinomio de rigidez, ligereza y aerodinámica a la hora de diseñar bicicletas. También podemos decir que Giant ya era el fabricante número uno del mundo en los años 90, pero diseños como la TCR le pusieron también al frente en cuanto a diseño.

Como dato curioso hay que decir que el acuerdo entre Giant y el equipo ONCE fue obra de José Casla, responsable entonces (y actualmente) de la estructura de Giant en la península ibérica, que junto al propio Burrows le había presentado la TCR a Manolo Saiz durante una reunión en la Vuelta a Burgos de 1997. Pese a las reticencias de un diseño tan radicalmente opuesto a lo establecido, algunos corredores de la ONCE probaron la TCR durante ese verano, la respuesta fue clara: “apostamos por este diseño”.

Otro detalle que habla del cambio que supuso la TCR es que la UCI tuvo que revisar y aceptar las nuevas cotas que proponía Giant, ya que no entraba dentro de ningún diseño habitual autorizado. Así que, además de luchar frente las reticencias de un mercado y un pelotón tradicionalistas, hubo de hacerlo frente a las regulaciones de la propia UCI.

Desde entonces, y después de 28 años de evolución, la Giant TCR mantiene su esencia y sus líneas, perfectamente reconocibles. Eso sí, adoptando las últimas tecnologías e innovaciones en cada nueva generación.