Test: GT Grade Carbon Ultegra
¿Una bici de carretera por senderos?
No existe una definición exacta para explicar en qué consiste el tipo de ciclismo que se practica con una gravel bike. Pero podemos trazar unas líneas que te ayuden a entenderlo. La palabra «gravel» se traduce exactamente como grava o gravilla, de modo que estas bicis están a priori pensadas para ser capaces de salir del asfalto y adentrarse por esas pistas que todos conocemos.
Los Estados Unidos son un vasto territorio dónde el uso de este tipo de bicicletas se ha generalizado, sirviendo de conexión entre los practicantes de diversas disciplinas. Unas bicis que están muy próximas a la práctica del ciclocross y al propio ciclismo en ruta, especialmente para afrontar largas distancias por todo tipo de terrenos, pero que tienen también un nexo notable con la bicicleta de montaña... Y claro, no nos hemos podido resistir a probar esta GT en nuestra revista y contarte qué es y cómo va.
Es tan irresistible como difusa su definición, por lo que las marcas aún se muestran cautas a la hora de su desarrollo e incluso hasta para etiquetarlas en sus gamas de producto.
Con una clara orientación a lo que supone rodar en libertad, cada vez se organizan en Norteamérica más carreras y marchas para recorrer largas distancias sobre pistas de grava. Quizá la más célebre sea la Almanzo 100, una prueba en la que podemos encontrar ciertas conexiones con las europeas y renombradas París-Roubaix o la Strada Bianca, pero además con el añadido de la etiqueta «gran fondo» que tanto gusta aquí en el viejo continente.
Toda esta corriente que aboga por atreverse a abandonar el asfalto en pos de los caminos ha insuflado una dinámica en la que los fabricantes de bicis «gravel» han empezado a prestar mucha atención al producto, con especial cuidado de aprovechar algunas de las innovaciones más recientes que ha traído la bici de montaña.
Como no podía ser de otro modo, la frenada se confía a los frenos de disco, bien sean hidráulicos o mecánicos, en función del precio de la bici. Pero también nos encontramos con la utilización de ejes pasantes en ambas ruedas o la cada vez más real posibilidad de tubelizar las ruedas.
«Enduroad»
En GT han apostado decididamente por las «gravel bikes», y su antigua gama de carretera se ha visto completamente revolucionada con la apuesta por los modelos que han definido con el nombre «Enduroad», y que seguramente es un excelente sinónimo para el concepto «gravel». Porque en la bici de montaña, si hay un segmento con la filosofía de poder disfrutar libremente de cualquier sendero ese es el enduro.
La GT Grade es una máquina sorprendente con la que disfrutará tanto quien busque una bici para rodar todos los días, como quien quiera disputar una «gran fondo», o sencillamente buscar la aventura lejos de la ciudad. Y lejos de claudicar ante las rigideces que sobre producto impone la UCI (Unión Ciclista Internacional), la Grade reúne todas las características al alcance de quien quiere disfrutar al máximo sobre la bici, más allá de las imposiciones que desde un despacho dictan quienes pretenden controlar cómo debe ser el ciclismo.
Una obra de arte
La gama Grade está formada por dos modelos con cuadros fabricados en fibra de carbono y dos modelos más con el cuadro de aluminio, todos ellos equipados con frenos de disco. Y saliéndonos del camino habitual, en Maillot hemos tenido el privilegio de disfrutar de una de estas máquinas.
Cuando recorremos la silueta de esta bici con nuestra mirada por primera vez, la impresión es que estamos ante una máquina deportiva y seriamente musculada. GT asegura que han trabajado al máximo con su célebre y característico diseño de triple triángulo para atenuar las vibraciones y los impactos. La finura y delicadeza de los tirantes traseros contrastan con este aspecto vigoroso del triángulo principal.
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Su geometría ofrece un confort y una estabilidad privilegiados, y su manillar tan peculiar, con la parte baja hacia fuera, hace más fácil la conducción, permitiendo las acrobacias de los más audaces.
La horquilla es igualmente atractiva y recoge la rueda delantera con un eje pasante de 15 mm para aportar rigidez y soportar los esfuerzos del freno de disco delantero, con un diámetro de 160 mm, más que suficiente para dominar la velocidad en cualquier circunstancia.
