#DeFlandesaRoubaix I: El Retül Fit
Una aventura comienza eligiendo la compañía
J. Daniel Hernández 
Mariano Herranz 
18/02/2019
Specialized nos ha lanzado una propuesta muy atractiva. No sabemos cómo acabará, pero por ahora sabemos cómo ha empezado, haciéndome un Retül Fit sobre una Specialized Roubaix. Te cuento cómo es un Retül y los beneficios de hacerte uno.
Este es el relato de una aventura, de una experiencia ciclista que cualquier ciclista debería vivir al menos una vez en la vida. Todo comienza con un correo del departamento de Marketing de Specialized, las palabras textuales eran: “Tenemos una propuesta que hacerte. Del 6 al 11 de abril queremos invitarte a experimentar la riqueza detrás de las Clásicas de Pavé en Kortrijk, Bélgica. Desde el Tour de Flandes hasta la Paris-Roubaix, esta semana estarás rodeado del equipo más personalizado que hayamos reunido jamás para tener una experiencia única sobre la bici y conocer una faceta totalmente nueva sobre ésta”.
No sé si soy el que más, pero os aseguro que soy uno de los mayores enamorados de las Clásicas de Primavera que hay en este país. Así que, cuando lo leí, no me lo podía creer. Ya tuve la ocasión hace unos años de vivir el Tour de Flandes y participar en la Ronde van Vlandereen Cyclo, la marcha cicloturista previa a la carrera que se celebra por el mismo recorrido. Pero ahora es dar un paso más allá, es vivir la semana que transcurre entre los dos grandes Monumentos, es vivir también ‘el infierno del norte’, la Paris-Roubaix.
Pero hasta que llegue el 6 de abril hay que ir paso a paso. Y el primero es hacerme un Retül Bike Fit en las instalaciones de Specialized para sacar los datos y que me preparen la bicicleta de cara a esa semana. Como no podía ser de otra forma, lo hacemos sobre una Roubaix.
Retül Bike Fit desde el principio. Paso 1: Retül Match
Aunque me he hecho varios estudios biomecánicos en los últimos años (en este trabajo en el que pruebo diferentes bicicletas y componentes de forma habitual es necesario), aprovechamos para hacérmelo completamente desde cero. Para tener la experiencia completa y, además, poder reflejarlo para que quien no se lo haya hecho o tenga dudas entienda su importancia.
Lo primero es comenzar con el Retül Match, un sistema que nos aconseja los productos más adecuados según nuestra fisionomía. Se miden diferentes parámetros (desde el largo de las piernas, el contorno de los pies, la distancia de los huesos isquiones, etc.) y obtenemos la talla de bicicleta, de zapatilla y de sillín que más nos conviene, además de un listado de los productos de Specialized que nos encajan. Con los datos obtenidos Specialized nos crea un pasaporte que nos servirá de guía para futuras compras.
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Puede parecer algo menor, la mayoría de nosotros sabemos perfectamente nuestra talla de bicicleta o de zapatillas. Pues no, no es aconsejable dar nada por supuesto por mucho que llevemos años utilizando una u otra cosa. Por ejemplo, yo siempre me he movido bien en bicicletas de talla 52; más aún si tenemos en cuenta mi estatura global (172 cm). Sin embargo, en los últimos meses he comenzado a utilizar bicicletas en talla 54 y recortando la potencia en la medida de lo posible. Y la medición de la longitud de las piernas (82 cm con una ligera diferencia entre la pierna derecha y la izquierda) hecha con el Retül Match, obviando la altura total, me daba como aconsejada una talla 54.
Otro de los elementos cruciales, y que menos gente conoce, es la elección del ancho del sillín. En este punto lo que menos importa es la estética, y debe primar que el tamaño (ancho y largo, pero especialmente el ancho) sea el adecuado. Con el Retül Match obtenemos el primer dato fundamental, el ancho que necesitaremos en base a la distancia entre los huesos isquiones (que son los que marcan las zonas de apoyo al sentarnos).
