Primeras pedaladas: BH GravelX Carbon 4.0, ligereza y rendimiento con sistema antivibraciones
La nueva propuesta de BH para el gravel más racing.
Víctor Marcos 
Mariano Herranz 
18/07/2023
BH ha transformado por completo su bicicleta gravel de carbono, ahora con un claro enfoque competitivo, pero sin despreciar el confort gracias a su triángulo trasero antivibraciones.
Tenemos que remontarnos al otoño de 2021 para recordar la última actualización de la BH GravelX Carbon. Por aquel entonces, una bicicleta ligera, versátil y polivalente, capaz de enfrentarse con solvencia a los diferentes estilos de conducción que podemos encontrar en una disciplina diversa como el gravel.
Poco queda de esa penúltima versión de la GravelX Carbon en la bicicleta que acaba de presentar la marca alavesa, y que hemos podido probar durante algunos días antes de su lanzamiento oficial. Porque con la nueva BH GravelX Carbon hemos descubierto una bicicleta completamente nueva y diferente, con un enfoque mucho más racing y un diseño renovado, con un triángulo trasero antivibraciones como protagonista.
De hecho, la marca ha decidido eliminar del catálogo la GravelX Carbon anterior manteniendo, eso sí, los montajes con cuadro de aluminio, centrados en un gravel más aventurero y reposado.
Inspiración Ultralight
La primera impresión que tuve al sacar la nueva BH GravelX Carbon de la caja fue, sin duda, la sensación de ligereza y unas líneas que me llevaron inmediatamente a pensar en la Ultralight EVO de carretera, que ya probamos a finales del año pasado. Y es que, triángulo principal y horquilla -con el característico diseño Air Bow- tienen mucho en común con su 'hermana' de tubos estilizados y detalles aero.
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La sorpresa llega cuando te centras en el triángulo trasero y encuentras con un diseño específicamente creado para favorecer la absorción de vibraciones, denominado SRS (Smooth Riding System) y que consta de dos elementos claves: una bieleta situada en la intersección del tubo vertical con los tirantes y unas sorprendentes vainas con sendas 'ventanas', que trabajan de forma conjunta para ofrecer una flexión controlada de 3 a 5 mm (según el peso del ciclista).
Un concepto 'soft tail', ya aplicado en otras marcas, y que BH ha ejecutado de forma magistral logrando, efectivamente, aportar ese extra de comodidad -complementado por la tija de sillín de carbono-, pero sin perjudicar la transferencia de potencia que realizamos desde los pedales. Un magnífico comportamiento sobre el que profundizaremos más tarde.
Siguiendo con el cuadro de la nueva GravelX Carbon, BH ha recurrido a dos tipos de fibras de carbono para su construcción, el habitual Toray T700 de alto módulo y el resistente Ballistic -aplicado generalmente en sus MTB de gama alta-, y que los ingenieros de BH han decidido situar en aquellas zonas del cuadro que son susceptibles de recibir más golpes, como pueda ser el tubo diagonal en su parte inferior.
Todo ello, como no, ensamblado con la tecnología propia de la marca alavesa, HCIM (Hollow Core Internal Molding), que permite alcanzar, mediante el proceso de vaciado interno, unos elevados niveles de compactación del carbono, reduciendo al mínimo la posibilidad de que se formen burbujas o imperfecciones en las paredes del cuadro.
Más sorpresas
Precisamente, el tubo diagonal al que hacíamos alusión líneas atrás esconde otra de las novedades de la nueva GravelX Carbon: un compartimento estanco en su zona inferior donde podemos llevar perfectamente fijado un cartucho de C02 y, si la plegamos bien, una cámara.
Tampoco faltan roscas (las justas, eso sí) compatibles con el portabidón y bidón aero de BH, así como con su ToolBox- ni el soporte habilitado para montar desviador delantero, en el caso de que queramos pasarnos al doble plato. De hecho, de los cuatro nuevos montajes disponibles, uno de ellos llegará a las tiendas con esa doble relación delantera.
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El cableado, como no podía ser de otra forma, es totalmente interno, aunque su entrada por el tubo de la dirección, siguiendo el sistema ICR, no es tan limpio como el ACR que montan los modelos 'top' de carretera, pero permite montar potencias y manillares de prácticamente cualquier marca. En todo caso, la pipa de la dirección de la nueva GravelX es totalmente compatible con el sistema ACR y sus potencias.
