Primeras Pedaladas: nueva Orbea Orca OMX
Una Orca superlativa
Antonio del Pino 
Javier Martínez 
05/09/2019
Orbea presenta la nueva Orbea Orca OMX, la mejor bicicleta de carretera que han hecho jamás. Con mejoras en sus prestaciones (ligereza, rigidez, integración, ganancias aerodinámicas…) y un grado de personalización máximo.
Orbea presenta no sólo la mejor bici de carretera que haya hecho jamás, sino una de las mejores bicis de la historia y del mercado actual que, además de ofrecer unas prestaciones salvajes, permite un grado de personalización del máximo nivel. Ahora la Orbea Orca llega bajo la denominación OMX y desde este mismo instante, ubícala mentalmente en el ranking de las mejores bicis a las que puedes aspirar, porque es una bici superlativa.
Por muchos motivos, porque es una marca de casa, porque en la revista Maillotmag hemos tenido el privilegio de estrenarla antes de su lanzamiento mundial, porque después de sentirla sabemos con seguridad que es una bici que va a ser un éxito inapelable… Sí, tenemos que reconocer que sentimos mucho orgullo de poder traeros en exclusiva esta nueva Orbea Orca OMX, que hemos podido testar con exigencia para presentárosla con todo lujo de detalle el mismo día de su lanzamiento.
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Podríamos empezar por aspectos técnicos o numerológicos, de hecho lo hacemos porque lo natural es querer conocer sus cifras cuanto antes, como que es un 15% más rígida que su predecesora (y vaya si lo es), que el cuadro en talla 53 pesa sólo 833 gramos, que de salida habrá 5 modelos configurables y personalizables, todos de alta gama bajo el programa MyO y sólo en versión disco, que van desde los 4.699 € (Ultegra R8000) a los 9.499 € (Red eTap AXS) con tres opciones intermedias de 5.699€ (Ultegra Di2), 5.999 € (Force AXS) y 8.999 € (Dura Ace Di2), que integra los cables por su interior trabajando de forma magistral el equilibrio aerodinámico para mejorarla en un 10% en el túnel del viento, resolviendo todo su diseño integrado de forma esbelta, eficaz y minimalista…
Ahora os lo contaremos todo, pero creemos que los más importante, lo que debes tener muy claro, es que la nueva Orbea Orca OMX es una bici que emociona profundamente. Es tan rápida y directa que no te puedes contener, lo natural es que como nos sucedió a nosotros, al dar dos pedaladas, salgas disparado en una aceleración brutal y estalles en una histérica carcajada al grito de: “¡Cómo corre!”.
Eso es lo que debes esperar por encima de todo en la nueva Orbea Orca OMX, porque si con el concepto Orca, que nació en 2003, siempre han perseguido este objetivo; y ese incremento de nivel dinámico lo han logrado, unas veces de forma más evidente que otras, con esta nueva Orca OMX el salto de calidad en el propósito original de hacer una bici rápida y reactiva… En esta ocasión el salto ha sido sencillamente galáctico.
El trabajo de fondo que hay en la nueva Orbea Orca OMX
Orbea está trabajando muy bien en muchos sentidos y es algo que se percibe en muchas de las maneras en las que se puede y se debe valorar una marca de bicicletas. No queremos alejarnos del foco de lo que supone hablar estrictamente de esta nueva bici para alta competición, pero todo influye y está claro que haber apostado por un modelo de marca que controle todos sus procesos, con todos los aprendizajes y esfuerzos que supone salirse de la disciplina marcada por el modelo global de cómo hacer bicis y una marca, además de una percepción de marca premium y cercana con la que es fácil trabajar, ahora les ha dado acceso a la elite de bicis más avanzadas del mercado.
Ser avanzado, además de haber conseguido que la Orbea Orca OMX sea un tiro, implica la posibilidad de personalizar por derecho la pintura o algunos componentes clave de tu nueva bici, para que ahora puedas recibirla en unos plazos lógicos y conseguir que tu bici sea más personal bajo el programa de personalización MyO. Eso, hoy por hoy que se habla con tanta naturalidad de cifras que como decimos se mueven desde los 5.000 euros hacia los 10.000€, es algo que creemos que es un valor clave.
