Nueva Orbea Ordu: máxima aerodinámica sin descuidar la biomecánica
Basada en el principio de obtener la más alta velocidad desde el equilibrio en todos los valores clave de una bici de contrarreloj, Orbea da un salto galáctico con la Orbea Ordu.

La nueva Orbea Ordu supone un gran salto adelante. No sólo para una bici de esta especialidad, desde una visión híper realista en relación a las necesidades del deportista que pedalea acoplado en una bici así, sino por toda la batería de soluciones técnicas en sentido aerodinámico y biomecánico, que abre un nuevo estándar de cómo debe o puede ser una bici del futuro, de crono o no.
Es algo que siempre me llamó la atención desde hace ya casi 15 años; y es que una marca como Orbea, hoy ya no porque son referencia en todo, pero que en aquel entonces podría entenderse que todavía les quedaba campo de trabajo en otras especialidades prioritarias donde podían centrarse en generar mejor oferta ante una demanda más obvia, como en las bicis de XC o en la gama de carretera… Fueron de las primeras marcas “grandes” en darle tanta importancia al triatlón, dedicándole buenos recursos a un modelo como el Orbea Ordu que nacía en 2006.

De hecho, desconozco la cifra de venta neta de aquel entonces y también la actual, pero la Orbea Ordu además de posicionarles como una marca relevante y de bastante éxito en el nicho del triatlón en un momento en el que tampoco era fácil encontrar bicis técnicas, es una bici que les ha dado muchas alegrías con victorias del máximo nivel en las mejores pruebas del mundo.
Sin ir más lejos todavía hoy conserva el brutal récord del estadounidense Andrew Starykowicz, que él solo frente a los 172 kilómetros del Ironman de Texas, previa natación de casi 4Km, sobre la última generación de Ordu paró el crono del segmento ciclista en: 3 horas, 54 minutos y 59 segundos. Haced números, porque sale una media de pelotón Pro Tour.
Hasta la fecha, y no estoy hablando de hace tres años sino todavía en este preciso instante con bicis 2020, a una bici aerodinámica de crono se le siguen “perdonando” múltiples inconvenientes como el sobrepeso al que se le quita hierro destacando la aerodinámica, o una frenada de calidad más que cuestionable, que por añadidura plantea un serio problema de seguridad en bicis de alta velocidad en posiciones poco estables.
Luego entran aspectos como la complejidad a la hora de hacer un ajuste en la posición personal, incluso al punto de que en algunos casos, sobre todo en tallas pequeñas, es directamente imposible que un ciclista encuentre su posición perfecta en una bici en la que por definición esta cualidad debe ser la número uno en el ranking de prioridades, muy por encima de argumentos de ganancias marginales, que sensatamente se pueden considerar como verdaderas chorradas si previamente no has solucionado lo importante.
En su cuarta generación, la nueva Orbea Ordu no sólo me ha dejado boquiabierto con la presentación de la que posiblemente sea la bici aerodinámica para larga distancia más inteligente y coherente que he visto hasta la fecha, sino que presenta un listado de soluciones y de argumentos técnicos tan contundentes y convincentes (más allá de la declaración de cifras de laboratorio) que no sólo estoy seguro de que por derecho propio va a conquistar el corazón de numerosos triatletas, sino que es más que posible que sea un punto de inflexión para Orbea cuando en adelante nos vuelvan a hablar de aerodinámica y no necesaria ni estrictamente en bicis técnicas para triatlón o para crono de equipos ciclistas profesionales.
Tantos años dedicados a una bici de relativa importancia dentro de los números netos de Orbea ahora dan sus frutos, no sólo para tener una de las bicis de crono más avanzadas de la actualidad, sino para algo que como digo, estoy convencido de que antes o después veremos presente en otras de sus bicis de una manera u otra.
Vamos a ver cómo lo han hecho.
El sentido de lo Aero
Siendo categóricamente cierto que la aerodinámica en el triatlón sin drafting o las cronos entendidas como hasta ahora, es la cualidad primordial cuando la cosa va de ir rápido y en solitario, no es menos importante que la bici permita adoptar tu mejor posición aero con la posibilidad de hacer regulaciones biomecánicas muy amplias y muy precisas. Y ya, si es fácil hacerlo, sacas el sobresaliente que sobre papel tenemos que darle a la nueva Orbea Ordu.
Anuncia un 11.5% de reducción total del drag, que son 5 vatios netos y es una barbaridad teniendo en cuenta que su anterior versión ya estaba muy bien afinada. En gran manera lo ha logrado usando el trabajo conjunto de varios elementos al tiempo.
