El octavo cielo del Paraíso: sobre Marianne Vos
Para Dante, el octavo es el cielo de las estrellas fijas. Las que nunca se apagan, las que permanecen aunque a veces no puedas ver. Esas que estuvieron y, parece, siempre estarán.
Llegan juntas a la recta final. Veterana y veterana, neerlandesa por neerlandesa. Más fina, la una, coleta gruesa cayendo sobre el hombro derecho, la otra. Llegan juntas, y todo se decide al sprint. Para la otra el doblete, reeditar éxito, quinto año seguido en el pódium. Octavo sería en el palmarés de ella, que lleva lustro y medio sin catar arcoíris. Se lanzan. Manos en la curva del manillar, mover la bici de lado a lado. Apenas hay oposición. Entran limpias, maillot impoluto. Brazos al aire. Entran limpias, pero no importa, sigue siendo ciclocross. El Mundial. Menuda gesta.
Que no les cuenten cosas de supermanes y demás...

En 2006 Marianne Vos gana el Mundial de CX. Aquel año entra en vigor la Ley Antitabaco (¿a que ya no se nota la ausencia de cigarrillos en los bares?), gobierna Zapatero, Philip Seymour Hoffman ganó el Oscar por Capote, Landis se impuso en el Tour de Francia, solo que no, solo que sí, y al final Pereiro, el Barcelona triunfó en Champions y Alejandro Valverde conquistó la Flecha Valona. En una entrevista Federico Martín Bahamontes dijo, con razón, que él es el mejor escalador de todos los tiempos.
Marianne Vos nace el año 1987. En 's-Hertogenbosch. Vamos, Bolduque. Vamos, de donde partió el Tour de 1996, ese que nunca acabó porque suspendieron todas las etapas justo antes de Les Arcs, así lo recuerdo, lo recuerdo perfectamente. De allí era El Bosco (de 's-Hertogenbosch, no de Les Arcs, aunque pudiera) y uno no puede sino imaginar seres híbridos, monstruos y monjas de fiesta por las calles del lugar. En fin, prejuicios del Arte. Hizo patinaje, porque mucha gente hace patinaje, por Bolduque. Luego la bici. Y ya nada, hasta hoy, que corre para Jumbo-Visma, nada menos, igual les suena de su filial masculina (ejem). Conjunto potente. Responde, ojo. Dicen que si es la mejor de su generación, cuentan que la mejor de todas las generaciones. Palmarés arrastra para ello, sin duda.
En 2009 Marianne Vos gana el Mundial de CX. El Barcelona gana la Champions, En tierra hostil es mejor película para la Academia, Zapatero sigue como presidente del Gobierno, a Río la eligen para que sea sede de unos Juegos Olímpicos, Lance Armstrong regresa de su retiro y hace pódium en el Tour, solo que sí, solo que no, y al final no, y hasta pierde los otros siete, Alejandro Valverde gana la Vuelta a España. En una entrevista Federico Martín Bahamontes dijo, con razón, que él es el mejor escalador de todos los tiempos
Dicen que si fue el hermano. Quien le metió el gusanillo del pedaleo, vaya. Y luego el sitio donde naces, que siempre acaba por marcar. Y allí bicis, lo que se dice bicis... pues por todos lados. Así que, casi sin enterarse, corres una kermesse, y luego un critérium, y más tarde empalmas dos carreras el mismo fin de semana. Sin cumplir los veinte años ya era campeona del mundo sobre el barro, porque la veterana Vos también tuvo su época de ser esa jovencilla Marianne que apunta tan alto. Dicen que es rápida, dicen que es lista, dicen que tiene olfato ganador y una ambición que le supura cuando ve la línea de meta. No son malas condiciones, desde luego.
En 2010 Marianne Vos gana el Mundial de CX. El Inter logra su última Champions hasta la fecha y España su único Mundial hasta la fecha, El discurso del rey tartamudea hasta el Oscar a mejor película, Barack Obama afronta su segundo año de mandato como presidente de los Estados Unidos, Alberto Contador gana su tercer Tour, solo que no, y luego que sí, y al final no, Valverde se impone en algunas carreras, pero sus resultados no constan en los archivos por una sanción. En una entrevista Federico Martín Bahamontes dijo, con razón, que él es el mejor escalador de todos los tiempos.
Te puede interesar...