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Orbea Orca OMX, alta gama
La calidad percibida de la nueva Orbea Orca OMX es impecable. Desde las piezas pequeñas, hasta los componentes aplicados, todo es excelente en una bici rápida que tiene una rodadura silenciosa y un tacto de calidad premium, al que sólo pertenece un exclusivo y selecto grupo de marcas en el mercado.
Para bajarlo a términos habituales, es esa sensación de calidad que desprenden los vehículos de alta gama, que al volante exhiben mucha potencia, control, calidad en todo lo que suponga la experiencia de uso, desde cerrar la puerta a arrancar el motor, sentirse bien sentado, que además de ser caro y exclusivo se sienta así, con numerosos sistemas de ayuda que trabajan eficaz pero discretamente y que pese a echarte una mano en más de una ocasión, te hacen sentir que todo lo bueno que pasa en la conducción es producto de tu habilidad y tus altas capacidades, sea así o no.
Esto es lo más difícil a la hora de hacer una bici de altas prestaciones sin que caiga en la locura y que sea un producto llevadero sólo por usuarios de elite, quiero decir, no sólo que la bici sea rápida entre las rápidas, en datos fríos de vatios o índices de rigidez y peso, sino que todo lo que uno percibe en los millones de situaciones que se dan a lo largo de una vida sobre la bicicleta, te dé un retorno positivo en ese complejo equilibrio entre velocidad radical, emoción continua y control de la situación para ciclistas de todos los niveles. Así es la nueva Orbea Orca OMX.
Mucha integración en la Orbea Orca OMX
En estos últimos años en los que la integración total y la limpieza estética de las bicis se ha convertido en la gran obsesión de todas las marcas, hemos visto auténticas chapuzas. Desde manillares que giraban forzados mordiendo los cables en el intento de meter todas las fundas por un hueco por el que apenas cabían dos cables y acababan metiendo cuatro, hasta cuadros y horquillas con miles de ruidos y vibraciones internas de los cables rebotando contra las tuberías al paso por la mínima rugosidad del asfalto.
Hay que reconocerle a Orbea que siempre defendieron que esto no era de recibo y que mejor que hacerlo mal era no hacerlo, o hacerlo sólo al punto en que aportara utilidad técnica sin sacrificar nada que comprometiera la calidad conseguida previamente. Por ese motivo sólo ahora pueden ofrecer su nueva gama de componentes bajo el sello OC (Orbea Concept) con el que han desarrollado para la nueva OMX un conjunto de manillares y potencias propios para guiar los cables internamente.
En ellos, además de poder ajustar las necesidades del usuario en todos los parámetros biomecánicos, se puede probar la altura del manillar sin que suponga desarmar la bici entera, ya que cuentan con unas arandelas del tubo de dirección que se abren en dos y permiten probar y verificar las veces que haga falta sin molestia alguna. También han conseguido que los cables salgan de las manetas y salvo la pequeña porción entre la cinta del manillar y la parte baja de la potencia, vayan interna e íntegramente hasta su destino sin pega ni inconveniente alguno.
La potencia ICR con ocho grados de inclinación negativa, con soporte de GPS integrado de serie, es lo que cabe esperar en una bici de este nivel. De aluminio de alta calidad, porque al final es el material que en la práctica se revela como el más apropiado en un componente critico en el que el carbono no aporta muchas ventajas reales y sí un sobrecoste importante.
Es rígida al máximo nivel y permite ocultar la guía, por la parte baja, de todos los cables que salgan de las manetas y que los de cambio Di2 accedan a la potencia por una ventana desde el centro del manillar ( en el caso de las versiones AXS sólo son los de los frenos). El manillar es de sección clásica escaladora con una ergonomía fantástica en todos los agarres posibles, con un “reach” de 80 mm y una caída de 125mm, ahora sí de carbono de alto módulo para esta versión, que es muy ligero y rígido al máximo nivel.
