Acortando las diferencias

El ciclismo femenino busca equipararse al masculino, y no sólo en los premios

Facebook
Twitter
Whastapp
Autor Maillot Saúl Miguel
Autor de la fotoRCS Sport, A.S.O., Flanders Classics, Photo Gomez Sport (Movistar Team), Thomas Maheux (FDJ Nouvelle Aquitaine Futuroscope)

Fecha de la noticia 24/04/2021


El ciclismo femenino está creciendo y evolucionando de forma imparable en los últimos años, pero todavía falta camino por recorrer para equipararse al masculino. Y no sólo en el aspecto económico, donde se están dando grandes pasos, sino que hay que cambiar muchas cosas más.

Acortando las diferencias

En vísperas de Strade Bianche el nombre de Cem Tanyeri, un aficionado neerlandés, se hizo repentinamente famoso en el pequeño universo que rodea al pelotón femenino por su iniciativa en la web GoFundMe. Su objetivo: llamar la atención sobre la disparidad de premios entre las carreras femeninas y masculinas y compensar, al menos de cara a esa competición, la enorme diferencia existente.

La recepción fue asombrosa. Los números hablan por sí solos: de cara a los 5 primeros clasificados en cada respectiva prueba, la organización estipula 31.600 € a repartir entre los hombres y 6.298 entre las mujeres. Con las múltiples donaciones de fans, la cantidad a repartir entre las segundas ascendió rápidamente a 31.876 €, igualando e incluso superando ligeramente, por tanto, la suma de premios masculinos.

Te puede interesar...

Entrevista Mavi García (Campeona de España CRI y corredora de Movistar Team)

Acortando las diferencias
Acortando las diferencias

La historia ya se venía gestado de largo tiempo atrás, aunque fue en buena parte la diferencia, también grande, existente en los premios de la carrera disputada una semana antes, Omloop Het Nieuwsblad, la que quizá encendió la mecha definitiva. Es una tónica que se repite con frecuencia en el ciclismo de carretera —con algunas honrosas excepciones—, y en las que claramente esta disciplina se queda atrás con respecto a otras más avanzadas a este respecto, como puedan ser el ciclocross o la bici de montaña.

Como no podía ser de otra manera, y más que merecidamente, la iniciativa de Cem Tanyeri obtuvo un aplauso casi unánime, desde aficionados a las propias ciclistas, pasando por diversas páginas web y periodistas que se hicieron eco del asunto. Fue una muestra más de que pequeños gestos pueden terminar llevando a grandes acciones, y también una evidencia de que existe cierta conciencia de que hay cosas que tienen que cambiar. Lo ideal sería no tener que estar escribiendo esto en 2021, pero en este caso no queda otra que agarrarse al manido más vale tarde que nunca.


Te puede interesar: Entrevista Mavi García (Campeona de España CRI y corredora de Movistar Team)


No solo es por el dinero

Más que el gesto en sí, por honorable y simbólico que resulte, quizá lo más destacable que pueda sacarse de todo esto es la existencia de un interés latente por el ciclismo femenino, categoría que lleva unos pocos años creciendo a pasos agigantados, tanto en su propio nivel intrínseco como en su repercusión en los medios y número de seguidores. Era un secreto a voces que aquí encontró una manera de hacerse oír.

Sin embargo, no conviene perder la perspectiva. La carismática ciclista danesa Cecilie Uttrup Ludwig —precisamente una de las beneficiarias de la iniciativa de Tanyeri, al finalizar Strade Bianche entre las 5 primeras— mencionaba con acierto en el portal Cyclingnews que una enorme disparidad de premios como es la existente da una imagen mala y cuestionable. Es, desde luego, algo injusto, y que no podemos definir de otra manera sino inaceptable. Pero, al mismo tiempo, reconocía que existen otros asuntos que pueden ser aún más importantes.

Te puede interesar...

Equipos totales: estructuras masculinas y femeninas en el ciclismo profesional

Acortando las diferencias
Acortando las diferencias

Esto último es clave. En mundo ideal no estaríamos debatiendo sobre ninguna de estas diferencias, pero en el mundo real tenemos que hacerlo. Y en ese mismo mundo real no hay nada más importante que la visibilidad. Del modo en que funciona el ciclismo, la presencia en televisión de las marcas que patrocinan a los equipos es absolutamente esencial. Una carrera que no se ve es, a esos efectos, prácticamente una carrera que no ha existido. El deporte necesita la televisión, y aquí sí puede decirse sin temor a equivocarse que el ciclismo femenino está ganado poco a poco la batalla.

Tomemos el ejemplo de Flanders Classics, el organizar encargado de, entre otras, la mencionada Omloop Het Nieuwsblad. Flanders Classics están inmersos en una iniciativa que han dado en llamar #ClosingTheGap, con la que pretenden ir, paso a paso, logrando la igualdad en el trato hacia el pelotón masculino y femenino, con la meta en 2023. El proceso consta de tres pasos básicos: organizar las mismas carreras tanto para hombres como para mujeres, tener producción televisiva en directo de todas ellas, e igualar los premios en metálico.