Todo el año de servicio: los ciclistas multidisciplinares del pelotón

La verdad es que costó. Lo del ciclismo en féminas, digo. Costó. Vale, sí, tenemos pioneras grandes. Alfonsina Strada, que incluso corrió un Giro. O Faustina Valladolid, que solo perdió una carrera en toda su vida. Pero costó. Miren, el primer Tour de Francia femenino se celebró en 1955, bajo organización de Jean Leulliot, un tipo que lo mismo se inventaba París-Niza que colaboraba con la Gestapo. De esos... Ganó Millie Robinson, que era británica y lechera, en ese orden o en el contrario. Pero nada, sin continuidad. No ayudó que Leulliot tirase a misógino en sus declaraciones. Que si las mujeres hablan demasiado en el pelotón y no tienen fuerzas para competir. Que si todas se van de compras después de la etapa y no descansan bien. Ese tono... ya ven. Luego volvió en los ochenta. El Tour, digo, solo que muchos seguían mirando de forma condescendiente, y montones de ciclistas, directores y reporteros (de esos que tienen más colesterol que artículos escritos realmente por ellos) hacían chistes, chanzas y, en general, opinaban con el palillo entre los dientes y el suelo lleno de serrín. Pero ahora está mejor, el asunto. No veas como sube, el asunto. Cada vez más interés por el asunto. Hay muchas (bastantes) carreras para chicas, hay muchos (bastantes) equipos serios en el ciclismo femenino, y tenemos muchos (bastantes) medios de comunicación siguiendo esta parte de la temporada sobre dos ruedas. Andamos mejor que nunca, y en parte es gracias a Marianne, porque siempre debe haber una Marianne liderando al pueblo. Aunque lleve casco en vez de gorro frigio...
En 2011 Marianne Vos gana el Mundial de CX. Se empieza a emitir la serie Juego de Tronos, una película muda triunfa en los Oscar, Rajoy es elegido presidente de España, hay un montón de revoluciones por todo el mundo islámico, el Barcelona vuelve a ganar la Champions League, Andy Schleck está a punto de ganar el Tour en el Galibier, pero luego no, y sí, y finalmente Evans, Alejandro Valverde se tira todo el año en blanco por la sanción. En una entrevista Federico Martín Bahamontes dijo, con razón, que él es el mejor escalador de todos los tiempos.
¿Especializarme? ¿Por qué? No veas tú qué banal, qué aburrido, qué de todo. No, no, yo me tiro a diferentes disciplinas, porque los retos molan mogollón. ¿Ruta? Cantidad de kilómetros, y esos puertos, y esas velocidades. El barro, la montaña, con lo que me gusta a mí la naturaleza, y además que tenemos tradición aquí, en los Países Bajos, así que perfecto, lo mamo desde niña, nada que objetar. ¿Pista? Pues oye, es que es divertidísimo, con sus estratagemas, su saber acoplarte, su visión a largo plazo. Mira, yo no sabría decirte cuál me gusta más, ¿eh?, no sabría decirte. Campeonato Mundial en ruta. Campeonato Mundial en CX. Campeonato Mundial en pista. Bicampeona olímpica. Repitiendo en todos los sitios, que a una no le apodan “El Caníbal” gratuitamente. No es Eddy Merckx, pero... Eddy Merckx nunca ganó tanto en CX, así que concedamos eso a Marianne.
En 2012 Marianne Vos gana el Mundial de CX. Tim Burton estrena Sombras Tenebrosas (que ni fu, ni fa), el Chelsea gana la Champions, España el Campeonato Europeo de Naciones, Miami Heat la NBA, Chris Froome parece que puede triunfar en París, solo que no, que sí, y al final Bradley Wiggins, que también es oro allá por Londres y se pimpla unas cuantas ginebras para celebrarlo, Alejandro Valverde gana una etapa del Tour de Francia. En una entrevista Federico Martín Bahamontes dijo, con razón, que él es el mejor escalador de todos los tiempos.
