Primeras Pedaladas: Nueva Specialized Aethos 2... más ligera y cómoda ¡es posible!

¿Si tenemos un cuadro 10 g más pesado que la versión anterior, cómo es posible que el conjunto sea mucho más ligero? Lo más importante es, posiblemente, el uso de las nuevas ruedas Roval Alpinist CLX III de 1.131 g el juego con válvulas y cintas que se han presentado también esta semana junto al cockpit integrado Roval Alpinist II (que también se ha presentado esta semana) que declara un peso de 270 g en su versión de 400x100 mm.

En la presentación en Italia, en la región de Lombardia, recorriendo algunos tramos míticos de Il Lombardia, pude probar una S-Works Aethos 2 equipada con estas ruedas y el manillar. En la parte de mis sensaciones intentaré desgranar también un poco lo que me transmitieron estos componentes tan importantes.

Pero antes de continuar, si no has leído la noticia oficial de su presentación, de forma resumida te puedo contar que las nuevas Roval Alpinist CLX III cuentan con los nuevos radios Roval Aero Composite por Arris que, además de ser 103,5 g más ligeros que los de acero, son también más fuertes y mejoran el comportamiento de la rueda. El cuerpo del buje es nuevo aunque sigue incluyendo componentes internos DT Swiss 180 con rodamientos cerámicos. Los aros son tipo hooked (con gancho) y cuentan con un perfil de 33 mm y un ancho interno 21 de mm.

Respecto al nuevo cockpit integrado Roval Alpinist II, tiene unas formas más naturales y ergonómicas, con 4º de apertura (flare) que permite un mejor ángulo de la muñeca cuando lo agarramos en el centro o abajo. Además, la forma ovalada de la parte superior lo hace más cómodo si nos agarramos ahí. También han mejorado la capacidad de absorción y, según Specialized, es un 28,3% más absorbente que el Rapide. De todas formas, si no te gustan los conjuntos de manillar y potencia integrados, tranquilo, la Aethos 2 es compatible con sistemas tradicionales.

Otro de los puntos en los que se ha optimizado el peso es en la pintura, que se ha buscado que sea más ligera. De hecho, los 595 g del cuadro S-Works son para la versión RTP, un cuadro con el acabado en carbono, pero lacado y con las pegatinas que se puede pintar o usar tal cual. La pintura y el hardware pueden sumar un total de 30 g de peso. Pero sí, en el hardware también se ha reducido bastante peso. Ahora os lo cuento.

La Aethos 2 es compatible con el sistema de patilla universal UDH, pero esta pieza, que generalmente te la proporciona SRAM y que originalmente se diseñó para MTB, ha sido rediseñada por Specialized y es 2 g más ligera (por cierto que en caso de necesitar un recambio se puede utilizar un recambio estándar). Parece poco, pero si le sumamos a otros 2 g rebajados de la pieza que une la pinza del freno a la horquilla y cuadro ya van sumando más. O a los 9 g del puente (anclaje superior) de la piña de la tija de sillín Roval Alpinist. Y este punto es un ejemplo perfecto de la obsesión de Specialized por el diseño y la optimización en cada milímetro que conforma una bicicleta.

También en las cazoletas del pedalier, en las que se ahorran 6 gramos (3 en cada una de ellas). Y un detalle que particularmente me gusta mucho es que, pese a que se trata de un cuadro que busca la máxima ligereza, y a tenor de los resultados lo consigue, mantiene un pedalier roscado; un estándar de pedalier que facilita el mantenimiento y minimiza el riesgo de que aparezcan holguras que nos hagan perder energía (y en algunos casos la paciencia con los crujidos).

Con todo ello, el peso final de un framekit de cuadro + horquilla + tija Roval Alpinist con cierre de aluminio de 30 mm (con tornillos de titanio en la versión S-Works) en talla 56 es de 1,24 kg en la versión S-Works de fibras FACT 12r y 1,37 kg en la versión de fibras FACT 10r.