Te puede interesar: Equipos totales: estructuras masculinas y femeninas en el ciclismo profesional


Igualdad a paso lento

Con la inclusión en el calendario 2021 del Scheldeprijs, o Gran Premio de Escalda, Flanders Classics ya han cumplido el primer paso. La televisión está garantizada, y con ello se logra también el segundo. ¿El tercero? Tendrá que esperar, seguramente, hasta ese 2023. ¿Ideal? No. ¿Es la mejor decisión posible el dejarlo como el asunto menos prioritario de los tres? Aquí es donde se abre el debate.

La vigente campeona de Europa y tres veces campeona mundial Annemiek van Vleuten nos compartía recientemente su visión al respecto, apoyando la elección de Flanders Classics. Mostrándose, eso sí, profundamente agradecida por la iniciativa de Tanyeri, coincidía con el organizador belga en el orden de prioridades. “La gente me habla mucho de dinero y demás, pero lo primero es tener las carreras, el hecho de que sean organizadas. Y lo segundo, que sean mostradas en televisión. Mi victoria en La Course 2018 —la prueba de un día organizada por ASO durante la disputa del Tour de Francia— me hizo darme cuenta de la enorme importancia de la televisión en directo para nosotras”.

Acortando las diferencias
Acortando las diferencias

Nosotros creemos también que esta elección, si no puede hacerse todo al mismo tiempo, es la correcta. Por motivos prácticos de visibilidad para patrocinadores y oportunidades de competir para las ciclistas, pero también por motivos económicos. Siendo sinceros, los premios que se reparten en el ciclismo, incluso en las carreras masculinas, no van a solucionar la vida a nadie, y menos aún con la tradición existente de repartirlos con el resto del equipo. El dinero para un sustento tiene que llegar de unos sueldos dignos. Y los sueldos dignos son mucho más factibles cuando las firmas que aportan el dinero son conscientes de que van a recibir un retorno que les merezca la pena gracias a la publicidad obtenida.

Tomemos un ejemplo opuesto. La organización de la Prudential Ride London Classic está al cargo de dos carreras profesionales, una masculina y otra femenina. Aportan unos —en términos relativos— sustanciales premios en metálico que, aquí sí, son idénticos para ambas categorías. Fenomenal; es lo justo. Sin embargo, existe una enorme discrepancia que salta a la vista: los recorridos no tienen nada que ver. Mientras que la masculina se acerca a los 200 kilómetros y sale a las afueras de Londres para completar un atractivo circuito a imagen de lo que fue la prueba olímpica en ruta de 2012, la femenina se limita a poco más de 60 kilómetros de recorrido completamente urbano. Un critérium glorificado.

Recorridos en condiciones

Es obvio que las diferencias en premios crean una mala imagen, pero lo mismo puede decirse de unos recorridos tan dispares. ¿Es digno de una carrera World Tour el tener semejante recorrido, que poco o nada tiene que ver en dificultad y distancia con buena parte del resto de los que integran el circuito mundial? Uno de los escollos a los que se ha ido enfrentando el ciclismo femenino no ha sido únicamente el dinero, o la falta de promoción y visibilidad, sino el ganarse el respeto del aficionado, del seguidor potencial que podría sentirse atraído por un deporte que tradicionalmente ha valorado la dureza, la épica, la dificultad de las carreras. Un circuito llano de 60 kilómetros no ayuda precisamente a ello.

La propia Van Vleuten se pronunciaba también al respecto. “Quiero el respeto del aficionado, que quien nos vea compruebe que también podemos recorrer largas distancias, hacer carreras duras, que no sea algo que el espectador piense que puede hacerlo él mismo”, nos comentaba.

Acortando las diferencias
Acortando las diferencias

Un organizador que se esfuerce por igualar los premios, pero que después diseñe unos recorridos tan antagónicos, es a todas luces una incongruencia. A Flanders Classics y RCS se les podría criticar por los pírricos premios, pero al menos diseñan carreras femeninas que suponen un reto y un tipo de perfil casi idéntico a los masculinos, y que además muestran en directo por televisión. Sí, lo ideal sería una combinación de ambos enfoques, pero ahora mismo el que de verdad debería de tener potencial para hacer crecer al ciclismo femenino, y convertirlo en un deporte rentable, es el segundo de ellos.

La iniciativa de Cem Tanyeri es absolutamente admirable, digna de elogios y agradecimiento, así como un complemento magnífico a otra serie de acciones que siguen contribuyendo a hacer crecer el ciclismo femenino. Todo cuenta. Pero no cometamos el error de centrar la mirada en un asunto que, aunque tremendamente simbólico, a efectos prácticos es poco más que puramente cosmético. Visibilidad en medios —incluyendo por supuesto televisión en directo—, carreras y recorridos de calidad y sueldos dignos son los pilares sobre los que ha de asentarse el crecimiento de este deporte, un show atractivo que en buena parte de las ocasiones se vende solo por el espectáculo que deparan las ciclistas. Cuanta más gente sea consciente de esto, el asunto de la igualdad de premios irá afianzándose casi sin pretenderlo.

No te pierdas nada

¿Quieres estar al tanto de todas las novedades de Maillot Mag?
Suscribete a nuestro newsletter para no perderte el mejor contenido relevante, novedades, opinión, podcast, etc.