Test: Megamo Jakar 20
No hay excusas
Cuando surgió la posibilidad de probar esta bici, ni me lo pensé: - ¡Me la pido! - Así mataba dos pájaros de un tiro: sumaba una nueva gravel a mi lista de test y, sobre todo, me subía por primera vez a una Megamo. Un pequeño sueño de juventud cumplido gracias a este trabajo. Y es que para mí y para muchos que empezamos a dar pedales sobre una bicicleta de montaña en los 90, Megamo es sinónimo de competición. Sinónimo de competición nacional… En el mítico Liberto-Megamo compitieron ídolos de adolescencia como los hermanos García, Juan Carlos Garro o Marga Fullana. Todos ellos estuvieron en mi pared o en mi carpeta del instituto.
La Megamo Jakar que he probado es la Jakar 20, pero ya te adelanto que tiene una hermana Jakar 30 que es muy interesante y, encima, más barata. Pero, en estos primeros párrafos vamos a centrarnos en la Megamo Jakar 20 que es la que toca.
Entra por los ojos
Sí, la Megamo Jakar 20 es una bici que da bien en las fotos y en la vida real. El verde menta de esta unidad es un color llamativo, alegre con un toque “competi” ¡a mí me encanta! Si te acercas más verás que se trata de un cuadro de aluminio hidroformado y unas formas llamativas. Destaca la forma del tubo superior (circular por arriba y plano por abajo) y el refuerzo de la pipa de la dirección que une el tubo superior y diagonal. Los anclajes Flat Mount y el guiado interno de gran parte del cableado también le da un aspecto muy “top” y que no esperarías en una bicicleta de este precio. Solo cuando nos acercamos mucho y sacamos la lupa vemos algún detalle que nos recuerda que estamos ante una bici que no llega a los 1.500 €.
Llama la atención que una bicicleta como esta venga con toda la artillería disponible a nivel de neumáticos: unos WTB Riddler de 45C. ¿Para qué prometer un paso de rueda determinado cuando puedes ofrecer la bici de serie con el máximo de neumático disponible? No es mal criterio por varias razones. Una de ellas es que el que se suba a la Megamo Jakar 20 ya sabe de lo que es capaz, pero también es muy interesante porque le da una estética muy atractiva a la bici y aportará un plus de tranquilidad (y comodidad) a los que se inicien en el gravel.
Liso y rápido
Para los primeros contactos con la Megamo Jakar 20 elegí rutas en las que gran parte del recorrido eran vías pecuarias. Lo hice no tanto por metodología científica sino por necesidades “del directo”. Una semana de lluvias había dejado buena parte de mis senderos y caminos favoritos convertidos en hilos de fango. Estamos probando gravel, no ciclocross.
La Megamo Jakar no pretende ser solo una bici de gravel con buen precio. No, la Jakar tiene un objetivo más allá de su precio: que hagas muchos kilómetros de forma cómoda. Cuando te subes en ella, enseguida te “acoplas” y te acomodas. Si pasamos de las sensaciones a los números, nos fijamos en el “reach” de este cuadro y vemos que para la talla M (la que hemos probado) la cifra se queda en 376 mm. Y esto es una cifra récord para el que escribe. Ninguna de las bicis que he probado hasta ahora había tenido un “reach” tan corto. La mayoría de ellas, se iban un poco más allá de los 380 y sólo la BH GravelX EVO (378 mm) estuvo cerca de las medidas de la Megamo.
Pero este “reach” no la hace una bici muy corta entre ejes porque se compensa, entre otras cosas, por unas vainas de 430 mm lo que supone 5 mm extras respecto a muchas de las bicis de gravel que hay en el mercado.
“Reach” corto, vainas un poco más largas de lo habitual… ¿Cuál podría ser el resultado? Pues una bici cómoda y noble que nos puede acompañar en kilometradas infinitas. Y si ese es tu objetivo, y te gusta llenar de bolsas y portabultos tu bicicleta de gravel, te alegrará saber que en esta Megamo Jakar no se ha reparado en puntos de fijación.
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Volviendo a esas pistas interminables con las que empezamos, los neumáticos de 45, la horquilla de carbono (aunque ya parezca un estándar siempre hay valorarlo) y su geometría hacen que parezca que podemos rodar lo que queramos y sin sensación de “tortura” en la postura. Si algo nos dolerá cuando acabemos serán las piernas, pero no los hombros o el cuello.
Generalmente, los neumáticos de entre 40 y 45 (¿en el 42 está la virtud aristotélica?) nos permiten tener más seguridad en zonas un poco más técnicas, pero, además, nos permite “filtrar” una parte de las irregularidades del camino. A cambio, más rozamiento y más lastre en zonas de pista. Pero, y este es un gran “pero”, la elección de cubiertas de Megamo para esta Jakar ha sido muy buena. Las WTB Riddler son un “dos en uno”. Su dibujo y su diseño de carcasa hacen que si les metes mucha presión te permitan rodar con mucha soltura. Si quitas bares, tendrás una cubierta que te dará un plus de seguridad en zonas de grava suelta o incluso en algún camino complicado.
Harto de vías pecuarias y asfalto, llega el momento de combinar pistas, caminos y algún sendero.