Test: KTM Revelator Alto Prestige
Una moto sin motor



Cuando vas a probar una KTM empiezan a surgir una serie de sensaciones en tu interior que indican que no es lo mismo de siempre, que te vas a encontrar con algo diferente. A quien le gusten las motos sabe a lo que me refiero, pero es que cuando has probado varias bicicletas de la marca austriaca te pasa lo mismo.
Es cierto que el aura “motero” es muy difícil de perder, pero no es menos cierto que la sección de bicis de KTM sabe hacer las cosas muy bien, con productos muy buenos y acertados en los que la estética, entendiendo como estética el acabado con los logos en “naranja KTM”, simplemente acaba siendo la guinda del pastel.
Aunque al principio casi tenía que tapar los logos cuando tenía la bici delante para hacerlo, hace tiempo que conseguí separar el concepto KTM motos de KTM bicis, algo por lo que la marca lucha todos los años, y ya son más de 50 años haciéndolo (KTM Bikes comenzó a producir bicicletas en 1964) ya que quieren demostrar que sus productos están al más alto nivel.
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Para 2018 la familia KTM Revelator se ha desdoblado en Revelator Alto y Revelator Lisse, las escaladoras y rodadoras de gama alta (la Lisse sólo con frenos de disco). Y por supuesto también está la Revelator SKY, la versión con frenos de disco de la Revelator Alto. Pero en esta ocasión nos metemos con la Revelator Alto en acabado Prestige, el tope de gama de la marca, con el mejor carbono para el cuadro y transmisión Shimano Dura-Ace Di2. No se puede pedir más.
Pero vayamos poco a poco, una vez sacada de la caja, analizados sus detalles y sus pormenores, nos ponemos manos a la obra con la KTM Revelator Alto Prestige. El cuadro se mantiene similar al Revelator que ya conocíamos y que supuso una gran revolución en el catálogo 2017, con fibras de carbono UD Performance y la ubicación del freno trasero debajo de la caja del pedalier. Es cierto que esta ubicación es más efectiva aerodinámicamente hablando pero exige una gran rigidez tanto de la caja como de la pinza de freno, ya que si no surgen los roces. Sin embargo, en la Alto Prestige, con la pinza Dura-Ace, he de decir que no he tenido ningún problema.