Test: Ritchey Outback

Amor de Verano

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Autor Maillot Luis M. del Cerro / J. Daniel Hernández
Autor de la fotoJavier Martínez

Fecha de la noticia 15/10/2018


La Ritchey Outback combina el acero y el carbono de forma perfecta para conseguir una gravel diseñada para hacernos felices en carreteras “rotas” y pistas interminables. Una bici con detalles que nos hacen revivir el pasado, pero disfrutando de la tecnología del presente.
Ritchey Outback
Grandes sensaciones de velocidad y rendimiento en pista. Una calidad de rodadura excepcional. Diseño y estética únicos. Detalles de fabricación excepcionales.
Pocos anclajes en caso de que quieras hacer bikepacking. El precio “solo cuadro” puede resultar elevado.

A veces, la marca condiciona. No es fácil abstraerse a una bici que lleva un apellido como Ritchey en el cuadro. Sobre todo, si tu adolescencia fue sobre una bici de montaña. Tom Ritchey fue uno de los precursores del Ciclismo de Montaña. Fue de aquel grupo de pioneros que inventaron el Mountain Bike en la misma zona en la que unas décadas después aparecerán Apple o Facebook. Pero al igual que otros de esos pioneros, Tom Ritchey empezó en la carretera corriendo y ganando sobre algunas bicis que él mismo diseñó y fabricó.

Décadas después, Ritchey se convirtió en una de las firmas de componentes más prestigiosas del mundo. Pero Tom nunca olvidó los cuadros, las bicicletas, y hoy podemos seguir disfrutando de sus creaciones. Y es que en el catálogo de Ritchey encontramos cuadros de carretera, montaña, ciclocross y gravel. Durante años el acero ha sido su material preferido en la fabricación de cuadros, pero ahora también ha incluido diseños en carbono.

Ritchey Outback

Con todo este, resumidísimo, contexto mental recibo la invitación a probar una Ritchey Outback. Paremos un momento: leyenda, acero y Gravel. Imposible decir que no. Y, sobre todo, complicado hacerlo después de ver la bici. Color verde “aquamarina”, esas soldaduras perfectas, ese cableado por fuera pero perfectamente alineado, esos racores (incluyendo el que fija los tubos superior y de sillín y a la vez se encarga de presionar la tija) y unos tubos que en 2018 parecen extremadamente delgados. Una bici perfecta y seductora en mi imaginario noventero. Una bici para gente que gusta de leer e informarse si empezaron a pedalear después de esas fechas.

Para rematar, la bici monta un grupo Shimano Ultegra y se completa con algunos de los mejores componentes de Ritchey, incluyendo en esta categoría la horquilla de carbono. Las buenas noticias continúan: puedo usarla durante gran parte del verano. Tengo tiempo y kilómetros por delante.

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Ritchey Outback
Ritchey Outback

La reina del silencio

Poner la Ritchey Outback sobre el asfalto es hacerlo sobre raíles. Vuelvo a tener las sensaciones y recuerdos del acero. Subirse en una bici como la Outback es como hacerlo en ese coche que todo padre tuvo en algún momento de tu infancia y del que solo guardamos buenos recuerdos: ese vehículo que nos llevaba de casa a la felicidad cada fin de semana o cada verano. Y es que la combinación de este cuadro de acero y los componentes Ritchey de aluminio y carbono tiene como resultado un índice bajo de ruido y cero de ‘crujidos’. Es suavidad y calidad de rodadura.

Ritchey Outback

Pero esta bici no es solo para esto. Esta bici es para esto y mucho más. Porque es una Gravel. Por eso, pasamos pronto a rodar en pistas suaves y las sensaciones siguen en la misma línea. La Ritchey Outback empieza a contarnos cosas: soy cómoda, soy estable y estaré contigo siempre. Lo hace con sensaciones, pero también con geometría. Y es que la Outback es una bici con una distancia entre ejes tirando a larga. Su longitud de vainas también está por encima de la media. Para que te hagas una idea, dos centímetros más larga que su compañera de catálogo de carretera y poco más de una para su “prima” de Ciclocross. El objetivo de Tom y su equipo es crear una bicicleta aventurera. No les importa la aceleración y no tienen previsto que la vayamos a poner en apuros bajando.

En pleno mes de Julio decido buscar horas frescas para pedalear así que la Ritchey Outback se convierte en mi compañera de atardeceres. Durante las primeras dos semanas combino tramos iniciales de carretera con kilometradas de pista. Me cuesta salir de este territorio porque es donde veo que la Outback funciona a la perfección: está hecha para esto. La geometría nos ‘agacha’ en comparación a otras Gravel pero ayuda a transmitir potencia y la horquilla y la tija de carbono son más que suficientes para filtrar las vibraciones de la pista. Las ruedas de 35 con las que viene montada son perfectas. Vamos rápido, vamos ‘fuerte’, vamos cómodos. El caso es que nuestra relación funciona: compartimos gustos, atardeceres y recuerdos. ¿Por qué forzar la relación? ¿Por qué poner a prueba el amor? Porque es mi trabajo.

De la pista al camino

Vamos a pasar de la pista a caminos y senderos sencillos. Y no quiero hacer trampas, así que mantengo las ruedas con los ajustes de presión posibles y necesarios. Confieso que estoy un poco nervioso y ansioso. Venimos de una relación perfecta y el riesgo de decepción es grande.

En el primer día de caminos ya aprecio la diferencia. La transición se nota y es que el acero muestra sus limitaciones de absorción frente a otras bicis Gravel de carbono que he probado. Eso sí, la diferencia no es tan grande con otras con cuadro y horquilla de aluminio. Cuando ganamos velocidad su longitud nos beneficia y la bici solo se mueve en vertical, pero cuando toca ‘culebrear’, ‘recuperar’ o acelerar en una zona un poco más técnica se nota que sus vainas tienen un pequeño ‘extra’ de longitud y el acero no es tan rígido como el carbono.

