Test: Lapierre Aircode SL 900 Ultimate
Aircode SL: La evolución francesa
Desde que empezó la separación entre las bicicletas escaladoras y las ‘aero’, Lapierre tuvo clara su apuesta por este segmento. Supo responder al mercado con una bicicleta de perfil aerodinámico muy avanzada y con toda la innovación del momento. La entrada de los grupos electrónicos enseguida hizo que todas las marcas tuvieran que evolucionar sus modelos y actualizarlos con los últimos avances.
El patrocinio desde hace varios años de un equipo UCI World Tour, primero bajo el nombre de La Française des Jeux y FDJ y desde este año Groupama-FDJ, ha resultado ser imprescindible para evolucionar el modelo Aircode. La experiencia y conocimiento de sus corredores hacen que esta nueva versión sea aún más efectiva.
Tengo en mis manos la Lapierre Aircode SL900 Ultimate, el modelo tope de gama de la casa francesa, a la que puedo someter a un test muy completo. Casi cinco semanas por todo tipo de terreno y climatología, con puertos pirenaicos y muchos kilómetros de llanos con todo tipo de vendavales que se añaden a mis recorridos habituales.
Mi modelo concreto es una talla M con una decoración en gris oscuro y negro, un diseño muy sobrio con un pequeño logo de Lapierre en la parte baja del tubo inferior del cuadro en amarillo flúor. Lo que importa es que el montaje es, totalmente, tope de gama, con el nuevo Shimano DuraAce Di2 R9150, ruedas Mavic Cosmic Pro Carbon SL y manillar Zipp Carbon Aero SL70. Como diría el padre de un amigo mío: “Naaaa…. Bicicletitas”.
Enseguida la adapto a mi medida, para lo que tengo que hacer algo que es habitual en las bicicletas que me toca probar, pasar los espaciadores del tubo de la dirección de la parte inferior a la superior de la potencia (para no cortar el tubo, que estas bicis luego vuelven a las marcas) y así poder bajar un poco mi posición sobre el manillar y que sea más agresiva y aerodinámica.
Me gusta buscar la posición más purista de las bicis ‘aero’. Este cuadro tiene una geometría baja de tubo de dirección, unos escasos 14 cm y un tubo superior con un ligero slooping hacia la nueva tija de sillín. La distancia entre ejes se queda en 980 mm y, puede que sea un efecto visual, pero no es tan larga como parece. El secreto está en la forma del tubo del sillín. Que hace un ligero retroceso abrazando la rueda trasera.
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La forma de los tubos es muy específica. Por ejemplo, la rueda trasera es abrazada por el tubo con un diseño denominando Kamm Tail que la oculta, por completo, del choque directo con el aire. El pedalier y las vainas cuentan con el diseño PowerBox de gran tamaño y con una apertura TrapDoor desde la que poder acceder directamente a la batería del Di2. La horquilla también tiene un diseño más aligerado y con anclaje Direct Mount para el freno, lo que le otorga más potencia y eficacia. La dirección es cónica integrada de 1 ¼ y 1 1/8”.
La tija del sillín también recibe cambios, modificando y ocultando bajo una abrazadera de goma la cuña del cierre y teniendo una forma más plana. Además, incluye una inserción de elastómero que nos da cierto confort en la marcha. No obstante, también hay disponible una tija recta (sin retroceso) y sin elastómero para los amantes del triatlón que busquen una posición más agresiva y aerodinámica todavía.
En general, de la anterior Aircode se puede decir que sólo han quedado las pegatinas. La nueva ha marcado en la báscula 6.890 gramos. Le monto los pedales y salgo a rodar.