Test: Probamos la Megamo West AXS 03, aventurera incansable
Gravel de larga distancia



Los más 'viejos' del lugar -entre los que me incluyo- recordareis a Megamo como una de las marcas míticas del MTB de los 90 en nuestro país, siempre ligada muy de cerca a la competición. Los años han pasado, y aunque Megamo sigue muy relacionada con las carreras -sobre todo en XCM, con el equipo Buff-Megamo-, la marca gerundense ha sabido evolucionar e ir creando una gama completísima de bicicletas -ebikes incluidas- que abarca prácticamente todas las modalidades del ciclismo. Y siempre, con un denominador común: una gran relación calidad-precio.
En lo que atañe al gravel, Megamo viene apostando por esta disciplina desde sus inicios. O, al menos, desde que en Europa comenzamos a hablar de gravel. Y cuenta con una gama sencilla y bien estructurada, la Megamo Jakar, con cuadros de aluminio, y la West, con bastidores de fibra de carbono. Sin olvidar, además, una e-gravel, la Kansas, con cuadro de aluminio.
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Hace tres años en Maillot ya tuvimos la oportunidad de probar la Megamo Jakar, quedando gratamente sorprendidos por el nivel de calidad y confort de una bicicleta que, por entonces, apenas llegaba a los 1.500 euros. Hoy le toca el turno a su hermana mayor, la West, en su versión tope de gama, una bicicleta de gravel que 'enamora' desde el primer vistazo y que nos ha vuelto a dejar, como su predecesora, con un gran sabor de boca.
El alma de la Megamo West AXS 03
La filosofía gravel de Megamo, tanto en su gama de aluminio como de carbono, está más cerca del concepto 'aventura' que del concepto 'racing'. La comodidad y la posición del ciclista es, por tanto, la prioridad número uno. Y para lograr dicho objetivo en esta Megamo West, la firma catalana ha seguido dos caminos.
En primer lugar, la concepción de un cuadro en fibra de carbono de alto módulo que no solo trabaja en favor de la ligereza, sino también de la absorción de vibraciones, gracias a la disposición controlada de las fibras en determinados puntos, como las vainas y los tirantes traseros. Eso no quita que el cuadro de la West no sea lo suficientemente rígido. Lo es, por supuesto, pero sólo en aquellas zonas donde es más necesario, como en la zona del pedalier o el tubo de la dirección.
Y en segundo lugar, una geometría marcada por un reach contenido de 377 mm en talla M y unas largas vainas de 435 mm en talla M, lo que revela una generosa distancia entre ejes de 1.028 mm. ¿Traducción? La Megamo West no obliga a estirarse en absoluto, gracias también a una pipa de la dirección de 150 mm, ofreciendo siempre una posición cómoda y relajada, se cual sea el agarre sobre el manillar.
De 'cintura para abajo', por otro lado, la estabilidad y el aplomo son sus características principales, gracias, como decíamos, a una distancia entre ejes y a unas vainas que, si bien no ayudan a la reactividad del conjunto en terrenos técnicos, si aportan una seguridad brutal al conjunto a altas velocidades.
Además del cableado interno, el cuadro de la West admite dos tamaños de rueda: 650b (y neumáticos de hasta 47 mm) o 700c (con neumáticos de hasta 50 mm). Con esos números os podéis imaginar las posibilidades que se abren al usuario, en virtud del terreno por el que vaya a pedalear o sus preferencias. En este caso, las WTB Riddler de 45 mm con las que viene montada de serie, nos permitieron jugar ampliamente con las diferentes presiones (incluso con cámara), cuando buscábamos más velocidad en terrenos lisos o más confort en superficies rotas.
Para terminar con el cuadro, y antes de pasar a los componentes, destacar el gran número de roscas y anclajes para portabultos y bolsas, lo que hace de la West una candidata magnífica para la práctica del bikepacking o cicloturismo.