Test: Merida Mission CX 5000

“Tenemos una MiSSión para ti”

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Autor Maillot Enrique Sevilla
Autor de la fotoJavier Martínez

Fecha de la noticia 19/12/2018


Tu misión será las carreras de Ciclocross. Serás ligera, ágil y resistente para poder salir con éxito de ellas. Te espera, barro, escaleras, campas, bancos de arena y rampas imposibles. Para ello cuentas con un grupo monoplato, frenos hidráulicos y unas cubiertas Tubeless listas para empezar. Tu Missión CX empieza… ¡ahora!
Merida Mission CX 5000
Race-Ready: lista para empezar de lleno en el ciclocross. Ágil y ligera para un cuadro que se va a llevar muchas batallas.
Potencia y manillar algo sencillos y pesados, aunque fiables. Un solo modelo en carbono para elegir. Oferta muy limitada.

El Ciclocross ha recuperado en España el protagonismo que tenía hace años. Después de unos años en los que quedó apartado en la época invernal por el Mountain Bike, hoy vuelve y lo hace con fuerza. Si bien antes era difícil encontrar bicis competitivas de CX, hoy las grandes marcas ya incluyen en su catálogo varios modelos que cubren este segmento ‘tan sucio’ y embarrado como es el Ciclocross.

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Primeras Pedaladas: Merida Mission CX

Merida Mission CX 5000
Merida Mission CX 5000

Para los no iniciados, a primera vista, una bici de CX nos puede parecer una bici de carretera con ruedas más gordas y de taco, pero su avance y las diferencias son más que notables; algo que también sucede en la Merida Mission CX que me toca probar. Por cierto, que en España la Merida Missión CX sólo se ofrece en tres acabados: dos de aluminio y uno de carbono, el pata negra que me toca probar. La oferta de color también es única, base negro antracita con los logos de Merida en rojo.

Conociendo la Merida Mission CX 5000

El cuadro de la Mission CX 5000 está fabricado en carbono CF3 de Merida y para su diseño han partido completamente de cero. Se ha buscado una nueva geometría más agresiva, gracias a un ángulo del sillín más vertical (74º) y alargando el tubo superior en 7 mm, con un ligero ‘slooping’ que deja la distancia entre ejes es de 1.015 mm en talla M. Un cuadro fuerte y resistente de tan solo 885 g que ya lo quisieran muchos cuadros de carretera. La subimos a la báscula y 8.100 g es el resultado de sumar un buen cuadro de fibra de carbono, un grupo monoplato y ruedas tubelizadas.

La parte frontal gana mucha rigidez gracias a la dirección cónica con un tubo de 1 1/5 – 1 ¼ y la horquilla de fibra de carbono con un eje pasante de 12 mm (al igual que en la rueda trasera). Ambas ruedas cuentan con ejes pasantes con un sistema de palanca extraíble que queda integrada y protegida de golpes y enganchones dentro del buje mientras no se utiliza.

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Detalle del cierre de la Merida Mission CX
Merida Mission CX 5000

El cuadro cuenta con anclaje Flat Mount para las pinzas de los discos (de 160 mm en cada rueda), mientras que el pedalier, de rodamientos PF86, transmite imagen de fortaleza. No encontramos ninguna tapa o abertura en él, por lo que el interior queda a salvo de la entrada de barro y suciedad, algo muy importante es las bicis de CX (eso sí, si optamos por equipar nuestra Mission con un grupo electrónico, el montaje y la conexión de sus cables se deberá de hacer antes del montaje del pedalier y bielas).

Anclaje Flat Mount para los frenos

Aunque la Mission CX es la bici de Merida orientada al Ciclocross, como su propio nombre indica, en realidad esta bici puede ir un poco más allá, y tanto en el cuadro de carbono, como en el de aluminio, se pueden montar guardabarros atornillados. Gracias a ello podrás hacer un uso más cicloturista de la bicicleta. Pero sabiendo que la posición de la Mission es muy de competición y que para usos más relajados Merida dispone del modelo Silex, con ángulos más relajados y una postura más cómoda.