Con todo lo que te he contado sería muy fácil explicar cómo va la Aethos 2: como un tiro ¿sencillo, no? Y es verdad, pero posiblemente sería injusto reducir tanto las sensaciones que transmite. Lo primero es que los cambios en la geometría y forma del cuadro se combinan para crear una sensación de “estar dentro de la bicicleta” cuando te subes a ella. Rápidamente se convierte en una extensión de tu cuerpo, con una gran naturalidad en la continuidad entre tu cuerpo y los puntos de apoyo (sillín, pedales, manillar...). Y eso que en mi caso usé una talla 54 con 100 mm de longitud de potencia cuando lo óptimo para mí es llevar una de 84 mm.

La postura que adoptamos es relativamente erguida y cómoda, lo que nos coloca en una posición que invita al pedaleo... pero un pedaleo alegre, incluso agresivo. Si a ello le sumamos cómo absorben cuadro y ruedas las vibraciones del terreno, dibujándolo, tenemos una mayor tracción y menos fatiga en nuestras piernas, lo que se traduce en más velocidad y durante más tiempo. Ya lo dije de la Aethos 1 cuando la probé; es una bici que pide desniveles por encima del 8-10%, que pide rampas duras en las que exprimirte.

Antes de seguir con la bici, quiero hacer una mención al cockpit y a las ruedas (dos de las grandes novedades que hemos tenido esta semana antes de la propia Aethos 2). Los nuevos radios de las Alpinist CLX III y el diseño del Alpinist II aportan esos intangibles que te puedes creer o no, pero que, en realidad, funcionan. Cuando con el paso de los kilómetros por las carreteras italianas (que no están en muy buen estado que digamos) notas cómo no tienes tan cargadas las manos, las muñecas, incluso las lumbares... es por algo. Podemos creernos o no las cifras que aporta la marca, pero la realidad es que la fatiga acumulada es menor y yo salí particularmente enamorado de estos nuevos componentes.

Volviendo a la bici en si, realmente es una escaladora de manual, una bici que, además, reacciona muy bien a nuestras pedaladas, a nuestros cambios de ritmo o a cuando nos ponemos de pie y apretamos aun más en los pedales. Y todo ello con unas vainas que son unos pocos milímetros más largas de lo que a mí particularmente me gusta en una escaladora (ojo, recuerda que sólo son de 410 mm, pero en este tipo de bici me gustan las que están más cerca de los 405 mm).

Y como todo lo que sube tiene que bajar, nos agarramos a la parte curva del manillar y nos lanzamos a tumba abierta (bueno, no tanto, que la carretera tenía tráfico) por las reviradas carreteras italianas. Lo cierto es que la Aethos ha mantenido, mejor dicho, mejorado, su impresionante capacidad bajadora.

Es muy ágil y manejable ganando terreno en las zonas más reviradas donde su ligereza y las cubiertas de 28 mm ganan la partida; sobre todo si te encuentras asfalto húmedo y resbaladizo como el que nos encontramos en algunos momentos de las salidas organizadas. Si hay algo que quiera destacar especialmente es lo fácil que se mueve, lo rápido que responde a nuestros cambios de peso y lo fácil que traza las curvas; es muy estable y se mueve con mucha facilidad (ligereza) tanto con nuestro cuerpo como desde el manillar.

Pero quizá lo que más me sorprendió es lo bien que se mueve rodando en llano a alta velocidad. Evidentemente no es una Tarmac, pero corre mucho. Se mueve ágil y es relativamente fácil mantener velocidades altas con ella a pesar de no tener esas formas aerodinámicas de su hermana. Insisto, no pretendo compararla en este terreno, pero sí destacar que se mueve mucho mejor (y más rápido) de lo que podríamos imaginar. Todo esto es aplicable, evidentemente, tanto en las bajadas más rápidas como en los tramos llanos de pedaleo. Os puedo asegurar que tuvimos un tramo llano que nos exigió al máximo (por momentos parecía que estábamos en una contrarreloj por equipos) y la Aethos 2 se defendió con una nota muy alta.

Y sí, he incidido en lo rápido que se puede ir con ella ya que es, posiblemente, lo más llamativo. Pero con las mismas, si erguimos un poco más la postura y relajamos el ritmo (y fuerza) de nuestro pedaleo, tendremos una máquina que nos permitirá disfrutar del recorrido por el mero hecho de hacerlo. Una máquina capaz de filtrar irregularidades del terreno para que nos centremos en lo que de verdad importa, disfrutar del ciclismo. Una bici con la que salir también el día que, simplemente, quieres soltar piernas y ver los kilómetros pasar.