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Ritchey Outback
Ritchey Outback

Pero pasan los días, y me voy adaptando a su forma de ser, a su forma de afrontar caminos y senderos. Y, encima, cuando salgo de ellos y vuelvo a la pista y al asfalto recupero las sensaciones de los primeros días, de los primeros atardeceres. Días de felicidad absoluta, de calcetines llenos de polvo y sonrisa tonta.

La Ritchey Outback es una bici para iniciados, es una bici para aquellos que saben apreciarla y conocer todo lo bueno y todo lo malo de lo que está hecha su alma de acero. En caminos un poco complicados y senderos puedes sentir ciertas limitaciones, pero lo compensa sobradamente cuando toca rodar por caminos sencillos, pistas y asfalto. En estos últimos es rápida, suave y cómoda. Transmite sensaciones que a algunos nos gusta recordar y otros merecen descubrir. Para mí ha sido un amor de verano con todo lo que eso significa ¿eso quiere decir que es algo corto, pasajero y adolescente? Tal vez. Pero lo cierto, es que yo tengo una hija con el mío.

Ritchey Outback

Detalles de la bici

Shimano Ultegra en la Ritchey Outback
Grupo

La Ritchey Outback apuesta por un Shimano Ultegra con unos platos 50/34 y un cassette 11-32. La combinación es buena para cualquier tipo de aventura y nos permite mantener ritmos muy altos en carretera y pistas y no sufrir cuando la cosa se complica. Respecto al funcionamiento del Ultegra hay poco que decir: precisión y suavidad. Además, después de algo más de un mes de “comer polvo” no tuvimos ningún problema de funcionamiento.

Ruedas Ritchey WCS Zeta y cubiertas Alpine JB
Ruedas

Probar la Ritchey Outback es también probar algunos de los mejores componentes de la marca. Un buen ejemplo son las ruedas Ritchey WCS Zeta. Unas ruedas de aluminio pensadas para rodar tanto en carretera como en caminos. Y podemos asegurar que lo hacen con un gran nivel de rigidez y soportando sin problemas todo tipo de torturas y es que su fabricación y diseño transmiten una gran solidez y la sensación de que son casi indestructibles.

 

En cuanto a las cubiertas Ritchey Alpine JB, nuestra unidad de pruebas venía montada con el ancho de 35. Es la rueda perfecta para combinar pistas y carretera sin perder efectividad y calidad de rodadura en unas y en otras. Si nos pasamos a caminos o senderos sencillos sus limitaciones son evidentes.

Horquilla de carbono en la Ritchey Outback
Horquilla

La horquilla de carbono es el ‘truco’ de la Ritchey Outback para darnos un punto mayor de comodidad en carreteras ‘rotas’ y pistas. Más que una horquilla, es un filtro para las vibraciones. Es, sin duda, un punto clave en la bici.

Cuadro Ritchey Outback
Cuadro

En realidad, es lo que hemos probado: un cuadro. Porque en Ritchey lo que venden son cuadros que luego puedes montar a medida. Es ‘lo importante’ de esta prueba. Por otro lado, aunque le hayamos dedicado un punto específico, es importante destacar que en el cuadro viene incluida la horquilla de carbono y la dirección. Eso nos viene bien para centrarnos en la parte hecha en acero.

Por supuesto, el acero tiene un punto ‘retro’ pero no conviene engañarse. El acero como material y las técnicas para trabajarlo han evolucionado tanto como otros materiales. Que en el mundo de la bici el aluminio y el carbono acaparen los titulares no significa que el acero esté muerto. Este cuadro combina detalles ‘retro’ y maravillosos como el racor que une los tubos del cuadro y aprieta la tija del sillín con una un diseño espectacular de unas punteras diseñadas para ejes pasantes de 12 mm. En cuanto al paso de rueda, tienes vía libre hasta ruedas de 40.

El cableado es externo, pero en esta bici no solo no es un problema, sino que lo ‘pide’. Es parte de su estética y un recuerdo de que cuando los cables iban por fuera, la vida era igual de bonita o fea, el sol salía y se ocultaba por las mañanas sin problemas y cambiar una funda era algo sencillo y rápido. En cuanto a la fabricación del cuadro, se ha utilizado la tecnología Logic Tubbing de Ritchey con triple conificado y tratamiento de templado (para aumentar su resistencia).

Tija Ritchey WCS Carbon Link Flexlogic
Tija

El carbono vuelve a aparecer en escena aportando sus mejores cualidades: ligereza y comodidad en la tija Ritchey WCS Carbon Link Flexlogic. Una tija de carbono es un buen punto donde arañar unos gramos, pero también es una forma de que nuestro trasero sufra un poco menos cuando rodamos por zonas complicadas. Con la tecnología Flexlogic Ritchey defiende que consigue un grado de absorción vertical un 15% mayor que otras tijas de carbono, pero sin afectar a su rigidez o reducir el rendimiento de la pedalada.

Manillar y potencia Ritchey WCS
Manillar y potencia

Como no podía ser de otra forma, Ritchey firma el resto de los compontes principales, como el manillar y la potencia de la gama WCS de aluminio. En este caso el manillar es un modelo bastante ‘carretero’, pero si queremos optar por un modelo más orientado al Gravel o al ‘bikepacking’ tenemos la opción del Venturemax (en versiones WCS y Comp).

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Precio

1.499 € (sólo cuadro)


Peso

2,17 kg (sólo cuadro)

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