Los 'números'
Comenzando por el paso de rueda del cuadro de la nueva GravelX, BH ha mejorado respecto al modelo anterior: nos vamos ahora hasta los 45 mm -según las comprobaciones que ha hecho la marca con la mayoría de fabricantes de neumáticos del mercado-, superando los 42 mm de la versión precedente.
En cuanto a la geometría, y teniendo en cuenta las medidas en talla M, nos encontramos ahora con un tubo superior más largo (547,8 mm) y, por tanto, un mayor 'reach' (377 mm). El 'stack' se recorta hasta los 558,8 mm y las vainas se mantienen en unos equilibrados 428 mm, al igual que el ángulo de la dirección, en torno a los 71 grados. El resultado es una bicicleta un poco más larga (1.019 mm entre ejes), un poco más bajita y que te exige posturalmente algo más, sin llegar nunca a ser radical o incómoda. Como contrapartida, la GravelX ahora es más estable a altas velocidades, una sensación de la que hablaremos más adelante.
Finalmente, llegamos a la báscula: 1.050 gr para el cuadro, 395 gr para la horquilla Air Bow GravelX -datos proporcionados por BH- y un peso total de este montaje 4.0 en talla M de 9,3 kg. Un tanto elevado, quizás, si lo comparamos con una gravel race pura y 'hardtail', pero en la línea de lo que marcan otros modelos presentes en el mercado que también incorporan algún tipo de sistema de absorción de vibraciones y componentes del mismo nivel.
Shimano GRX, de nuevo protagonista
Pasando al capítulo de los componentes elegidos para dar forma a esta BH GravelX Carbon 4.0 -la segunda, comenzando por arriba, de los cuatro montajes que componen la gama-, se hace obligado hablar -una vez más- de Shimano GRX Di2 y su magnífico funcionamiento, desde el accionamiento de las manetas de cambio y su cuidada ergonomía, hasta la precisión del desviador trasero, sin olvidar la eficacia de unos frenos que, en esta ocasión, vienen con una configuración de discos de 160 mm delante y 140 mm detrás.
El monoplato viene firmado por FSA Omega y un desarrollo de 40 dientes. Una relación que, combinada con el cassette trasero SLX de 11 velocidades, en 11-42, permite encontrar siempre el ritmo adecuado para rodar a gran velocidad por las pistas o la carretera. Nos quedaremos un poco cortos, quizá, en descensos muy rápidos o pedaleables... pero un plato de 42 nos penalizaría demasiado en los ascensos exigentes. De nuevo, el dilema sobre el doble plato en gravel nos asalta...
En cualquier caso, los que prefieran el doble plato, tienen a su disposición el modelo 3.5, prácticamente idéntico al 4.0, salvo por la transmisión GRX, en versión mecánica. En este sentido, desde BH nos comentaron que los montajes con transmisión electrónica -este 4.0 y el superior 4.5- no estarán disponibles hasta otoño, mientras que los equipados con transmisión mecánica -3.5 y 3.0- ya están a disposición del cliente.
De regreso al resto de componentes, en ruedas nos encontramos con dos marcas habituales cuando hablamos de BH: Vision y Hutchinson. Los primeros se encargan de firmar unas ruedas Team TC30 de aluminio, funcionales y resistentes, un tanto pesadas. Hutchinson pone los neumáticos, en este caso, unos Touareg en medida 700x40 con un comportamiento muy equilibrado entre velocidad y agarre en curva.
Potencia y manillar -sin excesivo 'flare' o apertura inferior, lo que te coloca en una posición muy de carretera- vienen firmados por la propia BH, ambos en aluminio. En este sentido, echamos en falta una cinta de manillar un poco más mullida, tanto para mejorar el agarre en zonas bacheadas como para incrementar la absorción de vibraciones.
La tija de sillín también corre por cuenta de BH, pero en esta ocasión nos encontramos con un diseño especial para la nueva GravelX Carbon. Elaborada también en carbono, y con cierto toque aero, es el complemento perfecto para el sistema de absorción del triángulo trasero, además de quedar perfectamente integrada en la estética de la bici. Va acompañada por un sillín Prologo Akero AGX, el apriete está situado, de forma discreta, en el codo interior del tubo superior -al igual que en la BH Ultralight- y es compatible con la luz trasera Planck de BH.
Por cierto, un detalle a tener en cuenta: en la misma línea de los cuadros de carretera de BH, la GravelX Carbon incorpora los ejes Thru Axle de 12 mm con cierres Quick Lever, completamente ocultos y que evitan tener que recurrir a herramientas para soltar o fijar las ruedas.
