Las 3 cosas que nunca debes hacer si tienes un grupo electrónico (y cómo alargar su vida útil más allá de la batería)

El cambio electrónico ha revolucionado el ciclismo desde su introducción en competición, ofreciendo una precisión inigualable y una ergonomía adaptable. Sistemas como Shimano Di2 y SRAM eTap/AXS eliminaron los cables mecánicos, logrando un cambio de marchas impecable, rápido y sin apenas esfuerzo, independientemente de las condiciones o la tensión de la cadena. Es una inversión que garantiza el máximo rendimiento en la carretera.
Pero, como toda tecnología avanzada, requiere un cuidado específico. Más allá de recordar cargar la batería, los componentes electrónicos (motores, conectores y microinterruptores) son sensibles a los elementos y a los hábitos de limpieza. La mayoría de los fallos no provienen de la electrónica en sí, sino del mal uso durante el mantenimiento. Si quieres que tu grupo funcione como el primer día durante miles de kilómetros, debes evitar estos 3 errores comunes.

3 cosas que no debes hacer con tu Di2 o AXS
Aquí te contamos cuáles son las 3 cosas que no debes hacer si no quieres arruinar tus cambios electrónicos:
1. No uses chorros a presión o lanzas de lavado: Este es el error de mantenimiento más extendido y peligroso para la electrónica. Tanto si usas una manguera de jardín potente como si recurres a una lanza de lavado a alta presión, el resultado es el mismo: el chorro de agua penetra en lugares donde el agua no debería entrar.
Los cambios electrónicos están sellados contra el agua de lluvia y la humedad, pero no contra la presión dirigida. Al aplicar un chorro fuerte, el agua puede filtrarse en los sellos y las carcasas, llegando a los microinterruptores y los motores eléctricos internos del desviador y el cambio trasero. Esto, con el tiempo, provoca corrosión, fallos intermitentes en el cambio y reduce drásticamente la vida útil del sistema.
Solución: Utiliza siempre una manguera con baja presión y, preferiblemente, un cubo con jabón y cepillos. Si lavas la bici en un box de lavado a presión, mantén siempre el chorro a una distancia segura (1 metro) y nunca lo apuntes directamente a los cambios, los puertos de carga, o las manetas de freno.
2. Evita el exceso de lubricación en los pivotes del cambio: Una cadena bien lubricada es esencial, pero un error común es ser demasiado generoso con el lubricante o usar aceites de cadena muy densos o pegajosos. Cuando el exceso de aceite gotea sobre el cuerpo del cambio trasero, este atrae rápidamente la suciedad y el polvo de la carretera, formando una pasta abrasiva.
Esta suciedad se acumula en los pivotes de articulación del cambio electrónico. Dado que estos sistemas se mueven mediante pequeños motores, la acumulación de suciedad y grasa endurecida obliga a los motores a trabajar con un sobreesfuerzo constante. Este exceso de trabajo puede desgastar los piñones internos y drenar la batería más rápidamente.
Solución: Limpia a fondo el cuerpo del cambio después de lubricar la cadena y asegúrate de que sólo la cadena tiene el aceite; el resto del componente debe estar limpio y seco.
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3. Ignorar los puertos de conexión y los cables internos: Aunque los sistemas inalámbricos (SRAM eTap/AXS) tienen menos puntos de fallo por cableado, los sistemas cableados (Shimano Di2) tienen puertos de conexión específicos (el puerto 'A', las cajas de conexiones y los cables E-Tube). Estos conectores son robustos, pero la humedad o el sudor pueden oxidar los pequeños pines si el sellado está comprometido.
En el caso de ambos sistemas, el verdadero problema reside en la acumulación de suciedad que impide la conexión del cargador. Si el puerto de carga está obstruido por barro seco o salitre (si ruedas cerca del mar o usas sal de carretera en invierno), puedes dañar el pin de conexión al intentar forzar la entrada del cable.
Solución: Después de lavar, utiliza aire comprimido o un bastoncillo para limpiar los puertos de carga. Si el grupo usa cables, revisa visualmente que las tapas de conexión estén siempre bien asentadas.
Conclusión
Un grupo electrónico requiere poco mantenimiento, pero ese poco es crucial. Evita el agua a presión y el exceso de suciedad cerca de los motores. Si sigues estas 3 normas básicas de limpieza, garantizarás la durabilidad de los motores, la precisión del cambio y que solo tengas que preocuparte de pedalear.
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