Test: Faro Ravemen CR1000
Precio:
71€
| Distribuye:
FGAcycling
Luis Miguel Del Cerro 
Luis Miguel Del Cerro 
13/11/2020
El foco Ravemen CR1000 nos llega después de haber probado en MTBpro a un familiar suyo, el Ravemen PR1600, algo así como el “tope de gama” de la marca. Un faro que nos sorprendió en muchos sentidos, pero que ya nos ha dado las claves de lo que Ravemen quiere hacer en el mundo de la bici: faros de alta calidad, con soluciones imaginativas y buen precio. Con el PR1600 lo consiguieron, pero ¿lo harán con el CR1000?
El Ravemen CR1000 es un faro diseñado fundamentalmente para el asfalto. Una luz para ciclistas de carretera que no les importa (o no tienen más remedio) que empezar o acabar de noche y ciclistas urbanos que quieren faros potentes. Con estos tipos de uso en mente, Ravemen ha incluido una lente anti-deslumbramiento que hace que los vehículos que vienen de frente no acaben cegados por nuestra luz. Sin duda, es algo muy bien pensado y que mejora no solo la seguridad del ciclista sino la de todos los usuarios de la vía.
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Por otro lado, el Ravemen CR1000 tiene cinco modos: tres de iluminación continua y dos de destellos. En cuanto a los de iluminación su clasificación es sencilla ya que se basa en los lúmenes que emiten: 1.000, 600, 350 y 100. En cuanto a los destellos: lentos y rápidos. Como veis, tenemos muchas combinaciones posibles lo que nos permite no sólo elegir cuánta luz queremos o necesitamos, sino ir combinando los modos para conseguir la máxima autonomía.
Por ejemplo, yo he utilizado muchos los modos de 600 y 350 lúmenes en zonas urbanas con iluminación y ocasionalmente los 1.000 lúmenes en un camino sin iluminación que utilizo para “atajar” hasta llegar a casa. Con esas combinaciones no es difícil superar las tres horas de autonomía. En todo caso, si optamos por ir “a 1.000” todo el rato tendríamos unas dos horas de autonomía que parece más que razonable. Y es que la batería de Litio-Ion de 4000 mAh es toda una garantía de potencia y tiempo de uso.
Seguramente, al hablar de combinar modos os habéis imaginado a un tipo “cacharreando” torpemente con el faro del manillar. En un foco largo, de unos 10 cm, no parece una maniobra fácil. Pues bien, Ravemen nos sorprende añadiendo un pequeño mando al Ravemen CR1000 que se conecta por el mismo USB de carga y que podemos colocar en cualquier parte del manillar. Con este mando cambiar de modo es muy fácil e incluso adictivo gracias al cambio suave entre intensidades.
La única pega del mando es que, para uso urbano, tendremos que dejarlo en el manillar cada vez que paremos en una tienda o en un bar o invertir un par de minutos en quitarlo y ponerlo. Sin duda, el mando es ideal para ciclistas de carretera o para ciclistas urbanos que tienen el privilegio de poder dejar casi siempre su bici en lugares seguros.
En el mismo conector del mando también conectamos el cargador… o una batería externa. Lo bueno es que esa batería externa puede alimentar el faro mientras lo usamos. Eso convierte al Ravemen CR1000 en algo más que un faro, hace que sea una herramienta de supervivencia. Y amplía su rango de uso.
Porque hace que el Ravemen CR1000 se convierta en una luz ideal para echar en la mochila en cualquier ruta de MTB o gravel cuando toca empezar a pedalear cuando todavía está amaneciendo o cuando tenemos la sensación de que cualquier percance nos puede obligar a volver de noche. Evidentemente con 1.000 lúmenes no podemos ni debemos aspirar a hacer una “nocturna” por senderos, pero en caso de apuro esos 1.000 lúmenes nos parecerán luz divina. Lo digo por experiencia.
Otro punto que lo hace ideal para casi cualquier uso es su construcción de alta calidad. En su estructura predomina el aluminio y tiene un índice de resistencia al agua IPX6, que lo hace resistir sin problemas la lluvia o el barro. También se agradece los puntos de iluminación lateral.
El Ravemen CR1000 es un estupendo faro, un accesorio excelente, con un precio adecuado. Sin duda, tras probar el CR1000 nos queda claro que Ravemen es una marca que hay que tener muy en cuenta.
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