Primeras pedaladas: nueva GT Grade 2020
La reinvención continua del Gravel
La nueva GT Grade 2020 ha llegado. La marca americana renueva y actualiza su modelo de Gravel y aventura con un diseño y geometrías completamente nuevos. Más paso de rueda, más confortable, más capacidad de carga, más Gravel…
Como se ha dicho en innumerables ocasiones, el Gravel es, en realidad, la modalidad más antigua del ciclismo. Bicicletas preparadas para recorrer largas distancias por caminos de tierra y cargados con enseres en muchos casos. Pero hoy en día el Gravel está en continua redefinición: aventura, bikepacking, Gravel agresivo, carreras…
La GT Grade es la bici de Gravel y aventurera de GT, pero de cara a 2020 desde la marca americana han querido darle una renovación completa, haciendo de ella una bici más polivalente capaz de cubrir las expectativas de los nuevos usuarios del Gravel, tanto de los que lo conciben con el espíritu aventurero y de bikepacking como de los que buscan apuntarse a las nuevas carreras y marchas Gravel que, poco a poco, van apareciendo en el calendario.
Para conocer la nueva Grade, GT nos ha invitado a la presentación internacional que se ha realizado en Gerona pocos días antes del Sea Otter Europe, donde ha tenido lugar la presentación oficial a los aficionados. Hemos podido probarla en una larga jornada de Gravel, testando su comportamiento en diferentes terrenos: asfalto, pistas forestales, senderos… Pero antes vamos a ver cómo es la nueva GT Grade.
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Aunque no debería hacer falta señalarlo, pues es la marca distintiva de GT desde hace muchos años, la GT Grade destaca por mantener el diseño de triple triángulo en su cuadro. El conocimiento del carbono y de este sistema de tirantes flotantes ha permitido a GT lograr unos parámetros de capacidad de flexión vertical asombrosos para bicicletas de este tipo.
De hecho, estos tirantes se fabrican bajo la tecnología denominada Dual Fiber Dynamics, que incluye fibra de carbono y fibra de vidrio. La fibra de vidrio la encontramos en el núcleo de la estructura para otorgar la resistencia necesaria a la zona, pero también para poder disipar las vibraciones generadas al rodar. La fibra de carbono ofrece la capacidad de flexión vertical y la rigidez lateral que vemos en otras bicicletas.
Y es que, pese a que la anterior generación de la Grade presentada en 2015 ya supuso una revolución en este sentido, en la marca se han propuesto mejorar esta bicicleta en todos los aspectos: comodidad, rigidez, capacidad de carga… y parece que lo han conseguido. La nueva GT Grade 2020 rompe completamente con la geometría del anterior modelo, actualizándose con unas cotas de Reach y Stack más actuales y apropiadas para el Gravel.
Para ello, además de los tirantes flotantes (“Floating Stays”), la nueva Grade cuenta con un Flip Chip en su horquilla de fibra de carbono (sólo en los modelos superiores). Con este Flip Chip podemos modificar la posición de la rueda delantera en 15 mm de “offset”, de 55 mm a 70 mm, y con ello modificar la geometría y el comportamiento de la bicicleta. En la posición de 55 mm de offset tenemos una posición más cerrada y apropiada para competiciones y salidas rápidas, mientras que la posición de 70 mm, denominada “Low Trail”, es ideal para salidas más relajadas con la bicicleta cargada de bultos. Como dijeron en la presentación, con ello tenemos dos Grade: “Race ready or longer and steady” (lista para correr o más larga y estable).
A pesar de el uso de este Flip Chip en la horquilla, la GT Grade está diseñada para usar frenos de disco sin necesidad de piezas especiales. Con la pinza habitual y un espaciador estándar de 15 mm (piezas comunes en los frenos de disco) se puede modificar la posición del Flip Chip y montar discos de 160 y 180 mm sin problemas.
Para facilitar el mantenimiento, los cables de frenos o de transmisiones mecánicas son externos, mientras que en el caso de los grupos Di2 y de querer montar una tija telescópica (el cuadro es compatible), el cableado va guiado por el interior del cuadro. Con todo ello, estamos hablando de un peso declarado del cuadro de 980 g en talla L.
Pero si de algo están orgullosos en GT es de la capacidad de carga que han conseguido en la Grade, dando una vuelta completa al concepto de Gravel aventurero y tratando de responder a las necesidades de este tipo de ciclismo. Por ello, la Grade cuenta con multitud de puntos de anclaje para guardabarros o portabidones (los modelos de fibra de carbono cuentan con una sencilla pieza de plástico que se engancha a los tirantes con gomas para montar el guardabarros trasero). Incluso incorpora inserciones para bolsas de nutrición en el tubo superior e inserciones “anything cage” en las patas de la horquilla.