Paso 2: Entrevista y análisis personal
Lo siguiente es, posiblemente, lo más importante de todo. Sin el análisis en profundidad al que me someto ahora, el ajuste posterior de la bicicleta o las recomendaciones previas no pasarían de ser meros consejos generales, con mayor o menor acierto, pero en los que no se tendrían en cuenta las necesidades fisiológicas específicas que no se ven a simple vista.
Comenzamos con una entrevista personal en la que se repasa mi historial de lesiones, cómo me afecta al ciclismo, mis objetivos sobre la bicicleta, etc. No es lo mismo quien busca hacer entrenamientos a sprint para triatlón (que necesitará una postura completamente aerodinámica sobre la bici) que el que quiera disfrutar de marchas tipo Gran Fondo sin preocuparse del tiempo, sino simplemente de disfrutar (que buscará una postura más cómoda y confortable para aguantar mejor el paso de las horas).
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También me someto al completo escrutinio de Carlos Arrebola, de Retül y Specialized España, que mide y anota mi flexibilidad de articulaciones, espalda, etc. Busca posibles dismetrías en las piernas provocadas por una mayor longitud de huesos, rotaciones de cadera, de pelvis, etc. También analiza la forma de mis pies (lo que será de gran importancia a la hora de colocar las calas y saber si conviene o no llevar plantillas adaptadas).
Esta parte es, quizás, la que más trabajo conlleva y la más importante, ya que es donde el técnico que nos haga el Retül obtendrá la información particular para ajustar la bicicleta más allá de los parámetros estándar de los sistemas de medición. Por ejemplo, tenemos una lesión de espalda y el sistema nos ha recomendado una posición que a la larga nos provocará sobrecargas por ser excesivamente agresiva. El técnico, con la información que le demos, podrá buscar una potencia más corta o incluso una talla menos de bicicleta para ir más erguidos.
Paso 3: último paso del Retül Fit, ajuste de calas y bici
Una vez conocidos los datos, toca pasar a la acción. Se revisa la posición de las calas y se hacen las correcciones pertinentes. Aunque hay muchos tutoriales para la colocación de las calas, y probablemente todos sepamos, más o menos, cómo debemos llevarlas, lo cierto que es que al contar con análisis más en profundidad, el técnico de Retül podrá hacer un ajuste más fino en el que tener en cuenta la morfología de nuestro pie, desviaciones de pisada, etc.
En mi caso, de primeras, Carlos me recoloca las calas en posición neutra, pero con una ligera rotación para compensar la rotación natural del pie que, en mi caso, es más acusada en el pie derecho. Además, empieza a tomar en consideración otras posibles adaptaciones en función de cómo salgan los resultados del Retül Fit sobre la bicicleta.
Y llega el momento de subirse a la bicicleta. Evidentemente, esta es la razón de ser del Retül Fit, es el momento de ajustar la bicicleta al milímetro, e introducir los cambios que sean precisos (siempre que nuestra economía lo permita) para dejar la bicicleta completamente adaptada a nuestra medida.
Muchos ciclistas todavía colocan la altura del sillín ‘a ojo’. Otros utilizan diferentes calculadoras que encontramos por internet y así lo dejan. Pero esto no es más que una base sobre la que trabajar. Hay muchos factores que luego hay que tener en cuenta y que si nos hacemos un estudio biomecánico o un Retül Fit obtendremos. Por ejemplo, un avance o retroceso horizontal del sillín, modificar la inclinación del mismo ligeramente para evitar presiones o movimientos innecesarios, etc.
Para las mediciones, el sistema de Retül utiliza 8 marcadores LED que se colocan en puntos muy concretos del cuerpo para que el Retül Vantage los pueda rastrear y captar el movimiento que hacemos mientras pedaleamos sobre nuestra bicicleta o una específica que se puede adaptar hasta buscar la posición adecuada.
