Test: Specialized S-Works Venge Disc Di2
A veces también es la flecha
Specialized presentó la nueva Venge justo antes del comienzo del Tour de Francia. Era su bici estrella y con la que Peter Sagan iba a competir por las victorias (a la postre saldándose con el Maillot Verde). También el esprínter colombiano Fernando Gaviria. Unas semanas antes, mi compañero Iñaki Gavín había viajado hasta Innsbruck para tener unas Primeras Pedaladas en las mismas carreteras en las que ahora se han disputado los Mundiales de este año.
Pocas semanas después de que acabase el Tour de Francia y se hubiese probado la eficacia de la nueva S-Works Venge Disc en competición, llegaba a la redacción una unidad para poder probarla más a fondo y ‘en terreno conocido’.
Visualmente es impactante, las formas angulosas, con líneas muy rectas y el color negro le hacen ganar presencia. Las ruedas Roval CLX 64 contribuyen a transmitir esa imagen de velocidad y aerodinámica. Además, en este punto los frenos de disco tienen ventaja frente a los convencionales, ya que permiten hacer un perfil del aro más estilizado y continuo al eliminar la pista de frenado.
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S-Works Venge, nuevo cuadro más ligero y ‘aero’
La anterior Venge ViAS ya funcionaba de forma excepcional, pero Specialized ha buscado mejorarla. Y además de en el aspecto aerodinámico, había que lograr rebajar el peso de forma sensible. ¡Y vaya si lo han conseguido! Partiendo de una base de fibras de carbono FACT 11r, el peso declarado del nuevo cuadro Venge es de 960 g (en talla 56). La horquilla, también de fibras FACT 11r, pesa 385 g, mientras que el nuevo conjunto de manillar Aerofly II y la potencia específica para la Venge 440 g. La tija del sillín (también exclusiva de esta bicicleta) pesa 175 g y las piezas pequeñas que acaban conformando el cuadro (patilla del cambio, tornillos de los portabidones, rodamientos de dirección, etc.): 156 g.
La versión completa de la bicicleta, tal y como nos la entregaron con las ruedas Roval CLX 64, portabidones, soporte del GPS, sensor del potenciómetro en las bielas y sin los pedales, fue de 7,20 kg en talla 54. El resultado final es que la nueva Venge es un 18% más ligera que la Venge ViAS.
Además de conseguir una rebaja de peso tan sensible, el objetivo de la nueva Venge era ser más aerodinámica. No en vano, el eslogan de esta bicicleta es Aero is everything (la aerodinámica lo es todo). Para lograrlo, Specialized comenzó un proyecto desde cero con un enfoque diferente al habitual, buscando formas nuevas más aerodinámicas para los tubos. Además, para las pruebas aerodinámicas no sólo se tuvo en cuenta la incidencia frontal del viento, sino también los vientos cruzados.
Este cuadro, que desde su nacimiento tiene un enfoque claramente competitivo y de gama alta, ha sido diseñado exclusivamente para frenos de disco y cambios electrónicos, pues mejora sensiblemente la aerodinámica de las bicicletas y permite un enrutado más limpio y sencillo del cableado interno.
En esta línea, la centralita del Di2 necesitaba encontrar otra ubicación que dejase más despejada la parte frontal y tuviese un fácil acceso. La solución, ubicarla en la parte trasera de la tija del sillín, donde está muy accesible tanto para cargar el sistema, como para la manipulación por parte de los mecánicos si necesitan hacer algún retoque o reseteo desde el coche en carrera.
Además, y como no puede ser de otra forma, el cuadro de la nueva Venge ha sido diseñada bajo los parámetros del Rider First Engineered, esto es, un diseño específico de cada talla para ofrecer la relación óptima entre rigidez y peso en cada una de ellas, algo que mejora también el tacto en la conducción, especialmente a altas velocidades y bajando puertos de montaña.
Para ello Specialized se ha beneficiado de los datos obtenidos con el sistema Retül y se han aplicado estos conocimientos al diseño de la nueva Venge. Por ejemplo, pese a datos diferentes de Reach y de Stack, la posición de la potencia es igual que en la Tarmac SL6. La nueva Venge incluye también diferentes medidas para potencia y manillar en función de la talla, inclinaciones de 6º y 12º para la potencia y una tija con 20 mm de retroceso o de tiro recto. Otra de las consecuencias obtenidas de estos estudios es que la plataforma es compartida para hombres y mujeres, y gracias al Rider First Engineered y tener tallas muy pequeñas, sólo hace falta cambiar los puntos de apoyo específicos para uno u otro sexo (sillín, manillar, cinta, etc.).