Test: Probamos la Orbea Orca Aero M20 iLTD, rozando la perfección.
Radical



Dime que no crees en la aerodinámica, que la integración no va contigo o que las bicis de carretera no necesitan frenos de disco, porque en todo eso puedo llegar a entenderte, pero si admiras las bicis pura sangre y con personalidad, esas que rugen en cada pedalada y que te hacen sentir que eres el ciclista más rápido que jamás hayas sido, por respeto a tu propia pasión deberías ponerte en pie y aplaudir el resultado que Orbea ha logrado con la nueva Orca Aero.
¿Demasiados halagos de salida para quedar bien con los amigos? Ni de coña. De hecho, por puras circunstancias de la vida, creo que jamás he estado tan desconectado del día a día de Orbea, quiero decir, no asistí a la presentación de esta bici si es que la hubo, ni tengo la más mínima idea de las personas que han estado detrás de este proyecto.
Sin embargo después de verla en detalle de forma cotidiana, analizarla y probarla una larga temporada, no puedo pasar por alto mi clara conclusión de que es la bici de carretera técnicamente más avanzada que jamás haya hecho Orbea, con la que creo que los de Mallabia han conseguido pasar al siguiente nivel, de ser una gran marca a ser una super marca.
Hoy voy a entrar primero por lo conceptual para luego pasar a lo objetivamente funcional, porque creo que así se va a entender mejor la realidad de esta bicicleta
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Se nota que a Orbea les va bien, quiero decir, que sólo una marca con mucho recorrido, estabilidad y muchos recursos más allá de la “pasta”, puede lanzar una bici como la Orca Aero, que cómo ahora veremos es mucho más que una bici de carretera con los tubos perfilados.
Esto que voy a decir no es opinión, es historia. Esta nueva Orca Aero no es una bici oportunista con la que cubrir el expediente en el campo aero rutero, porque de hecho Orbea ya creía en la aerodinámica casi antes que nadie, porque cuando casi ninguna marca tenía bicis aero de larga distancia Orbea ya ofrecía su modelo Ordu de la que ahora la Orca Aero hereda el pack de hidratación y almacenaje del tubo diagonal.
Esa bici tuvo mucho éxito, durante unos años esta especialidad fue una tendencia en alza y otras marcas con más recursos por entonces les adelantaron en tecnología aplicada, ellos fueron progresando a su ritmo en base a sus posibilidades, hasta que llegó la primera Orca Aero de ruta.
Fueron mejorando su producto de forma generalizada con un ejercicio de posicionamiento de marca absolutamente brillante que ha ido conquistando el corazón de miles de nuevos clientes.
Llegaron con la personalización del programa MyO como servicio de serie en sus bicis, que es algo que se escribe en una línea pero en sí mismo ya es un proyecto monstruoso, siguieron añadiendo valor a la firma con productos de éxito mundial como el fenómeno Oiz, sus nuevas e-bikes de alto rendimiento que se están saliendo de la gráfica, lanzaron la nueva Ordu que hoy es la bici oficial del mismísimo Javier Gómez Noya… Un largo camino que les ha llevado a que hoy, hayan podido disponer de las herramientas necesarias para producir un producto “Top” sin restricciones, con una bici de ruta vanguardista para alta velocidad como esta.