Las mediciones se hacen en los dos lados del cuerpo, lo que siempre nos dará una imagen global más completa y real que las mediciones que sólo se hacen en estático y en una pierna. El trabajo del técnico no sólo consiste en que todos los valores salgan dentro del rango, sino que se adapten a nuestras necesidades particulares y fisionomía. También saber si hay modificaciones que nos podremos permitir (por ejemplo, cambiar de sillín, potencia, manillar, etc.) o lo que tendremos que hacer es adaptar lo que tenemos a lo que necesitamos (jugar con los parámetros que se puedan modificar, incluir espaciadores en la potencia y el manillar, etc.).
Se mide, se prueban modificaciones, se vuelve a medir, se vuelven a cambiar parámetros y se vuelve a medir. Siempre por los dos lados y siempre en dinámico, es decir, viendo la incidencia que tienen estos cambios a la hora de pedalear. Estas medidas no sólo afectan a la bicicleta, también si introducimos correcciones en las zapatillas y las calas.
Nosotros, como ciclistas, sólo nos tenemos que preocupar de pedalear y transmitir nuestras sensaciones. Es el técnico el que marca la diferencia. Sus conocimientos de anatomía y biomecánica, su capacidad de análisis e interpretación de los datos del Retül Fit y su capacidad de encontrar soluciones a las dismetrías o parámetros desviados. Y he tenido una suerte enorme, Carlos Arrebola es una auténtica eminencia en este sentido.
Cuando tenemos todos los rangos ajustados, Carlos comienza a trabajar en las plantillas y las zapatillas. Es la guinda del pastel, el ajuste fino, fino que termina de ‘arreglar’ (ojo a las comillas) cualquier desajuste que quede. Me preparan unas plantillas adaptadas a la forma de mi pie y con alzas para compensar el pie varo. Puede parecer un exceso, especialmente si tenemos en cuenta que no son ‘para andar’, pero os aseguro que cuando nos pasamos horas sobre la bicicleta, el que llevemos la plantilla adaptada a la forma de nuestro pie es un avance que marca la diferencia. Muchas veces contribuye a que se reduzca, o desaparezca, la sensación de adormecimiento en los pies.
El Retül Fit concluye cuando bici y ciclista se funden en uno. Se guardan los datos para el informe posterior, lo que nos permitirá adaptar soluciones a nuestra bicicleta, buscar piezas que nos convengan más o trasladar esas medidas en el futuro. Eso sí, hay que ser consciente de que hay cambios que requieren un periodo de adaptación. Los hay que notaremos en seguida, los hay que sólo notaremos la mejora con el paso del tiempo o los kilómetros, cuando veamos que hay dolores que no hacen su aparición…
En mi caso estos datos se pasan a Specialized internacional, me dicen que el 6 de abril me esperará una bici completamente adaptada a mis necesidades, una bici con mi sello personal. Y me vuelvo a poner nervioso pensando en lo que me puede esperar cuando vaya #DeFlandesaRoubaix.
Conclusión: ¿Por qué hacerse un Retül Fit?
Creo que con todo lo que te he explicado del proceso está claro por qué hay que hacerse un estudio biomecánico en condiciones. No un estudio estático, sino buscar el que nos ofrezca los mejores datos y más fiables. Y el Retül Fit destaca por ello. Además, la posibilidad de ver en la pantalla del Software de Retül cómo afectan los cambios que hagamos a las medidas que nos salen a la hora de pedalear es impresionante.
No sólo si subimos y bajamos la altura del sillín. Yo he visto cómo modificar las plantillas de las zapatillas suponía una mejora interesante a la hora de llevar alineadas las rodillas al pedalear. Y eso, a la larga y con el paso de los kilómetros, se transforma en un pedaleo más efectivo y lo que es más importante, menos dolores.
Lo bueno de estos sistemas es que, además, nos llevaremos toda la información para cambios que mejorarán nuestra postura sobre la bicicleta y, por tanto, nuestro rendimiento sobre ella, para acometer en cuanto podamos. Sugerencias sobre sillines, largos e inclinación de potencia, ancho del manillar, etc. Creo que es un gasto que merece la pena hacer para pedalear mejor y más cómodo. En definitiva, la información es poder, y con el Retül Fit tendremos toda la información de nuestra forma de pedalear.
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