Dentro de este concepto de integración para la Orbea Orca OMX la tija también gana muchos puntos, que pasa de la tradicional tija 27.2 mm de sección redonda a una tija de carbono específica de sección tipo “D” con la delantera curvada y la trasera aplanada, con líneas y transiciones suaves, que en su unión al cuadro incluye una pequeña goma embellecedora. Lo mejor, además de haber contribuido a esa mejora del 10% en su rendimiento aerodinámico, es el que el ajuste del avance y la inclinación del sillín se realiza de forma independiente, pudiendo afinar con total precisión la posición exacta del sillín.
En esta unidad contamos con un novedoso Selle Italia SLR Boost Super Flow L Carbon Ceramic de diseño compacto, que es el paradigma de la comodidad con un diseño deportivo y afilado de primer nivel. Es en el cierre de la tija donde han dado un buen mordisco a la báscula, 22 gramos concretamente, que realiza su labor de forma muy eficaz.
A correr con la nueva Orbea Orca OMX
Sí, la nueva Orca OMX, que sólo está disponible en versión disco y que permite un paso de neumático de hasta 32c, es un verdadero tiro. Es una bici que, aun siendo la versión OMR un bicicletón que seguirá viviendo con mucho éxito en el catálogo de Orbea, en un sentido puramente deportivo se ha visto superada con creces por la OMX.
El ángulo de dirección se ha verticalizado hasta los 73 grados en nuestra unidad de test en talla 55, pero cada talla tiene el suyo para compensar ese ángulo y obtener la misma reacción, quedando así: la 47 a 71º, la 49 a 71,5º, la 51 a 72,20º, la 53 a 72,80º, las 57 y 60 a 73,20º. Bajo el programa de análisis de las geometrías que Orbea ha denominado Dynamic Structure, todas las cotas de cada talla han sido compensadas para reportar el mismo nivel de deportividad en el manejo y prestaciones estructurales. Y si os pasamos estos datos es sólo por mostraros el nivel de molestias, hasta el más mínimo detalle, que Orbea se ha tomado para esta OMX. Merece la pena tomarse un tiempo para comprobarlo en su tabla de geometrías.
Dicho esto, una geometría tan rápida no tiene sentido alguno si el diseño y la ingeniería de su carbono no soporta las fuerzas críticas que generan unos ángulos más cerrados, sobre todo en el tren delantero o en toda la línea baja del cuadro, que sería: la horquilla, su apoyo con el cuadro en la dirección, el tubo diagonal, el pedalier y las vainas. El trabajo en este sentido ha sido sencillamente espectacular.
Claramente la llegada de los frenos de disco y el uso de ejes pasantes tiene mucho que ver, pero analizando la estructura de la nueva OMX desde delante hacia atrás, empezamos por una horquilla Free Flow de patas abiertas, que más allá de reducir la presión aerodinámica que ejerce el giro de los radios y la llantas en dirección opuesta al avance de la bicicleta y su oposición contra el vierto, consiguen que estemos ante una de las horquillas más estables del mercado, tanto en fuerzas laterales como en las frenada brutales que permiten ahora los discos, incluso llegando la retención desde la parte baja de la horquilla, que fuerzan una palanca mayor que un tradicional freno a llanta.
Luego, el nuevo módulo de carbono aplicado y el proceso avanzado de fabricación monocasco del carbono OMX, han conseguido que además de ser más ligero, el cuadro sea imperturbable. Incluso esprintado por encima de los 1.300 vatios en un muro brutal, la bici ni se inmuta y sólo genera avance. Para controlar las fuerzas de tracción desde las bielas al cassette, el pedalier sobredimensionado se comunica con unas vainas asimétricas de gran volumen en sección vertical, que van directas al eje pasante de la rueda trasera. Todo junto forma un ligero bloque armónico capaz de soportar lo que le eches, seas un ciclista recreacional de peso elevado o una máquina de ganar carreras del máximo nivel.