La bici se viste de manera sobria. Se presenta en un color negro mate que permite ver las láminas de carbono con la que ha sido armada la estructura, y se acompaña con una elegante decoración minimalista. Apenas los logos y unas finas líneas de colores completan una decoración que a nosotros nos ha encantado.
Con los neumáticos de gran sección 700x28 también se manifiesta que se trata de una bici muy polivalente, pues se puede rodar a gran velocidad en ruta, pero también a velocidades moderadas por zonas urbanas, o adentrarnos con comodidad en nuestros paseos campestres.
Así que tenemos una geometría bien estudiada y unos componentes de sobrada valía con unos neumáticos de generoso balón, todo lo cual promete una gran versatilidad. Con todos estos elementos, no podremos evitar lanzarnos a recorrer las carreteras con el asfalto más roto, esas pistas de grava e incluso algunos atrevidos senderos... ¿O tú te resistirías?
Hay vida más allá de la carretera
Para comprobarlo, en mis primeras salidas con la GT voy directa a buscar los caminos lejos del asfalto. Pero para ser honesta he de confesar que al principio, con mucha prudencia, pues tengo la sensación de estar en el lugar equivocado con la bici errónea...
La tierra está húmeda, los guijarros compactados en las pistas brillan bajo mis lisas cubiertas y hasta algunos de los charcos que salpican el camino están helados por las bajas temperaturas de los últimos días del invierno.
Sin embargo, puedo pedalear redondo manteniendo la posición sentada sobre el sillín, por lo que ese temor inicial rápidamente desaparece. El reparto de pesos se muestra muy equilibrado y, a pesar de lo resbaladizo que a priori se muestra el camino, no pierdo tracción en las subidas.
Cuando gano altitud, la pista húmeda se convierte en un mar de pequeños regueros que con el agua del deshielo la inunda, pero puedo seguir apretando fuerte los pedales sin que las ruedas pierdan contacto con el suelo. Solo en las rampas finales, las de más pendiente, me veo en la necesidad de ponerme de pie sobre los pedales, y ahí es cuando las cubiertas, más lisas que la calva de Kojak, me avisan de dónde está el límite de su tracción.
Cuando llega la hora del descenso, la impresión de fortaleza que me ofrecía el cuadro se confirma. A pesar de arriesgar, el tren trasero apenas colea y en ningún caso derrapa de manera incontrolada. Sin duda es por la precisión que aprecio en la parte delantera de la bici, que le otorga una nobleza que no me esperaba al meter a una «flaca» por estos terrenos.
Sin duda, la robustez de la horquilla con el eje pasante garantiza la serenidad de mis maniobras, a lo que hay que sumar la confianza que me dan los frenos de disco Shimano, que no se bloquean bruscamente, sino que ofrecen firmeza pero con mucha progresividad para detener la bici donde quiero y cuando quiero.
La GT Grade es una bicicleta divertida, ágil, manejable y rápida que está pidiendo a gritos velocidad
¡Cuánta personalidad! Esta GT Grade se muestra noble y sin vicios. Fuera del asfalto es firme, pero no incómoda gracias a su chasis y al conjunto de sus ruedas. Eso sí, no te confíes, que no vas en una bici de montaña y, aunque las cubiertas son de generosa anchura, las llantas pueden sufrir algún raspón si haces el kamikaze en alguna zona pedregosa. El manillar permite un buen control de la bici en todo momento, si bien no estamos ante la comodidad que otorgan los anchos manillares que se estilan en las mountain bikes actuales.
Así que, con esa confianza que me ha ido ofreciendo, he tratado de llevarla al límite y solo en bajadas por sendero con piedras, con regueros de agua, e incluso restos de hielo, y en virajes con mucha pendiente, los neumáticos Continental han dicho basta: «Sácame de aquí, que este no es mi terreno»... Igual les he metido en un lío…
Obviamente, en una bici de esta polivalencia la elección de los neumáticos es primordial. Las cubiertas «slicks» que vienen de serie están más pensadas para uso habitual en carretera y uso ocasional fuera de ella que otros modelos que hay en el mercado. Para el uso «off-road» que a mí me gustaría explotar en esta bici hubiera agradecido más dibujo e incluso algo de taco, pero eso limitaría las cualidades rodadoras de la Grade. En cualquier caso, la decisión puede ser tuya en función del uso que le vayas a dar.