En Ciclocross los pasos de rueda del cuadro y la horquilla son muy importantes para expulsar el barro, en este caso la Mission CX admite neumáticos de hasta 35 mm. Y al tener las vainas ‘retrasadas’ (423 mm) deja también vía libre a nuestros talones mientras pedaleamos por el barro. El soporte de aluminio para el guardabarros que encontramos en los tirantes es desmontable en caso de que queramos montar los neumáticos más anchos.

Soporte de guardabarros

La llegada de los grupos monoplato ha solventado otro de los problemas frecuentes en el CX, los atascos de la cadena y saltos al cambiar los platos debido a las condiciones tan adversas por las que llega a pasar la bicicleta. Esta solución no es tanto por la biela en sí, sino por la llegada de cambios que admiten coronas más grandes. Con un plato de 40 dientes y un cassette 11-42 de 11 velocidades, tenemos un amplio rango de desarrollos que simplifica mucho la función de cambiar de velocidad dejándolo en un simple subir y bajar coronas. El grupo de transmisión y frenos es un SRAM Apex 1 Disc (HRD).

Para evitar las vibraciones y ruidos de los cables, éstos llevan un guiado interno llamado “Smart Entry” que los fija por una tensión muy ligera. Ello permite que rodamos en terrenos rugosos y duros totalmente en silencio y sin que parezca que se nos va a desmontar la bici. Los topes de las entradas de cables se pueden reemplazar dependiendo del grupo que queramos montar, ya sea mecánico o electrónico.

Merida Mission CX 5000

Para tener un poco de comodidad, la tija es de fibra de carbono de 27,5 mm de diámetro y un ligero retroceso que compensa el ‘slooping’ del cuadro y que sirve para darle un poco más de capacidad de flexión a la tija. Junto al diseño del tubo vertical forman parte de la tecnología S-Flex que ayuda a hacer más cómoda esta Mission CX.

La bici viene con unas ruedas Merida Expert CC bastante sencillas pero cumplidoras. Es de agradecer que el conjunto venga con unas cubiertas Maxxis All Terrane listas para tubelizar. Sólo tenemos que convencer al tendero para que nos regale las válvulas y el líquido tubeless para salir de la tienda a la campa a rodar, 100% Ciclocross. El montaje se completa con una potencia y un manillar también firmados por Merida (gama Expert en aluminio) de 100 mm de longitud y 420 mm de ancho respectivamente.

Exprimiendo circuitos con la Merida Mission CX 5000

Ahora que ya conocemos la Mission CX ya podemos empezar el test. Sólo nos queda encontrar un recorrido para rodar digno de una prueba de la Copa del Mundo de CX: barro, césped, repechos, tablones para saltar y escaleras donde echarse la bici al hombro y subir corriendo.

Esta bici no es para ir de excursión haciendo Gravel, es una bici de Ciclocross. Para probarla, tengo cerca de casa un circuito hecho por los que hacen la temporada de Ciclocross. Tiene escaleras, largos senderos para rodar rápido, bancos de arena, curvas cerradas y virajes en los que hay que tomarse una Biodramia para el mareo; eso es el Ciclocross. Bueno y eso, el sabor a sangre entre los 40 y 60 minutos que dura una carrera dependiendo de tu categoría.

Merida Mission CX 5000

Igual te dicen “pero si en 40 minutos, ni he calentado”. En Ciclocross, cuando lleves sólo 20 minutos, estarás deseando que acabe la tortura. Los circuitos suelen tener una cuerda de entre 2,5 y 3,5 km, repletos de zonas no ciclables (los mencionados bancos de arena, tablones, escaleras…), por lo que deberás tener un estado de forma óptimo para subir y bajar de la bici y aguantar los cambios de ritmo explosivos.