Para esta OMX, Orbea también se suma a la nueva escuela de diseño de tirantes de línea baja, algo que sólo es posible ahora con los nuevos procesos avanzados de construcción en carbono y que, además del beneficio aero que suponga, consigue compactar el tren trasero con uniones de tubos más cortos y eficaces.
El resultado es una bici de alta competición ¿Más ligera que la OMR? Sí ¿Más rígida y precisa que ninguna otra Orbea de carretera que se haya hecho antes? desde luego. Pero, por encima de todo, es el conjunto lo que define la gran diferencia, en una bici construida con un criterio magistral, pensada para correr y desarrollada hasta el más mínimo detalle para que se sienta rápida y que intentar ir rápido, cada uno a su nivel, sea algo que siempre reporte ese intercambio adictivo en el que todo esfuerzo aplicado tiene una recompensa.
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Sobre gustos… el montaje de la Orbea Orca OMX M10iLTD-D
La nueva Orca OMX es una bici especial, tanto por lo que supone para Orbea haber conseguido una bici así, muy bien solucionada y dinámicamente espectacular, como por lo que implica sumar una opción más al selecto grupo de bicis de elite del mercado actual.
Sinceramente, esta unidad Orbea Orca OMX M10iLTD-D de test que recibimos, a nivel de montaje, es perfecta. El grupo Shimano Dura-Ace Di2, con las ruedas Mavic Ksyrium Pro Carbon Disc UST CL tubelizadas de serie, concierres Speed Release…es perfecta tal y como está. Tan sólo le echo en falta un medidor de potencia, que podría adquirir de serie dentro de las opciones que Orbea ofrece con el FSA Powerbox.
Y, dicho esto, el color de la bici…personalmente no termina de conquistarme. Es negro, pero no lo es del todo, el añadido naranja para interrumpir la supuesta sobrecarga de negro, lo habría puesto en negro brillo y luego, que me gusta que las bicis siempre estén impecables, el acabado mate agarra todo el polvo que pilla.
Ya se sabe que en gustos y colores no hay nada escrito y desde Orbea lo tienen tan claro, que ya hace años decidieron meterse en el faraónico proyecto de personalización MyO que, además de permitir numerosas opciones en desarrollos, sillines, neumáticos, etc., para que la bici que recibas sea exactamente la que necesitas, soluciona de un plumazo la cuestión referente al sentido y la percepción estética particular de una bici, porque no nos engañemos, siempre será un valor clave en la decisión de compra de una bici u otra.
Por ese motivo Orbea, aun siendo conscientes de que la compleja operativa que suponía ofrecer un universo de opciones, invirtieron periódica y estratégicamente muchos de sus activos en mejorar este servicio de personalización con el que en 2020 han ido aún más lejos, sumando muchas más variantes en la paleta de colores y nuevas opciones de diseño con opciones más atrevidas.
Así, sólo por compartir un particular punto de vista, esta opción de 8.999 € la pintaría en color plateado oscuro y brillante, a juego con el grupo. Y si la cuenta corriente me diera el alto iría a por la versión M21eLTD-D con Force eTap de 5.999 € que, al ser el grupo íntegramente negro, un acabado “full Black” brillante daría como resultado algo sencillamente brutal. Puestos a soñar, me compraría la exclusiva M11eLTD-D de 9.499 €, montada con SRAM Red eTap AXS, combinando en su decoración dos tonos de rojo brillo, como un deportivo de raza… Al final, sea como fuere, Orbea ha conseguido el objetivo, una bici de una calidad indiscutible con la que el ciclismo y las bicis, con todos los sueños, las ilusiones y los esfuerzos que todos ponemos, tengan una respuesta al nivel de las más altas expectativas.
Cosas de familia: Orbea Orca OMX
Aunque una de sus grandes virtudes es la altísima capacidad de personalización en decoración y montaje, la gama de la nueva Orca la forman 5 modelos con los siguientes precios:
Orbea Orca M20LTD-D – 4.699 €
Orbea Orca M20iLTD-D – 5.699 €
Orbea Orca M21eLTD-D – 5.999 €
Orbea Orca M10iLTD-D – 8.999 €
Orbea Orca M11eLTD-D – 9.499 €
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