Eso en segundos son unos 41 segundos de ahorro en el trazado de Kona respecto al modelo anterior ¿No es tanto? Bueno, dáselos de ventaja a cualquier triatleta que esté en el Campeonato del Mundo, que ya verás como ninguno te dice que no los quiere.
Lo que más llama la atención es la reducción radical de todo el área frontal de la nueva Orbea Ordu, con una pipa minúscula que en realidad no es la pipa, sino la extensión de la propia horquilla por delante de la estructura del cuadro.
Una de las cosas más atractivas de este diseño es que la altura de la pipa ya no condiciona la altura de la base del manillar en relación a los apoyacodos y las extensiones, básicamente porque estos ahora van por separado de la base del manillar con las manetas de freno.
Ahora apoyacodos y extensiones van anclados a un único mástil central regulable en altura como si fuera un segunda tija de sillín pero en el manillar, para dar ni más ni menos que con un rango de hasta 14 cm en las tallas más grandes y de 9 cm en las tallas XS y M. Sin espaciadores y sin la necesidad de tener en casa un saco de tornillos específicos para cada altura posible.
Esto es un puntazo. Primero para poder viajar con la bici en la maleta separando en dos un elemento tan delicado como el cockpit; y luego poder ajustar de manera aislada los apoyacodos con las extensiones para esa posición aero de alta velocidad agarrado al acople y, después, la base del manillar.
Esta es reversible con una diferencia de 30mm de altura y da un un agarre bajo que permite tanto pedalear fuerte tirando de los brazos en repechos, como trazar curvas en posición aero con el tronco más plano, añadiendo suficiente peso en la rueda delantera para controlar bien la dirección de la bici y el freno.
He dicho frenos… bueno, que al ser de disco estamos hablando de una mayor rigidez del conjunto, pero, por encima de todo, de olvidarnos de los problemas de rozamientos de la llanta trasera al pedalear con continuos desajustes… Y de otra dimensión del control respecto a las “cabras” de siempre, sin mencionar las de frenos integrados cada uno de su casa, que en el intento de reducir “cero coma” algún vatio, renunciaban, en la mayoría de casos, a una de las funciones vitales de una bici: la de frenar.
Así los apoyacodos permiten un amplio rango de ajustes con hasta 8 posiciones combinando dos tipos de ancho y cuatro niveles de avance, con hasta 15 de grados de inclinación del acople. Vamos, que unido a la tija reversible con una rail de 100mm de carrera añadiendo lo que que aporten los propios raíles del sillín, es imposible que no encuentres tu posición ideal incluso en ajustes extremos y todo sin añadir ni quitar nada, con tornillos de fácil acceso.
Luego siguiendo con el trabajo “aero” del cuadro, han integrado interesantes cambios de geometría junto con otras soluciones ingeniosas, para que el conjunto gane ese 11,5 % al que hacíamos referencia.
Empezando por la dirección, la han verticalizado hasta los 72º buscando reactividad de dirección desde las extensiones y manteniendo todo controlado con un pedalier más bajo y estable.
Con esa dirección consiguen que el tubo horizontal sea más largo, con más reach para poder tener más espacio sobre el centro la bici y también que la rueda delantera entre dentro del tubo diagonal, con un paso de neumático de hasta 28c.
De esta forma, como puedes ver en su plano lateral, el propio perfil de la rueda se alinea al tiempo con el tubo diagonal, con el bidón aero y con la caja de herramientas que han incorporado en la parte inferior del tubo diagonal, que se puede retirar y que desaparece de la parte posterior del tubo de sillín de la versión anterior.
Sumando todo, con la Ordu consiguen una parte frontal reducida a la mínima expresión y un área media lateral de la bici en la que con ese encadenamiento de piezas aero diseñadas para trabajar en conjunto, el viento se estabiliza de forma extraordinaria, con una masa aplicada muy baja en una bici de crono que pesa en torno a ¡8 kilos!
Es importante destacar la genialidad de ese criterio de diseño amplio en el que con cada mejora se han añadido múltiples cualidades ganadoras. En este caso la aerodinámica integrada del cuadro se ha planteado para la ergonomía perfecta del ciclista, el peso contenido con un carácter reactivo y un manejo intuitivo de la bici con ejes pasantes y frenos de disco.
Todo influye en la velocidad, porque la media no sube sólo con la punta máxima acoplado en 53-11, sino reduciendo el tiempo de frenada, en la mejora y la eficacia en los ascensos y en poder realizar curveos seguros. En todas estas situaciones hay muchos segundos, minutos, confianza y motivación.
