Test: BH GravelX EVO 3.5
Fórmula G(ravel)
Lo sé, no es un arranque muy técnico. Lo primero que voy a deciros de la BH GravelX EVO 3.5 es que es bonita, agresiva y atractiva. Sus líneas en carbono, sus colores y su diseño nos piden más velocidad y ritmo que pausa y contemplación. Ya os voy dando pistas.
En todo caso, la BH GravelX EVO 3.5 cumple perfectamente el estándar de lo que debe ser una bici de gravel para tod@s. Es decir, una bici que puede rodar rápido un día y equiparse con mil bolsas y accesorios para “trotar” hasta el fin del mundo al otro.
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La diferencia no es solo el carbono
Teniendo en cuenta que esta bici “full carbon” comparte catálogo y web y con su hermana pionera de aluminio, lo primero que no puedes evitar es comparar una y otra. ¿Será la BH GravelX EVO la versión carbonizada y cara de la BH GravelX Alu? Pues no. Y, de hecho, un vistazo rápido basta para darte cuenta de que son dos bicis totalmente distintas. La GravelX Alu nos sorprendió por su agilidad, su reactividad y por un buen comportamiento en zonas técnicas. Era una bici “cortita” de medidas y muy juguetona.
Sin embargo, la BH GravelX EVO es más larga que su hermana de aluminio, tiene más “reach” (seis centímetros más en talla MD) y un tubo superior casi siete centímetros más largo (en talla MD). Pero es que, además, es una bici con un “stack” de 546 mm lo que la convierte en una de las bicis gravel más compactas en altura de las que he probado. De hecho, en esta medida está más cercana a su primera BH G8 Disc que llega a los 549 mm en la misma talla.
En resumen, no podré reutilizar las notas de mi compañero José Aranda del test de la BH GravelX Alu. Toca ponerse a trabajar y dar pedales.
Maldito Shimano GRX
Sí, maldito sea. El problema de probar una bici como esta sin haber hecho un test previo y exclusivo del Shimano GRX (estamos en ello) es que puede acabar despistándote. Y lo hace aún más si se trata de la versión de cambio electrónico Di2.
Al subirme a la bici hay muchas cosas nuevas y que me llaman la atención. Por ejemplo, las manetas del nuevo Shimano GRX se cogen y se accionan casi de otra manera. Son, sin duda, una de las mejores cosas que le han pasado y le pasarán al gravel, ya que han conseguido un “justo medio” entre la maneta de carretera y la maneta de montaña. La ergonomía es perfecta y la potencia la justa. Las puedes accionar en “modo carretera” abrazando con tu mano la parte superior y accionando con dos dedos o, si te sientes más seguro, utilizando todos los dedos para frenar. Alguno pensará - ¡perderás el control! - Pues no, o al menos no como pudieras pensar. La ergonomía y las fijaciones de goma están tan bien puestas que puedes frenar “con toda la mano” sin la sensación de que vayas a perder el control de la dirección.
En lo que respecta al cambio, es complicado no incluir cuatro frases repletas de alabanzas. Y eso que hablamos de una bici que se monta con un sistema monoplato donde el Di2 puede perder algunas de sus funcionalidades como el sistema Synchro Shift. En todo caso, lo que no pierde nunca es la precisión y la capacidad de cambiar en cualquier circunstancia. En dos de mis salidas con la BH GravelX EVO 3.5 tocó pelear con el barro y el Di2 salvó buena parte de la mañana.
Gravel agresivo con la BH GravelX
Precisamente, en estas primera dos salidas es donde me fui acostumbrado a la postura que me proponía la GravelX EVO. Después de probar varias bicis con geometrías gravel muy enfocadas a la comodidad la BH me exigió un poco más. Y es que la GravelX EVO te baja y te coloca en una postura que no te resultará incómoda en absoluto si has estado entrenando en las últimas semanas con tu bici de carretera.
A cambio, de mi “adaptación” la GravelX EVO me hizo disfrutar en varias zonas de pista donde me “acoplé” y conseguí exprimirla al máximo. No voy a decir aquello de que la bici y yo “rodábamos en comunión” pero casi. A esto también ayudaron sus cubiertas Hutchinson Overide de 38 de ancho. Sin apenas dibujo central, te permiten rodar con mucha rapidez en pistas bien pisadas y en asfalto. De hecho, en asfalto son sorprendentemente rápidas. Eso sí, no se puede tener todo en la vida, así que las Overide se mostraron poco eficaces en zonas un poco más técnicas y con terreno medianamente suelto. Nunca me sentí realmente “vendido” con ellas, pero sí aportaban una cierta sensación de inseguridad.
Precísamente, para llevar a la BH GravelX EVO a caminos (y algún sendero) más técnicos opté por pasarme a unos neumáticos más agresivos y montar el ancho máximo que la bici nos permite: 42 mm. De esta forma, descubrimos una bici que se defiende con dignidad en las zonas más complicadas y que parece que nos empuja en las subidas. Y lo hace tanto en las subidas más tendidas como en aquellas que incluyen alguna herradura.
Una apuesta arriesgada
En las bajadas, el ir un poco más “bajos” se nota, pero nos metimos en algunos líos sin percances. Y eso que, al principio, recelaba de la combinación de frenos de disco de 160 mm delante y 140 mm detrás. En el noventa por ciento de los kilómetros que se hagan sobre una bici como esta es posible que no eches de menos los discos de 160 mm detrás y, de hecho, yo no lo hice, pero creo que esta configuración se “aprovecha” en cierta manera de las ventajas que aportan los nuevos frenos Shimano GRX y, en especial, sus manetas. Y es que podemos apretar más y modular mejor.
El caso es que llevamos un montón de párrafos y todavía no hemos nombrado el carbono que, se supone, era la estrella de esta fiesta. En esta bici, como en otras muchas gravel, el carbono aporta comodidad. Pero, en la GravelX EVO lo hace con un equilibrio perfecto respecto a rigidez y rendimiento “deportivo”. Es decir, el cuadro monocasco hecho con la tecnología HCIM (Hollow Core Internal Molding) de BH “filtra” irregularidades, pero también “transmite” tus vatios con sensaciones muy parecidas a las de una bicicleta de carretera. Una vez más, la GravelX EVO se parece más a un G8 que a una GravelX de aluminio.
Rodar lejos, rodar rápido
Gracias su geometría, su cuadro y su equipamiento, la BH GravelX EVO 3.5 me fue condicionando y dirigiendo hacia kilometradas rápidas combinando pistas y asfalto. Fue llevándome a la velocidad y la distancia. Me ha hecho disfrutar yendo “acoplado” sobre una gravel. Con esta GravelX EVO, BH no añade un modelo más a una gama, sino que añade una bici completamente nueva y distinta en su catálogo. Una bici que hará felices a los que lleguen al gravel desde la carretera o, simplemente, a los que quieran viajar lejos y rápido.
Cosas de familia BH GravelX EVO
La familia BH GravelX EVO de momento sólo tiene dos modelos. En ambos se ha apostado por el Shimano GRX para los sistemas de cambio y frenado. También comparten cuadro tanto en diseño y geometría como en decoración.
GravelX EVO 3.0 – 2.799,90 €
GravelX EVO 3.5 – 3.699,90 €