Un montón de compañeras crecen con ella. Alrededor de ella. Contra ella. Neerlandesas. Jóvenes, ambiciosas. Están reinventando un deporte tan antiguo como novedoso, depende de como quiera usted interpretar el paso del tiempo. Todas contribuyen a que las otras se esfuercen más, lleguen más lejos, entrenen más fuerte. Todas hacen mejor al rival y se mejoran a sí mismas. Ves algunas alineaciones de los Países Bajos entre 2010 y 2015 y aquello estremece. Cuántas victorias, cuántos mitos. Si fuera ciclismo de hombres tendríamos libracos bien gordos analizando causas, caracteres, consecuencias. Cómo pudo juntarse tanto talento. Cómo surgió de entre (casi) la nada.
En 2013 Marianne Vos gana el Mundial de CX. Barack Obama es reelegido, en la tele empieza a echar Vikings, y son todos rubísimos y guapísimos, Benedicto XVI renuncia y se convierte en el primer emérito del que tenemos noticia, el Bayern gana la Champions League, Chris Froome gana el Tour de Francia frenando en las curvas del Mont Ventoux, Alejandro Valverde logra su segunda Vuelta a Andalucía. En una entrevista Federico Martín Bahamontes dijo, con razón, que él es el mejor escalador de todos los tiempos.
Marianne tiene un (casi) lustro absolutamente incontestable. Tres Giros de Italia, cuatro Flecha Valona (luego llega una más), la medalla en Londres, Mundiales de todo lo que usted quiera (hasta petanca, creo), nacionales, carreras, etapas, dominio, ataques desde lejos, sprints, ambición. Luego confesaría que en aquel tiempo llegó a sufrir anorexia, obsesionada como estaba por ganar en Italia, por superar montes monstruosos. Lo consiguió, claro, y ahora lleva treinta parciales en la Bota, algunos domeñando las montañas más duras del ciclismo. Un dato... en 2011 compite durante 51 días, logrando 31 victorias. No son números de Merckx. Son números mejores que los de Merckx.
En 2014 Marianne Vos gana el Mundial de CX. Tim Burton estrena Big Eyes (que ni fu, ni fa), el Estado Islámico toma Mosul, Sergio Ramos empata en el descuento y el Real Madrid gana la Champions, Alemania es Campeona del Mundo tras humillar a Brasil en semifinales, Vincenzo Nibali conquista el Tour y Contador no puede salir en la Vuelta, luego sí, luego no, y al final gana, Alejandro Valverde alza los brazos en la Flecha Valona. En una entrevista Federico Martín Bahamontes dijo, con razón, que él es el mejor escalador de todos los tiempos.
Pronto surgen las preguntas. ¿La mejor de siempre? Bueno, ahí estuvo Jeannie Longo, pero eran otros tiempos, y terminó de aquella manera. Y sus rivales. Las de ahora. Es que hay calidad, en el ciclismo féminas. No importa. Casi todos coinciden. Sí, es la mejor. La que más se cuida, la que mejor cabeza tiene. Aunque a veces falle. Por exceso de responsabilidad. Cuando no logró clasificarse en los Juegos de Río, disciplina de mountain bike. Sobreentrenamiento, dijeron. “Siempre he ido buscando el límite”, declaró, “jamás el equilibrio”. Como los grandes campeones. Cuentan que sufre más que nadie, que cuando llega allí, al momento álgido, apenas puede sostenerse en pie tras pasar la meta, que se desploma, que nunca guarda un gramo de fuerza. Quemada, más de cabeza que de piernas, quizá. Bajar el pistón, meses parando, relajándose, disfrutando de la bici. Huir de un calendario solo posible para leyendas... pero leyendas que también resultan humanas. Y fallan. Y se presionan. Y se deprimen. Alejarse un poco del centro, trabajar por la expansión de este deporte. Buena parte de lo que es hoy el ciclismo femenino se lo debe a la figura de Marianne Vos.

En 2022 Marianne Vos gana el Mundial de CX. El mundo es distinto, y todos llevan mascarillas, y hay menos abrazos, y las navidades fueron como fueron, y dicen que si Tim Burton va a hacer una película sobre Miércoles Addams, y la reina Isabel II celebra su septuagésimo aniversario ciñendo corona, y Alejandro Valverde ha anunciado que esta será su última temporada, pero yo no me lo creo. En una entrevista Federico Martín Bahamontes dijo, con razón, que él es el mejor escalador de todos los tiempos.
No te pierdas nada
¿Quieres estar al tanto de todas las novedades de Maillot Mag?
Suscribete a nuestro newsletter para no perderte el mejor contenido relevante, novedades, opinión, podcast, etc.