La BH GravelX Carbon 4.0 en acción
Después de soltaros toda la 'teoría', vamos con la práctica, partiendo de una premisa muy sencilla: si lo que BH buscaba con la nueva GravelX Carbon era situarla en el ámbito del gravel de rendimiento y competición, realmente lo ha conseguido. Con el valor añadido, además, de seguir siendo válida para un gravel más pausado, pues la postura de pedaleo se mantiene dentro de unos límites confortables.
Pero lo cierto es que, nada más subirte a la nueva GravelX Carbon y ponerte a pedalear, es una bici que te pide velocidad. Hablamos muchas veces de que el peso es mucho más de lo que mide la báscula, y que una bici más pesada que otra luego puede comportarse de una forma más ágil y dinámica sobre las pistas o carreteras. Pues bien, nos encontramos ante un buen ejemplo de ello.
Y es que, a pesar de no ser un 'peso pluma', la nueva BH GravelX Carbon es ágil y reactiva, además de haber ganado en estabilidad a altas velocidades, gracias a esa mayor distancia entre ejes. Ese es, precisamente, su terreno predilecto: pistas del estilo 'Unbound Gravel' -o 'Dirty Kanza', como prefiráis- donde rodar acoplado a velocidad de crucero.
Hemos de tener en cuenta, además, que el sistema de absorción del triángulo trasero lo hace más pesado que el de un cuadro convencional. A cambio, recibimos ese extra de absorción que, si bien cuesta percibir como tal mientras pedaleamos -recordemos, son apenas 3-5 mm-, se hace palpable con el paso de los kilómetros... y la menor fatiga acumulada por el cuerpo.
Otra forma de comprobar su efectividad es tan sencilla como bajarte de la GravelX Carbon y subirte acto seguido a tu bicicleta de gravel habitual (en mi caso, de aluminio), siempre con ruedas de similar balón, realizando la misma ruta. Pocos kilómetros después, tendrás que reconocer el buen trabajo realizado por BH en ese triángulo trasero.
Un sistema que tiene la virtud, además, de no perjudicar en absoluto a la pedalada. Así lo percibimos cada vez que afrontamos una ascensión exigente, de las que obligan a ponerse de pie, y sentir como la potencia ejercida desde los pedales no se pierde en flexiones indeseadas y llega de forma efectiva hasta la rueda trasera.
En la parte delantera, la característica horquilla Air Bow GravelX, 'heredada' de los modelos Aerolight y Ultralight, pero adaptada lógicamente al mayor paso de rueda exigido por el gravel, también juega un papel destacado en aportar estabilidad al conjunto y seguridad a la hora de gestionar trazadas un poco más complejas. Estéticamente, podrá gustar más o menos, pero funciona. Y constituye ya una seña de identidad, sin duda, de las bicis de rendimiento de la marca alavesa.
En definitiva, la nueva BH Gravel X Carbon constituye, en mi opinión, un inteligente movimiento por parte de la firma vasca, enfocando claramente este modelo hacia el rendimiento y la competición, pero con soluciones efectivas de confort, y reservando la gama de aluminio para el gravel más aventurero. Cubriendo, de esta forma, el amplio espectro de usuarios que disfrutan del mundo del gravel... y que encontrarán en esta GravelX Carbon la compañera perfecta para rodar a altas velocidades por las pistas de su entorno.
Gama y precios BH GravelX Carbon 2024
La gama BH GravelX Carbon 2024 consta de 4 modelos con un precio de partida de 3.299,9 €, disponibles en 5 colores y tallas S, M, L, XL. Los modelos 4.5 y 4.0 se pueden personalizar a través del programa BH Unique.
BH GravelX Carbon 4.5
Horquilla: FOX AX 40 Gravel. Transmisión: Shimano GRX Di2. Ruedas: FSA AGX Disc. Precio: 6.299,9 euros
BH GravelX Carbon 4.0
Horquilla: Air Bow GravelX Evo Carbon 1.5. Transmisión: Shimano GRX Di2. Ruedas: Vision Team TC30. Precio: 4.399,9 euros
BH GravelX Carbon 3.5
Horquilla: Air Bow GravelX Evo Carbon 1.5. Transmisión: Shimano GRX. Ruedas: Vision Team TC30. Precio: 3.399,9 euros
BH GravelX Carbon 3.0
Horquilla: Air Bow GravelX Evo Carbon 1.5. Transmisión: Shimano GRX. Ruedas: Shimano RS 171. Precio: 3.299,9 euros
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