Tierra de Ciclocross
Imágenes desde Holanda, la tierra del ciclocross
Kike Abelleira 
Kike Abelleira 
20/10/2017
No es fácil apreciar la esencia del ciclocross, no es fácil sentirlo. Y desde luego, para los que vivimos a este lado de los Pirineos es probable que no lo lleguemos a hacer como lo hacen ellos, los que pisan el barro sagrado de Bélgica u Holanda.
El ciclocross es un deporte de equipo y una disciplina que pone a prueba cualquier bici o componente. El junior holandés Ryan Kamp realizó un cambio de bici en boxes en Namur (Bélgica, 2016 ) y Kike captó el momento.
Tal vez Kike Abelleira sea uno de los que más cerca está de sentir la esencia del ciclocross. Vivió en Bélgica unos años y fue donde empezó a manchar su cámara, a convertirse en fotoperiodista. Sus imágenes llegan desde la tierra del ciclocross.
En 2014, fue testigo de cómo Mathieu van der Poel consiguía su primera victoria en categoría élite, una imagen con la que merecía la pena empezar este reportaje.
Ya lideró la salida élite de Namur (Bélgica, 2016). Muchos corredores, mucho barro… y la importancia de conseguir una buena colocación en los primeros metros. El espectáculo acababa de comenzar.
Una de las imágenes más icónicas del ciclocross está protagonizada por el barro, los escalones... bici al hombro y a correr. Tramos como estos convierten al ciclocross en una de las disciplinas más duras del ciclismo. En la siguiente foto Mathieu van der Poel en plena “escalada” en Heerlen (Holanda) en 2014
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Specialized Crux
La mirada de concentración de Wout van Aert contrasta con la actitud de los espectadores. Ellos vienen a disfrutar y pasar una buena mañana. Él viene para ganar Namur (Bélgica, 2016)
Esto es ciclismo. Esto es épica. Esto es el norte. Sanne van Passen pedalea en la final de la copa del mundo bajo una tormenta de nieve en Hoogerheide (Holanda), 2013
Las carreras de ciclocross son un punto de reunión, de diversión y de encuentro
Cuando viajas al norte de Europa enseguida te das cuenta de que hay casi más ciclismo fuera del circuito, fuera de la carretera, que dentro. Bebida, merchandising,... las carreras son un punto de reunión, de diversión y de encuentro.
Dieter Vanthourenhout se lanza por la rampa. Hay barro, pero podría ser peor. Un corredor como él lo sabe. Namur (Bélgica, 2016)
En la siguiente imagen que Kike Abeillera nos trae, Nikki Harris y Lucie Chainel-Lefevre “patean” bajo la atenta mirada del público. El ciclismo femenino tiene en el norte de Europa un buen bastión dentro del ciclocross. Hoogerheide (Holanda, 2014)
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El sub23 francés Joshua Dubau es ayudado por un espectador. El ciclocross requiere una gran habilidad además de una gran forma física. En todo caso, hasta los “tops” necesitan ayuda de vez en cuando. Namur (Bélgica, 2016)
El barro es capaz de hacer inservible cualquier cosa, hasta unas zapatillas
También en Namur, en ese mismo año Ian Field tuvo que realizar un cambio de zapatillas en boxes. El barro es capaz de hacer inservible cualquier cosa. A las zapatillas anteriores les espera un buen lavado. El barro no es de esas cosas que “salen” con facilidad.
El ciclocross también tiene sus lugares míticos. Ese sitio en el que todo el mundo quiere estar. El sitio donde se deciden carreras. Un buen ejemplo es la famosa ladera de Namur. En la foto, Mathieu van der Poel, “peleándose” con ella, en 2016.
El campeón del mundo sub 23, Eli Iserbyt vuela por Namur. Hay quien piensa que el ciclocross es una disciplina “lenta” pero lo cierto es que en algunos tramos la velocidad puede resultar sorprendente.
Cuando termina la carrera todavía quedan horas de “diversión”. Es en estos momentos cuando agradeces tener un equipo, mecánicos, amigos… Alguien a quien no le importe quitar barro decuadros, ruedas, cambios o zapatillas mientras intentas vestirte con algo seco.
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