En cualquier caso, el balón de las cubiertas las hace muy cómodas en terrenos rotos y bacheados. Aunque el diseño del triángulo trasero ofrece un paso de rueda muy generoso, GT no recomienda más de 35 mm de anchura, lo cual es suficiente para alojar cubiertas de tacos con las que disfrutar aún más por los caminos.
Más allá de los «zapatos» con los que calzar a la Grade, reconozco que cuando he tratado de llevarle al límite, el cuadro ha respondido a las situaciones más escabrosas con una inusitada serenidad. Aún recuerdo el regalazo que ha sido ver las caras de asombro de algunos bikers cuando me han visto con esta bici por senderos más que exigentes.
¿Y cuándo volvemos al asfalto?
Pero es hora de volver a pisar el negro betún que cubre nuestras carreteras. Y allí encuentro a la Grade a la altura de las mejores bicis. Obviamente, no es una bici de carretera híperligera y exclusiva que sólo piensa en el máximo rendimiento, pero no he apreciado pérdidas de energía en mis pedaladas. Ya fuera sentada o empujando fuerte los pedales fuera del sillín, la GT ha respondido a cada arreón al que la he sometido.
Las largas subidas se superan con facilidad, y sus generosos neumáticos no son un problema. Sin duda a ello contribuye la transmisión de Shimano en su gama Ultegra, con una combinación de bielas con platos «semi-compact», con 52 dientes en el grande y 36 en el pequeño, y un generoso casete 11/32 de 11 velocidades.
Y descendiendo en ruta esta bici es todo un placer. La misma nobleza que he observado en los caminos, con un cuadro y una horquilla que se muestran imperturbables ante las irregularidades. El tren delantero aporta seguridad, con una horquilla que trabaja con cierta flexión longitudinal, para absorber los impactos de los baches, pero no aprecié torsión lateral alguna.
Explora horizontes más allá de las carreteras y siente la seguridad que ofrecen sus frenos de disco en los terrenos más hostiles
Los frenos de disco con 160 mm en los rotores ofrecen un buen compromiso entre potencia y progresividad, y forman un conjunto sobresaliente para una máquina sin limitaciones que no ha mostrado ninguna reacción desagradable. Puedes apretar sin miedo la maneta, que no se produce un bloqueo inmediato, sino que tienes margen para jugar con la potencia.
Para completar el test, decidí quitar las cámaras y tubelizar las ruedas, lo que me ha permitido rodar a más baja presión en una carretera con un firme tan castigado por las máquinas quitanieves como la del Puerto de Navacerrada. Menos presión es más agarre, y un mayor disfrute sintiendo cada centímetro de asfalto, sin miedo a inclinar al máximo la bici en las curvas. Pero no nos engañemos, que el éxito está en el corazón de la máquina, en esa combinación cuadro-horquilla tan homogénea.
Solo he echado de menos en esta bici tenerla más tiempo para probarla con unos neumáticos todo terreno y disfrutar al máximo de todas las cualidades que se han ido desgranando salida tras salida.
Unas cualidades que empiezan por el cuadro, que ofrece una comodidad real que no sacrifica el rendimiento. Es capaz de filtrar las irregularidades del terreno para que el confort sea máximo, en una posición de conducción dinámica, sin llegar a ser extrema.
Está lista para devorar kilómetros y kilómetros, sea cual sea el terreno, con un puesto de mandos cómodo, donde no acumulas fatiga tras horas sujetando con fuerza el manillar. En mi caso, hubiera preferido una potencia algo más corta y una tija sin retraso, pero con tu criterio personal o con el asesoramiento de los distribuidores de la marca encontrarás en esta bici una compañera ideal para disfrutar muchas horas pedaleando. Una compañera para rodar sin barreras.
Resumiendo
La Grade es una máquina sorprendente, noble y divertida. La herramienta con la que GT se ha adentrado en el segmento de las «gravel bike» y que es todo un descubrimiento.
