Chukudú, las bicicletas forzudas

Seguramente nunca hayas oído hablar de ellos, pero en la perdida región de Goma (Congo) los chukudú son vitales para la supervivencia. Bicicletas artesanales que parecen sacadas de la edad de piedra, capaces de cargar con 700 kilos
Chukudú, las bicicletas forzudas
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Autor Maillot Jorge Torrecillas
Autor de la fotoTeun Veoten

Fecha de la noticia 09/08/2017


Parecen bicicletas venidas directamente de la Edad de Piedra. Pero el chukudú es en realidad el medio de transporte y carga habitual de los habitantes de Goma, una ciudad al este de la República Democrática del Congo, lindando con Ruanda. Son únicos, tanto que no los podremos ver en ninguna otra parte del mundo, ni siquiera en otras regiones del país africano.

¿Chukudú? ¿Por qué? El curioso nombre del vehículo no es más que una onomatopeya del ruido que hacen sus ruedas de madera al circular por los caminos de piedra volcánica  frecuentes en la región. «Chu-ku-dú, chu-ku-dú...» es la banda sonora inherente a este peculiar vehículo.

Chukudú, las bicicletas forzudas

Goma es una ciudad franqueada por la selva y el área montañosa del Parque Nacional Virunga, al este del país, en pleno valle del Rift. La presencia del volcán activo Nyiragongo, a 18 km, marca la vida de sus 160.000 habitantes, que viven siempre con el miedo de una posible erupción. La última fue en 2002, con consecuencias devastadoras. Es una urbe especialmente pobre que vivió una situación límite cuando acogió a los exiliados hutus que huían de las matanzas de la vecina Ruanda (1994). La crisis humanitaria que se produjo fue terrible.

Invento artesano

A los pies del volcán se fabrican de manera artesanal los chukudú. Están fabricados íntegramente en madera tropical sobre la base de una viga transversal que define su estructura y que debe ser capaz de soportar las pesadas cargas que transportan, al conductor —también llamado chukudeur— y a su copiloto si fuera necesario. 

Chukudú, las bicicletas forzudas

Esta viga lleva anclada directamente la rueda trasera y tiene en su parte delantera una estructura que aloja la horquilla y sistema de dirección, fijado únicamente a la viga principal mediante muelles y/o tiras de caucho, que ejercen de amortiguador de dirección. Las ruedas, macizas, llevan unas cubiertas de caucho talladas a mano, y el freno se encuentra en la trasera y se acciona con el pie. Excepto los rodamientos, todo está hecho por materiales naturales o reciclados. Incluso el cojín sobre el que se arrodilla el conductor está elaborado con restos de chancletas.

El primer chukudú del que tenemos noticias es el que, a principios del siglo pasado, vieron unos misioneros belgas como medio de transporte de los habitantes locales. Los misioneros se dieron cuenta del potencial del chukudú y ordenaron al artista Mulinga Nzanzu, reconocido artesano local, que produjese unas pocas docenas. Desde ese momento comenzaron a hacerse más populares hasta el punto en el que se ha convertido en un elemento imprescindible dentro la economía local.

Carga máxima: ¡700 kg!

Lo que hace al chukudú tan especial es su capacidad para llevar grandes cargas. La carga máxima es de unos 700 kilos, que equivaldría al peso total de 10 bolsas de cemento y dos personas. Ni siquiera una carretilla podría soportar esta carga, y además el chukudú es capaz de rodar cuesta abajo tan sólo con un leve empujón.

Y a diferencia de los camiones, el chukudú no necesita combustible ni su mantenimiento es costoso, por lo que se ha convertido, en una economía de subsistencia como esta, en una herramienta indispensable para el transporte desde las montañas de materias primas: bananas, carbón y madera para la construcción.

Aún más importante es la libertad económica que el chukudú les proporciona a los habitantes de Goma. Un chukudeur experimentado puede ganar unos 15 dólares al día, una cantidad muy grande para la paupérrima ciudad. 

Chukudu

La situación de los conductores ha mejorado también notablemente pues ya no están obligados a transportar leña y agua atravesando a las zonas infestadas de rebeldes, donde la violación y el saqueo están a la orden del día. Ahora pasan de largo a velocidad de vértigo.

Un medio de transporte, un deporte: el chukudú

Cuando el alcalde de Goma quiso prohibir los chukudús en el centro de la ciudad comenzaron a sucederse diversas olas de protestas entre los habitantes. El caso finalmente fue archivado y consiguieron además que Naciones Unidas reconociese la importancia de este vehículo de madera. Y para celebrarlo, se organizó hace unos doce años la llamada Carrera del Chukudú, que ahora se disputa de manera anual. Como era de esperar, el primer premio es un chukudú nuevo, hecho a medida para el ganador.

Chukudu

Ahora, incluso las autoridades locales reconocen la importancia del chukudú y han adoptado el vehículo como seña de identidad y parte de la cultura local. No solo podemos encontrar los mini chukudú a la venta en las tiendas de souvenirs, sino que en el centro de la ciudad se ha erigido en su honor una estatua dorada realizada por el artista local Nkay Nkash.

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