La salida se hace a fuego desde el primer metro para llegar lo antes posible a la primera curva y a partir de ahí ganar posiciones, mantenerlas o no perder mucho si no vas muy fino. Metido en faena rodaras la mayor parte del tiempo en tus umbrales máximos anaeróbicos. En algunos tramos tocará coger la bici al hombro y correr o subir por alguna rampa. Y a todo este coctel le debes sumar la climatología invernal de frio, lluvia o hielo.

Pero eso sí, la diversión la tienes asegurada. Estas haciendo todo lo que de niño querías hacer con la bici. Meterte en charcos, dar saltos, ir lo más deprisa posible por sitios estrechos… DI-VER-SI-ÓN.

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Merida Mission CX 5000
Merida Mission CX 5000

Arrancar desde parado, con el pie a tierra y luego ponerte en una larga recta a todo lo que das sobre la Mission es bestial. Vas bajando coronas según vas cogiendo velocidad hasta la primera curva. El rango de desarrollos 11-42 con el 40 de plato, te permite coger una buena velocidad punta sin tener que arrancar con toda la cadena cruzada o tener que meter plato una vez que has gastado todas las coronas efectivas del plato pequeño. Además de que para un terreno muy embarrado la suciedad que se acumula en el desviador te la quitas. La limpieza en la transmisión se traduce en efectividad en los cambios.

Cuando ya las piernas te arden y estas apunto de colocar la última corona que te queda, toca clavar el freno a fondo y abrir los codos para evitar empujones del resto de corredores. Metes hasta el fondo la leva de la maneta del cambio, y el SRAM Apex 1 reacciona rápidamente subiendo de golpe hasta tres coronas. De nuevo de pie sobre los pedales y la mayor parte del tiempo agarrado sobre las manetas. La forma de las manetas favorece que el agarre sea bastante seguro. El depósito del líquido hidráulico del freno sobredimensiona la parte superior de la maneta, dando más facilidad de mantener las manos en su punto de agarre.

Merida Mission CX 5000

Llegas a una zona técnica donde toca bajarse, saltar de la bici en marcha, meter el brazo entre los tubos del triángulo principal y engancharse al manillar para cargar con ella. Tanto la maniobra como el agarre debes de haberlos practicado bastante antes de echarte a los leones en una prueba de Ciclocross. El ‘slooping’ del cuadro es muy ligero y deja espacio para hacer todo con facilidad. Tardes de práctica y técnica te darán la facilidad y la confianza para hacerlo casi sin pensar.

Rodar rápido y afrontar las subidas va asociado a esta posición tan ‘racing’ de la Mission. Pese a notar el neumático se deforma para adaptarse a las irregularidades del terreno, se puede sentir la rigidez del cuadro. Toda la fuerza es transmitida al eje trasero sin ninguna pérdida de energía.

Merida Mission CX 5000

La presión de los neumáticos de crucial. Y que la Merida Mission CX venga ya de serie lista para tubelizar, nos ahorrara un dinerillo para empezar a rodar por las praderas. El nivel Pro sería correr con tubulares, pero el engorro del pegado y montaje de estos ha de hacerlo unas manos especializadas. La clave está en encontrar esa presión baja que mantenga el equilibrio entre aguantar nuestro peso sin dar llantazos y el agarre óptimo aprovechando la máxima superficie de contacto.

Como cada circuito y condición climatológica es muy distinta de un circuito a otro, poder visitar el circuito el día de antes para dar vuelta y hacer pruebas hasta encontrar la puesta a punto de la bici es fundamental en una carrera de Ciclocross.

El test de la Mission CX ha sido uno de los más intensos que he podido hacer para Maillot. Ha sido mucho más que dar pedales. Ha sido saltar de la bici en marcha, correr con ella al hombro, subir escaleras y ‘ratonear’ dando virajes en muy poco espacio de terreno.

Mission cumplida. La nueva bicicleta de Ciclocross de Merida está a la altura de las grandes pruebas de la Copa del Mundo y por eso está homologada por la UCI.

