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Vacaciones en bici: consejos prácticos
Las primeras salidas con caminos y senderos siguieron confirmando las buenas sensaciones: una bici noble, que se controla bien y que demuestra que los frenos Apex de SRAM son más que correctos para disciplinas como el gravel. Todo parece estar bajo control en todo momento.
Con la llegada de algunas rutas en las que había que salvar algunos kilómetros de buen desnivel por caminos y senderos sencillos me encontré con alguna limitación. “Ya era hora” pensé. Con una bici de este precio tiene que haber alguna limitación o hundiremos toda la industria de la bici en un test.

En la “fase pistas y asfalto” la combinación monoplato de cassette 11-42 con plato de 40 dientes sólo tiene el problema de que si quieres ir pedaleando en las bajadas es probable que te quedes un poco frustrado. En las subidas, levantándonos de vez en cuando podemos quitarnos de en medio sin dramas casi todas las subidas. A cambio, las virtudes del monoplato: sencillez y algo más de ligereza.
El problema es cuando el camino o el sendero no te permiten ponerte de pie fácilmente y tienes que ir buscando una buena trazada… En esa situación y con desniveles pronunciados el monoplato pasaba a ser un enemigo íntimo que se combinaba con el peso total del conjunto. Como os podéis imaginar, un montaje de 1.399 € no puede tener mucho carbono en la ficha de componentes y eso se traduce en 11 kilogramos en esta unidad de test (nuestra báscula marcó exactamente 11,00 kg) Ese peso, en este precio, no está mal, pero combinado con los desarrollos hacen que la Jakar 20 nos haga sufrir un poco en este tipo de zonas complicadas.

Lo bueno es que para solucionar lo que os he comentado, además de entrenar más y mejor que yo, hay soluciones como invertir poco a poco en la Jakar aligerando con algunos componentes que la harán más competitiva en la báscula. Si has pensado en poner un plato más pequeño ya te adelanto que esa opción no está disponible en el SRAM Apex 1.
Incluso, si tienes muchas dudas, hay una solución más barata como la Megamo Jakar 30 (1.199 €). Esta bici tiene el mismo montaje, el mismo cuadro e incluso los mismos colores disponibles de la Jakar 20 pero monta un grupo Shimano GRX con doble plato (46-30) y un cassette de diez piñones 11-36. Esta combinación puede ser una buena opción para conseguir una Jakar más polivalente y las manetas de freno del Shimano GRX (de lo mejor del mercado), aunque es casi seguro que la báscula también lo notará al añadir un plato más y desviador a la ecuación.

Lo cierto es que cuando no tenemos subidas imposibles, la Megamo Jakar se comporta por caminos y senderos sencillos perfectamente. La postura es perfecta y no tuvimos ningún problema de tracción. Además, aunque íbamos en el “tope” del paso de rueda del cuadro (45) lo cierto es que la distancia del neumático con las vainas o los brazos de la horquilla es más que prudente por lo que no hay miedo a quedarse varado cuando pasamos por zonas con algo de barro. Hay marcas que anuncian pasos de rueda ciertos, pero muy justos. No es el caso de Megamo.
Cuando, párrafos atrás, hablamos de la geometría dijimos que las vainas se iban a 430 mm de longitud, siendo algo más largas que el estándar de muchas bicis gravel. Por eso, ahí estaba yo, entrando por una zona de curvas cerradas, pero en mi mente me imaginaba con pose de madre que va a castigar a un chiquillo. Se tiene que notar, pensaba. Y la verdad es que no, no se notaban apenas nada esos 5 mm extras. Ni en giros cerrados ni en aceleraciones bruscas. La Megamo Jakar es una bici ágil y bastante reactiva.

Siempre hemos dicho que, cuando hablamos de geometrías, unos pocos milímetros pueden marcar la diferencia. Pero, siempre debemos tener en cuenta que determinadas medidas aisladas nos dan pistas, pero lo importante es el conjunto. Y lo cierto es que en esta Megamo Jakar el conjunto de medidas da un excelente resultado para todos los públicos.