Si vienes de la carretera y quieres ampliar el horizonte de tus rutas y descubrir nuevas posibilidades, ésta es tu opción. Y si vienes de la montaña no podrás resistirte a descubrir una manera diferente de recorrer los caminos, de combinar entrenamiento y disfrute.
Quizá no te resistas a que esta bici entre a formar parte de tu «garaje», y… quién sabe, igual hasta se convierte en tu única bici para todo.
Detalles de la bici
El nuevo grupo Shimano Ultegra de 11 velocidades en versión mecánica ha sido notablemente renovado y ofrece unos acabados y funcionamiento que le hacen estar muy próximo al tope de gama, el Dura-Ace, pero con un precio más asequible que permite su montaje completo en la Grade. Las manetas STI reciben un nuevo diseño más ergonómico, y su funcionamiento ha sido mejorado para lograr un mejor engranaje de piñones y platos.Las bielas y platos, con unos acabados dignos de lo mejor de Shimano, ofrecen una combinación «semi-compact», con desarrollo 52/26, que encaja a la perfección con el casete de la misma gama Ultegra, con 11/32 en su configuración. La combinación permite mover unos desarrollos casi de bici de montaña.
Los frenos de discos son toda una bendición para este tipo de bicicleta. Y Shimano es garantía de buen funcionamiento. Más potentes que en versiones anteriores de la gama Ultegra, combinan las manetas hidráulicas RS85 con unas pinzas de nuevo diseño. Según Shimano, la tecnología empleada es similar a la utilizada en montaña con los XT y XTR: sistema de enfriamiento propio, estructura de aluminio y acero, anclajes «center-lock» y en los discos diseño Ice-Tec para ofrecer la mejor mordiente en sólo 160 mm de diámetro. Eficaces en cualquier tipo de terreno y sea cual sea la climatología.Forcé para buscar el tacto ideal del conjunto y bloqueé la rueda (trasera) en más de una ocasión. El tacto de conjunto es modulable, pero necesita un periodo de adaptación. La costumbre del uso de frenos de pinza tradicionales en carretera puede hacer que frenes mucho antes de lo que el conjunto permite.
Las nuevas llantas Stans No Tubes Grail específicas para frenos de disco están pensadas para albergar cubiertas de gran balón. Con una anchura interior de 21 mm y exterior de 24 mm, son unas de las más anchas del mercado y permiten rodar con presiones más bajas, que la cubierta sufra menos deformaciones en momentos críticos. Un concepto que se está extendiendo también a las bicis de montaña.
Montadas con 28 radios y con bujes DT Swiss 240, el delantero incorpora eje pasante de 15 mm. Se han mostrado muy resistentes y han encajado a la perfección en el conjunto, absorbiendo irregularidades del firme y los excesos que he cometido en forma de saltos y derrapajes.
La base de la Grade es un cuadro de fibra de carbono con algunos matices tecnológicos y algo diferente a uno convencional de carretera. La tecnología Dual Fiber Dynamics aplicada en los tirantes que, además de utilizar fibras de carbono, emplea fibras de vidrio internas con el fin de otorgar a esta zona una ligera flexión vertical y una rigidez lateral muy alta. Sus vainas se curvan al llegar a la zona de la puntera con el fin de facilitar esta función.El triple triangulo característico de GT también está presente en la Grade, añadiendo ese punto original de identidad y subiendo el grado de rigidez de todo el triángulo trasero. Además, esconde detalles interesantes como las roscas en las punteras y en la parte trasera de la caja del pedalier, para poder montar un guardabarros.
La horquilla GT Carbon tiene el tubo de dirección de forma cónica y un diseño recto en sus brazos. Ha sido construida totalmente en carbono e incorpora anclaje directo para frenos de disco. Para mitigar las fuerzas de frenado en esta zona, se opta por un eje pasante de 15 mm pues no es lo mismo un puente de freno tradicional cerca de la pipa de dirección que la pinza de freno en la puntera de uno de los brazos de la horquilla. Además mejora la rigidez y aumenta la seguridad. La horquilla de carbono se encarga de absorber las vibraciones del terreno, flexando ligeramente en torno al eje longitudinal. Su peso es de 470 gramos.
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