Merida Mission CX 5000

Conclusión

La Merida Mission CX está dirigida al que busca una bici de competición CX en la que exprimirse y disfrutar de una disciplina de barro y sudor. Que quiere ligereza y rendimiento máximo en un cuadro de fibra de carbono. Una bici diseñada y con un montaje para salir de la tienda y competir, silenciosa en su paso por los sitios más ‘botosos’ gracias a su sistema Smart Entry.

Gracias a la opción de montar guardabarros podrás utilizarla en alguna excursión más relajada, pero ojo, no es una bici de Gravel. Podrás rodar con ella por pistas, pero su geometría es agresiva y con una posición ‘al ataque’, no está pensada para pasar muchas horas sobre ella.

Cosas de familia Merida Mission CX

La familia completa de la Merida Mission CX la forman hasta 8 modelos, aunque en España sólo se comercializan tres. Una vesión más sencilla y económica (menos de 1.000 €), con un cuadro de aluminio, transmisión SRAM Apex 1 y frenos convencionales para iniciarse en el Ciclocross; una versión intermedia (1.799 €) con la misma transmisión frenos de disco y cuadro de aluminio; y la versión tope de gama que hemos probado.

Merida Mission CX 5000

Merida Mission CX 5000 – 2.799 €

Merida Mission CX 600

Merida Mission CX 600 – 1.799 €

Merida Mission CX 100

Merida Mission CX 100 – 999 €

Detalles de la bici

Cuadro y horquilla de la Merida Mission CX 5000
Cuadro y horquilla

El cuadro está fabricado en fibras CF3 de Merida, con un resultado bastante rígido y ligero (el peso declarado es de 885 g). Cuenta con sistema Smart Entry para el cableado interno (muy limpio y que evita la entrada de agua o suciedad a través de los cables), admite neumáticos de hasta 35 mm y la posibilidad de instalar guardabarros.

La horquilla también es de fibra de carbono (gama CF) con un peso declarado de 402 g en su versión de carbono con frenos de disco. La versión con el cuadro de aluminio pesa 1.622 g y cuenta con la horquilla de carbono. Tanto en el eje trasero como en la horquilla encontramos ejes pasantes de 12 mm para las ruedas.

SRAM Apex HRD en la Merida Mission CX 5000
Grupo

El SRAM Apex 1 HRD es un grupo básico pero muy efectivo. Con el plato de 40 dientes y el cassette con un rango 11-42 tendremos más que suficiente para enfrentarnos a cualquier circuito de CX. Eso sí, el cuadro está preparado para albergar grupos de dos platos si así lo deseas. Los frenos ofrecen buena potencia en la frenada gracias a sus discos de 160 mm y al anclaje de las pinzas Flat Mount.

Ruedas Merida CC con Maxxis All Terrane
Ruedas

Merida monta sus ruedas con unas llantas CC sencillas pero efectivas y unos neumáticos Maxxis All Terrane de 33 mm listas para tubelizar, un punto muy a tener en cuenta en una bici de Ciclocross. Cabe destacar el sistema de cierre con la palanca oculta en el interior del eje pasante de 12 mm. Un sistema limpio y eficaz que nos ahorrará tener que usar herramientas para quitar o poner la rueda.

Componentes de la Merida Mission CX
Componentes

Entre los componentes de la Merida Mission CX encontramos la tija de fibra de carbono de 27,2 mm. En este modelo de gama alta, la tija cuenta con tecnología S-Flex para mayor flexibilidad y, por tanto, comodidad y absorción de vibraciones. El manillar y la potencia son de aluminio bastante sencillos pero funcionales que ofrecen un buen compromiso en cuanto a rigidez. Eo sí, si los cambiamos por unos de carbono más ligeros, convertiremos a la Mission CX en una máquina como las de la Copa del Mundo de Ciclocross.

Más información


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Precio

2.799 €


Peso

8,10 kg

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