El modelo de aluminio permite montar portabidones hasta en los tirantes, sumando hasta un total de 8 los bidones que podemos llevar. Quizá pueda parecer una exageración, pero en EEUU son habituales las carreras y marchas Gravel en zonas desérticas o despobladas (como la Dirty Kanza y otras) en las que es sumamente importante tener bien cubiertas las necesidades de hidratación.
Todo esto no tendría mucho sentido si, para adaptarse a las nuevas necesidades del Gravel, no se hubiese aumentado el paso de rueda. La nueva GT Grade 2020 lleva de serie neumáticos de 37 mm, aunque admite hasta un ancho máximo recomendado de 42 mm. En esta presentación nos dijeron que incluso podría montar neumáticos de un ancho superior, pero que el máximo que recomiendan es de 42 mm, lo que es una medida más que suficiente.
Por último, Patrick Kaye (Product Manager de GT) y el resto de los miembros de la marca, nos insistieron en que habían buscado una mejora generalizada en la nueva GT Grade respecto al modelo anterior tanto en la versión de fibra de carbono como en la de aluminio. Si la comodidad del modelo de fibra de carbono mejoraba un 20% respecto al de 2015, el cuadro de aluminio también tenía que ser un 20% más cómodo respecto a su predecesor de aleación.
La nueva GT Grade está disponible en 3 modelos de fibra de carbono F.O.C. y dos modelos de aluminio, con unos precios que van desde los 899 € de la Grade Elite de aluminio a los 3.799 € de la Grade Carbon Pro. La gama la completan la Grade Carbon Expert (2.299 €), Grade Carbon Elite (1.999 €) y Grade AL Expert (1.399 €).
En acción con la GT Grade 2020
Algo que no he dicho hasta ahora, y que quizá debería haber mencionado al principio, es que en la presentación de la GT Grade nos acompañaron desde el primer día Noga Korem, corredora de Enduro de GT en el GT Factory Racing de las EWS y la leyenda del MTB Hans Rey (además de otros miembros del staff de marketing de GT y riders reconocidos como Rachelle Boobar). Esto promete, aunque da un poco de miedo lo que nos pueden hacer pasar con una bici de Gravel.
El recorrido elegido por GT para que probásemos la nueva Grade incluía de todo un poco. Algunos tramos de asfalto, especialmente al principio para salir de la ciudad de Gerona, subidas por pistas forestales que poco a poco se iban transformando en caminos en peor estado y senderos con buen firme rodeados por vegetación frondosa que hacía que a veces algunas piedras y raíces se cruzasen por tu camino.
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La verdad es que en algunos puntos llegué a pensar que, a priori, iba a necesitar una MTB, pero no fue así. La Grade cumple con creces y puede con todo. Su capacidad de absorción en la parte trasera es impresionante, permitiendo un rodar cómodo aun fuera del asfalto y en zonas complicadas. Delante es muy fácil de llevar y sabiendo siempre las limitaciones de este tipo de bicicletas frente a una MTB con suspensión, se puede meter casi por cualquier sitio.
Con el Flip Chip en posición “agresiva” se nota que la Grade incita a correr, te lleva a re-descubrir esos caminos que son inviables con una bici de carretera pero que se pueden quedar cortos para una MTB. Incluso por su agilidad y capacidad de absorción te lleva a “complicarte la vida” en algunos momentos. Es una experiencia divertida que, para alguien como yo, que alterna el MTB con el ciclismo de carretera, recupera emociones que se habían perdido con las nuevas bicicletas de MTB. Una exigencia técnica que pone un punto de emoción que se había perdido en las salidas “offroad”.
En los tramos asfaltados el comportamiento es bastante bueno. Es una bicicleta razonablemente ágil y divertida. No le podemos pedir la velocidad de una bicicleta específica con ruedas slicks de 25 mm, pero sí que permite llevar un ritmo de pedaleo elevado, con una posición cómoda que nos invita a sumar unos cuantos kilómetros más. Y con la ventaja de que si nos aburrimos del asfalto podemos saltar a los caminos y, prácticamente, mantener ese ritmo rápido y ágil con medias de velocidad altas.
En los tramos de descenso, tanto fuera como dentro del asfalto, la nueva GT Grade se mueve con soltura. Es ágil y divertida, con una geometría actualizada que ha mejorado mucho su comportamiento. Es cierto que sólo pude probarla con el Flip Chip en una posición, pero por su comportamiento, si modificamos la posición, se intuye que puede ser la compañera perfecta para viajar. Además, con la gran cantidad de puntos de anclaje que tiene nos aseguramos de que no nos quedaremos sin hidratación o capacidad de carga.
En breve esperamos tener una unidad de prueba para poder “jugar” con el Flip Chip y quién sabe si descubrir una nueva manera de vivir aventuras y disfrutar de las vacaciones.
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