Todo en uno
Hablamos del manejo, es decir, que al final en las bicis TT, con posiciones muy teóricas de túnel de viento, se analiza la optimización máxima del CDA con el ciclista, que los encadenamientos musculares sean perfectos y que el drag se reduzca al limite de todo el material que da forma al conjunto ciclista-bicicleta.
Sin embargo luego viene la realidad, que las cronos y los triatlones no se corren en velódromo ni en un túnel del viento sino en carreteras al aire libre, y tradicionalmente te encuentras en una posición ideal sobre una bici incómoda y algo traicionera en la que casi no puedes ni ponerte de pie en un repecho para desentumecer “salva sea la parte” sin partirte las rótulas con unos apoyacodos que no tienen más avance.
Por eso la idea de Orbea de ofrecer una bici de crono de muy altas prestaciones aero, en la que la bici en sí misma lo es y que permite que el ciclista los sea desde la posición más radical a la más conservadora sin piezas añadidas y sin ni tener que pedir una semana de vacaciones para tener tiempo suficiente para ajustarla. O también poder probar ajustes finos progresivos para adaptarse a la bici y probar mejoras sin tener que desarmar la bici entera… En sí mismo esto ya me parece un avance brutal.
Joseba Arizaga nos insistió en la idea de que la nueva Ordu es más que una bici de triatlón o una bici de crono super vanguardista y sobre todo realista a la que le han dedicado más de 2.500 horas de análisis no sólo para que sea un tiro en aerodinámica, sino para que la convivencia con ella sea perfecta y que “feeling” al llevarla invite a que quieras hacerla correr tanto como puede, con plena confianza y con un retorno dinámico espectacular.
Y es que la tecnoclogía de carbono OMX le ha sentado de perlas a la Orca, a la Alma, Oiz…y no menos a la Ordu en la que han conseguido un cuadro de crono de 1130g, con una horquilla de 440g, tija de 180g y base de manillar de 245g, que tiene más que mucho mérito, porque siendo puristas de la aerodinámica están en el rango de muchísimos modelos de ruta del mercado.
Con esto no sólo han conseguido que la versión tope de gama pese por debajo de los 8 kilos en tallas pequeñas, nos enseñaron un resultado de 7,670 gramos, sino que su nueva bicis aero de crono y larga distancia sea más reactiva, rígida y capaz. Esto es importante ahora más que nunca, ya que como vemos en muchos trazados de triatlones de larga distancia ya se incluyen puertos de envergadura o que un Tour de Francia que estaba ganado, te lo acaben “levantando” en una crono final con un señor puertazo de fin de fiesta.
Gama Orbea Ordu
Todo lo que tenga que ver con la nueva Ordu habla “únicamente” del avanzado carbono y sistema de construcción OMX y la posibilidad de hacer un diseño personalizado bajo el programa MyO. En este caso particular, por la naturaleza crítica de la geometría en este tipo de bicis, Orbea hace un descriptivo muy preciso de sus cotas talla a talla que merece la pena ser compartido tal cual lo expone Orbea.
Así, para esta nueva bici TT Oria lanza tres configuraciones de serie:
Orbea Ordu M10iLTD, de 8.999€ animada con grupo Dura-Ace Di2, de serie con bielas ROTOR Aldhu y plato redondo Aero, a la que se le podría montar potenciómetro INspider, da como opción con sobreprecio bielas Dura-Ace en diversos desarrollos y también FSA Powerbox de Carbono. Equipada en todo caso con ruedas Vision 55 disc Carbon TLR CL.
Orbea Ordu M20iLTD, de 6.999€, en este caso con Ultegra Di2, con las mismas opciones de montaje sobre Ultegra Di2, también con las mismas ruedas Vision 55 disc Carbon TLR CL, buscando ese compromiso de equilibrio entre aerodinámica y versatilidad que persigue la nueva Ordu, también con bielas ROTOR Aldhu. También dan como opción en sillines el Fizik Arfo Vento R5 que monta de serie o un Prologo Dimension T4.0 como “up grade”.
Orbea Ordu M20LTD, de 4.499€ montada en Ultegra mecánico que implica la salida de los cables de cambio, los de frenos siguen totalmente internos, desde la base de las extensiones hasta el tubo horizontal, en esta versión con bielas ROTOR Vegast y plato Aero, a las que también se les puede instalar a posteriori un potenciómetro INspider, con las mismas opciones de montaje en FSA Powerbox, en este caso de aluminio, o las del propio grupo Ultegra R8000.
KIT Ordu OMX, 3.499€ para el kit de cuadro con todos los periféricos específicos y asociados a esta bici: horquilla, manillar, extensiones, bote de hidratación y caja de almacenaje, para los usuarios que quieran hacer su montaje a la carta totalmente personalizado.
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